Instituciones del Reino de Valencia para niños
Las instituciones del Reino de Valencia fueron las leyes y formas de gobierno propias que tuvo el Reino de Valencia durante casi 500 años. Este reino fue fundado en 1238 por el rey Jaime I y existió hasta 1707. En ese año, el rey Felipe V eliminó estas leyes y formas de gobierno con los Decretos de Nueva Planta, durante la Guerra de Sucesión Española.
Durante la Edad Media, el Reino de Valencia formó parte de la Corona de Aragón. Esta Corona se creó en el siglo XII al unirse el condado de Barcelona y el Reino de Aragón. Más tarde, en la Edad Moderna, la Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla gracias al matrimonio de sus reyes, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Así, el Reino de Valencia, junto con otros territorios como el reino de Aragón, el Principado de Cataluña, el Reino de Mallorca, el Reino de Cerdeña y el Reino de Sicilia, pasó a formar parte de la Monarquía Hispánica.
Contenido
Los Furs: Las leyes del Reino de Valencia
Los Furs de València fueron el conjunto de leyes que gobernaron el Reino de Valencia desde su inicio. La primera versión de estas leyes se escribió en 1239, un año después de que se conquistara Valencia. Fue una idea del propio rey Jaime I y se llamó Consuetudines o Costum. Al principio, estas leyes se escribieron en latín y solo se aplicaban en la ciudad de Valencia.
En las primeras Cortes del Reino de Valencia que se hicieron en 1261, el rey Jaime I decidió que la Costum de Valencia, que desde entonces se llamó Furs de València, se aplicara en todo el reino. Aunque algunos nobles no estaban de acuerdo, los Furs se extendieron por todo el territorio y se tradujeron al idioma de la gente para que todos los entendieran. El texto final de estas leyes se estableció en 1271.
Además, Jaime I prometió, tanto él como los reyes que vinieran después, jurar los Furs de Valencia justo al empezar su reinado y convocar las Cortes en menos de un mes. Diez años después, el rey se comprometió a no cambiar los Furs en el futuro sin el permiso de las Cortes.
Las leyes del Reino de Valencia también incluían los privilegis (privilegios), que eran decisiones directas del rey, y los actes de cort (actos de corte), que eran acuerdos entre el rey y una o dos partes de las Cortes. Los acuerdos de las tres partes de las Cortes eran los Furs propiamente dichos.
Así, las leyes del Reino de Valencia eran el resultado de un acuerdo entre el rey y los representantes de las personas más importantes del reino, que se reunían en las Cortes. Estas leyes no podían cambiarse sin el acuerdo de ambas partes. Esto dio lugar a un sistema llamado pactismo, que también era común en otros territorios de la Corona de Aragón, incluso después de unirse con la Corona de Castilla para formar la Monarquía Hispánica.
Instituciones de gobierno del rey
Lugarteniente General y Virrey: Representantes del rey
Desde principios del siglo XV, cuando el rey no estaba en el reino (lo cual era muy común), la persona con más autoridad en su lugar era el lugarteniente general (en valenciano, lloctinent general). Era como un segundo rey, nombrado por el monarca, primero entre miembros de la familia real y luego entre la alta nobleza.
Alrededor del lugarteniente general se formó un pequeño grupo de personas importantes y un consejo. Este consejo estaba formado principalmente por expertos en leyes, nobles y miembros importantes de la iglesia, además de los principales funcionarios del rey: el portanveces, el baile general y el mestre racional. Este consejo se convirtió en el principal órgano de gobierno del reino y fue el origen de la Audiencia de Valencia en la Edad Moderna.
En la Edad Moderna, el lugarteniente general fue reemplazado por el virrey de Valencia. Tenía las mismas responsabilidades y representaba al rey de la misma manera. Este cargo se hizo permanente en 1520, durante el reinado de Carlos I. Después del largo tiempo que Germana de Foix fue virreina en la primera mitad del siglo XVI, el cargo siempre fue ocupado por miembros de la alta nobleza de Castilla.
Ni el Lugarteniente ni el virrey tenían un ejército propio permanente. Sus decisiones y las de sus funcionarios podían ser anuladas por las Cortes si iban en contra de los Furs (esto se llamaba "contrafueros"). Después de la última reunión de las Cortes en 1645, esta tarea pasó a la Junta de Electos de los tres estamentos. Esta Junta podía decidir enviar una delegación a la corte en Madrid para presentar directamente al rey las posibles violaciones de los Furs valencianos por parte de sus funcionarios.
