El Gran Juego para niños
Datos para niños El Gran Juego |
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![]() Mapa de Asia Central en 1885
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Fecha | 1837-1907 | |||
Lugar | Afganistán, Persia, Turquestán, Turkmenistán y Tíbet | |||
Resultado | Afganistán, Persia y Tíbet son considerados estados tapón | |||
Cambios territoriales | Los Janatos de Jiva, Joqand y Bujara forman la Gobernación General de Turquestán bajo dominio ruso. | |||
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El Gran Juego es el nombre que se le dio a la competencia y rivalidad entre el Imperio ruso y el Imperio británico por tener más influencia en Asia Central y el Cáucaso durante el siglo XIX. Esta expresión fue creada por Arthur Conolly, un militar y oficial de inteligencia británico, y se hizo muy conocida gracias al escritor Rudyard Kipling en su novela Kim, publicada en 1901. Los rusos llamaban a esta rivalidad "El Torneo de las Sombras".
Esta competencia se mantuvo como una especie de "Guerra Fría", es decir, un periodo de mucha tensión sin grandes batallas directas entre los dos imperios. Por eso, fueron muy importantes los exploradores, los agentes de inteligencia y los diplomáticos. Sin embargo, sí hubo conflictos en la zona, donde destacaron generales como Frederick Sleigh Roberts, Konstantin von Kaufman y Mijaíl Skobelev.
El Imperio británico quería expandir su control sobre la India y proteger sus intereses allí. Por otro lado, el Imperio ruso buscaba llegar al océano Índico y acceder a las riquezas de Asia Central. Esta carrera por el poder duró desde 1813 hasta 1907, cuando se firmó un acuerdo llamado la Triple Entente. Aunque eran rivales, Gran Bretaña y Rusia nunca se enfrentaron directamente, salvo en la Guerra de Crimea. Con el tiempo, las fronteras de ambos imperios se acercaron, especialmente en la región de Pamir. Esto los obligó a definir sus límites a principios del siglo XX, estableciendo a Afganistán como un "estado tapón" (un país neutral entre dos grandes potencias). Esto también se debió a la fuerte resistencia de las tribus locales en esa zona montañosa.
El "Gran Juego" también se aplicó a la situación en el Lejano Oriente, donde las potencias europeas aprovecharon la debilidad de China para competir por influencia. Como resultado, la independencia del Tíbet fue reconocida por los británicos en 1904, aunque solo duró medio siglo antes de que China recuperara el control.
La derrota de Rusia en la guerra ruso-japonesa en 1905 debilitó su poder. Más tarde, el Imperio ruso sufrió grandes cambios políticos en 1917, lo que llevó a la formación de la URSS.
Contenido
- El Gran Juego: Una Rivalidad Histórica
- ¿Cómo surgió la expresión "El Gran Juego"?
- Los primeros pasos de la rivalidad
- ¿Por qué era tan importante la India para los británicos?
- La Primera Guerra Anglo-Afgana (1838-1842)
- La expansión rusa en Turquestán
- La Segunda Guerra Anglo-Afgana (1878-1880)
- La expansión rusa en Turkmenistán (1879-1884)
- Tensiones en otras regiones
- El fin del Gran Juego
- El Gran Juego en la cultura
- Más información
- Véase también
El Gran Juego: Una Rivalidad Histórica
¿Cómo surgió la expresión "El Gran Juego"?
Aunque la frase "Gran Juego" se hizo famosa con la novela Kim en 1901, las estrategias de poder que describe ya existían mucho antes. La expresión apareció por primera vez en 1857 en un libro llamado Historia de la Guerra en Afganistán, escrito por John William Kaye, un oficial británico. Kaye tomó la frase de Arthur Conolly, un explorador y oficial de inteligencia británico que fue uno de los primeros en cruzar las montañas entre la India y Afganistán. Conolly fue ejecutado por el gobernante de Bujara.
Los primeros pasos de la rivalidad
Pedro I de Rusia fue el primer zar (emperador ruso) que quiso controlar los recursos de Asia Central, como el lapislázuli. En 1717, Pedro envió una expedición a Jiva, una ciudad en el río Oxus. El gobernante de Jiva, un kan, engañó a los rusos y atacó por la noche, causando grandes pérdidas. Jiva mantuvo su independencia por un tiempo más.
