Batalla de la Poza de Santa Isabel para niños
Datos para niños Batalla de la Poza de Santa Isabel |
||||
---|---|---|---|---|
Parte de Guerra de Independencia Española | ||||
![]() Reporte de prensa por el centenario donde se muestra el desaparecido cuadro de la rendición del almirante francés Rosily haciendo entrega del sable al almirante Apodaca.
|
||||
Fecha | 8-14 de junio de 1808 | |||
Lugar | Bahía de Cádiz, Andalucía, España | |||
Coordenadas | 36°37′00″N 6°21′00″O / 36.61666667, -6.35 | |||
Resultado | Victoria española | |||
Combatientes | ||||
|
||||
Comandantes | ||||
|
||||
Fuerzas en combate | ||||
|
||||
Bajas | ||||
|
||||
La Batalla de la Poza de Santa Isabel fue un importante combate naval que tuvo lugar entre el 8 y el 14 de junio de 1808 en la Bahía de Cádiz. En esta batalla, la flota francesa, liderada por el almirante François Étienne de Rosily-Mesros, se enfrentó a las fuerzas navales españolas, comandadas por el almirante Juan Ruiz de Apodaca. Las fuerzas españolas contaron con el apoyo de la artillería desde la costa. Esta victoria fue una de las primeras para España en la Guerra de la Independencia Española y una de las pocas acciones navales destacadas de ese conflicto.
Contenido
¿Qué sucedió antes de la batalla?
Cuatro días después de la batalla de Trafalgar, el 25 de octubre de 1805, el almirante François Étienne de Rosily-Mesros llegó a Cádiz. Su misión, ordenada por Napoleón Bonaparte, era reemplazar a Pierre Charles Silvestre de Villeneuve al mando de la escuadra combinada. Sin embargo, Villeneuve ya había salido del puerto para enfrentarse a Horatio Nelson, sufriendo una gran derrota.
Después de Trafalgar, cinco navíos de línea y una fragata franceses quedaron en la bahía de Cádiz. Estos barcos fueron reparados con los pocos recursos disponibles en el arsenal de La Carraca. Mientras tanto, la flota española, muy afectada y con sus marineros sin recibir su paga, estaba bajo el mando del almirante Juan Ruiz de Apodaca.
Los barcos franceses no pudieron salir de la bahía durante tres años debido a un bloqueo naval británico, liderado por el contraalmirante John Child Purvis. Este bloqueo era inicialmente débil, permitiendo el comercio normal. Con el tiempo, el almirante Cuthbert Collingwood se fue a reforzar otro bloqueo, dejando a Purvis a cargo. Solo cuatro fragatas francesas lograron escapar en febrero de 1806.
En febrero de 1808, las relaciones entre España y Francia se volvieron tensas. El almirante Rosily decidió colocar sus barcos entre los españoles para protegerlos, ya que su mayor poder de fuego les daba una ventaja. Los barcos franceses y españoles se intercalaron en la bahía.
En mayo de 1808, tras los eventos de Bayona y el levantamiento en Madrid, la gente de Cádiz se volvió contra los franceses. Hubo incidentes, y Rosily prohibió a sus marineros desembarcar en el puerto.
¿Cómo se desarrolló la situación en Cádiz?
El gobernador de Cádiz, Francisco María Solano Ortiz de Rozas, ordenó vigilar a los franceses y reforzar las defensas costeras. Sin embargo, los ciudadanos de Cádiz estaban impacientes por atacar a la flota francesa.
El 29 de mayo, hubo un levantamiento popular. La gente acusó al gobernador de apoyar a los franceses y lo depuso. En realidad, el gobernador y otros oficiales militares temían que un ataque mal planeado a la flota francesa terminara en desastre. Ellos querían asegurarse de que la junta formada en Sevilla fuera un gobierno legítimo antes de actuar. También recordaban que los ingleses seguían bloqueando el puerto y podían aprovechar el caos.
