Capitalismo para niños
El capitalismo es un sistema económico y social donde la mayoría de las cosas que se usan para producir bienes y servicios (como fábricas, máquinas y herramientas) son propiedad de personas o empresas privadas. En este sistema, el capital (dinero y bienes que se usan para producir más bienes) es muy importante.
En el capitalismo, las personas y las empresas producen bienes y servicios para venderlos en un mercado. El objetivo principal es obtener ganancias. Las empresas compiten entre sí, y los precios de los productos se deciden por la oferta (cuánto hay disponible) y la demanda (cuánto quieren comprar las personas).
Según la idea de la "mano invisible" de Adam Smith, cuando cada persona busca su propio beneficio en el mercado, esto ayuda a que la sociedad en general funcione de manera eficiente. Es como si una fuerza invisible guiara a los productores a crear lo que la gente necesita, sin que nadie tenga que planearlo todo desde un centro.
La palabra capitalismo viene de la idea de capital. Aunque se usaba antes de 1848, se hizo más conocida como un término en 1860. Una sociedad capitalista es aquella que se basa en el respeto a la propiedad privada, la organización del trabajo y el uso del dinero para producir cosas.
Max Weber sugirió que ciertas ideas religiosas, como las del calvinismo, ayudaron al desarrollo del capitalismo. Estas ideas valoraban el trabajo duro y la acumulación de riqueza como señales de éxito. En una sociedad capitalista, las personas se organizan en clases socioeconómicas (como trabajadores o dueños de empresas), y es posible cambiar de una clase a otra según el éxito económico.
El nombre de sociedad capitalista se usa porque el capital se vuelve muy importante en las relaciones de producción. Los liberales creen que el capital ayuda a producir más y a mejorar la vida de las personas. Otros, como los socialistas, piensan que el capital crea una situación donde las personas necesitan trabajar para los dueños del capital para poder vivir.
A las personas que invierten su capital en empresas para obtener ganancias se les llama "capitalistas". A veces, se les llama "burguesía", un término que viene de la Edad Media y se refiere a los dueños de negocios.
Contenido
¿Qué define al capitalismo?

Los sistemas capitalistas tienen ciertas características importantes. Si faltan muchas de ellas, el sistema no se considera puramente capitalista.
Algunos elementos clave son:
- La mayoría de los medios de producción (fábricas, tierras, etc.) son de propiedad privada.
- Hay dinero, capital y se busca acumularlo.
- Existen mercados donde se intercambia capital y se hacen inversiones.
- Las personas trabajan a cambio de salarios y hay diferentes clases según el papel en la economía.
- Hay factores económicos que afectan a todo el país (macroeconomía).
La Internet Encyclopedia of Philosophy describe el capitalismo con estas características:
- La propiedad de los medios de producción es principalmente privada.
- Las personas son dueñas de su fuerza de trabajo y pueden venderla libremente.
- La producción busca principalmente obtener ganancias, más que solo satisfacer necesidades.
- Los mercados son muy importantes para decidir qué se produce y cómo se invierte.
En resumen, en el capitalismo, los bienes de capital son de propiedad privada. El trabajo se ofrece a cambio de salarios, y la gente acepta libremente. La actividad económica busca obtener ganancias para que los dueños de los medios de producción puedan aumentar su capital. Los bienes y servicios se distribuyen a través de los mercados. Aunque la mayoría de los países tienen un poco de intervención del Estado, el capitalismo se basa en la competencia y la libertad económica.
Capital, trabajo y propiedad
En el capitalismo, la mayoría de los medios de producción son privados. Esto significa que las fábricas, las máquinas y la tierra son de personas o empresas, y se usan para obtener ganancias. Las decisiones de inversión de capital se toman pensando en cuánto beneficio se puede obtener.
Junto con el capital, el trabajo es otro elemento fundamental para la producción. La competencia en el mercado de trabajo (donde las personas ofrecen su trabajo a cambio de un salario) es muy importante.
