Cementerio de San Fernando (Sevilla) para niños
El Cementerio de San Fernando se encuentra en el barrio de San Jerónimo, al norte de la ciudad de Sevilla, Andalucía, España. Fue construido en 1852 y es el único cementerio municipal de la ciudad. Tiene una superficie de 28 hectáreas.
Contenido
Descripción del Cementerio de San Fernando
El cementerio tiene una superficie de 278.483 metros cuadrados. Su diseño tiene forma de pirámide y está orientado hacia el sur. La entrada principal se encuentra en el vértice sur y da acceso a una larga avenida recta de 800 metros. Esta avenida se divide en tres partes, separadas por dos rotondas.
El primer tramo, de 360 metros, desde la entrada hasta la rotonda donde se encuentra la escultura de un crucificado de Antonio Susillo, se llama calle de la Fe. El siguiente tramo, de 120 metros, se llama calle de la Esperanza. El último tramo, de 240 metros, llega hasta el final de la avenida.
Varias calles paralelas cruzan esta avenida principal. Algunas llevan nombres de santos, como San Rufino, San Braulio, San Justo, San Teodomiro, San Rómulo y San Geroncio. Cerca del final, hay dos calles paralelas llamadas Virgen María y San Salvador. La mayoría de los bloques con nichos (espacios para enterrar) se encuentran en la parte norte del cementerio. El resto del espacio está ocupado por tumbas individuales y capillas familiares.
Historia del Cementerio de San Fernando
Cómo Surgieron los Cementerios
Hasta el siglo XIX, era común que las personas de clases medias y altas fueran enterradas dentro de las iglesias, a menudo bajo lápidas en el suelo. En 1609, se decidió que solo se permitirían grandes monumentos funerarios dentro de los templos si la capilla era pagada por la persona fallecida. Las personas de clases más humildes enterraban a sus seres queridos en los camposantos (cementerios) de las parroquias y hospitales. La mayoría de los entierros se realizaban en lugares religiosos cercanos a las ciudades, que estaban muy pobladas. También existían algunos camposantos en las afueras.
A principios del siglo XIX, entre 1800 y 1801, una enfermedad afectó a la ciudad y causó la muerte de unas 14.000 personas. Esto llevó a la creación de un gran cementerio temporal cerca del hospital de San Lázaro, al norte de la ciudad.
El Cementerio de San Sebastián
El primer cementerio público municipal construido fuera de las murallas de la ciudad fue el de San Sebastián, en la década de 1820. Ya en el siglo XVII había algunos entierros cristianos cerca de la Iglesia de San Sebastián, debido a enfermedades en los años 1600 y 1649. Sin embargo, el lugar no estaba preparado para ser un cementerio adecuado.
En 1819, la Hermandad de San Sebastián creó un cementerio privado en el atrio de la Iglesia de San Sebastián. En 1825, el arquitecto Julián de la Vega diseñó un cementerio público con 202 nichos detrás de la Iglesia de San Sebastián. Las obras terminaron alrededor de 1828. Los nichos se alquilaban por siete años, y también había una fosa común para las personas sin recursos.
Debido a la gran cantidad de cuerpos, la acumulación de agua y la falta de mantenimiento, el lugar se deterioró en la década de 1850. Fue cerrado en 1885.
En la Colección Brinsley Ford de Londres se conservan dos dibujos de este cementerio, hechos por Richard Ford en 1831:
El Cementerio de San José
En 1832, el arquitecto municipal Melchor Cano hizo un plano para construir un cementerio público en un terreno cercano al Monasterio de la Cartuja. Se inauguró el 1 de marzo de 1833. Aunque nunca estuvo en ruinas, no cumplía con el objetivo de ser un cementerio general para toda la ciudad. Como se estaba quedando pequeño incluso para el barrio de Triana, se cerró en 1885. Los cuerpos enterrados allí fueron trasladados en 1901, y el terreno municipal se vendió en 1907. En 1924, se construyó la barriada de San José en esa parcela.
Creación del Cementerio de San Fernando
El Ayuntamiento decidió construir un gran cementerio para toda la ciudad, y el lugar elegido fue el terreno de San Lázaro, al norte. En 1851, el arquitecto municipal Balbino Marrón y Ranero presentó su proyecto. Propuso pocos nichos (solo para visitantes y personas sin familia) y que la mayoría de la gente fuera enterrada en tumbas en el suelo. También planeó mausoleos o panteones para familias importantes y grandes tumbas para varias personas.
La construcción del muro que rodea el cementerio terminó en 1852, y el nombre de San Fernando se eligió el 3 de diciembre de 1852. El 24 de diciembre de ese mismo año, el Ayuntamiento redactó las primeras reglas para el funcionamiento de un cementerio público. Las instalaciones fueron bendecidas el 3 de enero de 1853.
