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Fueros de Valencia para niños

Enciclopedia para niños

Los Fueros de Valencia (en valenciano Furs de València) fueron un conjunto de leyes muy importantes que gobernaron el Reino de Valencia durante muchos años. Estas leyes comenzaron en 1261, cuando el rey Jaime I de Aragón, quien fundó el reino, las aprobó en una reunión especial llamada Cortes del Reino de Valencia. Los Fueros estuvieron vigentes hasta 1707, cuando fueron eliminados por el Decreto de Nueva Planta durante un conflicto por el trono de España.

Historia de los Fueros de Valencia

El origen: la Costum de Valencia

Antes de que existieran los Fueros, había una ley llamada Costum de Valencia. El rey Jaime I de Aragón decidió crear esta ley específica para la ciudad de Valencia, probablemente antes de conquistar la ciudad en octubre de 1238. Su idea era que esta ley se extendiera por todo el nuevo Reino de Valencia.

Al principio, los nobles de Aragón, que habían ayudado en la conquista, querían que las nuevas tierras se rigieran por sus propias leyes, el Fuero de Zaragoza. Sin embargo, Jaime I decidió crear un territorio diferente con sus propias leyes. Para ello, un grupo de expertos en leyes, incluyendo a Pere Albert, preparó la Costum de València. Esta nueva ley buscaba fortalecer el poder del rey, algo que estaba ocurriendo en toda Europa en ese tiempo.

La Costum de València fue algo nuevo en el siglo XIII. Aunque la idea era que fuera la ley principal de todo el reino, al principio solo se aplicó en la ciudad de Valencia y en los lugares que el rey controlaba directamente. En las tierras que el rey entregó a nobles y religiosos como recompensa por la conquista, se aplicaban otras leyes. Por eso, el Reino de Valencia era como un mosaico de leyes diferentes. Los nobles aragoneses usaban el Fuero de Zaragoza, las órdenes militares preferían la Costum de Lleida, y los musulmanes se regían por la ley islámica.

De Costums a Furs: las Cortes de 1261

Alrededor de 1250, Jaime I quiso que la Costum de València se convirtiera en la única ley para todo el reino, y la llamó Furs de València. El rey quería que estas leyes se aplicaran en toda la ciudad de Valencia y en cada rincón del reino.

En el primer capítulo de los Fueros, se definían los límites del Reino de Valencia, desde Benifassà y el río Sénia al norte, hasta Biar y Orxeta al sur.

El cambio de nombre de Costum a Furs pudo ocurrir en 1250, durante una reunión en Morella entre el rey y los principales nobles y religiosos. Este cambio de nombre, de un término más catalán a uno más aragonés, quizás buscaba contrarrestar la influencia de los Fueros de Aragón, que se habían recopilado en 1247.

A pesar de la voluntad del rey, la nobleza aragonesa seguía prefiriendo sus propias leyes, ya que les daban más privilegios y limitaban la autoridad del rey en sus tierras. Para establecer los Furs de València como la ley general, Jaime I convocó en 1261 a los tres grupos principales de la sociedad: la Iglesia, la nobleza y las ciudades. Esta reunión se considera la primera de las Cortes del Reino de Valencia.

Ante las Cortes, el rey proclamó que los Furs serían las leyes para todos los habitantes del reino. Aunque Jaime I ofreció algunas ventajas, la nobleza aragonesa se opuso y abandonó la reunión. Sin embargo, la ciudad de Valencia y las villas reales apoyaron al rey, ya que la aplicación de los Furs a todo el territorio les beneficiaría. Por ejemplo, sus jueces tendrían más poder, habría más impuestos para el rey (ya que nobles y religiosos no pagaban con las leyes aragonesas), y tendrían acceso a los recursos del reino sin pagar tasas a los señores.

Jaime I ordenó traducir los Fueros de Valencia del latín al romance (la lengua que hablaba la gente), y añadió unas cincuenta nuevas normas. Luego, los juró, declarándolos la ley general del reino. También estableció que sus sucesores deberían jurar los Furs al inicio de su reinado. Este compromiso del rey se debió a que necesitaba dinero, y la ciudad de Valencia fue quien más contribuyó.

