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Arte prehistórico para niños

Enciclopedia para niños

El arte prehistórico se refiere a todas las expresiones artísticas creadas por los seres humanos antes de la invención de la escritura. Este tipo de arte se encuentra en todo el mundo y abarca un periodo de tiempo muy largo, desde hace decenas de miles de años hasta épocas más recientes en algunas regiones. No se limita solo a las famosas pinturas rupestres de cuevas, sino que incluye también esculturas, objetos decorados y construcciones.

Aunque las primeras obras de arte conocidas se encontraron en Europa, es importante recordar que muchas culturas en otras partes del mundo también desarrollaron su propio arte prehistórico. Al estudiar estas obras, los expertos han notado algunas características comunes:

  • El arte prehistórico a menudo usa símbolos, formas abstractas y diseños sencillos en lugar de ser muy realista.
  • Gran parte del arte rupestre (pinturas y grabados en rocas) se encuentra al aire libre o en cuevas poco profundas.
  • La construcción de grandes monumentos de piedra (megalitos) y túmulos (montículos de tierra sobre tumbas) es común en muchas culturas prehistóricas, a menudo relacionados con el respeto a los antepasados o la necesidad de defenderse.
  • Aunque el arte prehistórico tenía un significado importante, a menudo relacionado con creencias y ceremonias, también mostraba aspectos de la vida diaria de las personas, como la caza, el trabajo, las reuniones y la vida familiar. A medida que las sociedades crecían, el arte también podía reflejar la importancia de los líderes.

¿Qué es el arte prehistórico?

Los expertos en prehistoria consideran arte a cualquier dibujo, pintura o escultura hecha por sociedades antiguas que no usaban tecnología avanzada ni escritura. El arte prehistórico tiene características similares en cuanto a las técnicas usadas, los temas que representa y los lugares donde se encuentra. Sin embargo, también hay diferencias que muestran las tradiciones de cada grupo o de ciertos periodos.

Los arqueólogos estudian los restos materiales del pasado, y la antropología cultural y la etnografía nos ayudan a entender cómo cambiaron las herramientas y las formas de pensar. Quienes estudian el arte prehistórico buscan identificar los temas y estilos, y entender el ambiente cultural de la época. A menudo es difícil saber el significado exacto de las representaciones o las intenciones de los artistas, ya que no tenemos información escrita ni oral de ese tiempo.

Solo se han conservado grabados, pinturas y esculturas que han resistido el paso del tiempo y que la arqueología ha podido encontrar. Para saber cuándo se hicieron estas obras, se estudia el orden en que se superponen las figuras en las rocas o las características de los objetos encontrados en excavaciones. Así se puede crear una línea de tiempo que define los estilos y las técnicas del arte prehistórico.

Descubrimiento y estudio del arte prehistórico

A finales del siglo XX, se encontraron muchas más obras de arte rupestre y se crearon programas internacionales para documentarlas. Se desarrollaron métodos para datar directamente los materiales de las pinturas y las rocas, y para identificar las técnicas usadas, como la composición de los colores y la forma de dibujar. Esto ayuda a entender quiénes fueron los artistas y cómo combinaban los temas.

Hoy en día, se busca proteger estos sitios para evitar el daño causado por el turismo, la contaminación (como la lluvia ácida) o el exceso de exposiciones. Conocer los factores que dañan el arte y controlar las visitas ayuda a reducir estos riesgos.

Orígenes del arte

Muchos pueblos antiguos dibujaron figuras y símbolos en materiales que no se conservan bien, como madera, corteza, fibras o cuero. También usaban colores para pintar sus cuerpos o hacer tatuajes. Como estos materiales no duraron, los arqueólogos no han podido estudiarlos.

En el Paleolítico Medio, hace entre 125.000 y 35.000 años, los neandertales recogían materiales con formas y colores llamativos, como cristales de roca, óxidos de hierro de color ocre o rojo, conchas y fósiles. Los llevaban a las cuevas y los colocaban junto a los difuntos. Se discute si algunos trazos en huesos y piedras hechos por ellos tenían una intención artística. Sin embargo, se reconoce que los neandertales hicieron las primeras manifestaciones artísticas hace unos 65.000 años, como se ve en cuevas de España como Maltravieso, Ardales y La Pasiega.

El hombre de Cromañón, que vivió después, mejoró mucho las herramientas de sílex, asta, hueso y marfil. También creó imágenes relacionadas con su mundo, como pequeñas figuras de animales esculpidas en marfil en el sur de Alemania, hace entre 33.000 y 26.000 años. Más tarde, se desarrolló el arte rupestre en el norte de España y el sur de Francia, con dibujos hechos con los dedos en el barro de cuevas, y figuras de animales y personas en cuevas y herramientas.