La propiedad privada permite a las empresas y a las personas (accionistas) usar y controlar los recursos para producir bienes y servicios. En el capitalismo, se busca que las empresas tengan mucha libertad para decidir cómo usar su capital, trabajo y recursos.
El capitalismo se caracteriza por buscar el mayor beneficio posible, proteger la propiedad privada y usar las herramientas de producción para determinar las formas económicas.
Contrato libre, ganancias y movilidad social
El capitalismo es un sistema económico donde la propiedad privada de los medios de producción es clave. Esta propiedad da poder económico a quienes la tienen (los dueños del capital), creando una relación voluntaria entre el empleador y el empleado.
Esto también crea una sociedad con clases sociales móviles. Las personas pueden cambiar de clase social según su éxito o fracaso económico en el mercado. Por eso, en el capitalismo, la clase social no es fija.
Las relaciones económicas y la forma en que se organizan las empresas se basan en la propiedad privada. Los dueños de una empresa son quienes la controlan, y su objetivo es usar el capital de la mejor manera para obtener ganancias.
Una idea común es que en el capitalismo, el capital (la actividad empresarial y las ideas) es más importante que el trabajo (la actividad física) para crear riqueza. El control privado del capital permite negociar con propiedades e inversiones, y el objetivo principal es el beneficio o la ganancia para acumular más capital.
Libre mercado, empresas, competencia y trabajo
El capitalismo se basa en una economía donde el mercado es muy importante. Aquí, las personas, empresas y organizaciones intercambian productos. El mercado, a través de las leyes de la oferta y la demanda, decide los precios y cómo se distribuyen los recursos y la riqueza.
La libertad de empresa significa que las empresas pueden conseguir recursos, transformarlos en productos o servicios y venderlos en el mercado. También son libres de elegir qué negocio desarrollar y cuándo empezar o dejarlo. Esta libertad de elección se aplica a empresas, trabajadores y consumidores. Las empresas manejan sus recursos como quieren, los trabajadores eligen dónde trabajar y los consumidores eligen qué comprar.
La competencia significa que hay muchas empresas o personas que ofrecen y venden un producto. También hay muchos compradores. Esta competencia crea una "rivalidad" entre los productores, que buscan atraer a más clientes bajando precios o mejorando la calidad.
Cuando se habla de una fuerza de trabajo libre, se refiere a que los trabajadores tienen la libertad de vender su capacidad de trabajo a cambio de un salario a cualquier empleador.
La empresa por sociedad de capitales
Hoy en día, las empresas suelen ser el resultado de una asociación. Antes, en el siglo XIX, una empresa solía ser de una sola persona que invertía su dinero y sus habilidades. Pero el capitalismo moderno mostró que las empresas que agrupan a muchas personas y capital son más fuertes.
Hay dos tipos principales de sociedades: 1. Sociedades de personas: Pocos individuos aportan capital o habilidades. Las partes de la empresa no se pueden vender sin el acuerdo de los demás socios. 2. Sociedades de capitales: Las partes (llamadas acciones) son pruebas de que se aportó capital. Son muchas y se pueden vender libremente en la bolsa de valores.
Crecimiento económico
Muchos piensan que el capitalismo ayuda al crecimiento económico porque las personas buscan su propio beneficio en un mercado libre. Esto se mide con el producto interno bruto (PIB) o la calidad de vida. Sin embargo, el crecimiento también depende de avances técnicos.
Desde la Revolución industrial, la economía mundial ha crecido mucho, y se cree que el capitalismo moderno ha sido clave. Los defensores del capitalismo dicen que un mayor PIB por persona mejora la vida de la gente, con más comida, vivienda, ropa, atención médica y menos horas de trabajo.
Se ha demostrado que la especialización en la agricultura y otras áreas aumenta la producción. Esto hace que circule más capital, lo que impulsa la banca y la riqueza de la sociedad, aumentando el ahorro y la inversión.
