Dolor para niños
Datos para niños Dolor(nombre de síntoma) |
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Especialidad | neurología atención primaria anestesiología medicina de emergencia cuidados paliativos |
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El dolor es una sensación desagradable que sentimos en nuestro cuerpo. Puede ser una señal de que algo no está bien. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) lo describe como una experiencia que no solo es física, sino también emocional.
Todos los seres vivos con un sistema nervioso central pueden sentir dolor. Es el resultado de cómo nuestro cuerpo procesa la información sobre un posible daño. Sin embargo, el dolor no es solo físico; también influyen nuestros sentimientos y el ambiente que nos rodea.
La ciencia que estudia el dolor se llama algología.
Contenido
Historia del estudio del dolor
Desde hace mucho tiempo, las personas han intentado entender el dolor. Los antiguos griegos, hace más de 2.500 años, empezaron a pensar en las enfermedades de forma más lógica.
Durante siglos, los médicos usaron ideas variadas para tratar el dolor. Pero a partir del siglo XIX, la ciencia empezó a estudiar cómo funciona el dolor en el cuerpo. En el siglo XX, surgieron especialidades médicas como la anestesiología, que se encarga de evitar el dolor durante las operaciones.
¿Cómo funciona el dolor en nuestro cuerpo?
El dolor tiene una función importante: nos avisa cuando una parte de nuestro cuerpo podría estar en peligro. Esta señal de alarma activa una serie de mecanismos para protegernos y ayudarnos a manejar el estrés. Nuestro cuerpo usa varias herramientas para esto:
- Detectores de daño: Son neuronas especiales llamadas nociceptores. Ellas son las encargadas de recibir la señal de dolor.
- Mecanismos rápidos de protección (reflejos): Son reacciones muy rápidas que ocurren en la médula espinal. Por ejemplo, cuando quitas la mano rápidamente de algo caliente. También pueden hacer que los músculos se contraigan para proteger una articulación lesionada, como en el lumbago.
- Mecanismos de alerta general (estrés): El dolor activa centros en el cerebro que nos ponen en estado de alerta. Esto aumenta nuestra atención y prepara al cuerpo para huir o luchar, cambiando nuestra respiración, ritmo cardíaco y hormonas.
- Mecanismos de localización: Nuestro cerebro intenta saber dónde está el daño. Si es en la piel, la localización es precisa. Si es en un órgano interno, el dolor puede sentirse más difuso.
- Mecanismos de comportamiento: El dolor puede hacernos sentir enojo o agresividad. Esto nos ayuda a concentrarnos en la amenaza y a decidir si debemos escapar o defendernos.
- Mecanismos de alivio natural: En algunas situaciones, nuestro cuerpo puede producir sustancias que disminuyen el dolor, incluso si tenemos heridas graves.
El dolor es una experiencia personal. En él influyen tanto lo que sentimos (psicológico) como lo que le pasa a nuestro cuerpo (biológico).
Partes del dolor
El dolor, especialmente el que dura mucho tiempo (crónico), tiene varias partes:
- El componente sensorial: Es la parte física del dolor. Nos dice dónde está, qué tipo de dolor es (quemazón, punzada), cuánto dura y qué tan fuerte es.
- El componente emocional: Es la parte desagradable del dolor. Cómo nos afecta emocionalmente sentirlo.
- El componente cognitivo: Se refiere a cómo nuestra mente interpreta el dolor. Incluye nuestra atención, lo que esperamos, cómo lo recordamos de experiencias pasadas y cómo decidimos actuar. Por ejemplo, un estudio mostró que los soldados heridos pedían menos analgésicos que los civiles con heridas similares. Esto se debe a que el significado de la herida era diferente para cada grupo: para los soldados podía significar el fin del combate, mientras que para los civiles podía significar la pérdida de trabajo.
¿Cómo se detecta el dolor a nivel celular?
Nociceptores
Los nociceptores son las terminaciones nerviosas de neuronas especiales que detectan el dolor. No tienen estructuras complejas alrededor, como otros receptores de la piel. Se encuentran en muchos tejidos del cuerpo, como la piel, los vasos sanguíneos, los músculos y los órganos internos.