Arte prehistórico en otras regiones

Al estudiar los cambios en las herramientas y la forma de organizar los lugares de vivienda o enterramiento en los yacimientos arqueológicos, la prehistoria europea ha podido entender el orden en que surgieron diferentes culturas.

En regiones como África, América y Oceanía, algunas formas de vida antiguas o aborígenes se mantuvieron hasta hace poco. Esto ha permitido estudiar un "arte ahistórico" que se ha clasificado según su apariencia o comparándolo con los estilos de la prehistoria europea.

Arte africano

En África, algunos pueblos rurales aún conservan antiguas tradiciones de arte rupestre, a pesar de la influencia de las culturas modernas. Han logrado proteger este patrimonio cultural a pesar de las presiones externas. Aquí nos centraremos en el arte prehistórico africano, es decir, antes de la llegada de los europeos en los siglos XV y XVI, cuando culturas como los yoruba y los benín estaban en su apogeo.

Arte africano en la Edad de Piedra

Las primeras obras de arte africanas son del Paleolítico, pero son muy pocas. Un ejemplo es la Venus de Tan-Tan en Marruecos (aunque su origen artístico es dudoso). Más claros son los hallazgos en la cueva de Blombos en Sudáfrica, de hace unos 70.000 años, donde se encontraron piezas de ocre mineral decoradas con líneas y motivos geométricos. Se sabe que el ocre se usaba para pintar el cuerpo, pero estas son las primeras veces que se encuentran pigmentos con decoración intencionada. También del Paleolítico es una pequeña placa pintada con un animal no identificado, de hace 25.000 años, encontrada en la cueva del Apolo 11 en Namibia.

El resto del arte prehistórico africano conocido es mucho más reciente, probablemente posterior al Neolítico. Durante la Edad de Piedra, se distinguen varias regiones:

África del Norte

Destaca el gran conjunto de pinturas rupestres en las montañas del centro-sur del Sáhara: Ahaggar, Tassili, Tibesti, Fezzan. Esta región fue en el pasado mucho más húmeda y rica en animales. Las representaciones muestran una gran variedad de fauna salvaje (elefantes, jirafas, búfalos, hipopótamos) y doméstica (carneros, bueyes, camellos). Las escenas están llenas de vida y optimismo, mostrando familias y personas. Probablemente hay varias etapas: una primera fase con pueblos que conocían la ganadería y la agricultura, pero también cazaban búfalos (IV milenio a.C.); una segunda de pastores de bueyes con cuernos largos (III milenio a.C.); y una tercera donde ya se usaban animales para montar (caballos y camellos) y carros (II milenio a.C.). Parte de esta cronología es de la misma época que el Antiguo Egipto, y algunas representaciones muestran contacto entre los pueblos del Sáhara y los egipcios.

África Oriental

En África Oriental, se han estudiado pinturas en rocas cerca del lago Tanganika y el lago Victoria, que muestran elefantes, rinocerontes y búfalos. Estas obras no están bien datadas y son poco conocidas. También en Centroáfrica, los refugios de Tulu y Kumbala tienen figuras estilizadas en azul y blanco, muy diferentes a las del Sáhara.

África Austral

Esta zona mantuvo tribus del grupo san que vivían de forma similar a la Edad de Piedra cuando llegaron los europeos. Los san convivían con grupos bantúes que ya conocían los metales. Los san o bosquimanos desarrollaron un rico arte rupestre en esta zona (Namibia, Drakensberg, Transvaal), en cuevas y refugios. Su antigüedad máxima es discutida, pero podría ser del quinto milenio a.C. y duró hasta tiempos históricos. Su arte es estilizado y fresco, con escenas rituales y animales del entorno, y una policromía muy rica y brillante en las obras más recientes.

