Séptima cruzada para niños
Datos para niños Séptima Cruzada |
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Parte de Cruzadas | ||||
![]() Luis IX en la Séptima Cruzada
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Fecha | 1248-1254 | |||
Lugar | Egipto | |||
Resultado | Victoria musulmana | |||
Consecuencias | Statu quo ante bellum | |||
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La Séptima Cruzada fue una gran expedición militar liderada por el rey Luis IX de Francia entre los años 1248 y 1254. Su objetivo principal era recuperar Jerusalén y otros territorios importantes en Tierra Santa, que estaban bajo control musulmán.
Contenido
¿Por qué se inició la Séptima Cruzada?
En 1244, la ciudad de Jerusalén fue conquistada y saqueada por un grupo de guerreros llamados corasmios, aliados del sultán ayubí de Egipto, al-Salih Ayyub. Esta noticia llegó a Europa y, aunque Jerusalén ya había cambiado de manos varias veces, el rey Luis IX de Francia decidió actuar.
Luis IX, también conocido como San Luis, se comprometió a organizar una cruzada en 1244. En 1245, el Concilio de Lyon I, una importante reunión de líderes de la Iglesia, apoyó su plan y lo nombró líder de esta nueva cruzada.
¿Cuál era el plan de los cruzados?
El plan de los cruzados, que eran principalmente franceses, era atacar Egipto. Pensaban que Egipto era la región más rica y vulnerable de los territorios ayubíes. Creían que si lograban conquistar la ciudad de Damieta, podrían usarla para negociar y recuperar Jerusalén.
¿Cómo se preparó Luis IX para la cruzada?
Los preparativos de Luis IX fueron muy detallados y duraron tres años.
- Tuvo que conseguir dinero extra para la expedición.
- Organizó el gobierno de Francia para que su madre, que ya había sido una buena regente, se encargara del reino mientras él estaba fuera.
- Se aseguró de que otros reyes europeos, como el de Inglaterra, mantuvieran la paz.
- También negoció con ciudades como Génova y Marsella para conseguir los barcos necesarios para viajar al Levante (la región del Mediterráneo oriental).
El viaje de los cruzados a Levante
Luis IX partió de París el 12 de agosto de 1248. Luego, el 25 de agosto, zarpó de Aigues-Mortes con un gran ejército. Se calcula que eran unos veinte mil hombres bien equipados. La reina, dos de sus hermanos y otros nobles importantes lo acompañaron.
Los cruzados llegaron primero a la isla de Chipre el 17 de septiembre. Allí pasaron el invierno, esperando el momento adecuado para atacar Egipto. Durante su estancia, intentaron formar una alianza con los mongoles contra los ayubíes, pero no tuvieron éxito.
¿Por qué se eligió Egipto como objetivo?
Los líderes cristianos decidieron que Egipto era el mejor lugar para atacar. Creían que era la provincia más rica y fácil de conquistar. Además, si tomaban Damieta, podrían intercambiarla por Jerusalén, una idea que ya se había propuesto en una cruzada anterior.

Luis IX quería atacar de inmediato, pero los nobles de la región le aconsejaron esperar. Las tormentas de invierno y las dificultades para navegar en el delta del Nilo hacían el viaje muy peligroso. La larga espera en Chipre causó problemas, ya que la disciplina del ejército se relajó y se agotaron las provisiones.
La conquista de Damieta
Los cruzados llegaron a las costas de Egipto el 5 de junio de 1249. Al día siguiente, conquistaron la ciudad de Damietta. La ciudad estaba mal defendida y cayó rápidamente.

El sultán egipcio, al-Salih Ayyub, regresó rápidamente de Siria y acampó con su ejército en El Mansurá para defenderse. Aunque estaba muy enfermo, siguió organizando la defensa.
Las inundaciones del río Nilo obligaron a los cruzados a quedarse en Damieta hasta el 20 de noviembre. Durante este tiempo, Luis IX transformó la mezquita de la ciudad en una catedral y organizó los mercados. También tuvo que lidiar con el desánimo de sus tropas debido a la inactividad y las enfermedades. El rey rechazó una oferta del sultán de intercambiar Damieta por Jerusalén.
Avance hacia El Cairo y la derrota
El 20 de noviembre, Luis IX y su ejército marcharon hacia El Cairo. Dejaron una gran parte de sus tropas para proteger Damieta. El avance fue lento debido a los canales y acequias del terreno. Además, grupos de beduinos atacaban constantemente a las fuerzas francesas.