Desde su apertura, el cementerio ofreció diferentes tipos de entierros, según el costo. Había tumbas individuales de varias categorías, y también espacios para varias personas o zanjas comunes. Por otro lado, se construyeron tumbas con grandes monumentos y panteones familiares. Algunos de estos panteones fueron diseñados por el propio Balbino Marrón.
En 1861, el Ayuntamiento decidió colocar un monumento en honor a los soldados que participaron en la Guerra de África. José de la Coba Mellado diseñó un monumento de piedra inspirado en tumbas antiguas. Incluiría placas con los nombres de los enterrados y un agradecimiento de la ciudad. Sobre un pedestal, hay un cubo con un relieve que muestra una figura femenina que representa la Victoria coronando a un león. Encima, una columna con balas de cañón y una cruz.
En 1884, Francisco Aurelio Álvarez Millán diseñó la entrada principal, y en 1886, dos edificios a los lados para la administración del cementerio. En 1894, Juan José López Sáez diseñó dos casetas para guardias en la parte trasera de la entrada.
En 1895, el escultor Antonio Susillo creó una escultura de un crucificado. En junio de 1897, el Ayuntamiento decidió colocar esta escultura en una rotonda de la avenida principal del cementerio. En octubre de 1897, el Ayuntamiento compró la escultura. Fue colocada sobre una recreación del monte Gólgota en 1907. El Cristo es de bronce y el monte está hecho con rocas. La gente lo llamó el Cristo de las Mieles porque en el verano de 1907, se observó que salía miel de su boca. Esto se consideró un suceso especial, aunque la explicación más probable es que el calor derritió un panal de abejas que estaba dentro de la escultura.
Aunque Balbino Marrón había planeado muchos espacios con jardines en 1851, a principios del siglo XX solo había dos filas de cipreses a lo largo de la avenida principal y algunos árboles pequeños cerca de algunas tumbas.
Muchos arquitectos famosos de principios del siglo XX diseñaron panteones o tumbas en este cementerio. Aníbal González diseñó varios panteones. En 1913, el mismo arquitecto diseñó el panteón de su propia familia, que tiene una réplica de una famosa escultura de un crucificado de Triana.
Vicente Traver realizó tumbas sencillas. Antonio Illanes hizo una lápida con una cruz. Juan José López Sáez diseñó cruces con pedestal. El monumento funerario de bronce del torero Joselito el Gallo fue diseñado por Mariano Benlliure en 1921 y se terminó en su ubicación actual en 1926. La escultura, que muestra a varias personas llevando un ataúd abierto, fue visitada por el rey Alfonso XIII en 1930.
En 1926, Gabino Amaya diseñó una escultura de bronce para la tumba del pintor José Villegas Cordero. La obra está inspirada en un cuadro famoso.
Otro panteón importante es el de Juan Vázquez de Pablo, diseñado por Antonio Arévalo en 1927. Es una cripta rodeada por una reja. Sobre la cripta hay una escultura de piedra blanca de Jesús, hecha por Manuel Delgado Brackenbury en 1930.
El cementerio también tiene varias capillas funerarias. Una de las capillas más grandes fue diseñada por Aníbal González en 1912. Es de estilo neorrenacentista y tiene una pequeña escalinata de granito.
En 1917, se redactaron nuevas reglas para el cementerio. El 4 de marzo de 1932, se ordenó quitar el muro que separaba el cementerio católico de la zona para personas no católicas.
Después de un periodo, el cementerio recuperó su nombre original. En 1937 y 1938, se hicieron mejoras en la avenida principal, la rotonda del Cristo de las Mieles y los edificios del cementerio. En 1940, los restos del escultor Antonio Susillo fueron trasladados debajo de su escultura del crucificado, y se colocó una placa de bronce.
En 1941, se decidió ampliar el cementerio de San Fernando hacia el norte. Esta ampliación se terminó en 1945. Se construyeron varios bloques para nichos en esta nueva zona.
En 1947, Juan Talavera y Heredia diseñó una capilla funeraria para una orden religiosa. Es un edificio de ladrillo visto con una forma de cruz en la parte delantera y las letras griegas alfa y omega grabadas.
El primer horno para cremaciones en el cementerio se instaló en 1986. El segundo en 1994. En el año 2000, se construyeron edificios cerca de la entrada para albergar más hornos crematorios. Aunque se planearon cuatro, solo se instalaron tres. En los años 2000, se pensó en ampliar el cementerio comprando terrenos cercanos, pero el aumento de las cremaciones hizo que esta ampliación no fuera necesaria.
En el año 2000, se hizo una ampliación del cementerio en la zona sureste. En 2007, el Ayuntamiento añadió toldos y otras mejoras en la entrada principal.
Sepulturas de Personas Célebres
En el Cementerio de San Fernando descansan los restos de muchas personas importantes, como:
- Aníbal González Álvarez-Ossorio (1876-1929), arquitecto.