Arte africano antiguo

A pesar de ser la cuna de la humanidad, los descubrimientos de arte antiguo en África son menos numerosos que en Europa o América. Esto se debe a la dificultad para encontrar y acceder a los yacimientos, y a que grandes zonas del continente han sido exploradas recientemente. Las noticias de grandes estados antiguos (excepto el Antiguo Egipto) han guiado algunos descubrimientos, aunque son aislados:

  • Cultura Nok: Se desarrolló en el norte de Nigeria entre el siglo V a.C. y el III d.C. Conocían la metalurgia del hierro y son famosos por sus esculturas de terracota, que son las primeras de este tipo en África. Las esculturas Nok son muy elaboradas, lo que sugiere que hubo obras anteriores desconocidas. Son estilizadas y se centran en la figura humana. Se cree que tenían un propósito ceremonial o religioso. Se consideran un antecedente de las esculturas yoruba y benín.
  • Civilización Sao: Se ubicó a orillas del lago Chad, después de la desaparición de los Nok, con su apogeo entre los siglos IX y XVI. Gran parte del arte Sao es funerario, como vasijas y copas decoradas con figuras humanas y animales. También se encontraron brazaletes, colgantes y pectorales de bronce. Su arquitectura era sencilla, con chozas y graneros circulares de adobe, decorados con relieves.
  • Civilización Munhumutapa: Un reino que floreció en el actual Zimbabue entre los siglos XI y XV, de la etnia shona. Su capital, Gran Zimbabue, fue una de las ciudades en ruinas más grandes de África. Su arte se caracteriza por una arquitectura monumental de granito, a menudo defensiva. También se encontraron objetos de oro, muebles y cerámica. Fragmentos de porcelana china sugieren un alto nivel de comercio.
  • País Yoruba: Un pueblo del sur de Nigeria que formó un reino importante entre los siglos IX y XII. Su centro religioso era Ifé, donde se desarrolló una escultura de corte muy avanzada y de gran calidad. Predominan las cabezas de bronce o terracota, con un estilo sorprendentemente realista y rasgos africanos. Se cree que había un arte oficial al servicio del reino y otro más libre ligado a las creencias ancestrales.
  • Reino de Benín: Surgió en el siglo XIII en el actual Benín. Su apogeo fue en el siglo XVI. Los benín se organizaron para evitar ataques y formaron un ejército profesional. Dejaron miles de esculturas monumentales de bronce (cabezas de reyes, gallos, leopardos) y relieves ornamentales. También crearon objetos de arte más pequeños como brazaletes, espadas y máscaras. Las primeras esculturas muestran influencia yoruba. Su arte alcanzó su máximo esplendor entre los siglos XV y XVII, con una fuerte influencia europea.

El arte africano antiguo sigue desarrollándose hoy en día, especialmente en África Occidental y Central.

Arte americano

Arte americano preclásico

América tiene una etapa prehistórica muy rica. Aquí nos enfocaremos en el periodo desde las primeras obras artísticas conocidas hasta el comienzo del periodo preclásico, es decir, antes de nuestra era, excepto para los pueblos de Oasisamérica y el resto de Norteamérica.

Los testimonios más antiguos del arte americano
Archivo:SantaCruz-CuevaManos-P2210079b
Complejo Arqueológico Alto Río Pinturas, Argentina.
Archivo:SantaCruz-CuevaManos-P2210651b
Pinturas rupestres de la Cueva de las Manos fechadas en el 7350 a. C., Santa Cruz, Argentina.

Uno de los testimonios más antiguos en América se encuentra en Pedra Furada, Brasil. Allí, junto a obras más recientes, se halló un lugar de fuego de hace 17.000 años con trazos rojos paralelos que eran una creación artística sencilla pero intencional.

Las primeras obras de arte americanas parecen ser esquemáticas y no figurativas. Esto se ve en la cueva de Clovis, Nuevo México, donde se encontraron placas de arenisca con grabados geométricos del final del Pleistoceno. Un caso especial son los yacimientos de la Patagonia en el valle del río Pinturas, Argentina. Allí se encontraron dos complejos rupestres importantes, con fechas que se remontan al octavo milenio a.C. También se hallaron pigmentos naturales manipulados por humanos, idénticos a las pinturas más antiguas de la Cueva de las Manos, lo que sugiere que algunas podrían ser muy antiguas (más de 13.000 años).

Las estaciones patagónicas del Complejo Arqueológico Alto Río Pinturas (especialmente la Cueva de las Manos y el Cerro de los Indios) son muy importantes. Los investigadores han identificado tres etapas: la primera y más antigua (7700-5500 a.C.) con manos y escenas dinámicas de caza de guanacos. La segunda (5500-1400 a.C.) es menos dinámica pero más colorida, con manos y animales estilizados. La tercera (1400 a.C.-1000 d.C.) es más sencilla, con manos y motivos geométricos.

Al mismo tiempo que se desarrollaban las pinturas patagónicas, el arte rupestre se extendía por Sudamérica. Ejemplos importantes son las pinturas de Toquepala (7630 a.C.), Lauricocha y Chaclarragla en Perú, y las de Pedra Furada y Ferraz Egreja en Brasil, todas del Holoceno.

