Impuesto de las Generalidades para niños
El impuesto de las Generalidades era un tipo de impuesto que se cobraba en la Corona de Aragón durante una época antigua, conocida como el Antiguo Régimen. Era un impuesto indirecto, lo que significa que se pagaba al comprar o vender productos, o al mover mercancías de un lugar a otro.
Este impuesto se aplicaba a casi todas las personas y productos. Su nombre, "generalidades", viene de que lo administraban las "Diputaciones del General" o "Generalidades", que eran como los gobiernos regionales de la época. Las más importantes eran la Generalidad de Aragón, la Generalidad de Cataluña y la Generalidad Valenciana.
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¿Cómo surgió el Impuesto de las Generalidades en Aragón?
El primer registro de este impuesto en Aragón es del año 1364. En ese momento, el rey Pedro IV de Aragón necesitaba mucho dinero para financiar una guerra contra Castilla, conocida como la Guerra de los dos Pedros. Por eso, las Cortes de Zaragoza (una especie de parlamento de la época) aprobaron este impuesto.
¿Cómo se cobraba este impuesto al principio?
Al principio, se pensó que sería un impuesto temporal. Se cobraba un 10% sobre los productos que se exportaban (se enviaban fuera), aunque luego se bajó al 5%. Algunos productos, como el azafrán, estaban exentos. Para los productos que llegaban (importaciones), al principio solo se gravaba el vino, pero pronto se incluyeron también las telas.
Además, se aplicaron "sisas", que eran pequeños impuestos sobre productos básicos que la gente necesitaba para vivir. Esto no gustó mucho a las ciudades y pueblos.
¿Quién se encargaba de la recaudación?
Hasta 1372, el impuesto se cobraba directamente. Dos personas encargadas de la recaudación y un notario, nombrados por los diputados, recogían el dinero. Después de ese año, el derecho a cobrar el impuesto se "arrendó", es decir, se alquiló a comerciantes, sobre todo de Aragón y Cataluña.
A partir de las Cortes de Caspe, Alcañiz y Zaragoza de 1372, el impuesto se hizo permanente. También se consolidó la institución que lo recaudaba, la Diputación del General de Aragón. Se creó un sistema de "collidas" y "sobrecollidas", que eran como puntos de control o aduanas donde se cobraba el impuesto.
¿Cómo evolucionó el impuesto en Aragón?
Con el tiempo, el impuesto se usó también para proteger los productos locales, aumentando los impuestos sobre los artículos que más se comerciaban, como la lana, el trigo y el azafrán. En el siglo XVII, que fue su último periodo, las guerras de la Monarquía Hispánica (el reino de España de entonces) hicieron que se necesitaran más recursos. Por eso, se empezó a cobrar incluso un impuesto sobre el tabaco y el alquiler de la sal para conseguir más dinero y enfrentar la crisis económica.
El Impuesto de las Generalidades en Cataluña
En Cataluña, el sistema era parecido y servía para financiar el funcionamiento diario de la Generalidad. La institución de la Generalidad ya existía desde antes (1359), pero el cambio más importante ocurrió cuando los impuestos que se cobraban para darle dinero al rey se convirtieron en una contribución permanente. La Generalidad podía usar y administrar este dinero libremente. Además, se añadió el "dret de bolla y segell", un impuesto sobre los tejidos. Gracias a esto, los ingresos de la Generalidad llegaron a ser mucho mayores que los que recibía el rey.
El Impuesto de las Generalidades en Valencia
En Valencia, este impuesto también surgió en la misma época. Funcionaba como un impuesto del 5% sobre el valor de la fabricación, venta e importación de productos textiles. Para las materias primas y los alimentos, el impuesto era del 10%. Los diputados y clavarios (encargados de las finanzas) lo administraban.
Desde 1403, se convirtió en un impuesto indirecto normal sobre el comercio, que se calculaba sobre el precio de los productos. Sin embargo, para el arroz, la sal y la lana, el impuesto se fijaba según el peso. Había tres tarifas diferentes para distintos productos. El impuesto sobre la ropa era el único que afectaba directamente a los habitantes del reino.