Tipos de nociceptores
Hay tres tipos principales de nociceptores:
- Los que detectan el calor.
- Los que detectan la presión o golpes.
- Los que detectan varios tipos de estímulos (polimodales).
Todos ellos necesitan un estímulo fuerte para activarse, a diferencia de los receptores del tacto o la temperatura normal.
Tipos de fibras nerviosas
La información del dolor viaja por dos tipos de fibras nerviosas:
- Fibras A-delta: Son más rápidas. Transmiten un dolor agudo y punzante, como el que sientes al pincharte.
- Fibras C: Son más lentas. Transmiten un dolor más sordo, persistente y difuso, como el que sientes después de un golpe.
El fenómeno de los dos dolores
Cuando te golpeas, por ejemplo, el pie, sientes dos dolores: primero uno agudo y rápido (por las fibras A-delta), y luego, después de una pequeña pausa, un segundo dolor más sordo y duradero (por las fibras C). Esto ocurre porque los nociceptores térmicos, mecánicos y polimodales se activan al mismo tiempo.
Proteínas del dolor
Para que el cerebro entienda la señal de dolor, esta debe convertirse en una señal eléctrica. Este proceso se llama "transducción". En las terminaciones de los nociceptores, unas proteínas especiales se activan y abren unos "canales" que permiten el paso de iones. Esto genera una señal eléctrica que viaja al sistema nervioso central.
Una de estas proteínas es el receptor TRPV1, que detecta el calor y la capsaicina (la sustancia que hace que los pimientos piquen). También se han descubierto otros canales importantes, como el TRPM8 (relacionado con la sensación de frío y mentol) y el TRPA1 (relacionado con el frío doloroso y sustancias irritantes).
Mensajeros químicos del dolor
La información del dolor se transmite entre las neuronas de la médula espinal usando sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Los principales son el glutamato y los neuropéptidos (como la sustancia P y el CGRP).
- Glutamato: Es el principal mensajero. Produce señales rápidas en las neuronas de la médula. Si los estímulos dolorosos se repiten, el glutamato puede activar otros receptores que hacen que el dolor aumente.
- Neuropéptidos: Estos mensajeros amplifican y prolongan el efecto del glutamato. A diferencia del glutamato, los neuropéptidos pueden difundirse y afectar áreas más grandes, lo que puede explicar por qué el dolor a veces se siente de forma difusa.
Bioquímica del dolor
Cuando un tejido se daña (por un golpe, calor o químicos), las células liberan sustancias como potasio, bradiquinina y prostaglandinas. Estas sustancias aumentan la sensibilidad de los nociceptores y activan la señal de dolor.
Otras sustancias como la serotonina y la histamina también se liberan y pueden aumentar la señal de dolor. La liberación de estas sustancias puede causar edema (hinchazón) y enrojecimiento en la zona afectada.
Sustancia | Origen | Efecto en el dolor |
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Potasio | Células dañadas | Fuerte |
Serotonina | Plaquetas | Fuerte |
Bradiquinina | Plasma | Muy fuerte |
Histamina | Mastocitos | Medio |
ATP | Células dañadas | Medio |
H+ | Células dañadas / Células inflamatorias | Variable |
Prostaglandinas | Células dañadas | Variable |
Leucotrienos | Células dañadas | Variable |
Sustancia P | Terminaciones nerviosas | Variable |
CGRP | Terminaciones nerviosas | Variable |
La liberación de estas sustancias puede hacer que el dolor se mantenga incluso después de que el estímulo inicial haya desaparecido.
Alodinia e hiperalgesia
Estos son dos fenómenos que ocurren cuando los nociceptores se vuelven más sensibles después de una lesión:
- Alodinia: Sentir dolor por estímulos que normalmente no lo causarían. Por ejemplo, que te duela la piel al tocarla suavemente después de una quemadura de sol.
- Hiperalgesia: Sentir un dolor mucho más intenso de lo normal ante un estímulo que ya es doloroso.
