Batalla naval de Santiago de Cuba para niños
Datos para niños Batalla naval de Santiago de Cuba |
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Parte de la guerra hispano-estadounidense | ||||
![]() Combate en Santiago de Cuba. Pintura de Ildefonso Sanz Doménech.
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Fecha | 3 de julio de 1898 | |||
Lugar | Bahía de Santiago de Cuba | |||
Coordenadas | 19°57′36″N 75°52′30″O / 19.96, -75.875 | |||
Resultado | Decisiva victoria estadounidense | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La Batalla naval de Santiago de Cuba fue un importante enfrentamiento en el mar que ocurrió el 3 de julio de 1898. Tuvo lugar en la bahía de Santiago de Cuba durante la guerra hispano-estadounidense.
Antes de la batalla, el Almirante Cervera, al mando de la flota española, pronunció unas palabras a sus marinos. Les dijo que era un momento muy importante para luchar por España y su bandera. Les pidió que vistieran sus uniformes de gala, explicando que era la ropa que usaban en las grandes ocasiones. Les recordó que no había momento más solemne para un soldado que morir por su país. El Almirante Cervera sabía que la flota enemiga era más fuerte. Sin embargo, les dijo a sus hombres que el enemigo solo podría tomar los restos de sus barcos y sus armas si ellos ya no estaban vivos. Terminó diciendo: "¡Hijos míos! El enemigo nos supera en fuerzas, pero no en valor. ¡Clavad las banderas y ni un solo navío prisionero! Dotación de mi escuadra: ¡Viva siempre España! ¡Zafarrancho de combate, y que el Señor acoja nuestras almas!"
Contenido
El inicio del conflicto
En 1898, Estados Unidos envió su flota del Pacífico a Hong Kong. Allí, los barcos practicaron tiro mientras esperaban órdenes para ir a las Filipinas y a la Isla de Guam. Antes de que se declarara la guerra, Estados Unidos ya había bloqueado la isla de Cuba por mar.
El 15 de febrero, un barco de guerra de Estados Unidos llamado Maine explotó en el puerto de La Habana, en Cuba. Este barco estaba de visita sin previo aviso. La explosión causó la muerte de 254 marinos y dos oficiales. Las causas de la explosión fueron investigadas por España y Estados Unidos, pero no se llegó a un acuerdo. Estados Unidos culpó a España y declaró la guerra, haciendo que la declaración fuera válida desde el inicio del bloqueo. Poco después, las tropas de Estados Unidos llegaron a Cuba.
Primeros enfrentamientos y planes
El 1 de mayo, la flota de Estados Unidos en el Pacífico se enfrentó a la flota española en Filipinas. En España, muchos creían que su Armada, que había sido muy poderosa, podría vencer a Estados Unidos. Sin embargo, la flota española en Filipinas fue completamente destruida en la Batalla de Cavite.
La noche del 2 al 3 de junio, los estadounidenses intentaron bloquear la entrada a la bahía de Santiago. Querían hundir un barco de vapor llamado USS Merrimac en la entrada. Pero los barcos españoles lo vieron y lo atacaron con disparos y torpedos. El Merrimac se hundió antes de bloquear el canal. Los marinos estadounidenses que sobrevivieron fueron rescatados.
Preparativos para el combate
El gobierno de España decidió enviar otra flota a Cuba, similar a la que se había perdido en Filipinas. Esta nueva flota estaba al mando del almirante Pascual Cervera y Topete. Zarpó el 29 de abril. Estados Unidos, por su parte, envió dos flotas a Cuba, que eran mucho más fuertes que la española.
A pesar de lo que decía la prensa en España, el almirante Cervera sabía que su flota era mucho más débil. Él creía que luchar sería un sacrificio sin sentido. Antes de salir, le escribió a su hermano que iban a una misión muy peligrosa y que, si moría, cuidara de su familia.
Cuando la flota española llegó a Cuba, se quedó en la bahía de Santiago de Cuba. Era un lugar seguro para esconderse, pero también era difícil salir si la flota de Estados Unidos bloqueaba la entrada. Cervera pensaba que sus barcos no podían enfrentarse directamente a los estadounidenses.
El capitán de navío Fernando Villaamil, experto en barcos pequeños y rápidos llamados destructores, propuso una idea. Quería que sus destructores atacaran rápidamente puertos en la costa este de Estados Unidos. Así, parte de la flota estadounidense tendría que regresar a defender sus propias costas. Esto habría igualado las fuerzas en Cuba. Pero esta idea no se llevó a cabo. Quizás el almirante Cervera no quiso, o tal vez se temía que atacar la costa de Estados Unidos provocara un ataque de vuelta en las costas de España o en sus territorios en África.