También se argumenta que el capitalismo da más oportunidades a las personas para aumentar sus ingresos con nuevas profesiones o negocios, más que en sociedades feudales o tribales. Sin embargo, algunos estudios modernos señalan que los sistemas capitalistas sin regulación pueden tener problemas, como crisis económicas.
Organizaciones por interés individual
En el capitalismo, se cree que cada persona en el mercado actúa buscando su propio interés. Por ejemplo, el dueño de una empresa busca maximizar sus ganancias. Los empleados venden su trabajo por un salario. Y los consumidores buscan obtener lo que necesitan al mejor precio y calidad.
Muchos economistas creen que el capitalismo puede organizarse solo, sin necesidad de un plan central. A esto se le llama laissez faire. Otros economistas modernos creen que es bueno que haya regulaciones, especialmente para proteger el medio ambiente y la sociedad.
El presidente Franklin D. Roosevelt dijo una vez que la libertad de una democracia no está segura si el poder privado crece tanto que se vuelve más fuerte que el Estado.
De todas formas, la búsqueda de ganancias es muy importante. Las transacciones entre compradores y vendedores crean un sistema de precios que muestra las necesidades de las personas. La promesa de ganancias motiva a los emprendedores a usar sus conocimientos y recursos para satisfacer esas necesidades. Así, las actividades de millones de personas, cada una buscando su propio interés, se coordinan.
Liberalismo y papel del Estado
La idea política que ha defendido el capitalismo es el liberalismo económico y clásico, con figuras como John Locke y Adam Smith. El pensamiento liberal clásico dice que el gobierno debe intervenir lo menos posible en la economía. Su papel debe ser garantizar la propiedad privada, proteger las libertades individuales (como los derechos civiles y políticos), mantener la seguridad y asegurar que los mercados funcionen libremente.
Hay otras ideas económicas que le dan al Estado un papel diferente. Por ejemplo, John Maynard Keynes creía que el Estado puede intervenir para aumentar la demanda en tiempos de crisis. Otros piensan que el Estado debe corregir los problemas del mercado.
El economista Dani Rodrik distingue tres tipos de capitalismo a lo largo de la historia:
- Capitalismo 1.0 (Siglo XIX): Mercados poco regulados, con un Estado que solo se encargaba de la defensa y la propiedad.
- Capitalismo 2.0 (después de la Segunda Guerra Mundial): El Estado tenía un papel importante en la regulación de mercados y en el bienestar social.
- Capitalismo 2.1: Una mezcla de mercados menos regulados, globalización y algunas responsabilidades nacionales del Estado.
¿Cómo se relaciona el capitalismo con la democracia?
La relación entre democracia y capitalismo es un tema de debate. En el siglo XIX, el desarrollo del capitalismo industrial y la democracia representativa (donde la gente elige a sus representantes) crecieron juntos en Gran Bretaña. Esto llevó a algunos a pensar que están relacionados.
Sin embargo, el capitalismo también ha existido con otros tipos de gobiernos, como regímenes autoritarios o monarquías. La teoría de la paz democrática dice que las democracias rara vez luchan entre sí. Algunos críticos dicen que, aunque el crecimiento económico bajo el capitalismo llevó a la democracia en el pasado, esto podría no pasar siempre, ya que algunos gobiernos autoritarios han logrado crecimiento económico sin dar más libertad política.
Friedrich Hayek y Milton Friedman creían que la libertad económica del capitalismo es necesaria para la libertad política. Argumentaban que las operaciones económicas centralizadas (controladas por el Estado) siempre llevan a la falta de libertad política. Friedman decía que las transacciones en un mercado son voluntarias y que esta libertad es una amenaza para los líderes represivos. John Maynard Keynes también pensaba que el capitalismo era vital para la libertad.
La organización Freedom House, que investiga la democracia, ha encontrado una relación fuerte entre la libertad política y la libertad económica.
