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Sueño lúcido para niños

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Portada de Rêves et les moyens de les diriger (Los sueños y cómo controlarlos) de Léon d'Hervey de Saint-Denys.

Un sueño lúcido es un tipo de sueño en el que la persona que sueña se da cuenta de que está soñando. Esto puede ocurrir de forma natural o se puede aprender a provocarlo con práctica. La palabra "lúcido" para referirse a esta conciencia fue usada por primera vez en 1867 por el escritor francés Léon d'Hervey de Saint-Denys en su libro Rêves et les moyens de les diriger (Los sueños y cómo controlarlos).

La mayoría de los sueños lúcidos ocurren durante la etapa del sueño paradójico (también conocido como sueño REM). Cuando eres consciente de que estás soñando, puedes controlar lo que haces en el sueño, e incluso cambiar el contenido y cómo se desarrolla. La idea de reconocer y controlar los sueños ya se mencionaba en textos budistas del siglo VII. En Occidente, los científicos comenzaron a estudiar este fenómeno en laboratorios a finales de los años 1970.

¿Qué es un sueño lúcido?

En 1968, la escritora británica Celia Green definió el sueño lúcido como "un sueño en el cual la persona es consciente de estar soñando". Aunque esta definición es muy aceptada, algunos piensan que no es del todo completa.

El psicólogo Paul Tholey propuso siete características para diferenciar un sueño normal de uno lúcido:

  • La persona sabe que está soñando.
  • La persona puede decidir lo que hace.
  • La persona puede pensar con claridad, como cuando está despierta.
  • Los cinco sentidos se sienten tan reales como en la vida diaria.
  • La persona recuerda cosas de su vida despierta.
  • La persona recuerda el sueño con claridad al despertar.
  • La persona puede entender el significado del sueño mientras lo está teniendo.

Para Tholey, los primeros cuatro puntos son los más importantes. Otros expertos también destacan la sensación de estar presente en el sueño y la capacidad de controlarlo. Se cree que la lucidez en los sueños es algo que se aprende y que puede variar en intensidad, desde una pequeña conciencia hasta un control total.

¿Cómo se experimenta un sueño lúcido?

Podemos entender los sueños lúcidos al observar cómo las personas los describen. Esto incluye cómo empiezan, qué hacen los soñantes dentro de ellos y cómo terminan.

¿Cómo empieza la lucidez en un sueño?

Según los estudios de Celia Green, los sueños lúcidos se clasifican en dos tipos, dependiendo de cómo aparece la conciencia:

  • DILD (dream-initiated lucid dreams): Son sueños en los que la persona se da cuenta de que está soñando mientras el sueño ya está ocurriendo. Más del 80% de los sueños lúcidos son de este tipo.
  • WILD (wake-initiated lucid dreams): Son sueños en los que la persona entra al sueño directamente desde un estado de vigilia (despierto), manteniendo la conciencia.

Cuando la lucidez aparece durante un sueño, la persona siente como si "despertara" dentro del mismo sueño, pero sabe que sigue soñando. Celia Green identificó cuatro razones por las que esto puede pasar:

  • Estar en una pesadilla muy intensa.
  • Ver cosas extrañas o ilógicas en el sueño.
  • Recordar una técnica para volverse consciente.
  • Simplemente darse cuenta, sin razón aparente, de que la experiencia es diferente a la de estar despierto.

Las emociones fuertes, incluso las agradables, pueden provocar lucidez. Es raro que la lucidez aparezca poco a poco.

Cuando el sueño lúcido es una continuación de la vigilia, la persona sabe que está soñando porque se siente parte del sueño y sus sensaciones corporales cambian. Para lograr esto, se debe pasar por el estado hipnagógico, donde se ven imágenes o se sienten cosas como flotar o caer. A veces, la conciencia puede ir y venir, pero sigue siendo un sueño lúcido si la pérdida de conciencia ocurre antes de que empiece el sueño.

¿Qué se puede hacer en un sueño lúcido?

