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Octava cruzada para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Octava Cruzada
Parte de Cruzadas
Octava cruzada.JPG
Mapa de la CruzadaLugar: Túnez
Fecha Levante: 1265-1269
Túnez: Julio de 1270 - Octubre de 1270
Lugar Ifriquía (Túnez)
Casus belli Ataque de Baibars a Reino de Jerusalén y perdida de Nazaret, Haifa, Torón y Arsof en 1265.
Resultado

Frente de Túnez:

  • Retirada de los cruzados de Túnez tras el pago de un tributo por el sultán hafsida
  • Muerte de Luis IX de Francia y numerosos nobles franceses
  • Fracaso de los cruzados en la captura de Túnez
  • Tratado de Túnez
  • Apertura del comercio con Túnez

Frente de Levante:

  • Comienzo de la Novena Cruzada
Consecuencias Statu quo ante bellum
Beligerantes
Cruzados

Frente de Túnez:

Frente de Levante:

Sarracenos

Frente de Túnez:

  • Flag of Hafsid Dynasty (1229 - 1574).svg Dinastía hafsí

Frente de Levante:

Comandantes
Frente de Túnez:

Frente de Levante:

Frente de Túnez:
  • Flag of Hafsid Dynasty (1229 - 1574).svg Muhámmad I al-Mustánsir

Frente de Levante:

Fuerzas en combate
Desconocidos Desconocidos
Bajas
Desconocidas Desconocidas

La Octava Cruzada fue una expedición militar importante que tuvo lugar entre 1264 y 1270. Fue liderada por el rey Luis IX de Francia y se dirigió a Túnez. Aunque al principio se pensó en ayudar a los Estados cruzados en Oriente, el objetivo final cambió. Se buscaba que el líder de Túnez se uniera al cristianismo y que esta religión se extendiera por la región. Sin embargo, la expedición no tuvo éxito y el rey Luis IX falleció durante la campaña.

¿Por qué se organizó la Octava Cruzada?

La situación en Oriente Medio

Después de la Séptima Cruzada, los mongoles habían llegado a Oriente Medio. Conquistaron ciudades importantes como Alepo y Damasco. Los reinos cristianos de la zona reaccionaron de diferentes maneras. Algunos se aliaron con los mongoles, mientras que otros lo hicieron con los mamelucos de Egipto.

Cuando el líder mongol Möngke falleció, los mongoles regresaron a su tierra. Esto permitió que el sultán mameluco Qutuz derrotara a los mongoles en la Batalla de Ain Yalut en 1260. Así, los mamelucos tomaron el control de Damasco y Alepo, rodeando a los Estados cruzados.

El ascenso de Baibars

Poco después, Baibars se convirtió en el nuevo sultán mameluco. Baibars quería expulsar a todos los cristianos de Siria. Entre 1264 y 1269, Baibars atacó los territorios cristianos que quedaban en Oriente. Conquistó ciudades como Nazaret, Haifa, Torón y Arsuf.

Al principio del reinado de Baibars, los cruzados controlaban una gran parte de la costa. Pero cuando él falleció en 1277, solo les quedaban unas pocas ciudades. Entre ellas estaban Acre, Tiro y Trípoli.

Desafíos de los cruzados

Los cristianos en Oriente estaban divididos por conflictos internos. No tenían un líder fuerte y reaccionaron con poca fuerza a los avances de Baibars. En 1268, la ciudad de Jaffa fue tomada. Las fortalezas que el rey Luis IX había ayudado a construir ya no eran suficientes.

Además, había problemas entre las órdenes militares y los comerciantes de Génova y Venecia. Esto debilitaba aún más la defensa de los territorios cristianos.

La decisión de Luis IX

El rey Luis IX de Francia seguía de cerca lo que pasaba en Oriente. El Papa Urbano IV decidió cobrar un impuesto especial para ayudar a los cristianos de Oriente. Luis IX apoyó esta idea y la extendió por más tiempo, a pesar de que no era popular.

Después de que un posible ataque mongol a Rusia se evitara, Luis IX envió embajadores a los mongoles. Quería formar una alianza para luchar contra los mamelucos de Egipto. El plan era conquistar Egipto o al menos el delta del Nilo. Esto les permitiría establecerse allí o usarlo para recuperar Jerusalén y otros territorios perdidos.