En 1271, el rey se comprometió a no cambiar los Furs sin el permiso de las Cortes. Esto significó que las leyes del Reino de Valencia eran el resultado de un acuerdo entre el rey y las élites del reino, y no podían ser anuladas sin el consentimiento de ambas partes. Este sistema de acuerdos entre el rey y sus súbditos se conoce como pactismo, y también era común en otros reinos de la Corona de Aragón.

El conflicto por las leyes y su solución (1276-1330)

Cuando Jaime I murió en 1276, el reino seguía dividido por la cuestión de las leyes. Aunque en las Cortes de Aragón de 1264-1265, los nobles aragoneses habían logrado que el rey les permitiera usar los Fueros de Aragón en sus tierras valencianas, Jaime I no cambió el texto de los Furs. Solo aceptó una situación que ya existía. Los nobles aragoneses decían que el Reino de Valencia debía regirse por las leyes de Aragón porque había sido conquistado por ellos. Pero el rey les respondió que había ganado esas tierras con la ayuda de aragoneses, catalanes y otras personas, y que Valencia era un reino aparte, no sujeto a otro.

La solución a este conflicto, que buscaba una ley única para el reino, no llegó hasta cincuenta y tres años después de la muerte de Jaime I, durante el reinado de Alfonso el Benigno (1327-1336). En las Cortes del Reino de Valencia de 1329-1330, se acordó que los Furs serían las únicas leyes del reino. Los señores aragoneses podrían aplicar en sus tierras el "mixto imperio" (poderes judiciales limitados), pero no el "mero imperio" (poderes judiciales completos, incluyendo la pena de muerte), que quedaba reservado al rey.

Este acuerdo de 1329 intentó contentar a todos los grupos importantes del país. Los grandes señores podían mantener sus poderes judiciales completos si ya los tenían, y los señores más pequeños obtenían oficialmente poderes judiciales limitados. Aunque no fue la solución perfecta para todos los que defendían las leyes valencianas, fue aceptada. Este acuerdo fue un paso importante para que los Furs se aplicaran en muchos más lugares del reino.

Archivo:Puerta de la Almoina. Catedral de santa María de Valencia.
Puerta de la Almoina de la Catedral de Valencia. Aquí se publicaron y juraron solemnemente los nuevos Furs de València el 24 de octubre de 1329.

Después del acuerdo sobre la ley única, se trataron muchos otros temas en las Cortes, dando lugar a los "Furs nous" (Fueros nuevos). Estos fueron los primeros fueros nuevos desde los "Furs vells" (Fueros viejos) de Jaime I. Los nuevos Furs de València fueron publicados y jurados solemnemente en la catedral de Valencia el 24 de octubre de 1329. Esto puso fin a un largo conflicto que había durado más de cinco décadas. A partir de entonces, las Cortes comenzaron a tener un papel fundamental en el gobierno del reino, con la participación activa de toda la comunidad.

La aceptación de los Furs por parte de algunos caballeros que usaban leyes aragonesas no fue inmediata. Por eso, el 10 de enero de 1330, se convocó una última sesión de Cortes para que se unieran. Se les dio un plazo de tres meses para adaptarse a los Furs. Aunque el cambio no fue instantáneo, muchos caballeros adoptaron las leyes valencianas en los años siguientes.

Sin embargo, los Fueros de Aragón no desaparecieron por completo del Reino de Valencia. El rey hizo una excepción especial para algunos nobles importantes, permitiendo que las leyes aragonesas se mantuvieran en algunos pequeños señoríos y en cuatro grandes baronías cercanas a Aragón. Este conflicto, aunque menor, siguió siendo importante para la identidad de los valencianos, quienes querían la unidad jurídica de su reino.