Saber que estás soñando te da mucha libertad. Puedes controlar tus propias acciones y también cambiar el ambiente, los personajes y la historia del sueño. Algunas acciones son muy comunes, como volar o levitar. Otras experiencias menos comunes incluyen salir del propio cuerpo, transformarse en animales o criaturas fantásticas, ver de forma diferente o sentir que el tiempo se ralentiza. También puedes decidir prolongar el sueño o incluso despertarte y volver a dormirte para retomarlo.

Aunque en teoría puedes tener cualquier experiencia imaginable, tus creencias, expectativas y lo que has visto en películas o libros pueden influir en cómo se ven tus sueños y en tu capacidad para cambiarlos.

Tu nivel de lucidez, es decir, qué tan bien puedes pensar y juzgar la situación, también afecta el contenido y los detalles del sueño. La percepción puede ir desde la confusión hasta una sensación muy vívida y real. Todo esto puede variar mucho de una persona a otra, de un sueño a otro, e incluso dentro del mismo sueño.

¿Cómo termina la lucidez en un sueño?

La lucidez en un sueño termina cuando la persona deja de ser consciente de que está soñando. Esto puede ocurrir de dos maneras:

  • La persona se despierta, a veces porque quiere o por emociones muy fuertes.
  • La persona se distrae y pierde la conciencia de que está soñando, volviendo a un sueño normal sin control.

A veces, la lucidez se pierde cuando el sueño cambia de escena, lo que puede parecer un falso despertar.

¿Qué tan comunes son los sueños lúcidos?

Muchas personas han tenido al menos un sueño lúcido en su vida, aunque sea por un momento, por ejemplo, durante una pesadilla justo antes de despertar.

Varios estudios han intentado saber cuántas personas tienen sueños lúcidos, con resultados que van del 26% al 82%. Esta gran diferencia se debe a cómo se eligen a las personas para el estudio, cómo se define el sueño lúcido y si se verifica el contenido del sueño. Sin embargo, es menos común tenerlos con frecuencia (una o más veces al mes), lo que ocurre entre el 21% y el 37% de las personas.

Los sueños lúcidos parecen ser más comunes en niños. Según un estudio, el 63% de los niños de diez años dicen tenerlos cada mes, mientras que en los de 12 años, este porcentaje baja al 36%. No se han encontrado diferencias importantes en la frecuencia de sueños lúcidos según el género, el nivel educativo o la personalidad.

Los estudios también muestran que los sueños lúcidos suelen tener emociones más intensas que los sueños normales. La mayoría ocurren durante el sueño paradójico y en las últimas horas de la noche. También son más frecuentes durante las siestas. Se ha demostrado que interrumpir el sueño por la noche, estar despierto unos 45 minutos a una hora y luego volver a dormir (método "Wake-Back To Bed") aumenta las posibilidades de tener un sueño lúcido.

Historia y cultura de los sueños lúcidos

En la cultura occidental

Desde la antigüedad hasta la época moderna

En la Antigua Grecia, ya se hablaba de sueños lúcidos. Homero creó personajes que sabían que estaban soñando. Aristóteles fue el primero en mencionar explícitamente el fenómeno, diciendo que una persona puede ser consciente de su estado mientras sueña.

La primera vez que se registró un sueño lúcido en la Edad Media fue en una carta de san Agustín en el año 415, que hablaba del médico Gennadius. En el siglo XIII, Santo Tomás explicó que estos sueños suelen ocurrir al final del sueño.

Entre los siglos XIV y XVI, hay pocos registros. Sin embargo, algunos se preguntan si ciertos sueños de los "benandanti" en el Friul (Italia) en el siglo XVI y los "kresniki" en Istria (Eslovenia y Croacia) en el siglo XVII eran lúcidos. Estos sueños tenían características como falsos despertares, la sensación de salir del cuerpo, transformarse o volar, que son cercanas a la lucidez.

El último de los tres sueños famosos que tuvo René Descartes en 1619 fue un sueño lúcido. El filósofo inglés Thomas Reid mencionó en una carta de 1779 que había provocado un sueño lúcido a los catorce años.