Mientras tanto, la junta de Sevilla, que se había autoproclamado Junta Suprema de España e Indias, exigió un ataque inmediato a la flota francesa. Esto aumentó la tensión entre la población. Una multitud obligó al gobernador a convocar una nueva reunión de oficiales. El cónsul francés tuvo que buscar refugio. En medio de esta confusión, Rosily movió sus barcos para poder atacar las posiciones españolas.
La multitud se dirigió a la casa del gobernador. A pesar de la resistencia, lograron entrar. El gobernador intentó escapar, pero fue capturado. Fue llevado a una plaza y, en el camino, fue herido. Un amigo suyo, Carlos Pignatelli, puso fin a su sufrimiento.
La Junta Suprema de Sevilla nombró un nuevo gobernador, pero los ciudadanos de Cádiz eligieron al general Tomás de Morla y Pacheco. A Morla se le ordenó usar todos los medios para destruir o capturar la flota francesa. El 30 de mayo, se decidió separar los barcos españoles de los franceses y prepararlos para el combate, aunque aún no había una declaración oficial de guerra.
Rosily aceptó separar los barcos, pero se negó a rendirse. Morla pidió órdenes claras de Sevilla para atacar la flota.
¿Qué barcos participaron en la batalla?
Las fuerzas navales españolas en la bahía incluían cinco navíos de línea y una fragata. Los navíos de línea eran:
- Príncipe de Asturias (con 112 cañones)
- Terrible (74 cañones)
- Montañés (74 cañones)
- San Fulgencio (64 cañones)
- San Leandro (64 cañones)
La fragata era la Flora (con 40 a 44 cañones).
Además de estos grandes barcos, había diez faluchos, una gabarra, una balandra y doce lanchas o botes, todas equipadas con artillería. Con las lanchas del arsenal, sumaron 45 embarcaciones pequeñas, organizadas en tres grupos.
También había dos navíos desarmados, el Castilla y el Miño, que no pudieron participar en el combate.
La escuadra francesa de Rosily estaba compuesta por cinco navíos de línea y una fragata:
- Neptune (80 cañones)
- L'Algésiras (80 cañones)
- Héros (74 cañones)
- Pluton (74 cañones)
- Argonaute (74 cañones)
La fragata era la Cornélie (40 cañones).
¿Cómo se desarrolló la Batalla de la Poza de Santa Isabel?
Morla envió mensajes a los ingleses para formar una alianza y detener las hostilidades. El almirante británico Purvis ofreció ayuda con sus barcos, pero Morla se negó, diciendo que era una tarea que los españoles debían realizar solos. Los ingleses solo prestaron pólvora y municiones, y mantuvieron el bloqueo para evitar que los franceses escaparan.
Los españoles se organizaron con los recursos limitados del arsenal. Se instalaron nuevas baterías en la costa y se reforzaron las existentes. También se armaron dos barcos para proteger el arsenal y se cerró una parte de la bahía con una cadena flotante. Rosily, dándose cuenta de los preparativos españoles, intentó ganar tiempo negociando. Movió sus naves a la Poza de Santa Isabel, una zona más profunda en el centro de la bahía.
Debido al espacio limitado, los españoles decidieron usar principalmente cañoneras, que se ubicaron en la entrada de la bahía. Estas embarcaciones pequeñas, junto con las bombarderas, formaron la primera línea de ataque. Los navíos Príncipe de Asturias y Terrible darían apoyo. Se usaron banderas para coordinar las señales entre los barcos y las baterías costeras.
El 6 de junio, la Junta de Sevilla declaró la guerra a Napoleón en nombre de España. Morla ordenó los preparativos para el ataque. El 9 de junio, Morla exigió la rendición incondicional de los franceses en dos horas, amenazando con un ataque con bombas y balas. Rosily se negó a rendirse, y el ataque comenzó a las 16:00 horas.
La lucha duró cinco horas. Los franceses lograron resistir los ataques iniciales. Dos cañoneras españolas fueron hundidas y siete dañadas, con 4 muertos y 5 heridos. Los franceses concentraron su artillería en las baterías costeras, causando 13 muertos y 51 heridos en su flota.