Más tarde, en 1798, hubo rumores de que Napoleón quería conquistar la India. El Imperio ruso, por su parte, buscaba expandirse hacia el mar Negro y el Cáucaso, y también hacia Siberia y Asia Central. Estas expansiones rusas, junto con su deseo de controlar los Estrechos (pasos marítimos hacia el Mediterráneo), fueron vistas como una amenaza por el Imperio británico, que era la principal potencia naval del mundo y aliado del Imperio otomano.
¿Por qué era tan importante la India para los británicos?
El control de la India le daba al Imperio británico mucha riqueza y prestigio. Después de las guerras napoleónicas, la India se convirtió en la "joya de la corona", la parte más importante del Imperio. La Compañía Británica de las Indias Orientales tenía mucha libertad para administrar este territorio. La geografía de la India parecía protegerla, con el Himalaya al norte y las junglas al este. Sin embargo, al noroeste, la India limitaba con Afganistán, que a su vez limitaba con el Imperio ruso. Esto preocupaba a los británicos, quienes temían que Rusia pudiera amenazar su control sobre la India.
Para Rusia, Asia Central era un lugar ideal para conseguir materias primas y vender sus productos. Además, querían calmar las fronteras, ya que las tribus locales a menudo atacaban el territorio ruso. También sabían que, al presionar en Asia Central, podían obligar a los británicos a permitir que los barcos rusos usaran los estrechos del Bósforo y los Dardanelos para llegar al Mediterráneo.
Entre estos dos grandes imperios, siempre buscando expandirse, había países como Persia, Afganistán y el Tíbet. Persia fue un "estado tapón" donde ambos imperios intentaron influir. Afganistán sufrió presiones de ambos lados y tuvo dos guerras contra el Imperio británico. El Tíbet, aunque no estaba directamente entre ellos, también fue un punto de tensión.
La Primera Guerra Anglo-Afgana (1838-1842)
En 1837, un embajador ruso llegó a Kabul, la capital de Afganistán, para negociar un tratado favorable a Rusia. Esta misión no tuvo éxito.
Cuando Lord Auckland, el gobernador general de la India, se enteró de la embajada rusa, decidió invadir Afganistán para derrocar al emir Dost Mohammed Khan.
En 1839, un ejército británico e indio de 21.000 soldados británicos y 38.000 auxiliares indios invadió Afganistán. Tomaron Kandahar y Ghazni sin mucha dificultad. Cuando Kabul cayó en agosto, pusieron en el trono a Shuja Shah Durrani, en lugar de Dost Muhammed, quien fue enviado al exilio. Los soldados británicos se quedaron en la ciudad para proteger al nuevo emir.
En 1841, el hijo de Dost Mohamed, Akbar Jan, lideró una revuelta contra los británicos. Muchos líderes tribales se unieron a la revuelta cuando los británicos dejaron de pagarles por proteger los caminos.
El 1 de noviembre de 1841, una multitud de afganos atacó la residencia de Alexander Burnes, matando a todos los que estaban dentro. Este ataque no provocó una respuesta inmediata de los británicos.
Semanas después, los afganos ocuparon las alturas alrededor de Kabul. Las fuerzas británicas fueron atacadas y tuvieron que huir. La situación en Kabul se volvió muy difícil. Los británicos intentaron negociar una retirada pacífica con Akbar Jan, pero el oficial británico a cargo, William Macnaghten, fue asesinado. A pesar de esto, los británicos siguieron negociando.
El 6 de enero de 1842, las tropas británicas e indias, junto con sus familias, salieron de Kabul. Durante una semana, los afganos los atacaron desde las montañas. El 13 de enero, la columna llegó a Gandamak y encontró el paso bloqueado. El general Elphinstone se entregó a Akbar Mohammed para salvar vidas. Los soldados restantes intentaron llegar a Jalalabad, pero fueron derrotados en la batalla de Gandamak. Solo unos pocos sobrevivieron como prisioneros, y solo el doctor William Brydon logró llegar a Jalalabad.
Lord Ellenborough, el nuevo gobernador británico, envió una fuerza para castigar a los afganos. Bajo el mando del general George Pollock, 14.000 soldados forzaron el paso Jáiber y derrotaron a Akbar Jan. Luego marcharon a Kabul y destruyeron el Gran Bazar. Para diciembre de 1842, todo el ejército británico había regresado a la India.
