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Quinta cruzada para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Quinta cruzada
Parte de Cruzadas
Capturing Damiate.jpg
Cruzados frisios luchando en la Torre de Damietta, Egipto.
Fecha 1218-1221
Lugar Egipto y Tierra Santa
Resultado Victoria musulmana; tratado de paz de ocho años entre el Imperio ayubí y los reinos europeos
Beligerantes
Entidades cristianas: Egipcios:
Comandantes
Blason Empire Latin de Constantinople.svg Blason Royaume de Jérusalem.svg Jean de Brienne

Blason Royaume de Jérusalem.svg Bohemundo IV de Antioquía
Armoiries Chypre.svg Hugo I de Chipre
Kaikaus I
Counts of Habsburg Arms.svg Leopoldo VI de Austria
Cross of the Knights Templar.svg Pedro de Montaigú
Den tyske ordens skjold.svg Hermann von Salza
Cross of the Knights Hospitaller.svg Guérin de Montaigú
Coa Hungary Country History Bela III (1172-1196).svg CoA of the Kingdom of Croatia.svgAlex K Halych 2.svg Andrés II de Hungría
Counts of Holland Arms.svg Guillermo I de Holanda
Arms of the Kings of France (France Ancien).svg Felipe II de Francia
Blason comtes de Rodez.svg Henry I de Rodez

Emblem of the Papacy SE.svg Pelagio Galvani
Flag of Ayyubid Dynasty.svg Al-Kamil
Fuerzas en combate
Cruzados:
  • 32.000 hombres
Indefinidas

La Quinta Cruzada (1217-1221) fue un esfuerzo de reinos de Europa Occidental para recuperar Jerusalén y otras áreas de Tierra Santa. El plan principal era primero vencer al poderoso estado ayubí en Egipto.

El papa Inocencio III y, después de él, el papa Honorio III, pidieron a los ejércitos que se unieran a esta cruzada. Grandes fuerzas militares, lideradas por el rey Andrés II de Hungría y el príncipe Leopoldo VI de Austria, atacaron cerca de Jerusalén. Sin embargo, la ciudad permaneció bajo control musulmán.

Más tarde, en 1218, un ejército liderado por Oliver de Colonia (de Alemania) y otro grupo de soldados de Holanda, Flandes y Frisia, dirigidos por Guillermo I de Holanda, se unieron a la cruzada. Para atacar el puerto de Damietta en Egipto, se unieron en Anatolia con el sultanato de Rüm. Este sultanato atacó a los ayubitas en Siria, buscando que los cruzados no tuvieran que luchar en dos lugares a la vez.

Después de tomar Damietta, los cruzados avanzaron en julio de 1221 hacia el sur, en dirección a El Cairo. Pero tuvieron que retroceder porque les faltaban suministros. Un ataque sorpresa del sultán Al-Kamil durante la noche causó muchas bajas a los cruzados. Finalmente, el ejército se rindió. Al-Kamil y los europeos acordaron un tratado de paz que duraría ocho años.

Preparativos para la Quinta Cruzada

El papa Inocencio III había planeado desde 1208 una cruzada para recuperar Jerusalén. Quería derrotar al imperio ayubí. En abril de 1213, el papa Inocencio III publicó un documento llamado Quia maior. En él, pedía a todos los cristianos que se unieran a una nueva cruzada. Luego, en 1215, publicó otro documento, el Ad Liberandam.

La situación en Francia

El mensaje de la cruzada se difundió en Francia gracias al cardenal Robert de Courçon. Sin embargo, no muchos caballeros franceses se unieron a esta cruzada. Esto se debía a que estaban ocupados luchando en la cruzada albigense en el sur de Francia.

En 1215, el papa Inocencio III organizó el IV Concilio de Letrán. Allí, junto con el patriarca latino de Jerusalén, Raúl de Merencourt, hablaron sobre cómo recuperar Tierra Santa. Inocencio quería que el Papado dirigiera esta cruzada, como había ocurrido en la primera cruzada. Así, esperaba evitar los errores de la cuarta cruzada. El papa Inocencio planeó que los cruzados se reunieran en Brindisi en 1216. También prohibió el comercio con los musulmanes para asegurar que los cruzados tuvieran barcos y armas. A cada cruzado se le prometió un beneficio espiritual. Esto incluía a quienes solo ayudaran a pagar los gastos de un cruzado, aunque no fueran a la cruzada.

Esfuerzos de Hungría y Alemania

Archivo:Ondrej
El rey Andrés II de Hungría

Oliver de Colonia había promovido la cruzada en Alemania. El emperador Federico II quiso unirse en 1215. Sin embargo, Inocencio no quería que Federico II participara, ya que este emperador había tenido conflictos con el Papado. Inocencio falleció en 1216. Su sucesor, el papa Honorio III, impidió que Federico II participara. En cambio, encargó la organización de los ejércitos al rey Andrés II de Hungría y al duque Leopoldo VI de Austria.

El rey Andrés II de Hungría eligió viajar por mar para llegar a Tierra Santa. Aunque al principio pensó en una ruta por tierra debido a sus planes con Bizancio. La preparación en Hungría fue muy organizada. El rey fue a Székesfehérvár, luego a Zagreb, y finalmente a Split. En Split, fue recibido con gran celebración. Se realizó una misa especial en la catedral de San Domnius.