¿Cómo se desarrolló la Cruzada?

Llamadas a la acción

Los papas Alejandro IV, Urbano IV y Clemente IV pidieron a los reinos de Occidente que se unieran a una nueva cruzada. En 1266, varios líderes, como el rey Teobaldo II de Navarra y el duque Alberto I de Brunswick-Luneburgo, anunciaron que irían a Tierra Santa.

Sin embargo, parte del ejército francés estaba ocupado ayudando a Carlos de Anjou a conquistar el Reino de Sicilia. Solo en 1266, cuando esta lucha terminó, Luis IX anunció en marzo de 1267 su intención de ir a la cruzada. Esto transformó las salidas individuales en una expedición organizada, aunque se retrasó tres años.

El Papa Clemente IV no estaba muy contento con la decisión de Luis IX. Prefería que el rey se quedara en Francia para mantener la paz. Además, la salud del rey era frágil, y el Papa temía un mal final para la expedición. A pesar de esto, el Papa aceptó y encargó la predicación de la cruzada a varios cardenales.

La participación de Aragón

En septiembre de 1269, el rey Jaime I de Aragón envió a sus hijos Fernán Sánchez de Castro y Pedro Fernández de Híjar a Tierra Santa. Los Caballeros hospitalarios y los Caballeros templarios tuvieron que esforzarse para evitar que cometieran errores. Baibars intentaba atraer a los cruzados a trampas. Al final, los hijos de Jaime I regresaron a Aragón sin haber logrado mucho.

Preparativos y destino inesperado

Archivo:Roi de France Louis IX en mer vers Tunis
Florent de Varennes camino a Túnez.

La gran expedición partió de Aigues-Mortes el 1 de julio de 1270. A pesar de algunas dudas, el rey Luis IX iba acompañado de sus tres hijos, su yerno, sus hermanos y muchos otros nobles. La flota llegó a Cartago, cerca de Túnez, el 18 de julio, en pleno verano.

El 13 de julio, mientras la flota estaba en Cagliari, Luis IX anunció que el primer objetivo de la cruzada sería Túnez. Aunque la situación en Oriente era grave, se cree que su hermano Carlos de Anjou lo convenció. Carlos afirmó que el líder de Túnez estaba dispuesto a convertirse al cristianismo.

Sin embargo, es más probable que Carlos de Anjou tuviera sus propios motivos. Túnez había dado refugio a los enemigos de Carlos y había dejado de pagarle un tributo. Desviar la cruzada a Túnez le permitiría establecer un control allí. Aunque esto retrasaba su propio objetivo de reconquistar el Imperio latino de Constantinopla.

En marzo de 1270, Carlos había reunido una flota en Sicilia para ayudar en otra lucha. Pero para no molestar a su hermano, Carlos envió alimentos y suministros a la cruzada desde Italia. Si Luis IX hubiera querido apoyar los planes de su hermano, habría hecho escala en Sicilia, pero no lo hizo.

A pesar de la oposición de algunos de sus consejeros, Luis IX aceptó ir a Túnez. Para tranquilizar a los cruzados, les explicó que la Iglesia aprobaba el plan. Esta cruzada ofrecía los mismos beneficios espirituales que una expedición a Jerusalén.

Archivo:LouisIX Eighth Crusade.
Luis IX de Francia liderando la Octava Cruzada.

Se decía que el sultán de Túnez se bautizaría si una fuerza cristiana estaba presente para protegerlo de su propio pueblo. Si esto hubiera ocurrido, los suministros de Egipto se habrían reducido, y Túnez podría haber sido una base para atacar Egipto. Se sabe que una embajada de Túnez visitó la corte francesa en 1269, pero no se conocen los detalles de las conversaciones.

Cualquiera que fuera la razón, desviar la cruzada a Túnez fue un error estratégico para los cristianos de Oriente.

El asedio de Túnez

Archivo:Siege of Tunis 1270
San Luis asedia Túnez durante la Octava Cruzada (1270). Iluminación de las Grandes crónicas de Francia (hacia 1370-1378). París, BnF, Departamento de Manuscritos, francés 2813, folio 299 verso.

