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Anarcocomunismo para niños

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Archivo:Anarco-Comunismo
El anarcocomunismo es una idea que busca una sociedad sin gobierno ni clases sociales.

El anarcocomunismo es una forma de anarquismo que propone una sociedad sin Estado, sin capitalismo (un sistema donde el dinero y las empresas son muy importantes), sin trabajo asalariado (donde te pagan por tu tiempo de trabajo) y sin propiedad privada de las cosas que se usan para producir (como fábricas o tierras). En cambio, se busca que estas cosas sean de todos, que las decisiones se tomen de forma directa entre las personas y que haya una red de grupos voluntarios que trabajen juntos. La idea principal es que cada persona aporte según lo que pueda hacer y reciba lo que necesite.

Algunos anarcocomunistas creen que este sistema es el mejor para que cada persona sea realmente libre. La mayoría piensa que el anarcocomunismo ayuda a que las personas y la sociedad vivan en armonía.

Esta idea surgió de movimientos sociales después de la Revolución Francesa, pero se definió mejor en Italia. Más tarde, las ideas de Piotr Kropotkin fueron muy importantes, ya que las desarrolló y las hizo más conocidas. Algunos ejemplos históricos donde se intentó vivir bajo estas ideas fueron en ciertas zonas durante la Revolución Española de 1936 y en el Territorio Libre durante la Revolución rusa.

Durante la Revolución social española de 1936, a partir de 1936, el anarcocomunismo se practicó en gran parte de Aragón, algunas zonas de Levante y Andalucía, y en Cataluña. Sin embargo, estas experiencias fueron detenidas por diferentes fuerzas. En la Revolución rusa, anarquistas como Nestor Makhno intentaron establecer el anarcocomunismo en el Territorio Libre de Ucrania desde 1919, pero fueron vencidos en 1921.

Ideas principales del anarcocomunismo

El anarcocomunismo valora mucho la experiencia de trabajar y vivir en grupo para lograr la libertad individual. Aunque se enfoca en lo colectivo, no olvida la importancia de cada persona y sus intereses.

Archivo:Anarchist flag
Bandera anarcocomunista, también usada por movimientos que buscan la unión de trabajadores.

¿Cómo funciona la asociación voluntaria?

El anarcocomunismo propone que, además de eliminar el Estado, es necesario terminar con las clases sociales que surgen de la desigualdad en la riqueza. También busca eliminar la propiedad privada de los medios de producción y el dinero. Cada persona y grupo sería libre de aportar a la producción y de tomar lo que necesite según sus propias decisiones. Los sistemas para producir y distribuir las cosas serían manejados por las mismas personas que participan en ellos.

Una idea clave es que no haya trabajo asalariado. Según esta teoría, si la riqueza se distribuye según las necesidades de cada uno, las personas serían más libres para dedicarse a las actividades que más les gusten, y el trabajo se repartiría de forma más justa y según las habilidades de cada uno.

¿Por qué rechazan el dinero y el salario?

Los anarcocomunistas creen que es muy difícil medir el valor de lo que una persona aporta a la economía, porque toda la riqueza es el resultado del trabajo de muchas generaciones. Por ejemplo, no se puede medir el valor del trabajo de un obrero en una fábrica sin considerar el transporte, la comida, la vivienda, el descanso, la eficiencia de las máquinas y el trabajo de otras personas que hicieron posible todo eso. Por eso, piensan que asignar un valor numérico al trabajo es complicado e inexacto.

Argumentan que cualquier sistema basado en el trabajo asalariado y la propiedad privada necesita un sistema que obligue a cumplir las reglas, lo que puede llevar a desigualdades. Además, creen que el mercado y los precios dividen el trabajo en clases y asignan valores numéricos a las personas, lo cual no es justo. Piensan que el dinero limita lo que las personas pueden consumir y que la producción debe enfocarse en la calidad y en las necesidades reales, no en el dinero.

También consideran que los mercados y la producción que solo busca ganancias individuales desperdician recursos. En lugar de mercados, la mayoría de los anarcocomunistas apoyan un sistema sin dinero, donde los bienes y servicios son producidos por los trabajadores de forma organizada por ellos mismos y se distribuyen en tiendas comunitarias. Así, todos los miembros de la comunidad pueden consumir según lo que necesiten y deseen.