En 1857, la rebelión de los Cipayos puso en peligro el control británico de la India. La revuelta fue controlada, pero tuvo un gran impacto. En 1858, la Corona británica tomó el control directo de la India, estableciendo el Raj británico.
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La resistencia de los últimos soldados británicos en la batalla de Gandamak (obra de William Barnes Wollen).
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Llegada de William Brydon a Jalalabad (obra de Elizabeth Thompson).
La expansión rusa en Turquestán
En la segunda mitad del siglo XIX, el Imperio ruso se expandió mucho en Asia Central. Antes de 1850, Rusia ya controlaba Kazajistán. La expansión se detuvo durante la Guerra de Crimea, donde Rusia intentó llegar al mar Mediterráneo, pero fue derrotada por la intervención de potencias occidentales, incluyendo Gran Bretaña. Después de la guerra, Rusia se centró en expandirse hacia sus territorios asiáticos.
A mediados del siglo XIX, la región de Asia Central conocida como Turquestán estaba dividida en tres pequeños reinos o "janatos": janato de Bujara, janato de Jiva y janato de Joqand. Rusia decidió anexar estos territorios, junto con Kirguistán y Turkmenistán. El primer objetivo ruso fue el Janato de Bujara. La ciudad de Chimkent cayó en manos rusas en 1864. Este ataque preocupó a los británicos, quienes pidieron al general ruso Mihail Grigorievich Chernaiev que se detuviera. Él no hizo caso y atacó la ciudad de Tarkent en 1865, lo que provocó una fuerte protesta británica. El general fue destituido.
Dmitry Romanovski fue su sucesor y continuó el avance ruso en 1866. Con 3.600 hombres, derrotó a las fuerzas del Janato de Bujara (cerca de 40.000 soldados) en la batalla de Irdzchar y luego invadió el valle de Ferganá. La ofensiva rusa continuó ese verano con la conquista de varias ciudades hasta Samarcanda.
Para organizar los territorios conquistados, se creó la Gobernación General de Turquestán en 1867, con Konstantin von Kaufman al mando, quien tenía mucho poder. La primera acción de Kaufman fue ocupar el valle de Kirguistán.
En 1868, Samarcanda fue tomada por los rusos. Kaufman dejó solo 500 soldados en la ciudad y continuó su avance. Poco después, la gente de Samarcanda se unió a las tropas de Abd al-Malik Tura, hijo del emir de Bujara, contra los rusos. Los rusos, superados en número, se refugiaron en la ciudadela y resistieron durante una semana hasta que von Kaufman regresó con el resto del ejército, obligando a los atacantes a retirarse. Después de asegurar Samarcanda, las tropas rusas ganaron la batalla de Zerabulak, y el emir de Bujara se rindió. El antiguo janato quedó bajo su control, pero Rusia controlaba sus relaciones con otros países.

En cuanto al janato de Joqand, en 1868 von Kaufman firmó un acuerdo de paz con el emir Judoyar Jan. Sin embargo, en 1873, comenzó una revuelta contra el emir y los rusos. Kaufman ordenó a las tropas rusas controlar la situación, ocupando el janato. En 1876, el janato fue incorporado a la Gobernación General de Turquestán. El emir de Joqand siguió gobernando internamente, pero Rusia controlaba sus relaciones exteriores.
La caída del janato de Jiva bajo control ruso preocupó mucho a los británicos. El zar Alejandro II de Rusia aseguró a Londres que no tenía intenciones de anexar Jiva. Sin embargo, en 1873, el emir de Jiva firmó un acuerdo para convertirse en un protectorado ruso, lo que significaba que no podía tener relaciones directas con otros países sin el permiso de Rusia.
La Segunda Guerra Anglo-Afgana (1878-1880)

En noviembre de 1878, el emir de Afganistán Sher Alí negoció con Rusia, que estableció una delegación en su corte. Gran Bretaña intentó negociar, pero el emir se negó y firmó un tratado de amistad con Rusia. Preocupado, el virrey de la India, lord Lytton, ordenó la invasión de Afganistán.