La época actual

En el siglo XIX, el escritor romántico Jean Paul y el filósofo Friedrich Nietzsche escribieron que a veces eran conscientes de que soñaban. Sin embargo, las menciones eran breves. La primera investigación seria sobre el tema fue publicada de forma anónima en 1867 por el sinólogo Léon d'Hervey de Saint-Denys en Les rêves et les moyens de les diriger. Este libro, resultado de más de veinte años de investigación, fue el primero en afirmar que se puede aprender a soñar conscientemente.

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Frederik van Eeden y Léon d'Hervey de Saint-Denys, dos pioneros del sueño lúcido.

Aunque un capítulo se titulaba "Los sueños lúcidos", De Saint-Denys no usaba la expresión con el significado actual. Él mezclaba sueños conscientes, sueños vívidos y sueños programados. Fue en 1913 cuando el psiquiatra neerlandés Frederik van Eeden introdujo la expresión "sueño lúcido" tal como la conocemos. Su artículo A Study of Dreams resumía sus observaciones de muchos años, incluyendo 352 sueños lúcidos.

Estas publicaciones llamaron la atención de muchos investigadores. Sigmund Freud aceptó la posibilidad de tener conciencia y libre albedrío en los sueños, y mencionó brevemente el trabajo de De Saint-Denys. Sándor Ferenczi también escribió sobre el tema. Ambos pensaron que la capacidad de cambiar el sueño voluntariamente demostraba que el propósito de los sueños es satisfacer deseos.

Sin embargo, para la mayoría de los científicos, la idea de un "sueño consciente" seguía siendo una paradoja. Así como Alfred Maury había rechazado las ideas de De Hervey en el siglo anterior, el influyente Havelock Ellis también las descartó. Para el filósofo Norman Malcolm, "tener una experiencia consciente, de cualquier tipo, no es lo que se llama dormir".

A pesar de varias publicaciones de científicos como Yves Delage (1920), Mary Arnold-Forster (1921), Ouspensky (1931), Celia Green (1968), Charles Tart (1969) y Patricia Garfield (1974), la comunidad científica seguía siendo escéptica. En 1973, Schwartz y Lefebvre sugirieron que el fenómeno no ocurría durante el sueño, sino durante micro-despertares.

La prueba científica

En 1953, Aserinsky y Kleitmen descubrieron que los sueños solían ocurrir en fases con movimientos oculares rápidos. En 1959, Michel Jouvet notó que, en esos momentos, las ondas cerebrales registradas en un electroencefalograma eran similares a las de la vigilia. Él llamó a esta fase sueño paradójico, que se caracteriza por una relajación muscular total, excepto en los músculos de los ojos, el oído medio y los de la respiración y circulación.

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Electroencefalograma con sueño paradójico. Los movimientos oculares rápidos señalados por una línea roja.

La única forma de demostrar la existencia de los sueños lúcidos era que la persona dormida enviara señales voluntariamente. William Dement y H. P. Roffwarg ya habían demostrado que la dirección de los movimientos oculares durante el sueño paradójico a veces coincidía con lo que la persona decía haber mirado en el sueño. Esto dio la clave para la comunicación: se podía acordar una secuencia específica de movimientos oculares que la persona haría durante un sueño lúcido, y que se registraría con un polisomnógrafo.

Así, el 12 de abril de 1975, Keith Hearne realizó la primera prueba de sueño lúcido en la Universidad de Hull en el Reino Unido. Su participante, Alan Worsley, indicó que se había vuelto consciente en un sueño usando un código de movimientos oculares acordado. Estas señales se registraron durante una fase de sueño paradójico, demostrando que era posible ser consciente mientras se sueña.

Los resultados de Hearne no se difundieron mucho. El primer artículo en una revista científica importante fue publicado en 1981 por Stephen LaBerge de la Universidad de Stanford, quien hizo una demostración similar de forma independiente para su tesis doctoral.

En otras culturas

Fuera de la cultura occidental, también hay referencias a los sueños lúcidos. Sin embargo, a veces es difícil estudiarlos porque el concepto no existe o se entiende de forma diferente, o porque se le da más importancia al contenido del sueño que a la lucidez en sí.