La unión de las leyes también llevó al uso del concepto de "General del regne de València" para referirse a la comunidad política formada por los tres grupos sociales. Las Cortes de 1329-1330 fueron también el escenario de la primera donación de dinero que todo el reino concedió al rey. Este dinero se recaudaría mediante impuestos indirectos en todo el territorio y sería gestionado por una comisión con representantes de todos los grupos. Así, la unión de las leyes, la unión política y la unión fiscal fueron de la mano.

Fue en esta época cuando se empezó a usar el término "valenciano" para referirse a los habitantes del reino. Aunque al principio no era muy común, a partir de la década de 1350 se usó mucho en documentos oficiales y crónicas, a menudo junto a los gentilicios de otros reinos de la Corona de Aragón, como "aragoneses" y "catalanes".

Este particularismo valenciano también se extendió al nombre de la lengua. En el siglo XV, el nombre llengua valenciana se hizo más común que català, que se había usado más hasta el siglo XIV. Sin embargo, usar el término llengua valenciana no significaba que se considerara una lengua diferente al catalán. Los textos de la época se referían a la lengua de los valencianos como "catalana" o "valenciana", y no había intención de negar la unidad de la lengua.

Abolición: Decreto de Nueva Planta de 1707

Después de la batalla de Almansa en 1707, durante la Guerra de Sucesión, el rey Felipe V de España, el primer rey de la familia Borbón en España, publicó el Decreto de Nueva Planta. Este decreto puso fin a todas las leyes y el sistema político valenciano.

El Decreto justificaba esta decisión diciendo que los Reinos de Aragón y Valencia habían "perdido" sus leyes por haber estado en el bando contrario en el conflicto. El rey afirmó tener "dominio absoluto" sobre estos reinos y su deseo de que todos sus reinos en España tuvieran las mismas leyes, costumbres y tribunales, siguiendo las leyes de Castilla. Por lo tanto, abolió y derogó todos los fueros, privilegios y costumbres que se habían observado hasta entonces en Aragón y Valencia.

Características de los Fueros de Valencia

Las leyes de Valencia tuvieron características especiales debido a la situación del reino, donde convivían cristianos, musulmanes y judíos. El rey quería reducir el poder de los nobles, por lo que la nueva legislación valenciana estableció un sistema legal que daba más autoridad al rey. Esto era diferente de las antiguas estructuras feudales de otros reinos. Por primera vez en la península, se impuso el "derecho de la tierra" (ius soli) sobre el "derecho de sangre" (ius sanguinis), lo que significaba que las leyes se aplicaban según el lugar donde vivías, no por tu origen familiar.

Esta mezcla de poblaciones llevó a que la ciudad de Valencia desarrollara un sistema político urbano, similar al de otras ciudades comerciales del Mediterráneo como Venecia o Génova. Las facilidades económicas y comerciales atrajeron a muchas personas, y Valencia vivió un periodo de gran crecimiento económico y cultural, conocido como el siglo de oro valenciano.

El rey Jaime I ordenó traducir la primera versión de la Costum, que estaba en latín (y que pocos entendían), al "romance", la lengua común de la mayoría de los valencianos. Tres juristas del ayuntamiento de Valencia hicieron la traducción.

Los fueros también establecieron los límites del reino hasta el año 1304, definidos por el Tratado de Almizra de 1244. Después de esa fecha, gracias al Tratado de Torrella, se incorporaron ciudades como Orihuela, Guardamar, Elche, Santa Pola y Novelda. Este territorio era el ámbito de aplicación de la ley valenciana, que también regulaba la moneda, las medidas, los volúmenes y los pesos, así como la forma de redactar los documentos públicos.

Cargos e instituciones forales

Los Fueros de Valencia crearon importantes cargos e instituciones para el gobierno del reino:

Ediciones Facsímil

Debido a la importancia de los Fueros, existen copias exactas de los documentos originales, llamadas ediciones facsímil. La más reciente se publicó en octubre de 2006, editada por una empresa valenciana, basada en el original que guarda el ayuntamiento de Valencia. Esta edición incluye un importante trabajo de investigación realizado por profesores de la Universidad de Valencia.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Furs of Valencia Facts for Kids

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Fueros de Valencia para Niños. Enciclopedia Kiddle.