Ambrosio Bocanegra para niños
Ambrosio Bocanegra (en italiano, Ambrogio Boccanegra) fue un importante marino nacido en Génova, Italia. Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, pero falleció en Palma del Río, España, en el año 1374. Sirvió como Almirante Mayor de Castilla durante el reinado del rey Enrique II de Castilla.
Tuvo un papel muy importante en conflictos como la Guerra de los Cien Años, la Primera guerra civil castellana y las Guerras Fernandinas, entre otras batallas. Su padre fue Egidio Boccanegra, quien también fue Almirante Mayor de Castilla. Ambrosio era sobrino de Simón Boccanegra, el primer líder de la República de Génova. Además, fue abuelo materno del cardenal Cervantes Bocanegra.
Datos para niños Ambrosio Bocanegra |
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![]() Batalla de La Rochelle
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Información personal | ||
Nombre nativo | Ambrogio Boccanegra | |
Nacimiento | I milenio Génova, Italia |
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Fallecimiento | 1374 Palma del Río, España |
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Familia | ||
Padre | Egidio Boccanegra | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Años activo | 1359-1374 | |
Lealtad | ![]() |
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Rango militar | Almirante de Castilla | |
Conflictos | Guerra de los Dos Pedros Primera guerra civil castellana Batalla de Nájera Primera guerra fernandina Batalla de Sanlúcar Guerra de los Cien Años Batalla de La Rochelle Segunda guerra fernandina Batalla de Lisboa |
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Contenido
Origen de Ambrosio Bocanegra
Ambrosio Bocanegra nació en Génova. Era hijo de Egidio Boccanegra, quien también fue Almirante Mayor de Castilla, y de María Fieschi. Su tío, Simón Boccanegra, fue el primer líder de la República de Génova.
En 1341, el padre de Ambrosio, Egidio, viajó a Castilla con una flota para ayudar al rey Alfonso XI de Castilla. El rey estaba en guerra contra los benimerines y sus aliados de Granada. Egidio participó en la Batalla del Río Salado en 1344. Por estos servicios, el rey Alfonso XI le dio a la familia Bocanegra la villa de Palma del Río en Andalucía, donde se establecieron.
Más tarde, en 1367, Egidio fue condenado a muerte por orden de Pedro I de Castilla. Esto ocurrió porque Egidio apoyaba a Enrique de Trastámara, quien era rival de Pedro I. Para evitar el mismo destino, Ambrosio huyó a Francia y se unió a la corte de Enrique, que estaba en el exilio.
La vida de Ambrosio Bocanegra
La primera vez que se sabe de Ambrosio Bocanegra en acción fue en 1359. Estuvo al mando de una galera en una expedición marítima que el rey Pedro I de Castilla organizó contra el Reino de Aragón. Desde entonces, Ambrosio acompañó a su padre en todas sus campañas militares.
Durante la Primera guerra civil castellana, Ambrosio apoyó a Enrique II, al igual que su padre. Participó en la Batalla de Nájera y huyó con Enrique a Aragón junto con Fernando Sánchez de Tovar. Después de esta batalla, Pedro I volvió a tener el control de Castilla. Su venganza alcanzó a Egidio Bocanegra en Sevilla, quien fue capturado y luego condenado a muerte.
Cuando Pedro I falleció y Enrique II subió al trono en 1369, Ambrosio recuperó el control de Palma del Río. En 1371, Enrique II le concedió un documento especial, una carta puebla, que declaraba a los habitantes de Palma del Río, en su mayoría mudéjares, como personas libres.
Primera Guerra Fernandina
Después de la Batalla de Montiel y la muerte de Pedro I, Enrique II tuvo que resolver muchos problemas para asegurar su trono. Había muchos grupos en Castilla que seguían apoyando a Pedro I, especialmente en Galicia, Zamora y Carmona. Estos grupos reconocieron como rey a Fernando I de Portugal, quien envió ayuda a los partidarios de Pedro I en Castilla.
El 15 de junio de 1369, una pequeña flota portuguesa, liderada por Juan Focín, salió de Lisboa. Su misión era bloquear el acceso a Sevilla. Días después, el Almirante Lanzarote Pessanha se unió a ellos con más barcos. Juntos formaron una gran fuerza naval de 32 galeras, 1 galeota y 30 naos. Al mismo tiempo, Fernando I, con un ejército y el apoyo de Alvar Pérez de Castro, comenzó a conquistar Galicia sin encontrar mucha resistencia.
El cerco contra Enrique II se hacía más fuerte. El rey de Portugal también había hecho una alianza con Carlos II de Navarra y Muhammad V de Granada. Este último conquistó Algeciras. Enrique II contraatacó en Galicia, expulsando a los portugueses y avanzando por territorio portugués, saqueando Braga y Braganza. Sin embargo, no pudo levantar el bloqueo en el Río Guadalquivir, lo que dificultaba el envío de suministros a las ciudades de Andalucía.