En Norteamérica, hay un importante complejo rupestre en Baja California, con la cueva de San Borjita, que tiene figuras humanas y animales esquemáticas. Otras cuevas con manos como tema principal se encuentran en toda América, como en Villa Mojocoya (Bolivia), Corinto (El Salvador) o Finger Print Cave (Texas).

América del Norte hasta el periodo formativo
Archivo:Map Anasazi, Hohokam and Mogollon cultures-es

Mientras se pintaba la segunda fase de manos en Río Pinturas, en otras zonas de América (Andes, Mesoamérica, Oasisamérica, el valle de los ríos Ohio-Misisipi, Columbia Británica y territorio esquimal) se desarrollaban grandes civilizaciones agrícolas y alfareras. La variedad artística es enorme, adaptada al entorno y con gran creatividad. Desde casas portátiles de madera hasta viviendas de barro, molas panameñas, setas hopi o máscaras de plumas amazónicas, la diversidad es inmensa.

En Norteamérica, coexistieron pueblos nómadas con tradiciones tribales sencillas y otros que desarrollaron culturas avanzadas, aunque no llegaron a ser estados como los mayas o aztecas. Estos últimos siguieron tres tradiciones principales:

Hohokam y Mogollón

Los mogollón y los hohokam son pueblos de la tradición cochise. La cultura mogollón habitó la sierra de Nuevo México hacia el 200 a.C. Eran agricultores sedentarios y los primeros alfareros del Oeste americano. Perfeccionaron su cerámica, logrando piezas finas con decoración naturalista y estilizada. En sus tumbas se encontraron collares de concha, pulseras y cascabeles de hueso.

Los hohokam de Arizona son conocidos por sus sistemas de riego. Además de su cerámica decorada en rojo y marrón, crearon figuras humanas sencillas y espejos de pizarra pulida con mosaicos. Una forma artística sorprendente era el grabado de conchas con ácido de saguaro. Tanto mogollones como hohokam tuvieron fuertes lazos con Mesoamérica en sus fases más avanzadas, como lo demuestran las canchas para el juego de pelota.

Anasazi
Archivo:Basket of Basketmaker Pueblo people
Un cesto del pueblo de los cesteros de Colorado.

Los pueblos cesteros (basketmakers), antepasados de los indios pueblo o anasazi, vivieron desde el siglo XIII a.C. hasta el siglo VIII d.C. Deben su nombre a su habilidad para hacer cestos con decoración geométrica, y otros objetos de mimbre, fibras de yuca y cabello humano. Estos pueblos pasaron de ser cazadores-recolectores a agricultores y alfareros, aunque su cerámica era sencilla y no tenían ganadería (excepto perros). Se encontraron grandes cementerios con objetos valiosos que acompañaban a los difuntos.

Las siguientes fases corresponden a los anasazi, cuya característica más notable es su arquitectura, especialmente sus poblados, que surgieron en su apogeo (entre el año 800 y el 1000). Destacan dos tipos:

  • Mesa Verde (Colorado): Un impresionante conjunto de poblados (como Cliff Palace) construidos en acantilados de más de 30 metros de altura. Las viviendas semitrogloditas solo eran accesibles desde arriba. Las construcciones tenían paredes de adobe o mampostería, y frente a ellas se encontraban las kivas, salas circulares usadas como santuarios.
  • Pueblo Bonito (cañón del Chaco en Nuevo México): Un poblado diferente, construido en la base del acantilado. Tenía forma de media luna amurallada, con varias plantas escalonadas y un doble patio central. Las viviendas, semihundidas, se accedían desde una terraza común. También había más de 50 kivas, similares a las de Mesa Verde, usadas para reuniones sociales o ceremoniales.

Existen muchos otros yacimientos importantes, como la necrópolis de Pecos (Nuevo México), con más de dos mil enterramientos; los petroglifos y pinturas rupestres de Utah; cerámicas decoradas, flautas de hueso, pipas de piedra, collares, pendientes y brazaletes de hueso, coral, azabache o turquesa.