Estos fenómenos pueden ocurrir en la zona dañada (sensibilización primaria) o en áreas cercanas que no fueron directamente afectadas (sensibilización secundaria).
Las vías del dolor en el cerebro
El dolor es complejo. No solo implica detectar el daño, sino también cómo lo pensamos y sentimos.
La médula espinal
La médula espinal es como una autopista para las señales de dolor. En su parte posterior, hay un área donde las neuronas del dolor hacen sinapsis (se conectan). Esta área tiene varias capas, llamadas láminas de Rexed, que procesan diferentes tipos de señales.
Lámina | Información que recibe | Tipo de neurona | Función |
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I | Dolor (fibras C y Aδ) | Neuronas específicas del dolor | Transmite dolor |
II | Dolor y otros estímulos | Neuronas que regulan | Modula las señales de dolor |
III + IV | Tacto no doloroso | Neuronas con campos pequeños | Tacto |
V | Dolor y tacto | Neuronas de amplio rango | Dolor, tacto, temperatura |
Las láminas I y II reciben las señales de los nociceptores. La lámina II, en particular, actúa como un filtro, regulando la intensidad de las señales que van al cerebro. La lámina V es importante porque recibe señales tanto de la piel como de los órganos internos. Esto puede explicar el dolor referido, que es cuando el dolor de un órgano interno se siente en una parte diferente del cuerpo. Por ejemplo, el dolor de un infarto de miocardio a veces se siente en el brazo izquierdo.
Caminos del dolor hacia el cerebro
Las principales vías que llevan la señal de dolor al cerebro son:
- El haz espinotalámico (STT): Es la vía más importante. Lleva la información del dolor a la corteza cerebral, donde se procesa la sensación.
- Los haces espinoparabraquial amigdalino (SPA) y espinoparabraquial hipotalámico (SPH): Estas vías están relacionadas con las reacciones rápidas y emocionales al dolor, sin que intervenga la parte consciente del cerebro.
El tracto espinotalámico (STT)
Esta vía es crucial. Si se interrumpe, las sensaciones de dolor disminuyen mucho en el lado opuesto del cuerpo.
- En el tronco cerebral, el STT activa reacciones como cambios en la respiración y el ritmo cardíaco, y nos pone en estado de alerta.
- En el tálamo, el STT se conecta con otras neuronas que envían la señal a la corteza sensorial primaria (S1) y a la ínsula. La S1 nos ayuda a localizar el dolor, y la ínsula procesa la parte emocional.
Los haces SPA y SPH
Estos haces son importantes para las reacciones rápidas y los comportamientos automáticos ante el dolor. Se conectan con la amígdala (relacionada con el miedo y las emociones) y el hipotálamo (que controla funciones vitales y comportamientos de defensa). Por eso, estas vías participan en las emociones básicas del dolor.
Cómo el cerebro integra el dolor
Las neuronas de la corteza somatosensorial primaria (S1) nos ayudan a localizar el dolor con precisión. Pero otras áreas del cerebro también son importantes:
- El córtex cingular anterior (CCA): Se encarga de la parte emocional del dolor.
- El córtex de la ínsula: Procesa información sobre el estado interno de nuestro cuerpo. Si esta área está dañada, una persona puede sentir el dolor, pero no la respuesta emocional normal, lo que dificulta que perciba la amenaza.
La ínsula y otras áreas del cerebro trabajan juntas para crear una imagen completa de la situación, incluyendo lo que recordamos y el contexto. Esto nos ayuda a decidir cómo reaccionar ante el dolor, si debemos enfrentar la situación o huir.
¿Cómo se describe el dolor?
Las características del dolor se describen según lo que la persona siente. Se pueden organizar de varias maneras:
- Cuándo empezó: ¿Fue de repente o poco a poco?
- Qué lo causa o lo empeora: ¿Hay algo que lo active o lo haga más fuerte?
- Qué lo alivia: ¿Hay algo que lo haga sentir mejor?
- Tipo de dolor: ¿Es punzante, quemante, sordo, opresivo?