Las Gobernaciones: División del territorio

Bajo la autoridad del lugarteniente general, y luego del virrey y la Real Audiencia, estaban los dos gobernadores o portantveus. El portantveus de General Governador de la ciutat e regne de València gobernaba desde la frontera con Cataluña hasta Jijona. El portantveus de General Governador de la ciutat d'Oriola y regne de València d'enllà Xixona, con sede en Orihuela, gobernaba desde Jijona hasta la frontera con el reino de Murcia.
Sin embargo, el gobernador de Valencia tenía más importancia que el de Orihuela. Además, el de Valencia tenía dos ayudantes que se encargaban de dos zonas: una desde la frontera con Cataluña hasta el río Uixó (con residencia en Castellón de la Plana), y otra desde el río Júcar hasta Jijona (con residencia en Játiva). Los dos gobernadores y sus ayudantes debían ser de Valencia. Sus tareas eran principalmente judiciales, aunque nunca tuvieron autoridad sobre el baile general. También podían, si era necesario, formar y dirigir ejércitos y castigar a quienes no participaran.
Baile general y Mestre Racional: Administradores del rey
El baile general (en valenciano, batle general) se encargaba de administrar los bienes, derechos y rentas del rey, como aduanas, peajes y el impuesto de la sal. De él dependían los bailes locales. Había dos bailías, una para cada gobernación: la de Valencia y la de Orihuela.
La figura del baile general ya existía en la Costum de Valencia de 1239. Sus funciones crecieron a medida que aparecían bailes locales en otras ciudades bajo el control directo del rey. Así, se convirtió en la persona del rey que coordinaba el reino. Su autoridad era muy amplia, abarcando asuntos civiles y criminales sobre las comunidades musulmanas y judías bajo el rey, gestionando todos los cargos del reino, controlando los ingresos del rey y dando permisos para exportar productos o para la práctica del corso, entre otras cosas.
Por su parte, el Mestre Racional (en castellano, maestre racional) era el encargado de revisar las cuentas que le presentaba el baile general y enviarlas al rey. Ambos, junto con otros funcionarios reales, formaban la Junta Patrimonial.
El cargo de mestre racional para toda la Corona de Aragón se reguló en 1344 por Pedro IV. A principios del siglo XV, el cargo se dividió entre los diferentes territorios de la Corona, y así nació el mestre racional valenciano. Su tarea principal era controlar las finanzas de todos los funcionarios que manejaban el dinero del rey en el Reino de Valencia. El primer mestre racional valenciano fue Berenguer Minguet en 1419. A diferencia del baile general, solo había un mestre racional para todo el reino.
Audiencia de Valencia: El tribunal supremo
Esta institución, que no existió en la época medieval, fue creada en 1506 por Fernando el Católico. Su creación está muy relacionada con la figura del virrey, ya que tenía dos funciones: asesorar al virrey en el gobierno del reino y actuar como el tribunal de justicia más importante. Las sentencias de la Audiencia solo podían ser apeladas al Consejo Supremo de Aragón o al propio rey. Al igual que el virrey, su sede estaba en la ciudad de Valencia.
Se estableció de forma definitiva en 1543 durante el reinado de Carlos I. En 1572, Felipe II le dio más independencia del virrey, estableciendo que este no intervendría cuando la Audiencia actuaba como tribunal superior de justicia. Unos años antes, en 1563-1564, se dividió en dos salas separadas, una para casos civiles y otra para casos criminales. Finalmente, en 1585, la sala de lo civil se dividió en dos.
En los siglos XVI y XVII, las responsabilidades políticas y judiciales de la Real Audiencia aumentaron. Por ello, los oidores o jueces, que debían ser expertos en leyes y nacidos en el reino, se convirtieron, después del virrey, en la máxima autoridad real. Así, especialmente en el siglo XVII, el poder en Valencia se concentraba cada vez más en la corte local, formada por el virrey y los oidores.