Los constructores de montículos

La construcción de montículos en la prehistoria reciente se dio en el este y sureste de Estados Unidos, con grandes concentraciones en Ohio (más de 10.000). Eran de diversos tamaños y formas, construidos por diferentes pueblos y con distintas funciones: funerarias, defensivas o como base para centros ceremoniales. Los más antiguos son del segundo milenio a.C., hechos de barro y conchas, como Poverty Point (Luisiana), del 1500 a.C. Los más recientes dejaron de construirse con la llegada de los europeos en el siglo XVI, la mayoría de la cultura Misisipi. Tres pueblos importantes se sucedieron:

  • Cultura Adena: En el valle del río Ohio entre el 1000 y el 200 a.C. Construían montículos funerarios (túmulos) con cámaras de madera para los restos. También levantaron montículos con formas específicas, como el famoso Montículo de la Serpiente, de más de 300 metros de largo.
  • Cultura Hopewell: (200 a.C.-500 d.C.) Sucesora de la Adena, con montículos más grandes y una cultura material más rica. Construían enormes túmulos funerarios y montículos con formas de aves, osos u hombres. Se encontraron objetos de mica, obsidiana, colmillos de oso y cobre.
  • Cultura Misisipi: (500-1500 d.C.) En un extenso territorio del sureste. Su centro era Cahokia (Illinois), una gran elevación que albergaba a más de 30.000 personas. Tenía numerosos montículos planos (monks) que posiblemente eran lugares de culto. Uno de ellos era enorme (300 metros de largo por 30 de alto) y tenía varios templos en su cima.

Se cree que Cahokia tenía una sociedad compleja con un jefe tribal y sacerdotes poderosos. Una tumba encontrada, posiblemente de un gran sacerdote, contenía miles de perlas y objetos típicos de los cahokia, como discos y cruces solares grabados en conchas y piedras.

El arte monumental de los indios del noroeste

En la costa del Pacífico norteamericano, algunas tribus vivieron de los recursos marinos hasta el siglo XIX. Aunque no formaron culturas complejas, su economía abundante les permitió desarrollar ceremonias llamadas potlatch y un arte considerable. Este arte se basaba en la madera policromada, usada en postes totémicos y en la decoración de viviendas comunales y ceremoniales. Algunas viviendas podían desmontarse y transportarse. Los postes totémicos mostraban la historia de la tribu (a menudo relacionada con animales) con una plástica colorida y expresiva.

Hoy en día, quedan pocas comunidades indígenas en Norteamérica, pero conservan muchas de sus tradiciones. Su arte, aunque influenciado por la cultura occidental, sigue siendo valioso.

Iberoamérica hasta el periodo formativo

Se tienen pocos datos sobre el origen de la primera gran cultura mesoamericana, los olmecas. Se cree que un largo periodo de abundancia pudo llevar al nacimiento de esta civilización. Los precedentes más cercanos incluyen la pirámide de adobe de Cuicuilco y yacimientos como Tlapacoya.

Más al sur, en Panamá y Colombia, se desarrollaron culturas importantes antes de los chibchas, como la cultura San Agustín y la cultura Valdivia en Ecuador. La primera ciudad en Sudamérica fue Caral (Perú), habitada entre el 3400 y el 1600 a.C., incluso antes de que se conociera la cerámica andina. Este gran centro ceremonial muestra conocimientos arquitectónicos avanzados, con 32 estructuras piramidales, espacios para reuniones y templos en forma de "U", como el "altar del fuego sagrado". Se cree que Caral fue el centro de una cultura unificada, posiblemente un estado centralizado basado en la religión.

A partir del 1500 a.C., comenzó el "periodo cerámico inicial", donde, además de las formas cerámicas, aparecen las primeras representaciones del dios felino o dios-jaguar, que se convirtió en una constante en las culturas andinas prehistóricas. Así, en el segundo milenio, ya existían características propias de la cultura andina, como grandes pirámides truncadas y el culto al jaguar.

La última gran cultura prehistórica andina es la cultura Chavín, del periodo formativo (entre el 800 y el 200 a.C.). Se cree que fue un estado teocrático con capital en el centro ceremonial de Chavín de Huántar, asociado al culto al dios-jaguar. Su prosperidad se basaba en innovaciones agrícolas, y su arte es muy evolucionado. El recinto ceremonial destaca por edificios como el Castillo, construido con grandes piedras, con corredores laberínticos que conducen a una sala central con el "Lanzón monolítico" (un pilar de piedra de 4,5 metros de alto, decorado con una cabeza de hombre-jaguar). En el exterior se encuentra la "Estela de Raimondi" y el obelisco Tello, con diseños complejos.

Paralelas a la cultura Chavín, en Sudamérica se desarrollaron otras como Paracas, y las primeras fases de Chanapata y Pucará (en los Andes), y Chorreras (en Ecuador).

Asia

Existen varias pruebas de arte prehistórico desde el Paleolítico en Asia, una de las más importantes es la Venus de Berejat Ram, encontrada en los Altos del Golán.