El 10 de junio, Rosily intentó negociar una salida segura de la bahía para su escuadra, pero Morla se lo negó. Los oficiales franceses consideraron atacar La Carraca, pero desistieron. Los españoles, con poca pólvora, optaron por instalar baterías falsas y sumaron un nuevo navío, el Argonauta, aunque no podía disparar. Para evitar que los franceses tomaran el arsenal, hundieron el navío Miño y la urca Liberada para bloquear el paso.
El 11 de junio, Rosily propuso entregar sus armas y bajar sus banderas a cambio de que su escuadra pudiera salir pacíficamente. Esta oferta fue rechazada. Los españoles instalaron más cañones y prepararon nuevas bombarderas y cañoneras, mostrando que estaban listos para un ataque más fuerte.
Finalmente, el 14 de junio, se volvió a pedir la rendición a Rosily. Esa mañana, Rosily ordenó que las banderas francesas fueran reemplazadas por las españolas, rindiéndose. En total, se entregaron 3.676 prisioneros y se capturaron 5 navíos de línea y una fragata, junto con una gran cantidad de cañones, pólvora, fusiles y provisiones.
¿Qué pasó después de la batalla?
Después de esta importante victoria, el presidente Saavedra envió una comisión a Londres para negociar con el gobierno británico. El 4 de julio, el gobierno británico ordenó el cese inmediato de todas las hostilidades entre británicos y españoles, iniciando una alianza contra Francia. El ministro de relaciones exteriores británico, George Canning, declaró que cualquier nación que resistiera el poder de Francia se convertiría en un aliado natural de Gran Bretaña. La Junta Suprema española recompensó a todos los participantes y ascendió a los oficiales.
Los prisioneros franceses fueron alojados en los navíos desarmados Castilla y Argonauta. Algunos marineros franceses que no eran de Francia se unieron a la Armada Real española. Algunos oficiales franceses, como Rosily, fueron liberados bajo juramento de no volver a luchar contra los españoles, con la misión de llevar la noticia de la rendición a Napoleón.
¿Cuál fue el impacto de esta victoria?
Los barcos capturados fueron incorporados a la Armada Real española, lo que mejoró la moral de los españoles. Estos barcos estaban en excelentes condiciones y se sumaron a otro navío francés, el L'Atlas, capturado en Vigo el 30 de mayo.
Aunque a menudo se dice que la batalla de Trafalgar marcó el declive de la Armada Real española, tres años después de Trafalgar, y sin contar los barcos franceses capturados, España seguía siendo la tercera potencia naval del mundo. Sin embargo, la Guerra de la Independencia fue realmente decisiva para la marina española. Durante el conflicto, se dio prioridad al ejército, y la mayoría de los barcos fueron desmantelados por falta de dinero para mantenerlos. No se construyeron nuevos barcos en España. Los astilleros y otras industrias navales fueron afectados, y muchos marineros y trabajadores calificados fueron reclutados para el ejército. Solo se construyeron algunas fragatas y barcos más pequeños en La Habana o Cavite.
Sin una marina de guerra fuerte, España tuvo dificultades para mantener su imperio en América. La debilidad fue tal que, para reforzar sus ejércitos en Perú, se compraron barcos rusos en 1818. Estos barcos generaron controversia por ser considerados anticuados e ineficientes. Algunos de ellos se hundieron al intentar cruzar el océano Atlántico, otros tuvieron que regresar a Cádiz, y algunos sufrieron problemas, lo que llevó al fracaso de la expedición. Cuando murió Fernando VII, la Armada española contaba con muy pocos navíos de línea y fragatas.
|
Véase también
En inglés: Capture of the Rosily Squadron Facts for Kids
- Vídeo ANECDOTAS, LA BATALLA DE LA POZA del canal de YouTube CADIZBOOKTV. Publicado el 15 de diciembre de 2010.