La flota de Estados Unidos llegó al puerto de Santiago de Cuba el 19 de mayo. El 25 de mayo, Cervera informó que estaban bloqueados y que la situación era muy difícil. La flota española se mantuvo en el puerto, mientras los líderes en Madrid presionaban a Cervera para que saliera a luchar. La flota de Estados Unidos esperaba fuera, vigilando la entrada del puerto día y noche.
El 2 de julio de 1898, el capitán general Ramón Blanco ordenó a Cervera que saliera del puerto de Santiago. La ciudad estaba a punto de ser tomada por las fuerzas de tierra de Estados Unidos. Cervera estaba convencido de que salir sería una misión casi imposible. Escribió al ministro de Marina que iba al sacrificio con la conciencia tranquila, aunque no entendía por qué los demás generales no lo apoyaban.
El desarrollo de la batalla
En la mañana del 3 de julio, algunos barcos de Estados Unidos no estaban en su posición de bloqueo. El barco de guerra Massachusetts estaba recargando carbón. El crucero New York se había alejado para llevar al almirante Sampson a una reunión.
La flota española estaba formada por un crucero acorazado (el Cristóbal Colón), que no tenía su armamento principal. También tenía tres cruceros protegidos (Infanta María Teresa, Vizcaya y Almirante Oquendo) y dos destructores modernos (Plutón y Furor). Se enfrentaron a una flota de Estados Unidos mucho más grande y moderna. Esta incluía cuatro barcos de guerra (USS Texas, USS Iowa, USS Indiana y USS Oregon), dos cruceros acorazados (USS Brooklyn y USS New York), un cañonero y tres cruceros auxiliares.
Cervera decidió salir a las 9:30 de la mañana del 3 de julio. Navegó hacia el oeste, cerca de la costa, para intentar salvar el mayor número de vidas posible. Esta decisión de salir de día fue la peor militarmente, ya que una salida de noche o con mal tiempo podría haber evitado la destrucción total de la flota. Además, el canal estrecho del puerto obligó a los barcos a salir uno tras otro.
Cuando los barcos españoles salieron, el almirante Sampson no estaba a bordo de su barco. Por eso, la flota de Estados Unidos fue dirigida por el comodoro Schley.
Los barcos españoles salieron del puerto en orden, del más grande al más pequeño. El Infanta María Teresa, donde iba el Almirante Cervera, iba a la cabeza. Los barcos salieron con mucho tiempo entre uno y otro, y todos por la misma ruta.
Cervera dirigió su barco hacia el Brooklyn, el barco de Estados Unidos más cercano. El comodoro Schley, al verlo, hizo que el Brooklyn girara para evitar un posible choque. Cuando vio que el Infanta María Teresa no intentaba chocar, sino escapar, ordenó al Brooklyn volver a su posición. En ese momento, casi choca con el Texas. Ambos barcos de Estados Unidos pudieron rodear y atacar al Infanta María Teresa, que luchó solo contra casi toda la flota enemiga.
Después del Infanta María Teresa, salieron el Vizcaya y el Cristóbal Colón, que se alejaron disparando a distancia. Por eso, el fuego de la flota de Estados Unidos se concentró en el siguiente barco: el Almirante Oquendo. Los últimos en salir fueron los pequeños destructores de Villaamil, Furor y Plutón. Sufrieron muchos daños rápidamente. El Plutón se hundió. A bordo del Furor, murió Villaamil mientras intentaba disparar a los estadounidenses. Una vez que los destructores fueron vencidos, la flota de Estados Unidos persiguió al Vizcaya hasta dejarlo fuera de combate.
El Cristóbal Colón, el barco español más rápido, intentó escapar a toda velocidad. Podría haberlo logrado si no se le hubiera acabado el carbón de buena calidad. Tuvo que usar carbón cubano, que era de menor calidad y le hizo perder velocidad. Aunque no sufrió muchos daños, su comandante decidió encallarlo (llevarlo a la orilla para que no se hundiera) al ver que no podía escapar. Los estadounidenses pensaron que el Cristóbal Colón huía por cobardía. Solo después de la batalla supieron que el barco no tenía instalados sus cañones principales.