Europa

Según la información actual, el arte nació en Europa occidental hace más de 30.000 años y se desarrolló especialmente durante el Paleolítico Superior en Francia, España y otros países, con una calidad asombrosa. Sin embargo, al terminar la última glaciación y comenzar el periodo Holoceno, por razones desconocidas, el arte europeo casi desapareció. A partir de entonces, su desarrollo fue paralelo al del resto del mundo. En este artículo no se incluye el arte de la Edad del Hierro en Europa porque sería demasiado extenso y la mayoría de esas culturas ya son protohistóricas o históricas, con información escrita.

El arte paleolítico europeo
Archivo:EntradaMaltravieso
Entrada actual de la Cueva de Maltravieso, en Cáceres.

La escuela de arte franco-cantábrica es la más importante del Paleolítico Superior en Europa, desde hace unos 35.000 hasta 10.000 años. El arte rupestre (en cuevas y objetos) se encuentra principalmente en las cuevas de la costa cantábrica española (Tito Bustillo, El Castillo, Altamira) y el sur de Francia (Lascaux, Font-de-Gaume). También se extiende por otras regiones europeas, aunque con menor densidad, como el centro de la península ibérica (Los Casares, Maltravieso) y sitios al aire libre como Siega Verde.

Las técnicas usadas incluyen pintura, grabado, relieve y, en el arte mueble, estatuillas. Las pinturas son de uno o dos colores, aprovechando el color natural de la roca. Para dar volumen, se usaban degradados o se aprovechaban los salientes de la roca. Es un arte que representa principalmente animales, dejando la figura humana en segundo plano. También abundan los signos abstractos. Se considera un arte descriptivo, con figuras yuxtapuestas (colocadas una al lado de la otra) que tienen un significado más simbólico que real. A pesar de esto, las figuras son muy realistas y detalladas, lo que lo hace excepcional en el arte prehistórico.

La función del arte paleolítico es desconocida. Al principio se pensó que era solo por estética, pero aunque su belleza es innegable, parece ser un factor secundario. Sin duda, este arte tenía un carácter mágico o religioso. Se han propuesto varias teorías, como el totemismo, el chamanismo, la magia para la buena suerte, la fertilidad y el dualismo de la naturaleza. Es posible que todas estas teorías contengan algo de verdad y que solo al combinarlas se pueda interpretar el significado completo del arte paleolítico.

El Arte Neolítico europeo
El arte mueble neolítico

El arte mueble neolítico (a partir del 8000 a.C.) incluye una gran variedad de cerámicas y objetos cotidianos, además de elementos decorativos y ceremoniales. La cerámica tiene muchas variantes en forma y decoración. Destacan la cerámica cardial, del Neolítico más antiguo en el Mediterráneo, decorada con impresiones de conchas; y la cerámica de bandas, en el centro del continente, con diseños geométricos grabados. En el sureste de Europa, la cerámica pintada es común, por influencia oriental.

La escultura se desarrolló temprano y de forma original. En casi todas las culturas neolíticas de Europa oriental, desde las primeras etapas, aparecen figurillas femeninas, generalmente de arcilla cocida o piedra, que se cree representan a una Gran Diosa Madre de la fertilidad. Ejemplos notables son los de Khirokitia (Chipre), Sesklo y Dímini (Grecia), y las culturas de Vincha (Serbia), Cucuteni o Hamangia (Rumanía). Un caso especial son las esculturas de piedra de Lepenski Vir (Serbia), talladas toscamente en grandes guijarros con figuras que parecen seres híbridos (mitad humanos, mitad peces).

En cuanto a los adornos, solían ser brazaletes de esquisto, cuentas de collar de diversos materiales (piedra, hueso, concha), colgantes de hueso o colmillos de animal, y objetos decorados, casi siempre con motivos abstractos. Al final del Neolítico, aparecen los primeros objetos ornamentales de cobre nativo martillado.

El arte levantino

La escuela de arte levantino español, para algunos, debe datarse en el periodo Epipaleolítico (o Mesolítico), desde el 8000 a.C., y no en el Neolítico. Esto se debe a la abundancia de escenas de caza, más propias de pueblos cazadores. Sin embargo, muchos especialistas lo ubican en periodos más antiguos del Neolítico, ya que sus representaciones incluyen escenas de ganadería, y algunos objetos representados sugieren fechas entre el 8000 y el 5000 a.C. Son pinturas murales en acantilados rocosos y cuevas poco profundas en las provincias mediterráneas españolas (Levante español), desde Lérida hasta Andalucía, destacando Cogull, Alpera y Valltorta. No se conoce arte mueble asociado, solo pinturas murales con pigmentos naturales. La temática principal es el ser humano y sus actividades diarias: ganadería, caza, danzas rituales o luchas. El estilo es espontáneo y vivaz, con personajes que forman escenas dinámicas. Las figuras son siluetas estilizadas y monocromas (un solo color, rojo o negro), planas y sin modelado.

