Francisco Porrúa para niños
Datos para niños Francisco Porrúa |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Francisco Porrúa Fernández | |
Nacimiento | 7 de noviembre de 1922 Corcubión (España) |
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Fallecimiento | 18 de diciembre de 2014 Barcelona (España) |
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Causa de muerte | Neumonía | |
Nacionalidad | Argentina y española | |
Lengua materna | Español | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de Buenos Aires | |
Información profesional | ||
Ocupación | Editor y traductor | |
Empleador | Ediciones Minotauro (1955-2001) | |
Seudónimo | Luis Domènech, Ricardo Gosseyn, F. A. y Francisco Abelenda | |
Lengua literaria | español | |
Francisco Porrúa Fernández (nacido en Corcubión, España, el 7 de noviembre de 1922 y fallecido en Barcelona, España, el 18 de diciembre de 2014), también conocido como Paco Porrúa, fue un importante editor y traductor de libros. Tenía nacionalidad española y argentina.
Usó varios nombres falsos, llamados seudónimos, para sus traducciones, como Luis Domènech, Ricardo Gosseyn, Francisco Abelenda o F. A. Fue el responsable de publicar libros muy famosos como Rayuela de Julio Cortázar y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Además, fundó Ediciones Minotauro, una de las editoriales más importantes de ciencia ficción en español. En ella, publicó por primera vez en nuestro idioma obras de autores como Ray Bradbury, J. R. R. Tolkien y J. G. Ballard.
Contenido
¿Quién fue Francisco Porrúa?
Sus primeros años de vida
El padre de Francisco Porrúa era marino mercante y luego se dedicó a ser agente marítimo. Después de que sus padres se casaran en España, y aproximadamente un año y medio después de su nacimiento, la familia se mudó a Comodoro Rivadavia, en la Patagonia argentina. Allí nacieron sus tres hermanos.
Francisco recordaba que en ese lugar, la cercanía del mar y el desierto le dieron una "libertad casi total" cuando era niño, entre los 2 y los 6 años. Durante su infancia, disfrutó leyendo a autores como Julio Verne y H. G. Wells. Cuando cumplió 18 años, se trasladó a Buenos Aires para estudiar en la Universidad de Buenos Aires.
Su carrera como editor y traductor (1955-1977)
La fundación de Ediciones Minotauro
Después de trabajar como editor en una enciclopedia y de traducir algunos textos del inglés y del francés, en 1955, Francisco Porrúa leyó sobre un escritor llamado Ray Bradbury. Lo describían como "el poeta de la ciencia ficción". Esto lo animó a comprar su libro El hombre ilustrado.
Ese mismo año, Porrúa consiguió los derechos para publicar dos obras de Bradbury, además de una de Theodore Sturgeon y otra de Clifford D. Simak. Con estos libros, fundó Ediciones Minotauro. Más tarde, Antonio López Llausás, quien dirigía la Editorial Sudamericana, se unió a él para ayudar a publicar más libros de ciencia ficción.
Porrúa se encargaba de todas las traducciones, usando varios seudónimos. Como la editorial era un proyecto casi independiente, él era el editor, el encargado de los negocios y hasta ayudaba con el diseño de los libros. Por eso, era demasiado trabajo para una sola persona ser también el traductor. Firmando como Francisco Abelenda (su apellido materno), tradujo el primer libro que editó: Crónicas marcianas de Bradbury, que tuvo un prólogo escrito por Jorge Luis Borges.
Entre 1964 y 1968, Porrúa también publicó una revista con el mismo nombre de su editorial de ciencia ficción. Esta revista incluía cuentos seleccionados de la famosa revista The Magazine of Fantasy and Science Fiction.
El impacto de Minotauro en la ciencia ficción
Con Minotauro, Francisco Porrúa cambió la forma de publicar literatura de ciencia ficción. También hizo que el público conociera a muchos más escritores. Sus libros tenían portadas con diseños elegantes, muy diferentes a las ilustraciones sencillas de las revistas pulp de Estados Unidos. Además, cuidaba mucho la calidad de las traducciones.