Todos los grandes cruceros españoles, aunque dañados, lograron llegar a la costa y encallar sin hundirse. Así, muchos de sus oficiales y marineros sobrevivieron. Los destructores, sin embargo, sufrieron daños más graves. Además de Villaamil, casi todos sus tripulantes murieron. El cuerpo de Fernando Villaamil nunca fue encontrado.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la batalla?
Al final de la batalla, solo el destructor Plutón se hundió directamente por los disparos enemigos. Los demás barcos españoles, muy dañados, fueron encallados por sus capitanes para evitar que se hundieran en aguas profundas. Los cañones españoles causaron pocos daños a los barcos de Estados Unidos.
Los datos muestran que un marinero de Estados Unidos murió y dos resultaron heridos leves. Por parte de España, hubo 343 muertos, 151 heridos y 1890 prisioneros. El almirante Cervera fue hecho prisionero. El capitán de navío Fernando Villaamil murió en combate a bordo del Furor. El capitán de navío Joaquín Bustamante no participó en la batalla naval, ya que estaba en tierra con las tropas. Fue herido en la Batalla de las Colinas de San Juan y falleció días después.
Barco | Tripulación | Muertos antes del combate naval | Muertos durante el combate | Muertos a bordo del USS Harvard | Muertos en EE. UU. | Total de muertos | Supervivientes |
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Infanta María Teresa | 568 | 2 | 78 | 4 | 3 | 87 | 481 |
Almirante Oquendo | 498 | 0 | 95 | 12 | 19 | 126 | 372 |
Vizcaya | 498 | 0 | 68 | 0 | 8 | 76 | 422 |
Cristóbal Colón | 527 | 0 | 7 | 4 | 10 | 21 | 506 |
Furor | 65 | 0 | 16 | 0 | 1 | 17 | 48 |
Plutón | 76 | 1 | 15 | 0 | 0 | 16 | 60 |
Total | 2232 | 3 | 279 | 20 | 41 | 343 | 1889 |
Después de la guerra, se inició un proceso contra Cervera y sus oficiales. Sin embargo, gracias al apoyo de la gente y de voces de otros países, el caso se cerró y el honor del almirante fue restaurado.
¿Qué podemos aprender de esta batalla?
La flota española fue enviada a una guerra que ya se sabía que sería muy difícil de ganar. Los líderes políticos sabían que el enemigo era más fuerte. Sin embargo, decidieron no oponerse a la opinión pública, que había sido animada por una prensa que prometía una victoria fácil. El almirante Cervera y sus hombres sabían que iban a una batalla con pocas posibilidades de éxito.
Cervera y sus superiores tenían ideas diferentes sobre cómo actuar. Cervera siempre obedeció las órdenes, pero lo hizo a regañadientes y mostrando su desacuerdo. Su decisión de salir de Santiago de día y cerca de la costa se explica por su deseo de reducir el número de víctimas. Esto confirma que Cervera consideraba la batalla perdida antes de empezar.
Esta forma de pensar coincide con su decisión inicial de evitar enfrentarse a la flota de Estados Unidos y esperar seguro en el puerto. Sin embargo, esto resultó ser un error. Al final, tuvo que enfrentarse a la flota de Estados Unidos en una situación mucho más difícil, ya que sus barcos tuvieron que salir del puerto uno por uno. El puerto de Santiago parecía un buen refugio, pero se convirtió en una trampa para la flota española.
Las presiones que Cervera recibió de Madrid pudieron deberse a que los líderes preferían una derrota en el mar antes que ver los barcos españoles capturados intactos y mostrados como trofeos por los estadounidenses. Si esa fue la "estrategia", fue efectiva, ya que ninguno de los 6 barcos españoles pudo ser recuperado con éxito por los estadounidenses.
Aunque las fuerzas navales españolas eran mucho más débiles que las de Estados Unidos, Cervera no pudo crear un plan militar claro. Antes de que la flota de Estados Unidos bloqueara el puerto de Santiago, el capitán de navío Fernando Villaamil había propuesto ataques para hacer retroceder al enemigo. Una vez que el bloqueo ocurrió, el capitán de navío Joaquín Bustamante propuso una salida nocturna escalonada. Y Fernando Villaamil propuso un ataque sorpresa con torpedos por la noche. Pero Cervera rechazó estas tres ideas.
Además, otras decisiones de Cervera fueron probablemente equivocadas. La distancia entre los barcos al salir fue demasiada, y el orden de salida elegido no fue el mejor. A pesar de los esfuerzos de Villaamil, la forma en que Cervera usó los destructores no fue la más adecuada.
Más información
Véase también
En inglés: Battle of Santiago de Cuba Facts for Kids