Los megalitos

El fenómeno megalítico es la primera manifestación arquitectónica monumental en Europa occidental. Surgió a finales del quinto milenio a.C. en varios lugares del Atlántico, desde Huelva (España) hasta las islas Shetland y Jutlandia. Su cronología va más allá del Neolítico, durando hasta la Edad del Bronce. Un megalito es una construcción de piedras gigantescas, toscamente trabajadas. En el Neolítico, hay cuatro tipos principales: el menhir (una gran piedra sin labrar clavada en el suelo), que puede aparecer solo o en hileras. A veces forma círculos, llamados crómlech. Los menhires, solos o en grupo, señalaban santuarios al aire libre. Por último, el dolmen es una tumba megalítica colectiva con una cámara funeraria cubierta por un túmulo, que a menudo se ha perdido. La cámara funeraria solía contener los restos de muchos cuerpos junto con objetos funerarios.

Archivo:Fig. 9 mapa
Mapa con la distribución de estatuas-menhir en Europa.[1] Fotos y dibujos: 1y 4.-Bueno et al. 2005; 2.-Santonja y Santonja 1978; 3.-Jorge 1999; 5.-Portela y Jiménez 1996; 6.-Romero 1981; 7.-Helgouach 1997; 8.- Tarrete 1997; 9, 10, 13, 14, 29, 30, 31, 32.-Philippon 2002; 11.-Corboud y Curdy 2009; 12.-Muller 1997; 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23 Arnal 1976; 24 y 25.- Augusto 1972; 26 y 27.- Grosjean 1966; 34.- López et al. 2009

La decoración de los megalitos suele ser abstracta, aunque algunos, al ser santuarios de larga duración, también tienen temas figurativos esquemáticos. Hay tres grandes zonas con dólmenes decorados: Bretaña (Francia), Irlanda y la zona gallego-portuguesa en la península ibérica. Las primeras decoraciones son abstractas (formas curvas y geométricas, cúpulas), a veces grabadas y otras pintadas. Con el tiempo, aparecen formas esquemáticas reconocibles (armas, figuras humanas, animales). La cronología de esta decoración parece ser neolítica, pero algunas representaciones de objetos metálicos sugieren una larga duración.

Archivo:Newgrange, Ireland
Decoración en espirales de la entrada a New Grange (Irlanda).

Asociados a los megalitos, pero en zonas rocosas de la costa atlántica, desde Portugal hasta Gran Bretaña, se encuentran los petroglifos atlánticos. Sus temas son similares: motivos curvilíneos, meandros, cúpulas, espirales, laberintos, cuadrados (raramente figuras humanas o animales). Su apogeo fue en el segundo milenio a.C., en la Edad del Bronce. Esta decoración debe tener un fuerte valor simbólico, representando conceptos cuyo significado no conocemos.

El arte europeo en las Edades del Metal
El fenómeno rupestre esquemático en Europa

La llegada del metal en Europa coincide con un cambio radical en el estilo de la pintura rupestre. Del realismo paleolítico y la estilización levantina, se pasó a un esquematismo simbólico. Las formas se reducen a lo esencial, sin dejar de representar elementos reales (no se llega a la abstracción, salvo en la zona más occidental). El arte rupestre esquemático se desarrolló mucho en la península ibérica, tanto en pintura como en grabados, y también se extendió por la costa atlántica (desde Portugal hasta Noruega), el este de Francia y el norte de Italia. En el Atlántico y la zona franco-italiana predominan los grabados (petroglifos). El desarrollo del esquematismo se ha interpretado como una liberación de la realidad, un triunfo del mundo simbólico y una consecuencia de religiones más complejas. Además, la mejora de las herramientas metálicas facilitó el trabajo en la roca, dando importancia a los grabados.