Enrique II se dio cuenta de que una guerra solo por tierra duraría mucho tiempo. Decidió atacar por mar, con el objetivo de destruir la flota portuguesa que bloqueaba la desembocadura del Guadalquivir.
El momento para el ataque fue muy bueno, porque el bloqueo naval ya no era tan fuerte. De las 32 galeras y 30 naos iniciales, solo quedaban 16 y 24, respectivamente. Además, algunas tripulaciones estaban debilitadas por enfermedades. Un incendio en Lisboa en febrero de 1370 había destruido varios barcos que se iban a enviar como refuerzo, por lo que la armada portuguesa no podía fortalecerse pronto.
El 16 de agosto de 1370, Ambrosio Bocanegra fue nombrado Almirante de Castilla. Con este nombramiento, Ambrosio obtuvo varios privilegios. Tenía autoridad legal sobre quienes estaban bajo su mando, derecho a una parte de las ganancias y otros beneficios económicos.
Se preparó una flota de 20 galeras. Aunque no tenían suficientes remeros, compensaron esta falta con muchos soldados a bordo.
Las galeras castellanas navegaron río abajo por el Guadalquivir. La flota portuguesa dejó libres los accesos a Sanlúcar de Barrameda y se retiró mar adentro, esperando atraer a los castellanos para destruirlos. Ambrosio Bocanegra no cayó en la trampa. Con una pequeña flota de 7 naves, atacó la costa portuguesa y se dirigió a los puertos del Mar Cantábrico en busca de más barcos.
Cuando llegó a las costas cántabras, pudo conseguir armas, remos y otros materiales. También añadió dos galeras más a su flota. Después de esto, regresó a Andalucía.
Cerca del cabo de Santa María, capturó una nao portuguesa que llevaba el pago para las tripulaciones de la flota portuguesa.
Después de esta captura, Ambrosio Bocanegra se dirigió contra la flota portuguesa. Esta se había adentrado en el Guadalquivir y, con esta maniobra, quedó atrapada entre la flota castellana que se había quedado en Sevilla y la que llegaba bajo el mando de Ambrosio Bocanegra. El Almirante Pessanha, al verse acorralado, tuvo que retirarse usando dos barcos incendiarios (brulotes) para abrirse paso. El resultado de la batalla fue favorable para la flota castellana, que capturó tres galeras y dos naos portuguesas.
Después de la victoria en la Batalla de Sanlúcar, Enrique II de Castilla pudo firmar el Tratado de Alcoutim con Portugal. Esto también ayudó a terminar los conflictos que tenía con el Reino de Granada, Navarra y Aragón.
Sin ayuda externa, los grupos que apoyaban a Pedro I se fueron rindiendo. El único peligro que podía amenazar a Enrique II era Juan de Gante, hijo de Eduardo III de Inglaterra. Juan de Gante estaba casado con Doña Constanza, hija de Pedro I de Castilla, por lo que se consideraba el rey legítimo de Castilla.
Para enfrentar la amenaza inglesa, Enrique II apoyó a Francia en la Guerra de los Cien Años. Antes de que terminara la Guerra Civil castellana, había firmado un acuerdo para apoyar el esfuerzo militar francés con una flota. Con la firma del Tratado de Alcoutim, no había amenazas en la península ibérica que impidieran a Castilla enviar la ayuda militar acordada.
El mando de la expedición militar fue confiado a Ambrosio Bocanegra. En su equipo estaban algunos de los mejores marinos castellanos de la época, como Ruy Díaz de Rojas, Fernán Ruiz Cabeza de Vaca y Fernando de Peón.
La flota estaba compuesta por 12 galeras y 40 naos. Zarpó con destino a La Rochelle, donde las fuerzas del Condestable Bertrand du Guesclin estaban asediando la ciudad. Eduardo III de Inglaterra envió una flota de ayuda de 36 naves bajo el mando de sir John Hastings, conde de Pembroke. Ambas flotas se vieron el 23 de junio de 1372.
La Batalla de La Rochelle
La Batalla de La Rochelle tuvo lugar durante los días 23 y 24 de junio de 1372.
El Almirante Bocanegra realizó una maniobra brillante. Colocó su flota a favor del viento y ordenó a las galeras abrir sus líneas de ataque. Usaron la artillería y remaron contra el enemigo, mientras las naos lanzaban piedras y otros objetos. Gracias a esta táctica, los castellanos lograron capturar 4 barcos ingleses.