El derecho al uso y la propiedad comunitaria

El anarcocomunismo es una idea que busca que las cosas sean de todos y no haya un gobierno. Comparte algunas ideas con el anarquismo colectivista, pero tiene diferencias. El anarquismo colectivista propone que los medios de producción sean propiedad de grupos, pero que cada miembro gane individualmente. El anarcocomunismo, en cambio, no acepta la idea de propiedad de grupos o individuos, solo el concepto de "uso", y reserva la propiedad para toda la comunidad.

Los anarcocomunistas creen que los bienes importantes para la producción (como herramientas o edificios) no deben ser de una persona o grupo, sino de la comunidad. Así, cualquiera puede usarlos libremente para lo que necesite. Esto significa que un bien no se vende ni se alquila, sino que se usa sin importar el trabajo o la situación económica de la persona.

Una persona sería libre de crear algo y quedárselo, siempre que la comunidad no lo considere algo esencial para la producción general o para el público. Si la comunidad cree que algo es importante para la sociedad, entonces se consideraría de uso social y debería estar disponible para quienes lo producen y para quienes lo consumen. Así, el anarcocomunismo busca un equilibrio entre el uso colectivo y el individual.

Hoy en día, algunos ven similitudes entre el movimiento del software libre y el copyleft (que permite usar y modificar obras libremente) con la idea de una economía basada en el regalo y el trabajo voluntario, lo que podría parecerse a la economía participativa que propone el anarcocomunismo.

Historia del anarcocomunismo

Orígenes

Las primeras ideas del anarcocomunismo aparecieron durante la Revolución inglesa y la Revolución francesa en el siglo XVIII. Por ejemplo, Gerrard Winstanley, un líder de los Diggers en Inglaterra, escribió en 1649 que "no debería haber nada que se compre o venda, ni ferias ni mercados, sino que toda la tierra debería ser un tesoro para todos los hombres".

Durante la Revolución francesa, Sylvain Maréchal en su Manifiesto de los iguales (1796) pedía que "todos disfrutaran en común de los frutos de la tierra" y que desapareciera la "distinción entre ricos y pobres".

Un anarcocomunista temprano fue Joseph Déjacque, quien fue el primero en llamarse a sí mismo "libertario". Él decía que "el trabajador no tiene derecho al producto de su trabajo, pero sí a la satisfacción de sus necesidades".

El anarquismo colectivista proponía pagar por el trabajo, pero dejaba abierta la posibilidad de que, después de una revolución, se llegara a un sistema comunista donde se distribuyera según la necesidad. James Guillaume, colega de Mijaíl Bakunin, dijo en 1876 que cuando la producción fuera mayor que el consumo, "todos tomarán lo que necesiten de la abundante reserva social de bienes, sin miedo a que se agoten".

La Internacional anarquista

Según la historiadora Clara Lida, el francés François Dumartheray fue el primero en explicar la teoría del anarcocomunismo en un folleto en 1876.

La Federación italiana de la Internacional anarquista adoptó esta propuesta en su Congreso de Florencia en octubre de 1876. Después, Piotr Kropotkin se convirtió en el principal difusor de esta idea. La primera discusión con el anarquismo colectivista (que era la idea dominante) ocurrió en el Congreso de Verviers en 1877. Allí se decidió que cada grupo elegiría qué teoría adoptar.

Mientras los anarcocolectivistas defendían el principio "a cada uno según su trabajo" (lo que significaba que los medios de producción eran de quienes los habían creado con su trabajo), los anarcocomunistas proponían "de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades". Esto significaba que los medios de producción no serían propiedad de los trabajadores que los crearon, sino de toda la sociedad, para evitar diferencias sociales y lograr una sociedad sin clases.

Los italianos Carlo Cafiero, Errico Malatesta y Andrea Costa explicaron sus diferencias con el anarquismo colectivista después de la muerte de Bakunin. Los anarcocolectivistas querían que los medios de producción fueran de todos, pero que se pagara por el trabajo. Los anarcocomunistas querían que la propiedad colectiva se extendiera también a los productos del trabajo.

Cafiero explicó en Anarquía y comunismo (1880) que la propiedad individual de los productos del trabajo llevaría a que algunos acumularan más riqueza, creando diferencias de clase. En la Conferencia de Florencia de 1876, la Federación Italiana estableció los principios del anarcocomunismo, diciendo que la "propiedad colectiva de los productos del trabajo es un complemento necesario al programa colectivista".