- Dónde está y si se extiende: ¿Está en un solo lugar o se irradia a otras partes?
- Intensidad: ¿Qué tan fuerte es?
- Duración y cómo cambia: ¿Cuánto tiempo dura y si varía a lo largo del día?
Para medir la intensidad del dolor, se usan diferentes escalas según la edad:
- Para niños menores de 4 años: Se observa su expresión facial, movimientos, llanto y si se consuelan fácilmente.
- Para niños entre 4 y 12 años: Se usan escalas con expresiones faciales o la escala de discapacidad y dolor de Wharton.
- Para adultos: Se usan escalas numéricas, visuales o verbales, y también la escala de Wharton.
Factores que influyen en el dolor
Muchos factores pueden cambiar cómo percibimos el dolor, haciéndolo más fuerte o más débil:
- El sexo y la edad.
- El nivel de comprensión de la persona.
- La personalidad: el estado de ánimo, las expectativas, la ansiedad, el miedo o el enfado.
- El momento o la situación de la vida en que se produce el dolor.
- La relación con otras personas (familiares, amigos).
- Experiencias de dolor anteriores.
- El nivel educativo y la cultura.
- El ambiente: lugares ruidosos o con mucha luz pueden empeorar algunos dolores, como los de cabeza.
Tipos de dolor
El dolor se puede clasificar de varias maneras:
Según el tiempo que dura
- Dolor crónico: Dura más de tres meses, como el dolor de algunas enfermedades de larga duración.
- Dolor agudo: Dura poco tiempo, generalmente menos de dos semanas, como un dolor de muelas o el de un golpe.
A veces es difícil distinguirlos, ya que el dolor puede ir y venir. Por ejemplo, el dolor después de una operación es agudo, pero a veces se prolonga. Las migrañas pueden durar unos días varias veces al año, lo que las hace difíciles de clasificar.
Según su origen
- Dolor nociceptivo: Es el dolor que se produce cuando se activan los nociceptores (los receptores del dolor). Por ejemplo, un pinchazo.
- Dolor neuropático: Es causado por un daño directo en el sistema nervioso. Puede sentirse con estímulos mínimos o sin ellos, y suele ser un dolor constante.
Según dónde se localiza
- Dolor somático: Se origina en la piel, los huesos o los músculos. Es un dolor agudo y bien localizado, como el de una artritis o un dolor muscular.
- Dolor visceral: Se origina en los órganos internos (vísceras) del abdomen, la pelvis o el pecho. Es un dolor más difuso y profundo. A menudo se acompaña de náuseas, vómitos o sudoración. A veces, este dolor se siente en una parte de la piel que está lejos del órgano afectado (dolor referido).
Tratamiento del dolor
Existen varias formas de tratar el dolor:
- La terapia con medicamentos: Consiste en usar medicamentos para aliviar el dolor.
- La terapia física o electromedicina: Implica el uso de corrientes eléctricas o ondas de sonido para tratar el dolor.
Es importante distinguir entre:
- Tratamiento del dolor agudo: Es el dolor que sentimos por un golpe, una fractura, un dolor de muelas o después de una operación.
- Tratamiento del dolor crónico: Es un dolor que es constante y dura mucho tiempo.
- Tratamiento del dolor en el cáncer: Para el dolor en el cáncer y otras enfermedades crónicas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una guía llamada Escalera analgésica de la OMS, que describe los diferentes tratamientos y medicamentos.
El dolor agudo suele ser más fácil de tratar, ya que a menudo tiene una causa clara como una lesión o una inflamación. Se usan analgésicos o técnicas para eliminar la causa. Si el dolor agudo no se trata bien, a veces puede convertirse en dolor crónico.
Los pacientes con dolor crónico a menudo necesitan la ayuda de varios especialistas. Aunque puede ser causado por una lesión o enfermedad, a veces no tiene una causa clara, lo que puede ser frustrante.
Anestesia
La anestesia es una condición en la que se bloquean las sensaciones (incluido el dolor) usando un medicamento. Puede ser total (anestesia general, donde la persona está inconsciente) o parcial (anestesia local o regional, que afecta solo una parte del cuerpo).