Consejo Supremo de Aragón: Asesor del rey
El Consejo Supremo de Aragón era el organismo que asesoraba a los reyes de la Casa de Austria en los asuntos relacionados con sus territorios de la Corona de Aragón, donde estaba incluido el Reino de Valencia. Por eso, residía en la corte junto al rey, en Madrid desde que Felipe II la fijó como sede permanente. En el Consejo había dos representantes por cada territorio de la Corona de Aragón, nombrados por el rey entre los expertos en leyes de cada lugar. Su opinión era muy importante en las decisiones que se presentaban al rey, especialmente si las opiniones de los dos representantes coincidían con las del virrey.
El Consejo de Aragón se originó con un grupo de expertos en leyes de los diferentes territorios de la Corona de Aragón que reunió Fernando el Católico después de la unión con la Corona de Castilla, que dio origen a la Monarquía Hispánica. Su función era asesorarle en los asuntos que afectaban a esa Corona cuando él estaba en Castilla, donde pasó la mayor parte de su reinado. En 1494, Fernando decidió convertirlo en un órgano permanente que también actuaría como la última instancia judicial de los territorios de la Corona de Aragón, incluyendo el Reino de Valencia.
Con la llegada de la dinastía de los Austrias, se crearon nuevos consejos, como el Consejo de Estado y el Consejo de Guerra. Estos se encargaban de asesorar a los reyes en política exterior y organización militar, y también trataban asuntos que afectaban al Reino de Valencia y a los demás territorios de la Corona de Aragón. Además, la Inquisición, creada inicialmente para la Corona de Castilla, extendió su actuación a los territorios de la Corona de Aragón, aunque hubo mucha resistencia.
Instituciones de representación del reino
Cortes: La asamblea del reino
Las Cortes del Reino de Valencia eran la asamblea donde se reunían los representantes de las tres partes importantes del Reino (la iglesia, la nobleza y las ciudades) junto con el rey. El rey era quien las convocaba, decidiendo el lugar y la fecha. Al principio, su objetivo era mejorar y reformar el reino, como dijo Jaime II en 1301-1302. Pero desde mediados del siglo XIV, su función principal fue conseguir dinero extra para el rey, que siempre tenía problemas económicos.
Las Cortes se celebraban principalmente en la ciudad de Valencia, aunque también se reunieron en San Mateo, Alcira, Morella o Sagunto. Si coincidían con las Cortes de Aragón y Cataluña, se celebraban en Monzón.
Las Cortes comenzaban con un discurso del rey, donde explicaba la situación del reino y pedía ayuda a los representantes. Luego, cada parte nombraba a sus portavoces, quienes negociaban los acuerdos con los funcionarios del rey. Después de resolver las quejas (en valenciano, greuges) y los posibles "contrafueros" (violaciones de las leyes), se votaba el "servicio" o "donativo", que era el impuesto extraordinario que pedía el rey. Finalmente, se aprobaban las leyes que formaban los Furs y los actes de cort.
Todavía se discute cuándo se celebraron las primeras Cortes. Algunos historiadores dicen que fue en 1283, pero según Antoni Furió, fue en 1261, cuando Jaime I reunió en Valencia a las tres partes para aprobar la extensión a todo el reino del código legal de la ciudad, el Costum, que desde entonces se llamó Furs.
En la Edad Moderna, las Cortes se convocaron muy pocas veces (solo nueve en el siglo XVI). Según la historiadora Emilia Salvador, esto, junto con la actitud de sus miembros y un rey siempre reacio, impidió que las Cortes se convirtieran en una herramienta fuerte para oponerse al poder del rey. Después de la creación de la Junta d'Electes dels Estaments en las Cortes de 1645, el rey ya no volvió a convocar más Cortes. Obtenía de la Junta el dinero y los hombres para el ejército que necesitaba, y así ya no requería de las Cortes para conseguir la contribución militar del reino. Al mismo tiempo, los representantes no podían usar las Cortes para denunciar los "contrafueros".
Diputación del General o Generalidad: La comisión permanente
La Diputació del General surgió en la segunda mitad del siglo XIV como una comisión de las Cortes. Su tarea era administrar un impuesto aprobado en las Cortes llamado generalitats (generalidades), por eso también se la conoció como Generalitat. En 1418, se organizó de forma definitiva y se convirtió en un órgano permanente. Estaba formada por seis diputados (dos por cada parte), ayudados por otros funcionarios como tesoreros y contadores.