Piotr Kropotkin y sus ideas

Piotr Kropotkin es considerado el pensador más importante del anarcocomunismo. Explicó sus ideas económicas en libros como La conquista del pan y Campos, fábricas y talleres. Kropotkin creía que la cooperación es más útil que la competencia, y que esto se ve incluso en la naturaleza, como explicó en La ayuda mutua: un factor de la evolución.

Él proponía eliminar la propiedad privada a través de la "expropiación de toda la riqueza social" por parte de la gente. También quería que la economía se organizara a través de una red de grupos voluntarios donde los bienes se distribuyeran según las necesidades de cada persona, y no según el trabajo que hicieran. Kropotkin decía que estas "necesidades" no serían solo físicas, sino también artísticas, y que la individualidad se desarrollaría más a medida que la sociedad avanzara.

Sostenía que, en el anarcocomunismo, "las viviendas, los campos y las fábricas no serán más propiedad privada, y ellas (en cambio) serán de la comuna o de la nación y el dinero, los salarios, y el comercio serán abolidos".

Las personas y los grupos usarían y controlarían los recursos que necesitaran, porque el objetivo era poner "el producto cosechado o manufacturado a disposición de todos, dejando a cada uno la libertad de consumirlos como ellos lo deseen en sus propias casas". Apoyaba la expropiación de la propiedad para asegurar que todos tuvieran acceso a lo que necesitaran sin ser obligados a vender su trabajo para conseguirlo.

Kropotkin decía que un "campesino esté en posesión de solo la cantidad suficiente de la tierra que pueda cultivar", y "una familia habitando una casa que pueda permitirse el espacio suficiente... lo considerado necesario para ese número de personas" y el artesano "trabajando con sus propias herramientas" no serían afectados. Argumentaba que la riqueza de los dueños de viviendas y capitalistas venía de la pobreza de los trabajadores.

Aunque muchos anarcocomunistas se oponen al comercio, algunos no lo hacen explícitamente. Algunos apoyan formas de intercambio sin dinero, como el trueque. Otros, como Tiziana Terranova, creen que el anarcocomunismo es compatible con formas de intercambio sin jerarquías, de acceso libre y sin dinero, como las que se ven en las tecnologías de Internet actuales.

Sindicatos y movimientos sociales

Entre 1880 y 1890, algunos anarcocomunistas no querían unirse a los sindicatos porque los veían como organizaciones que solo buscaban pequeñas mejoras. Otros incluso se oponían a cualquier organización y solo querían difundir sus ideas entre los trabajadores y campesinos para provocar una revuelta y la "expropiación" (como la llamaba Kropotkin).

Sin embargo, a partir de 1890, varios anarcocomunistas, incluyendo a Kropotkin, empezaron a apoyar la participación en los sindicatos. Con el surgimiento del anarcosindicalismo (unión de anarquismo y sindicatos), surgieron tres grupos dentro del anarcocomunismo:

  • La tendencia de Kropotkin y la revista Les Temps Nouveaux.
  • Grupos influenciados por Kropotkin pero más abiertos a los sindicatos (como Jleb i Volia en Rusia).
  • Anarcocomunistas que seguían oponiéndose a los sindicatos, como los que se reunían alrededor de la revista Le Libertaire de Sébastien Faure en Francia.

Desde 1905, los rusos que apoyaban esta última posición comenzaron a apoyar acciones más directas.

Archivo:Milicianes catalanes de la CNT durant la Guerra Civil espanyola
Milicianas catalanas de la CNT durante la Guerra civil española.

La idea del comunismo libertario empezó a influir en los sindicatos anarquistas, incluyendo a la famosa Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de España. En el Congreso de la CNT en Zaragoza en mayo de 1936, se definió el comunismo libertario así:

Una vez terminada la parte violenta de la revolución, se eliminarán: la propiedad privada, el Estado, el principio de autoridad y, por lo tanto, las clases que dividen a las personas en explotadores y explotados, oprimidos y opresores.
Una vez que la riqueza sea de todos, las organizaciones de los productores, ya libres, se encargarán de manejar directamente la producción y el consumo.
Una vez establecida la Comuna Libertaria en cada lugar, pondremos en marcha el nuevo sistema social. Los productores de cada área o trabajo, reunidos en sus sindicatos y en los lugares de trabajo, decidirán libremente cómo se organizará todo.