Milton Friedman, un gran defensor de que el capitalismo promueve la libertad política, decía que el capitalismo competitivo separa el poder económico del político. Sin embargo, algunos críticos actuales señalan que la influencia de grupos de interés en la política de países como Estados Unidos contradice esta idea. Esto hace que la gente se pregunte si el capitalismo competitivo realmente promueve la libertad política.
Thomas Piketty argumentó que la desigualdad es una consecuencia inevitable del crecimiento económico en el capitalismo, y que la concentración de riqueza puede afectar a las sociedades democráticas.
Algunos países con sistemas capitalistas han tenido éxito económico bajo gobiernos autoritarios. Singapur tiene una economía de mercado exitosa, pero su gobierno es a menudo criticado por no defender la libertad de expresión tan fuertemente. En China, el sector privado ha crecido mucho a pesar de tener un gobierno autoritario. El gobierno de Augusto Pinochet en Chile también logró crecimiento económico con un gobierno autoritario.
¿De dónde viene el capitalismo?

Aunque el comercio y los comerciantes existen desde hace mucho, el capitalismo como sistema económico moderno apareció en el siglo XVII en Inglaterra, reemplazando al feudalismo. Adam Smith creía que los humanos siempre han tenido la tendencia a intercambiar cosas. Así, el capitalismo, el dinero y la economía de mercado se consideran un origen espontáneo o natural de la Edad Moderna.
El paso del feudalismo al capitalismo fue impulsado por varios cambios:
- Los comerciantes ambulantes introdujeron el comercio y el dinero.
- Las ciudades crecieron, convirtiéndose en centros económicos.
- Las cruzadas trajeron nuevas ideas.
- Surgieron estados nacionales que apoyaban el comercio.
- La era de la exploración y el oro estimuló la economía.
- Nuevas ideas religiosas (como la Reforma) favorecieron los negocios.
- Los tributos en el feudalismo empezaron a pagarse con dinero.
Estos cambios crearon un aspecto económico en la vida de las personas que antes no existía. Los siervos se volvieron trabajadores libres, los maestros de gremio se hicieron empresarios y los señores feudales se convirtieron en arrendatarios. Esto sentó las bases del capitalismo, con trabajadores, capitalistas y dueños de tierras que vendían sus servicios en el mercado.
Al principio, el sistema económico se centraba en el comercio (intercambiar bienes), no tanto en producirlos. La importancia de la producción se hizo evidente con la Revolución industrial en el siglo XIX.
El camino hacia el capitalismo desde el siglo XIII fue facilitado por la filosofía del Renacimiento y la Reforma Protestante. Estos movimientos cambiaron la sociedad, permitiendo el surgimiento de los Estados nacionales modernos que crearon las condiciones para el crecimiento del capitalismo en Europa. Este crecimiento fue posible gracias a que los empresarios privados acumulaban ganancias y las reinvertían para seguir creciendo, lo que llevó a la industrialización.
Tipos de sistemas capitalistas
Existen diferentes formas de capitalismo, que varían en cómo se relacionan el mercado, el Estado y la sociedad. Todas comparten la producción de bienes y servicios para obtener ganancias, la asignación de recursos basada en el mercado y la acumulación de capital.
Algunas formas de capitalismo son:
- Mercantilismo y proteccionismo
- Laissez faire y capitalismo desregulado
- Capitalismo corporativo
- Economía social de mercado
- Economía mixta
Hoy en día, la mayoría de los países tienen formas de capitalismo más cercanas a la economía social de mercado y la economía mixta. El mercantilismo y el proteccionismo, populares en los siglos XVIII y XIX, han sido casi abandonados.
Mercantilismo
Esta es una forma temprana de capitalismo que surgió alrededor del siglo XVI. Se caracteriza por la unión de intereses comerciales del Estado y el imperialismo. El Estado usaba su poder para promover las empresas nacionales en el extranjero. Por ejemplo, España prohibió a sus colonias comerciar con otras naciones.
El mercantilismo busca aumentar la riqueza de un país haciendo que las exportaciones sean mayores que las importaciones.