Para traer nuevos autores al país, eligió a escritores que estaban renovando el género, alejándose de la "ciencia ficción dura". Algunos de los autores que publicó a lo largo de los años fueron Brian W. Aldiss, J. G. Ballard, Alfred Bester, Ray Bradbury, Angela Carter, Philip K. Dick, Ursula K. Le Guin, Cordwainer Smith, Olaf Stapledon, Theodore Sturgeon, J. R. R. Tolkien y Roger Zelazny. También publicó libros de autores en español como Carlos Gardini, Eduardo Goligorsky, Angélica Gorodischer, Mario Levrero, Ana María Shua y Alberto Vanasco.
Su labor en Editorial Sudamericana
En 1958, Jorge López Llovet, hijo de Antonio, quedó impresionado por cómo Porrúa manejaba su propia editorial. Por eso, lo contrató como asesor en Editorial Sudamericana.
Una vez en Sudamericana, Porrúa recibió un manuscrito de Las armas secretas de Julio Cortázar. Como Sudamericana ya había publicado un libro de cuentos del mismo autor, Bestiario, que no se había vendido mucho, Porrúa tuvo que insistir para que publicaran el nuevo libro. Fue un gran éxito y ayudó mucho a la carrera de Cortázar, quien luego publicó en la misma editorial Rayuela, una de sus obras más importantes.
En 1962, Antonio López Llausás lo nombró director literario. Más tarde, Carlos Fuentes le sugirió a Porrúa que conociera a un escritor llamado Gabriel García Márquez. Después de leer varios de sus libros, Porrúa se interesó y se puso en contacto con él. García Márquez le envió un nuevo libro que estaba terminando. Esa publicación se convertiría en un hito: Cien años de soledad, una de las obras más famosas de la literatura en español, que luego fue traducida a más de treinta y cinco idiomas.
Además de Cortázar y García Márquez, en Sudamericana, Porrúa también publicó a autores como Manuel Puig, Juan José Saer, Lawrence Durrell, Alejandra Pizarnik, Alberto Girri, Arturo Carrera y Leopoldo Marechal.
Últimos años y legado (1977-2014)
En 1977, Francisco Porrúa se mudó a Barcelona, España, pero siguió dirigiendo su editorial Minotauro desde allí, publicando ediciones tanto en España como en Argentina. A finales de ese año, casi por casualidad, consiguió los derechos para publicar El Señor de los Anillos. Aunque no tenía un interés especial en editarlo, lo hizo porque era una obra muy importante de la literatura fantástica. El libro fue un éxito enorme: se vendieron cuarenta mil ejemplares en solo quince días y cerca de ocho millones desde su publicación. Porrúa tradujo él solo el primer tomo de la novela, usando el seudónimo de Luis Domènech. Los dos tomos siguientes los tradujo junto a Matilde Zagalsky, quien firmó como Matilde Horne.
En Europa, también trabajó para la editorial Edhasa hasta 1992. Como esta editorial publicaba una colección de ciencia ficción llamada Colección Nebulae, hubo una relación con Minotauro, y algunos títulos que no eran publicados directamente por la editorial de Porrúa pasaban a la colección de Edhasa.
En 2001, Francisco Porrúa vendió Ediciones Minotauro a Editorial Planeta. Este cambio trajo algunas novedades, como un premio anual a la mejor novela, pero también modificó la forma de elegir los libros, ya que dejó de tener el toque personal de Francisco Porrúa.
Francisco Porrúa falleció en Barcelona el 18 de diciembre de 2014, a causa de una neumonía.
Reconocimientos y premios
Francisco Porrúa recibió varios premios por su importante trabajo en el mundo editorial:
- Reconocimiento al Mérito Editorial (2003), de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
- Premio Gabriel a la labor de una vida (1999), de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror.
- Premio por treinta años de dedicación al género, de Editorial Gigamesh.
Véase también
- Ediciones Minotauro