Su origen más antiguo fueron las comisiones nombradas por las Cortes de 1329 y 1342-43 para recaudar el dinero aprobado, y que se disolvían una vez cumplida su misión. En las Cortes de 1362-1362 se aprobó el impuesto de las generalidades, llamado así porque se cobraba a todos y en todo el reino. Para administrar este nuevo impuesto, las Cortes nombraron una comisión. Por eso, algunos historiadores sitúan en esa fecha (1362-1364) el nacimiento de la Diputación del General, aunque su estructura administrativa no se fijó hasta 1404, y solo a partir de 1418 se convirtió en una institución permanente.

Las funciones de la Diputación del General fueron más allá de lo económico y empezaron a tener una importancia política. Esto causó problemas al principio con la ciudad de Valencia, ya que sus líderes pensaban que les quitaría protagonismo. La ciudad no logró que se disolviera, pero a partir de 1422, los cuatro jurados de la parte real ocuparon los cargos de diputado, tesorero, administrador y contador de la institución.
Según lo acordado en las Cortes de 1418, que regularon la institución, sus miembros se renovaban cada tres años sin esperar a la reunión de nuevas Cortes. Los diputados que terminaban su mandato eran quienes nombraban a sus sustitutos. Sin embargo, el rey, para controlar la institución, impuso en 1424 que los dos diputados de la parte real fueran dos jurados de la ciudad de Valencia, ya que él controlaba su nombramiento. A finales del siglo XV, el rey Fernando el Católico ni siquiera se preocupó por las formas y anuló el sistema de elección, nombrando a funcionarios reales para ocupar los cargos. Más tarde, estableció un método de sorteo para elegir a los dos diputados de la nobleza y un turno estricto entre las ciudades (sin incluir Valencia) para los puestos de diputados de la parte real. Debido al control del rey, la Generalidad Valenciana tuvo menos poder político que la Generalidad de Cataluña y menos capacidad para oponerse a los deseos del rey.
Estamentos y Junta de Electos: Defensa de las leyes
A medida que la Diputación del General perdía poder político, la defensa de los Furs y la representación del reino pasó a los Estamentos (en valenciano, estaments). Esta institución, no muy bien definida, estaba formada por los miembros de cada parte que vivían en la ciudad de Valencia y se reunían por separado. Así, hasta el final de la época de los Furs, hubo una especie de competencia entre la Generalitat y los Estamentos por ver quién representaba mejor al reino fuera de las Cortes.
En las Cortes de 1645, se decidió formar la Junta de contrafueros (en valenciano, Junta de Contrafurs) o Junta de Electos de los tres estamentos (en valenciano, Junta d'Electes dels Estaments). Estaba formada por seis miembros de cada parte, más tres representantes. Su objetivo era poder presentar "contrafueros" al rey y la Junta de Servei para que votaran los "servicios" (en valenciano, serveis) que el rey pedía sin necesidad de convocar las Cortes, teniendo que conceder nuevas leyes, actes de cort o privilegios.
Las instituciones de la ciudad de Valencia
En la ciudad de Valencia, solo un grupo reducido de personas podía participar en el gobierno. Este grupo estaba formado por la pequeña nobleza urbana, que incluía a los cavallers (nobles que habían sido nombrados caballeros) y los generosos (nobles sin título ni caballeros). También estaban los ciutadans (ciudadanos), que se diferenciaban de los simples habitadors (vecinos), grupo al que pertenecían los artesanos y trabajadores de los diferentes oficios o gremios. Dentro de los ciutadans, había un grupo superior llamado ciutadans honrats, que eran aquellos ciutadans que habían ocupado el cargo de jurat, la máxima autoridad de la ciudad.
Consell Secret: Jurados y racional
El Consell Secret (Consejo Secreto) era el órgano principal de gobierno de la ciudad. El Consell General le había delegado la mayoría de sus funciones. El Consell Secret estaba formado por:
- Los jurados (en valenciano, jurats): Eran el máximo órgano ejecutivo de gobierno de la ciudad. Estaba formado por cuatro prohoms o ciutadans (personas importantes o ciudadanos) y dos cavallers i generosos. Se elegían por un año por el Consell General de una lista de doce candidatos de cada grupo. Desde 1418, el rey, a propuesta del racional, elaboraba esta lista de candidatos, llamada ceda. En 1633, la ciudad consiguió el privilegio de insaculación, por el cual los jurados se elegían por sorteo de una bolsa de 30 cavallers i generosos y 60 ciutadans.