El 21 de diciembre, los cruzados llegaron a la ciudad de El Mansurá. Estaban separados de la ciudad por un canal. El ejército egipcio, que estaba bien fortificado, vigilaba los puntos de cruce. Los cruzados intentaron construir un dique para cruzar, pero los egipcios los atacaban con "fuego griego", una sustancia inflamable.
La batalla de El Mansurá
La noche del 7 de febrero de 1250, un grupo de cruzados liderado por Roberto I de Artois, hermano del rey, logró cruzar el canal por un vado poco defendido. Roberto, desobedeciendo las órdenes del rey, atacó por sorpresa el campamento enemigo.
Los cruzados lograron entrar en El Mansurá, pero los mamelucos (soldados egipcios) organizaron una defensa en las calles estrechas. Muchos cruzados, incluido Roberto de Artois, murieron en estos combates.
Mientras tanto, el resto del ejército cruzado también cruzó el Nilo. Sin embargo, se encontraron en una situación difícil. No podían tomar El Mansurá y tenían problemas para recibir suministros desde Damieta. El 11 de febrero, se libró una gran batalla cerca de El Mansurá, con un resultado incierto.
El cautiverio del rey Luis IX
A finales de febrero, el nuevo sultán, Turan Shah, llegó a Egipto. Ordenó construir una flotilla para interceptar los suministros de los cruzados. Esta estrategia funcionó muy bien, y los egipcios capturaron muchas embarcaciones enemigas.
El 5 de abril, el rey Luis IX decidió ordenar la retirada a Damieta. Sus fuerzas estaban muy debilitadas por el hambre y las enfermedades. Intentó aceptar la oferta de paz que había rechazado antes, pero los egipcios, al ver la debilidad de los cruzados, se negaron.
El 6 de abril, las fuerzas cruzadas, ya muy desorganizadas, tuvieron que rendirse en Fariskur. El rey Luis IX, que estaba enfermo, fue capturado junto con la mayoría de sus tropas.
Negociaciones para la liberación
Inmediatamente, comenzaron las negociaciones para liberar a los cruzados. Los egipcios exigieron la entrega de Damieta y un gran rescate. Luis IX tuvo que aceptar pagar un millón de besantes (una moneda de la época) y devolver Damieta para recuperar su libertad.
El 2 de mayo, los mamelucos asesinaron al sultán Turan Shah. Aunque algunos querían ejecutar a los prisioneros cruzados, finalmente se acordó liberarlos a cambio de un rescate menor y la entrega de Damieta. El 7 de mayo, Luis IX y sus tropas abandonaron Egipto y se dirigieron a Acre, la capital del Reino de Jerusalén.
El final de la cruzada y el regreso a Francia
Una vez en Acre, Luis IX decidió quedarse en Tierra Santa por un tiempo, a pesar de que su madre lo llamaba de vuelta a Francia. La mayoría de los nobles que lo acompañaban regresaron a Europa. El rey Luis IX se hizo cargo del gobierno de los territorios cruzados que quedaban.
Luis IX, aprendiendo de su experiencia en Egipto, adoptó una actitud más diplomática. Negoció con los mamelucos egipcios para liberar a más de tres mil prisioneros y recuperar algunos territorios. Los últimos prisioneros fueron liberados en marzo de 1252.
El rey francés también se dedicó a reparar las defensas de ciudades como Cesarea, Haifa y Acre. Intentó resolver los conflictos entre los diferentes señores de la región para fortalecer el reino.
El regreso a casa
La situación en Francia se volvió difícil, especialmente después de la muerte de su madre, Blanca de Castilla. El rey de Inglaterra se mostraba hostil y los nobles franceses estaban inquietos. Sin más apoyo de Europa, Luis IX se vio obligado a regresar a su reino.
El 24 de abril de 1254, zarpó de Acre y llegó a Francia en julio. Aunque la cruzada no logró sus objetivos militares y debilitó las fuerzas cristianas en el Levante, el prestigio de Luis IX como rey aumentó. Más tarde, intentaría otra cruzada, la Octava Cruzada, que también terminaría en fracaso.
Véase también
En inglés: Seventh Crusade Facts for Kids
- Cruzadas
- Alianza franco-mongola
- Incursiones de los mongoles en Palestina