- Antonio Ruiz Soler, "el Bailarín" (1921-1996), bailarín.
- Antonio Puerta (1984-2007), jugador del Sevilla FC.
- Antonio Machín (1903-1977), cantante cubano.
- Antonio Susillo (1857-1896), escultor.
- Arturo Pavón (1882-1959), cantaor flamenco.
- El Carbonerillo, (1906-1937), cantaor flamenco.
- Antonio Núñez Montoya, "el Chocolate" (1930-2005), cantaor flamenco.
- Manuel García Cuesta, "Espartero" (1865-1894), torero.
- El Pali (1928-1988), cantante.
- Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), poetisa y dramaturga cubana.
- Gitanillo de Triana (1904-1931), torero.
- Francisco Rivera, "Paquirri" (1948-1984), torero.
- Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934), torero.
- José Gómez Ortega, "Joselito el Gallo" (1895-1920), torero.
- José Villegas Cordero, pintor.
- Juan Belmonte (1892-1962), torero.
- Juanita Reina (1925-1999), cantante de copla.
- Pastora María Pavón Cruz, "la Niña de los Peines" (1890-1969), cantaora flamenca.
- Manolo González (1929-1987), torero.
- Manuel Vázquez Garcés, "Manolo Vázquez" (1930-2005), torero.
- Manuela Vargas (1937-2007), bailaora flamenca.
- María Jiménez (1950-2023), cantante, bailaora y actriz.
- Marifé de Triana (1936-2013), cantante de copla y actriz.
- Niño Ricardo (1904-1972), guitarrista flamenco.
- Paco Gandía (1919-2005), humorista y actor.
- Paquita Rico (1929-2017) Cantante de copla y actriz.
- Pepe Luis Vázquez (1921-2013), torero.
- Rafael Gómez Ortega, "el Gallo" (1882-1960), torero.
- Ramón Sánchez Pizjuán (1900-1956), presidente del Sevilla FC.
- Tomás Pavón (1893-1952), cantaor de flamenco.
Otros Cementerios Cercanos
Cementerio de los Ingleses
En los siglos XVI y XVII, hubo ideas para crear un cementerio para los ingleses (anglicanos) que fallecieran en España. En 1830 se inauguró el Cementerio Inglés de Málaga, y en 1853, el de Madrid. En 1854, el comerciante inglés Juan Cuningham decidió crear un cementerio anglicano en terrenos cedidos por el empresario Carlos Pickman. Cuningham presentó un plano al Ayuntamiento. Finalmente, se encargó el plano a un arquitecto. Balbino Marrón diseñó un cementerio donde las tumbas se mezclaban con mucha vegetación, al estilo inglés. El vicecónsul en la ciudad era John B. William.
Este cementerio se inauguró en 1855 con el nombre de Cementerio San Jorge, que es el santo patrón de Inglaterra. Tiene un tamaño de 80 metros de largo por 30 metros de ancho. Se encuentra en la calle Marruecos, junto al Monasterio de San Jerónimo, a unos 500 metros al noroeste del Cementerio de San Fernando.
En 1855, una ley nacional hizo obligatorio crear cementerios para personas no católicas en las ciudades.
Cementerio Musulmán
En 1936, se creó un cementerio musulmán en la zona noroeste del cementerio municipal, separado del cristiano. Tiene su entrada al sur de la calle Medina y Galnares. Fue diseñado por el arquitecto municipal Francisco Pérez Bergalí. Cuenta con una entrada de estilo árabe. Por dentro, está dividido en dos áreas separadas por un muro. La primera tiene espacio para 12 tumbas de hombres adultos y la segunda para 74. Mide unos 40 metros de largo por 20 de ancho. En la primera parcela, una losa indica que el cementerio fue construido en el año 1936.
Cementerio Judío
Las personas de fe judía comenzaron a ser enterradas en el Cementerio de San Fernando en 1883. En el año 2010, había unas 60 tumbas hebreas. Dentro de la zona para personas no católicas (cuyo muro fue quitado en los años 30), había un área exclusiva para judíos, ya que en abril de 1900 se les cedió un terreno de 70 metros cuadrados. En 1943, se cedió otra parcela a una persona de la comunidad judía.
En 1949, un político estadounidense de fe judía visitó España y presentó al Gobierno varias peticiones de la comunidad judía española. Una de ellas era construir un muro para separar las tumbas de protestantes de las judías en el cementerio de Sevilla. Por ello, el Gobierno realizó esta obra, a cargo del arquitecto Antonio Delgado Roig, quien levantó un muro con una puerta. Este muro fue quitado por el Ayuntamiento en 2010, pero el muro del cementerio musulmán no se quitó porque esa comunidad no lo deseaba.
Galería de imágenes
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Monumento funerario en la tumba del torero Joselito.
Véase también
En inglés: Cemetery of San Fernando Facts for Kids