- El racional: Era un antiguo jurado nombrado por el rey por tres años, elegido de tres candidatos por sorteo. Se encargaba de supervisar las finanzas del municipio. Al controlar la elección de los jurados a través de la lista de la ceda que enviaba al rey, se convirtió entre 1418 y 1633 en la máxima autoridad real del municipio.
- El síndico (en valenciano, síndic): Nombrado por el Consell General, representaba a la ciudad ante otras autoridades.
- Cuatro advocats (abogados) de la ciudad y el escrivà de la Sala (el escribano de la Sala): Eran cargos vitalicios con voz, pero sin voto en el Consell Secret.
El Consell: Órgano consultivo
El Consell era el órgano que aconsejaba y debatía con los jurados. Estaba formado por: 6 nobles, caballeros y generosos (2 eran los 2 jurados del año anterior de ese grupo); 4 ciudadanos (los 4 jurados antiguos del año anterior de ese grupo); 4 expertos en leyes; 2 notarios; 48 consejeros de ciudadanos de las parroquias (4 por cada una de las 12 parroquias de la ciudad); y los consejeros de oficios (2 por cada oficio o gremio). Los miembros del Consell eran nombrados por un año por el Consell Secret, que junto con aquel formaba el Consell General, presidido por el justícia civil.
Los justicias y el mustaçaf: Encargados de la justicia y el mercado
De los asuntos judiciales se encargaban el justícia criminal y el justícia civil. Eran elegidos por un año por sorteo, alternando entre las listas de ciudadanos y caballeros. De los pleitos menores se encargaba el justícia de trescents sous (justicia de los trescientos sueldos), y de la vigilancia de los mercados, el mustaçaf, elegido de la misma forma que los justicias.
La extensión del modelo de Valencia a otros municipios
Muy pronto, el rey confió el gobierno de los municipios a sus propios habitantes (en Valencia en 1245). Sin embargo, a lo largo del siglo XIII, la participación en el gobierno se fue limitando a un grupo pequeño de habitantes que formaron el grupo de los ciutadans, especialmente en las ciudades reales más importantes como Sagunto, Alcira, Játiva, Gandía y Valencia.
En este proceso fue muy importante que en 1278 el modelo de gobierno municipal de la ciudad de Valencia se extendiera a todas las poblaciones del reino que estaban bajo el control directo del rey. Las antiguas asambleas abiertas, donde todos los vecinos se reunían en la iglesia, fueron reemplazadas por el nuevo sistema municipal, que limitaba la gestión del poder local a un grupo minoritario de prohoms (personas importantes). Así, todas estas poblaciones adoptaron, en general, las mismas instituciones que gobernaban la ciudad de Valencia: los jurats (jurados), que tenían los poderes que el rey delegaba en la ciudad; el Consell, como órgano representativo y asesor de los jurados; y funcionarios como el Justícia Criminal, el Justícia Civil y el Mostaçaf.
Entre 1321 y 1329, la nobleza menor urbana, cavallers i generosos, entró en el gobierno de las ciudades reales, que hasta entonces habían sido dominadas solo por los ciutadans o prohoms. Así se consolidó un grupo aún más pequeño de personas importantes, llamado patriciado urbano, que controlaría el gobierno de las ciudades reales.
A principios del siglo XV, al igual que en Valencia, el rey ejerció un mayor control sobre los municipios que estaban bajo su jurisdicción. Sin embargo, la intervención del rey en el nombramiento de los jurados siguió un sistema diferente al de Valencia. El sistema tradicional de cooptación (donde los jurados salientes nombraban a sus sucesores) fue reemplazado por el de la insaculación (generalmente mediante el método de los redolins, que consistía en poner los nombres de los candidatos en bolitas de cera que flotaban en agua y luego se elegían al azar). La intromisión del rey en la elección consistía en la elaboración de las listas de candidatos, asegurándose así que los nuevos jurados fueran personas afines a los intereses del rey. Así, el nuevo sistema de sorteo se introdujo en Játiva en 1427, en Orihuela en 1445, en Alcira, Vila-real y Castellón en 1446, y en Alicante en 1459.
Galería de imágenes
Véase también
- Reino de Valencia
- Anexo: Monarcas del reino de Valencia