Un caso claro es el del yoga del sueño del budismo tibetano. Son prácticas de meditación que se hacen en estado de sueño lúcido. El objetivo es reconocer que se está soñando para entender que los sueños son ilusorios y se pueden cambiar. Esta práctica tiene sus raíces en el norte de la India en los Seis yogas de Naropa (siglo XI) y en el Tíbet en prácticas de la religión Bön. Sus enseñanzas principales vienen de la Tradición oral de Zang Zhung (siglo VIII) y el Tantra Madre. Relacionado con esto está el concepto del Bardo del Sueño en el budismo.

En los años 1970, se popularizó la idea de que los senoi, una etnia malaya, usaban el control de los sueños (y por lo tanto los sueños lúcidos) de forma importante en su vida social y que lo enseñaban desde pequeños. Sin embargo, aunque los sueños son importantes para ellos, estudios recientes han desmentido que controlen o sean lúcidos durante sus sueños.

¿Cómo se aprende a tener sueños lúcidos?

Todos los expertos coinciden en que la motivación es clave para lograr tener sueños lúcidos. Hay varios métodos, que se pueden dividir en tres categorías principales.

Entrar al sueño conscientemente

Con estos métodos, la persona intenta entrar al sueño directamente desde la vigilia, sin perder la consciencia en el proceso. Hay muchas variaciones de esta idea. Se puede concentrar en las imágenes hipnagógicas (las que aparecen justo antes de dormir), en visualizar algo, en una tarea mental, o en prestar atención a la respiración o los latidos del corazón. Estos métodos son más fáciles para las personas que se duermen con facilidad.

Volverse consciente durante el sueño

Este método requiere recordar los sueños con mucha precisión. El objetivo es que la persona se dé cuenta de que está soñando mientras el sueño ya está ocurriendo. Se pueden usar varias técnicas, como reconocer patrones comunes en los sueños, sorprenderse por situaciones extrañas, intentar encontrar un objeto en el sueño, o simplemente tener la intención de ser consciente de que se está soñando.

Algunos de estos métodos usan la autosugestión. Uno de los más conocidos es el MILD (Mnemonic Induction of Lucid Dreams), desarrollado por Stephen LaBerge. El MILD usa la memoria prospectiva (recordar hacer algo en el futuro). Consiste en despertarse por la mañana, estar despierto unos 45 minutos, y antes de volver a dormir, visualizar y repetirse a uno mismo que se va a ser consciente en el próximo sueño. La sugestión posthipnótica también se ha usado de forma similar.

Otros métodos se basan en analizar el estado de la conciencia, como el método "reflexivo-crítico" de Paul Tholey. Este método busca que la persona practique la capacidad de dudar de la realidad y de su entorno durante el día, una habilidad que normalmente está inactiva durante los sueños normales. Para ello, la persona realiza diferentes "pruebas de realidad". Los textos budistas tienen ideas parecidas, como cultivar un estado de atención plena durante la vigilia para mantenerla durante el sueño y así inducir la lucidez.

Usar estímulos externos

Estos métodos usan estímulos externos (luces, sonidos, vibraciones, etc.) que se emiten durante la fase de sueño paradójico para ayudar a la persona a darse cuenta de que está soñando. Hearne usó un ligero choque eléctrico en la muñeca cuando detectaba un cambio en el ritmo respiratorio. LaBerge desarrolló unas gafas, las Novadreamer, que detectaban los movimientos oculares rápidos y enviaban señales luminosas. Estos dispositivos por sí solos no son muy efectivos y deben combinarse con una buena preparación mental, de lo contrario, los estímulos se incorporan al sueño normal sin que la persona se dé cuenta.

Investigación y usos de los sueños lúcidos

Desde los años 1980, se han realizado muchas investigaciones sobre los sueños lúcidos, principalmente por la Universidad Stanford y el Lucidity Institute, fundado por Stephen LaBerge.

¿Cómo funciona el cerebro durante el sueño lúcido?

Las investigaciones han estudiado cómo inducir y prolongar los sueños lúcidos, las diferencias entre sueños normales y lúcidos, cuánto tiempo se pasa en un sueño lúcido, y cómo las actividades soñadas se relacionan con la actividad física real (por ejemplo, cómo el ritmo respiratorio cambia al soñar). También se ha investigado cómo las personas pueden comunicarse con señales oculares desde el sueño y cómo la actividad cerebral se relaciona con el sueño (por ejemplo, cómo los hemisferios cerebrales funcionan de manera similar a cuando estamos despiertos, como al cantar o contar).