Andrés II pidió préstamos a grandes comerciantes de Italia para financiar su expedición. También entregó la ciudad de Zara, en la actual Croacia, a los italianos. Esta ciudad había sido tomada por los venecianos en la cuarta cruzada. A cambio, los italianos transportaron a sus soldados en sus barcos. Se sabe que Andrés II también vendió objetos valiosos para cubrir los gastos. Por ejemplo, vendió la corona de la primera reina de Hungría, Gisela de Baviera, en Tierra Santa por una gran cantidad de plata. Se calcula que el ejército húngaro reunió unos 32.000 hombres (20.000 caballeros y 12.000 soldados). Esta cantidad superaba a todas las fuerzas cristianas enviadas antes a Tierra Santa. Entre los personajes importantes que acompañaron al rey húngaro estaba el abad Uros de Pannonhalma, un religioso muy respetado.

Desarrollo de la Campaña

Archivo:Cinquième croisade
Mapa de la Cruzada
Archivo:John of Brienne tyr
Llegada del rey Juan de Brienne desde Jerusalén a la ciudad de Acre

El rey húngaro Andrés II y el duque Leopoldo VI de Austria habían coordinado sus planes. Esperaban unir sus fuerzas para crear un ejército muy grande. Los primeros ejércitos cruzados de Europa Occidental salieron del puerto de Vlaardingen el 27 de mayo de 1217. Viajaron en trescientos barcos hacia Oriente. Sin embargo, llegaron mucho después que los húngaros y austríacos a Tierra Santa. Esto fue porque hicieron una parada en Santiago de Compostela. Una parte de ellos se unió a la lucha de los portugueses contra los musulmanes en la península ibérica. Entre ellos, los frisones y los renanos participaron en la toma de Alcácer do Sal en el otoño de 1217. Estos estaban liderados por los condes Guillermo I de Holanda y Jorge de Wied. Otro grupo de frisones que no quiso ayudar a los portugueses decidió atacar las ciudades costeras de Faro, Rota y Cádiz.

Las fuerzas húngaras y austríacas se reunieron en Split. Desde allí, los alemanes partieron primero y, después de 16 días de viaje, llegaron a la ciudad de Acre, en la costa del Mediterráneo. Los húngaros salieron más tarde y llegaron cerca de octubre. Esto significa que el plan de Andrés II de ir a Chipre fue descartado por falta de tiempo. Ya en Acre, fueron recibidos por Raúl de Merencourt, el patriarca latino de Jerusalén. El primer consejo de guerra se llevó a cabo en la tienda del rey Andrés II. Asistieron Leopoldo VI, Hugo I de Chipre, el príncipe Bohemundo IV de Antioquía, los tres líderes de la Orden Teutónica y el rey Juan de Jerusalén. Juan de Jerusalén tendría un papel muy importante en la Quinta Cruzada, superando al de Andrés II, quien finalmente regresaría a Europa para resolver problemas en su reino. El objetivo era, como en cruzadas anteriores, recuperar las tierras de manos de los musulmanes, esta vez luchando contra los Ayubitas en Siria.

Los ejércitos cruzados se dirigieron al sur, hacia las montañas cercanas a Acre. Establecieron un campamento a las afueras de Riccardana. Las primeras expediciones salieron en busca de alimentos para el gran ejército. El 3 de noviembre, el patriarca latino Raúl y el obispo Jacobo Vitry de Acre se presentaron ante el rey húngaro y el duque austríaco. Traían consigo un pedazo de la Vera Cruz, que se había perdido después de la batalla de los Cuernos de Hattin en 1187. Ambos monarcas caminaron descalzos hasta la reliquia y se arrodillaron ante ella.

Al-Muazzam, hijo del sultán al-Ádil, observaba a los cruzados de cerca. Sin embargo, su padre no le permitió atacarlos, quizás porque pensaba que las fuerzas cristianas eran más fuertes. El 4 de noviembre, las fuerzas cristianas avanzaron para explorar los alrededores del castillo en el monte Tabor. El 10 de noviembre, ya habían cruzado el mar de Galilea y cubrían la orilla norte del río Jordán en varias direcciones. Luego cruzaron por el vado de Jacobo y comenzaron su regreso hacia Acre. Mientras avanzaban, las crónicas registraron la toma de varios asentamientos y la obtención de grandes tesoros. También visitaron lugares importantes como Cafarnaúm y se bañaron en el Jordán, cumpliendo así sus promesas de cruzada.

En 1218, llegó un nuevo ejército bajo el mando de Oliver de Colonia. Junto con Leopoldo VI y Juan de Brienne, decidieron atacar el puerto egipcio de Damieta. El asedio fue largo y difícil. Costó la vida de muchos cruzados y musulmanes, incluyendo al propio sultán al-Adel. Pero finalmente, la ciudad fue tomada en 1219. Después de esto, comenzaron las discusiones entre los cristianos sobre quién controlaría la ciudad. Estas discusiones y la falta de ayuda del emperador alemán retrasaron la continuación de la campaña hasta 1221. Ese año, los cruzados marcharon al sur, hacia El Cairo. Para entonces, el nuevo Sultán al-Kamil había reorganizado sus fuerzas. Además, las inundaciones del río Nilo debilitaron mucho al ejército cruzado en su avance. Todo esto llevó a la derrota final de los cristianos y su rendición.

Conclusión de la Cruzada

Los términos de la rendición significaron que Damieta volvió a manos de Al-Kamil. Él aceptó un acuerdo de paz que duraría ocho años. Por lo tanto, esta cruzada no logró cambiar mucho el equilibrio de poder entre cristianos y musulmanes.

Véase también

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Quinta cruzada para Niños. Enciclopedia Kiddle.