Después de salir de Cagliari el 15 de julio de 1270, la flota de Luis IX llegó a Túnez el 18 de julio. Gracias a la sorpresa, lograron tomar las fortificaciones y cortar las rutas de suministro a la ciudad. Sin embargo, los cruzados tuvieron problemas con la falta de agua potable desde el primer día. El 21 de julio, ocuparon una llanura con pozos, y el 24 de julio, comenzaron el asalto a la ciudad.

Contrario a lo esperado, el sultán de Túnez no quiso convertirse. Se refugió en la ciudad y pidió ayuda a los mamelucos. Baibars, que pensaba que la cruzada iría a Egipto, preparó sus defensas y organizó una expedición de ayuda a Túnez.

El comandante de la Orden del Temple anunció la llegada de Carlos de Anjou. Luis IX decidió esperarlo para atacar Túnez con todas sus fuerzas. Mientras tanto, los musulmanes atacaban constantemente el campamento cruzado. Luis IX prohibió perseguirlos por miedo a emboscadas.

El calor era insoportable en las tiendas, el agua de los pozos no siempre era buena y las enfermedades se extendieron rápidamente. El 2 de agosto, falleció Juan-Tristán de Francia, hijo del rey. El 25 de agosto, un día después de la llegada de los barcos de Carlos de Anjou, el propio rey Luis IX falleció. Sus otros dos hijos, Felipe III de Francia y Pedro de Francia y de Provenza, también estaban muy enfermos.

El nuevo rey, Felipe III, era muy joven y estaba enfermo. Así, Carlos de Anjou tomó el mando de las operaciones. El 24 de septiembre, logró tomar el campamento musulmán.

Carlos de Anjou conocía las tácticas de los sarracenos. Tres días después de la muerte del rey, reunió barcos mercantes y lanchas rápidas en un estanque cerca de Túnez. Los musulmanes, asustados por un posible desembarco masivo, cambiaron sus tácticas. Se agruparon para una batalla, lo que permitió a los cruzados luchar y derrotarlos.

Fin del asedio

Archivo:SmrtLudvika91270
Sitio de Túnez y muerte de Luis IX en las Grandes Crónicas de Francia de Jean Fouquet.

Además de la muerte del rey y su hijo por enfermedades, muchos otros miembros de la expedición también fallecieron. Entre ellos estaban el legado papal Raoul de Grosparmy, Alfonso de Brienne y Hugo XII de Lusignan.

En realidad, Carlos de Anjou no quería tomar la ciudad. El sultán de Túnez, cuyo ejército también estaba afectado por enfermedades, quería negociar. Alrededor del 30 de octubre, llegaron a un acuerdo. El sultán pagó una gran suma de dinero, reanudó el pago de un tributo al rey de Sicilia y expulsó a los enemigos de Carlos de su corte. También permitió el comercio libre para los cristianos y el derecho a practicar su religión en público.

A cambio, el ejército cruzado se retiró de Túnez, dejando atrás sus armas de asedio. El 10 de noviembre de 1270, el príncipe Eduardo I de Inglaterra llegó al lugar. Al ver que ya se había llegado a un acuerdo de paz, regresó a Tierra Santa para liderar la Novena Cruzada. El conde Enrique V de Luxemburgo se unió a él.

El ejército se embarcó el 11 de noviembre. El 14, llegaron a Trápani, en Sicilia. En la noche del 15 al 16, una fuerte tormenta hundió unos cuarenta barcos. Los cruzados acordaron regresar a Francia para preparar una nueva cruzada, pero esta nunca se llevó a cabo.

En septiembre de 1272, Carlos de Anjou envió una misión para cobrar el tributo del sultán. También pidió que le devolvieran la madera de las máquinas de guerra que habían quedado en Túnez.

Entre 1271 y 1272, tuvo lugar la Novena Cruzada. A veces se la considera parte de la Octava Cruzada. Es vista como la última gran cruzada medieval a Tierra Santa.

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Octava cruzada para Niños. Enciclopedia Kiddle.