Los resultados muestran que las tareas mentales y los movimientos que se sueñan durante el sueño paradójico provocan efectos en el cerebro (y en menor medida en el cuerpo) similares a los que ocurren cuando estamos despiertos. Esto significa que las mismas áreas del cerebro que usamos despiertos también se activan al soñar.

Aprender habilidades motoras en sueños lúcidos

Estos hallazgos sugieren que se puede aprender o mejorar habilidades físicas practicando en un sueño lúcido. Estudios de Tholey han mostrado que un deportista entrenado podía reproducir fácilmente movimientos complejos, como los de esquí o gimnasia, en sus sueños lúcidos, y que este tipo de práctica podía mejorar su rendimiento en la vida real.

Estimulación cerebral y sueños lúcidos

Ursula Voss y su equipo descubrieron que aplicar una pequeña corriente eléctrica en una parte específica del cerebro durante el sueño REM puede influir en la actividad cerebral e inducir la conciencia de uno mismo en los sueños. También confirmaron que este fenómeno es real y ocurre con más frecuencia en personas jóvenes.

Usos para la salud mental

Se han propuesto varias ideas sobre cómo los sueños lúcidos podrían ayudar en terapias, como para tratar fobias o el trastorno por estrés postraumático.

En un enfoque inspirado en la psicoanálisis jungiano y la terapia Gestalt, se ha investigado cómo integrar diferentes partes de la psique (que se cree que están representadas por los personajes del sueño) para manejar situaciones desagradables.

Patricia Garfield propuso un método en el que se debe enfrentar y "eliminar" a los personajes hostiles en el sueño. Tholey, quien comparó la efectividad de diferentes actitudes, concluyó que dialogar y conciliar con los personajes era más probable que llevara a experiencias positivas, ayudando a la persona a entender el significado del sueño y el origen de sus conflictos. Tholey afirma haber mejorado la condición de pacientes con ansiedad, inseguridad o dificultades sociales usando un "programa de autocuración" en sueños lúcidos. Sin embargo, estas afirmaciones se basan en casos individuales y no en estudios controlados.

Otros usos

Además de las aplicaciones mencionadas, los sueños lúcidos se pueden usar de forma divertida para explorar las posibilidades del mundo onírico, satisfacer deseos, crecer personalmente o buscar experiencias espirituales. También pueden ser útiles para el arte y la creatividad, para resolver problemas o como un "simulador" para acciones de la vida diaria. Muchos investigadores también destacan su importancia en la filosofía y las ciencias de la consciencia.

Sueño lúcido y la atención plena (mindfulness)

Tipos de conciencia

Los sueños normales tienen características de conciencia primaria, donde lo principal es lo que percibimos y sentimos. La conciencia secundaria, en cambio, se enfoca en la autorreflexión y en pensar sobre nuestros propios pensamientos. Esta diferencia entre conciencia primaria y secundaria también ocurre cuando estamos despiertos, por ejemplo, cuando nuestra mente divaga o hacemos cosas de forma automática sin prestar atención. De hecho, varias investigaciones muestran que cómo pensamos cuando estamos despiertos y cuando soñamos está relacionado.

La conciencia primaria está conectada con la red neuronal por defecto del cerebro. Estas son las estructuras cerebrales que se activan cuando el cerebro está en reposo y que están relacionadas con soñar despierto, la divagación mental y la simulación de recuerdos o planes.

Sueño lúcido y la metacognición

Algunos expertos sugieren que los sueños pueden verse como una versión más intensa de la divagación mental que tenemos cuando estamos despiertos. Aunque los sueños son más largos, visuales y nos sumergen más.

La práctica de la atención plena (mindfulness) ayuda a desarrollar la capacidad de metacognición (pensar sobre nuestros propios pensamientos), disminuye la divagación mental y cambia la red neuronal por defecto.

La corteza prefrontal del cerebro, especialmente el área 10, está relacionada con la función metacognitiva. Por lo tanto, los sueños lúcidos podrían ser una forma específica de metacognición, ya que comparten la misma base neurológica.