El uso de la artillería naval era algo nuevo. Hasta entonces, solo se había usado una vez, en 1359, cuando la flota castellana atacó Barcelona. En esa ocasión, los disparos se hicieron desde un barco anclado en el puerto por la flota aragonesa.
Al caer la noche, el combate se detuvo. Ambrosio Bocanegra intentó que la flota castellana bloqueara el paso a la inglesa para evitar que los barcos ingleses se comunicaran con La Rochelle. Sin embargo, no pudieron impedir que algunos soldados de la guarnición llegaran en barcas para reforzar las tripulaciones de los barcos del conde de Pembroke. Al amanecer del día siguiente, el combate se reanudó. Aprovechando la marea baja, el Almirante de Castilla lanzó varios barcos incendiarios. Estos desorganizaron la línea de batalla de las grandes naves inglesas, hundiendo 14 barcos. En la confusión, las galeras castellanas, que eran más ligeras y tenían menos calado, abordaron los barcos que quedaban.
La victoria fue completa. Todos los barcos ingleses fueron hundidos o capturados. Los castellanos hicieron prisioneros a 8.000 soldados y 400 caballeros, entre ellos el jefe de la flota, el conde de Pembroke. Se respetó la vida de los prisioneros. Esta victoria dio el control del Canal de la Mancha a las fuerzas franco-castellanas. También permitió una serie de ataques y desembarcos a lo largo de la costa sur de Inglaterra, lo que finalmente llevó a este reino a pedir la paz en 1375.
Después de la victoria, Ambrosio Bocanegra ordenó a la flota regresar a Santander. En el camino, capturaron otras 4 naves inglesas.
Desde Santander, Ambrosio Bocanegra y algunos de sus prisioneros, incluido el conde de Pembroke, viajaron a Burgos, donde se encontraba Enrique II.
Como resultado de la victoria, Enrique II le concedió a Ambrosio, el 5 de noviembre de 1372, el señorío de la villa de Linares. Esto se sumó a su ya gran patrimonio, que había heredado de su padre.
Ambrosio Bocanegra no participó en la siguiente expedición naval que, de nuevo, tuvo como destino La Rochelle. Esa flota fue comandada por Ruy Díaz de Rojas y participó en la conquista de la ciudad el 8 de septiembre de 1372.
Segunda Guerra Fernandina
Fernando I de Portugal firmó un acuerdo con Juan de Gante el 10 de julio de 1372. En este acuerdo, se prometían apoyo mutuo contra Castilla.
Después de firmar el acuerdo, el rey portugués ordenó confiscar los barcos castellanos que estaban anclados en sus puertos. También permitió que dos importantes partidarios de Pedro I, Fernán Alfonso de Zamora y Men Rodríguez de Sanabria, invadieran Galicia.
Enrique II reaccionó rápidamente y decidió invadir Portugal. Estableció su base de operaciones en Zamora. En diciembre de 1372, ocupó las localidades de Almeida, Pinhel y Cellorigo. Antes de que terminara el año, también tomó Viseo. A principios de 1373, reanudó la ofensiva avanzando directamente hacia Lisboa.
Mientras la ofensiva terrestre avanzaba, Ambrosio Bocanegra zarpó de Sevilla con una flota de 12 galeras. El 7 de marzo de 1373, avistó Lisboa. Después de entrar en el Mar de la Paja, atacó a una flota portuguesa de 4 galeras y 15 naos que estaban bajo el mando del Almirante Lanzarote Pessanha. La flota castellana se apoderó de 2 galeras y la mayoría de las naos.
Una vez destruida la armada portuguesa, Fernando I de Portugal decidió pedir la paz a Enrique II. El Tratado de Santarém se firmó el 19 de marzo de 1373.
La victoria en la Batalla de Lisboa (1373) fue el último servicio que Ambrosio Bocanegra prestó como Almirante de Castilla a Enrique II. A finales de 1373, Ambrosio falleció en su villa de Palma del Río. Fernando Sánchez de Tovar fue nombrado su reemplazo como Almirante Mayor de Castilla en 1374.
Familia de Ambrosio Bocanegra
Ambrosio Bocanegra estuvo casado con doña Beatriz Fernández Carrillo. Tuvieron los siguientes hijos:
- Juana de Bocanegra
- María de Bocanegra. Se casó con don Diego Gutiérrez de los Ríos, señor de Fernán Núñez.
- Beatriz López de Bocanegra. Se casó con don Gonzalo Gómez de Cervantes. Ellos fundaron una capilla en la Iglesia de Omnium Sanctorum de Sevilla en 1416, donde están enterrados. Fueron padres del cardenal Juan de Cervantes Bocanegra.
- Urraca de Bocanegra. Se casó con don Ruy López de Córdoba, señor de Guadalcázar.
Ver también
Véase también
En inglés: Ambrosio Boccanegra Facts for Kids