Las fuerzas británicas, bajo el mando de Frederick Sleigh Roberts, avanzaron hacia Kabul y derrotaron a los afganos en Peiwar Kotal en 1878. Sher Alí huyó y murió en 1879. Su hijo Mohammed Yakub Jan lo sucedió y firmó un acuerdo (el Tratado de Gandamak) con Gran Bretaña, convirtiendo a Afganistán en un protectorado británico. Las tropas británicas regresaron a la India, dejando a Pierre Louis Napoleon Cavagnari como representante en Kabul. En septiembre de 1879, soldados rebeldes, descontentos con el tratado, se levantaron y Cavagnari y sus ayudantes fueron asesinados.
Roberts regresó a Afganistán y avanzó hacia Kabul, enfrentando ataques afganos. Derrotó a un ejército afgano en la batalla de Charasia en 1879. Al entrar en Kabul, Roberts castigó severamente a 87 afganos sospechosos de participar en el asesinato de la delegación británica y capturó a Mohammed Yakub Jan. Sin embargo, los afganos se levantaron de nuevo, y Roberts fue asediado en Kabul hasta que fue rescatado por las fuerzas de Donald Stewart.
Mohammed Yakub Jan huyó de Afganistán y su primo Abdur Rahman lo sucedió, reconociendo el Tratado de Gandamak. Pero el hermano de Mohammed Yakub Jan, Mohammed Ayub Jan, no aceptó la sucesión.
En diciembre de 1879, Roberts venció de nuevo a los afganos en la batalla de Sherpur, pero la guerra de guerrillas (pequeños grupos atacando) desgastó mucho a sus fuerzas. En julio de 1880, Mohammed Ayub Jan reunió un ejército y marchó hacia Kandahar. Las fuerzas británicas, bajo George Scott Reynolds Burrows, fueron derrotadas en la batalla de Maywand. Los sobrevivientes se refugiaron en Kandahar, donde fueron asediados. Frederick Sleigh Roberts marchó desde Kabul para ayudarlos, llegando el 31 de agosto. Mohammed Ayub Jan levantó el sitio y se retiró. El 1 de septiembre, tuvo lugar la batalla de Kandahar. Roberts atacó y logró tomar las posiciones afganas. Las condiciones de paz establecieron que Afganistán sería un protectorado británico y que sus relaciones exteriores estarían bajo el control británico. Sin embargo, este acuerdo no fue muy efectivo, y los rusos animaron al gobierno afgano a ignorar esta cláusula, lo que hizo que Afganistán fuera cada vez más independiente.
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Unidades gurkhas en la batalla de Peiwar Kotal (obra de John Singer Sargent).
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Los Highlanders y los gurkhas del ejército británico en la batalla de Kandahar (obra de Richard Caton Woodville).
La expansión rusa en Turkmenistán (1879-1884)


Los turcomanos eran un pueblo dividido en cuatro grandes tribus. El primer conflicto entre rusos y turcomanos ocurrió en 1873, cuando Konstantin von Kaufman exigió una compensación a una de las tribus por haber apoyado al janato de Jiva contra Rusia.
La conquista de Turkmenistán se retrasó por la oposición británica, pero Rusia tuvo más libertad para actuar durante la segunda guerra anglo-afgana. En septiembre de 1879, los rusos atacaron la fortaleza de Gökdepe, pero fueron derrotados. En 1881, el ejército ruso, con 11.000 soldados al mando de Mijaíl Skobelev, logró tomar Gökdepe. Después de la captura, hubo días de saqueo y muchos defensores perdieron la vida.
Tras la toma de Gökdepe, cayeron Akhal Teke y Asjabad. El 24 de marzo de 1881, Alejandro III de Rusia ordenó la anexión de las tierras de la tribu Teke. Para evitar problemas con Persia, se delimitó la frontera ruso-persa en 1881. Para reducir la tensión con Gran Bretaña, el zar ruso aceptó negociar en Londres en 1882, pero al mismo tiempo, oficiales rusos llegaron a Merv para acordar la rendición pacífica de la ciudad.
El 13 de febrero de 1884, Alexander Komarov, gobernador de la provincia de Transcaspio, informó al zar que los gobernantes de Merv habían aceptado una alianza incondicional con Rusia. Esto aumentó la tensión entre los dos imperios. En julio de 1884, rusos y británicos acordaron crear una comisión para delimitar las fronteras entre Rusia y Afganistán. En Gran Bretaña, se creía que el oasis de Penjdeh debía pertenecer a Afganistán, pero Rusia seguía planeando construir un ferrocarril hasta el sur de Herat, lo que aumentaba la tensión.