Analgesia
La analgesia es la eliminación de la sensación de dolor sin perder la consciencia. Nuestro cuerpo tiene un sistema natural para aliviar el dolor, que puede ser complementado con analgésicos. La analgesia puede ocurrir en el sistema nervioso central, en los nervios o en los nociceptores.
Nuestro cuerpo tiene un sistema natural de analgesia que funciona con tres partes principales:
- La sustancia gris periacueductal.
- El núcleo mayor del rafe.
- Neuronas especiales en la médula espinal que bloquean las señales de dolor.
También hay receptores de opioides en el cuerpo que se activan con endorfinas (sustancias que nuestro cuerpo produce para aliviar el dolor). Estos receptores ayudan a reducir las señales de dolor.
La teoría de control de entrada del dolor sugiere que el dolor puede ser modulado por otros estímulos. Por ejemplo, frotarse una rodilla golpeada puede reducir el dolor al interferir con la transmisión de la señal al cerebro.
Tratamientos complementarios
Muchas personas buscan tratamientos complementarios para el dolor.
La medicina tradicional china, por ejemplo, ve el dolor como un "qi" (energía) bloqueado. Tratamientos como la acupuntura (que usa agujas finas en puntos específicos del cuerpo) pueden ayudar, posiblemente estimulando la liberación de opioides naturales del cuerpo.
Algunos suplementos nutricionales como la cúrcuma o los omega-3 también se usan para el dolor, aunque los estudios científicos no siempre muestran resultados claros.
La hipnosis y otras técnicas que cambian el estado de conciencia pueden ser útiles para manejar el dolor.
También, ciertos tipos de ejercicio y manipulación física pueden dar buenos resultados.
Tratamiento del dolor con magnetismo
La estimulación magnética transcraneana repetitiva (EMTr) es un tratamiento prometedor para el dolor crónico. Usa campos magnéticos para influir en las señales eléctricas de las neuronas en el cerebro. Esta técnica no es invasiva y puede ayudar a personas cuyo dolor no mejora con medicamentos. Ha sido aprobada para tratar la depresión crónica y su uso para el dolor está creciendo.
Otras ideas sobre el dolor
Según el neurólogo Jordi Montero, el dolor es una función muy necesaria. Nos ayuda a evitar peligros y a corregir comportamientos que podrían dañarnos. Esta sensación está directamente relacionada con lo que causa el daño y dura lo necesario para evitar el peligro. Solo cuando el dolor es crónico o no tiene una razón clara, se considera una enfermedad.
Dolor fetal
Los bebés antes de nacer también pueden sentir dolor. Hay pruebas de que los recién nacidos sienten el dolor con más intensidad que los adultos.
A las siete semanas de gestación, los bebés ya tienen sensibilidad alrededor de la boca, y a las 20 semanas, en toda la piel. En esta etapa, el bebé ya puede reconocer la voz de su madre. Entre las 24 y 48 semanas, las vías nerviosas para sentir el dolor ya están presentes.
Algunos estudios muestran que los fetos de 23 a 24 semanas liberan endorfinas (analgésicos naturales) y cortisol (una sustancia que aumenta con el estrés) en respuesta a procedimientos médicos. El sistema nervioso de un recién nacido está en desarrollo constante. Las experiencias dolorosas en esta etapa y hasta el primer año de vida pueden influir en cómo se organiza su cerebro cuando sea adulto. Se sugiere que los recién nacidos que han sufrido dolor intenso pueden tener una sensibilidad alterada, sintiendo más dolor ante estímulos leves, y pueden desarrollar problemas como ansiedad, dificultades de atención o hiperactividad.
Véase también
En inglés: Pain Facts for Kids
- Asociación Internacional para el Estudio del Dolor
- Corpúsculo
- Cuidados paliativos
- Dolor de cabeza
- Dolor de pecho
- Dolor de garganta
- Dolor de huesos
- Dolor en los animales
- Dolor muscular
- Escalera analgésica de la OMS