Antes de julio de 1936, hubo muchas revueltas y huelgas de trabajadores, donde la gente de un pueblo o ciudad tomaba el control y empezaba a organizar la tierra de forma colectiva, siguiendo ideas libertarias. Muchas de estas personas, aunque algunas no sabían leer, habían escuchado y debatido las ideas de Kropotkin y otros autores.

Influencia fuera de Europa

Archivo:Hermanos flores magon
Los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón.

En México, antes de la Primera Guerra Mundial, el Partido Liberal Mexicano (PLM) de los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón, apoyado por campesinos y pueblos indígenas, intentó lograr el anarcocomunismo. Querían recuperar la tradición de los ejidos (tierras comunes) y extender esta rebelión agraria a las zonas industriales. El PLM llegó a controlar el Norte de Baja California y fue apoyado por otros grupos anarquistas, pero finalmente fue vencido.

Archivo:Chernoe Znamia Meeting Minsk
Fotografía de una reunión de Chórnoie Znamia (Bandera Negra) en Minsk en 1906.

En Rusia, la federación anarcocomunista Chórnoie Znamia (Bandera Negra) se formó en 1903 y participó en la Revolución rusa de 1905. Esta tendencia siguió influyendo en grupos anarquistas que participaron en la Revolución de Octubre (1917). Hubo casos de expropiaciones de mansiones de ricos lideradas por anarquistas sin el permiso del Partido Bolchevique. Más tarde, los anarquistas en Rusia fueron perseguidos por el Partido Bolchevique.

Archivo:Grupo de Combate del Ejército Negro
Integrantes del "Ejército Negro" ucraniano liderado por Néstor Majnó.

Ucrania fue otro lugar importante para el anarcocomunismo. En la Revolución rusa de 1905, anarquistas ucranianos se unieron a la revuelta. Una anarcocomunista importante fue María Nikíforova, quien lideró actividades de grupos armados y luego colaboró con Néstor Majnó. Majnó es la figura principal asociada con el Territorio Libre ucraniano, donde de noviembre de 1918 a junio de 1919 se implementó el anarcocomunismo en la tierra por parte de los campesinos. Este experimento fue detenido por los bolcheviques.

Italia también tuvo una fuerte influencia del anarcocomunismo, y la figura principal allí fue Errico Malatesta. Él escribía en el periódico anarquista italiano Umanità Nova. Malatesta también participó en los eventos conocidos como el Biennio rosso, donde los trabajadores en el norte del país tomaron las fábricas y establecieron consejos de trabajadores.

En Argentina y otros países de Latinoamérica, el "comunismo anárquico" fue el nombre que se le dio a esta doctrina desde finales del siglo XIX. Fue difundido primero por una corriente individualista del anarquismo y luego por grupos que se dedicaron a los sindicatos y las luchas de los trabajadores. En 1896, el primer periódico feminista de Argentina se llamó La Voz de la Mujer y en su portada decía: "Periódico comunista-anárquico". En 1905, la F.O.R.A, una importante federación de trabajadores, aprobó en su V Congreso la propaganda de los principios del comunismo anárquico.

El anarcocomunismo hoy

El anarcocomunismo es una de las ideas más antiguas dentro del anarquismo y todavía tiene seguidores en algunas organizaciones anarquistas actuales, aunque con algunas diferencias. Algunas teorías importantes hoy en día, que tienen relación con el anarcocomunismo, son la ecología social de Murray Bookchin y Janet Biehl, y la economía participativa de Michael Albert y Robin Hahnel.

Dentro de otras corrientes anarquistas, como el posanarquismo, la idea económica principal a menudo es el anarcocomunismo, pero con un enfoque más individualista.

Las federaciones que buscan unir diferentes ideas anarquistas (llamadas "sintetistas") también suelen tener muchos seguidores del anarcocomunismo, aunque no es la postura oficial. Un ejemplo es la Internacional de Federaciones Anarquistas. Las federaciones "plataformistas" a menudo incluyen la palabra "anarcocomunista" en su nombre, y su diferencia con otras tendencias anarcocomunistas está en cómo proponen organizarse. Ejemplos son la Federación de Anarco-Comunistas del Noreste en EE. UU. y Canadá, la Federación Zabalaza de Sudáfrica o la Federación de Comunistas Anarquistas de Italia.

Ver también

  • Propiedad comunitaria
  • Socialismo libertario
  • Marxismo libertario
  • Anarquía
  • Sociedad sin Estado

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Anarchist communism Facts for Kids

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Anarcocomunismo para Niños. Enciclopedia Kiddle.