En marzo de 1885, una columna rusa atacó a tropas afganas, que tuvieron que retirarse. Gran Bretaña protestó, y la tensión creció, pareciendo que una guerra era inminente. Sin embargo, la inestabilidad en Europa, con la amenaza del Imperio alemán, hizo que ambos imperios buscaran un acuerdo rápido.
El acuerdo final sobre las fronteras se firmó el 22 de septiembre de 1885. El distrito de Penjdeh pasó a ser ruso, pero Afganistán mantuvo el paso Zulficar. Con la firma de un tratado anglo-persa en 1885, se restableció el equilibrio en la zona.
Tensiones en otras regiones
En Persia, ambos imperios compitieron por ser la potencia más influyente, aunque no hubo enfrentamientos armados. Rusia construyó un ferrocarril que llegaba hasta la frontera persa y planeó extenderlo hasta el golfo Pérsico, fomentando el comercio. También crearon un Banco ruso-persa que ofrecía préstamos al gobierno del sah. A veces, hubo tropas rusas en Persia.
Los británicos intentaron extender su influencia con consulados y construyendo su propio ferrocarril, pero no lograron igualar la influencia rusa en el país. El Tíbet también fue una zona de tensión, aunque no estaba directamente entre los dos imperios. Cuando un súbdito del zar se convirtió en el tutor del Thubten Gyatso, el decimotercer dalái lama, y luego fue enviado a la corte rusa, los británicos decidieron enviar una delegación a Lhasa para contrarrestar la influencia rusa. Cuando la delegación británica llegó a Lhasa, el dalái lama había huido. Los monjes fueron obligados a aceptar relaciones comerciales con Gran Bretaña y a excluir a todos los extranjeros de los asuntos internos del país.
El fin del Gran Juego
A principios del siglo XX, la tensión entre los dos imperios era muy alta. Sin embargo, otras dificultades en otras fronteras ayudaron a reducirla. Los británicos tuvieron que enfrentar la Segunda Guerra de los Bóeres (1899-1902), mientras que los rusos tuvieron que lidiar con la guerra ruso-japonesa (1904-1905) y problemas internos en su país. El 31 de agosto de 1907, se firmó el Tratado Anglo-Ruso de Mutua Cordialidad, que formalizó las relaciones entre ambos imperios en Asia Central, asegurando la independencia de Afganistán, Persia y Tíbet como estados neutrales.
El Gran Juego en la cultura
El Gran Juego ha sido un tema popular en el arte. La literatura, en particular, lo ha difundido mucho, presentándolo como una misión de exploración y aventura.
- Rudyard Kipling es uno de los autores que más escribió sobre el Gran Juego. Sus obras suelen transcurrir en la India colonial británica. Algunas de sus obras importantes que tratan el Gran Juego son: Gunga Din, Kim y El hombre que pudo ser rey.
- Percival Christopher Wren también ambientó varias de sus obras en la frontera noroeste de la India.
- Julio Verne ambientó parte de su famosa obra Miguel Strogoff en Asia Central.
- George MacDonald Fraser ambientó algunos de los libros de la serie de Harry Flashman durante el Gran Juego.
La pintura también se inspiró en el Gran Juego.
- Vasili Vereshchaguin, que era pintor y militar, estuvo en Asia Central y participó en algunos eventos. Sus obras muestran acciones militares, paisajes, gente y costumbres de la región.
- Elizabeth Thomson pintó “Los remanentes del ejército”, que muestra la llegada del doctor Brydon a Jalalabad.
- William Barnes Wollen pintó “La última defensa del 44 de infantería en Gandamak”, que refleja la resistencia de los últimos sobrevivientes de la batalla de Gandamak.
- Nikolay Karazin pintó varios cuadros sobre el Gran Juego, como El cruce de las tropas rusas de las arenas muertas de Adam-Krylgan y Entrada de las tropas rusas en Samarcanda.
- John Watson, el compañero de Sherlock Holmes (personaje creado por Arthur Conan Doyle), fue cirujano del ejército británico durante la segunda guerra afgana.
El Gran Juego también ha sido representado en el juego de mesa Pax Pamir, creado por Cohle Wehrle.
Más información
- Colonialismo
- Imperialismo
- Guerra de Crimea
- Rebelión de los Cipayos
- El Nuevo Gran Juego
Véase también
En inglés: Great Game Facts for Kids