Capitalismo de libre mercado
El capitalismo laissez faire se basa en acuerdos voluntarios sin intervención de terceros (como el Estado). Los precios de los bienes y servicios se establecen por la oferta y la demanda, llegando a un equilibrio natural. Implica mercados muy competitivos y la propiedad privada de los medios de producción. El papel del Estado se limita a la seguridad y a proteger los derechos de propiedad.
Economía social de mercado
En este sistema, la intervención del Estado en la economía es mínima, pero ofrece servicios importantes como seguridad social, beneficios por desempleo y derechos laborales. Este modelo es común en países de Europa occidental y del norte. La mayoría de las empresas son de propiedad privada.
Capitalismo corporativo
Se caracteriza por el dominio de grandes empresas jerárquicas y burocráticas. El término "capitalismo monopolista de Estado" se usó para describir una forma de capitalismo donde el Estado ayuda a las grandes empresas a través de barreras a la competencia y subsidios.
Economía mixta
Una economía mixta se basa en gran medida en el mercado, pero combina la propiedad privada y la propiedad pública de los medios de producción. El Estado interviene con políticas para corregir problemas del mercado, reducir el desempleo y controlar la inflación. La mayoría de las economías capitalistas actuales son mixtas en algún grado.
En términos políticos, los sistemas capitalistas suelen verse como opuestos a los sistemas socialistas. Los sistemas socialistas a menudo tienen propiedad pública de los medios de producción y usan los recursos para fines sociales, no solo para ganancias. Muchos sistemas socialistas históricos también tenían una economía planificada por el Estado.
Muchos sistemas económicos de la antigüedad y la Edad Media no se consideran capitalistas porque usaban mano de obra forzada (como en el feudalismo) o mano de obra esclava. Además, no había mucha movilidad social, y la producción no siempre buscaba el beneficio económico o la acumulación de capital, sino otros objetivos sociales.
Capitalismo de riesgo
El sociólogo alemán Ulrich Beck introdujo el concepto de "sociedad de riesgo", donde el riesgo es central y afecta a todas las clases sociales. En este capitalismo, la producción es descentralizada, y la tecnología, aunque ayuda a reducir algunos riesgos, puede crear otros nuevos.
Anthony Giddens ve el capitalismo de riesgo como una consecuencia de la globalización. Richard Sennett sugiere que hablar de riesgo ayuda a los grupos privilegiados a no asumir las consecuencias de sus decisiones. En esta visión, la seguridad se convierte en un signo de estatus.
Zygmunt Bauman usa el término "sociedad líquida" para describir el capitalismo moderno. En la sociedad "sólida" (antigua), las economías y los lazos eran a largo plazo. Pero la modernidad ha traído formas más descentralizadas y menos estables, donde los lazos sociales son más adaptables a los intereses individuales. La seguridad se usa como una forma de exclusividad y estatus social.
Capitalismo mortuorio
George H. Mead decía que la gente se siente atraída por las malas noticias porque así "exorciza" la muerte, sintiendo alivio al no ser afectados. Joy Sather-Wagstaff sugiere que los desastres generan trauma, y el poder político a veces manipula el discurso para ganar legitimidad. Esto puede llevar a una "patrimonialización del dolor" que distorsiona las causas reales del desastre.
Rodanthi Tzanelli de la Universidad de Leeds sostiene que el cine ha convertido la muerte en una mercancía para ser comercializada. Visitar lugares de pobreza extrema o desastres busca dar al consumidor una "realidad apocalíptica", reforzando la posición de clase de la élite capitalista.
Phillipe Aries dice que el hombre moderno ha perdido la familiaridad con la muerte, haciéndola incontrolable. Finalmente, Geoffrey Skoll sugiere que la muerte funciona como un discurso para mantener a la masa trabajadora bajo control. Zygmunt Bauman añade que la hiper-vigilancia tecnológica protege a los ciudadanos "deseables" de los "indeseables", y también sirve como criterio de exclusión, donde solo unos pocos se aíslan del resto de la sociedad.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Capitalism Facts for Kids