Efectos de la meditación en el sueño lúcido

Al estudiar la relación entre la atención plena (mindfulness) y la frecuencia de los sueños lúcidos, los resultados muestran una conexión positiva entre ambos. Pero esto solo ocurre en personas que tienen alguna experiencia practicando meditación. Esto sugiere que la meditación podría ser un factor que influye en la relación entre la atención plena y los sueños lúcidos.

El sueño lúcido en el arte y la cultura

El tema de la lucidez en los sueños no ha sido muy usado en el arte y la literatura, aunque la mayoría de las referencias se encuentran en los siglos XIX y XX.

En la literatura

El sueño lúcido aparece en la literatura principalmente en los siglo XIX y siglo XX, aunque en pocos casos. Se aborda de forma divertida en el cuento Le pied de momie de Théophile Gautier (1840), y es el tema de la novela fantástica Peter Ibbetson de George du Maurier (1891).

En la segunda mitad del siglo XX, las obras de Carlos Castaneda, desde El viaje a Ixtlán (1972) hasta El arte de ensoñar (1993), presentan el punto de vista chamánico centroamericano sobre el sueño lúcido.

En la serie de ficción La guerra de los sueños de John C. Wright (iniciada en 2004), el protagonista ha sido entrenado en el arte del sueño lúcido porque su misión es vigilar la puerta entre el mundo de los sueños y el real.

La novela La anatomía de los sueños, de la escritora estadounidense Chloe Benjamin, trata sobre una investigación de los sueños lúcidos.

En el cine

Pocas películas han tratado el tema, y la mayoría son recientes. El primer ejemplo es la versión de 1935 de la novela de George du Maurier dirigida por Henry Hathaway.

En 1964, la película mexicana Vivir de Sueños, un musical con Enrique Guzmán y Silvia Pinal, aborda los sueños lúcidos y colectivos. Sus protagonistas viajan en un tren y pasan constantemente de la vigilia al sueño, enamorándose en el proceso, destacando una estética de ensueño.

Un caso claro es Pesadilla en Elm Street de 1984. Otro es Despertando a la vida de 2001 de Richard Linklater, que explora la filosofía como una introducción al sueño lúcido, la naturaleza de la conciencia y la existencia.

En la película italofrancesa La ciencia del sueño de Michel Gondry, el protagonista usa los sueños lúcidos para entrar en su propio mundo de fantasía. Gondry también usa la lucidez en el sueño en la película estadounidense Eternal Sunshine of the Spotless Mind, donde uno de los protagonistas tiene momentos de lucidez mientras sueña, aunque el tema principal es otro.

En 2006 se estrenó la película de animación japonesa Paprika del director Satoshi Kon, donde los personajes comparten los mismos sueños usando dispositivos eléctricos. Retomando algunos de esos elementos, en 2010 se presentó Inception de Christopher Nolan, donde los protagonistas entran en los sueños de otras personas para descubrir secretos o implantar ideas. Lo que hace diferente a Inception son los sueños lúcidos compartidos, que permiten la colaboración entre los personajes. Una característica importante de Inception es el uso de máquinas especiales para entrar en estos sueños lúcidos, lo que le da un toque más de ciencia ficción.

En 2007, La chica de mis sueños de Jake Paltrow cuenta la historia de un hombre que aprende a tener sueños lúcidos para relacionarse en ellos con la chica que ha idealizado.

En el cine español, los sueños lúcidos aparecen en la película Abre los ojos de Alejandro Amenábar, cuyos derechos fueron vendidos a Tom Cruise, quien protagonizó la versión Vanilla Sky.

En 2017, se estrenó la película surcoreana Sueño lúcido, de Kim Joon-sung, que trata sobre un periodista que usa sueños lúcidos para encontrar a su hijo secuestrado.

En 2023, se estrenó la película del MCU Doctor Strange in the Multiverse of Madness donde se explica que los sueños de las personas (especialmente los lúcidos) son como ventanas a sus versiones de otros universos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Lucid dream Facts for Kids

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Sueño lúcido para Niños. Enciclopedia Kiddle.