  • La provincia escandinava tiene mayor densidad en el centro-sur de Noruega y Suecia, destacando Tanum (Patrimonio de la Humanidad, con más de 300 conjuntos). Los grabados escandinavos suelen estar en rocas pulidas por la erosión glaciar, son grandes y sus temas principales son guerreros y barcos. Surgieron en la Edad del Bronce (hacia el 1600 a.C.) y duraron hasta el año 100 d.C.
  • La provincia de los Alpes franco-italianos es una de las primeras zonas de arte rupestre conocidas. En la región italiana de Lombardía, los petroglifos de Val Camónica también son Patrimonio de la Humanidad. La mayoría son de la Edad del Bronce, aunque perduran hasta la Edad del Hierro. Hay gran variedad de temas, pero predominan la caza del ciervo, la figura humana y los signos astrales. En el Valle de las Maravillas (Francia), el protagonista es el toro, y destaca un personaje armado conocido como "el hechicero". Las armas representadas permiten datar estas obras principalmente en el Bronce Antiguo.
  • El arte esquemático en la península ibérica: Toda la península tiene yacimientos de arte rupestre esquemático, especialmente en zonas montañosas con refugios rocosos. Su auge fue en el tercer milenio a.C., sobre todo en el Calcolítico, y comenzó a declinar en la Edad del Bronce, aunque muchas pervivencias son más tardías.
La escultura
Archivo:La Dame de Saint-Sernin
«Dama de Saint-Sernin» (Francia).

La escultura monumental se conecta con las obras neolíticas de la Diosa-Madre. En algunas tumbas aparecen figuras femeninas toscas talladas en las paredes, como en la gruta de Coizard (Francia), que siguen modelos idénticos a las estatuas-menhir. Estas estatuas-menhir, que datan desde el final del Neolítico hasta el final de la Edad del Bronce, son figuras monolíticas, macizas y toscamente talladas, de tamaño considerable. Tienen rasgos humanos muy simples dibujados con incisiones o bajorrelieves, destacando los "ojos de lechuza" en la cabeza. El cuerpo no está diferenciado y las extremidades solo aparecen a veces. El bloque suele tener motivos decorativos lineales y signos sobre el personaje (collares, armas, herramientas). Se encuentran principalmente en el sureste de Francia, Italia, Córcega y la península ibérica.

Archivo:Estela de Logrosan (Caceres-España)
Estela del Castro de Solana de Cabañas, en Logrosán (Cáceres, España).

Las más antiguas parecen ser del Neolítico provenzal italiano (principios del III milenio a.C.), sin relación con el mundo megalítico, pero asociadas a enterramientos. A partir del 2500 a.C. se extienden al sureste de Francia, donde alcanzan su pleno desarrollo, destacando la "Dama de Saint-Sernin". Las estatuas-menhir de Liguria (Italia) son de la época del metal, y sus armas permiten establecer una secuencia desde el Calcolítico hasta la Edad del Hierro. En Córcega hay una sucesión similar, algunas asociadas a la cultura nurágica.

En la península ibérica aparecen (especialmente en Extremadura), pero probablemente pertenecen a un grupo independiente y más tardío, ya que no se asocian a los dólmenes, aunque también son funerarias. Son propias del Bronce pleno y, en sus fases tardías, representan a guerreros con cascos y armas (puñal, espada, lanza, escudo), así como fíbulas, espejos y, a veces, carros de combate.

La arquitectura
Archivo:Orkney Skara Brae
Skara Brae (islas Orcadas, Escocia).

La arquitectura civil de la Europa primitiva de la Edad del Bronce se divide en dos grupos. En la zona continental y atlántica predominan los poblados de madera, con casas individuales y protección de empalizadas. Al principio, la protección era para el ganado, pero luego se reforzó con muros, fosos y murallas de troncos y barro debido al aumento de ataques. Una excepción es Skara Brae (islas Orcadas), una aldea costera con una decena de viviendas semisubterráneas de piedra, abandonada y con pocos objetos, datada en el tercer milenio.

La Europa mediterránea tenía pueblos muy diferentes, quizás por influencia oriental, rodeados de gruesas murallas de piedra con torres defensivas. Dentro del recinto, las casas de adobe se apiñaban sin organización. También solían tener una ciudadela fortificada. Ejemplos impresionantes son Sesklo o Khirokitia (Egeo), Los Millares (España), Zambujal y Vila Nova de São Pedro (Portugal), todos del Calcolítico. Durante el Bronce, las fortificaciones se perfeccionaron y el uso de la piedra se extendió. La etapa culmina en la Edad del Hierro con un continente lleno de castros o poblados con fuertes fortificaciones.

La arquitectura religiosa se caracteriza por la continuidad del megalitismo o construcciones de grandes piedras. En el tercer milenio, destacan los templos de Malta (Mudajdra, Tarxien y Ggantija), semisubterráneos y con grandes losas de piedra, que contenían estatuas femeninas de fertilidad y también tenían función funeraria. En el Bronce antiguo, algunos dólmenes desarrollaron la cubierta de falsa cúpula. En el Bronce pleno, con la llegada de las culturas de los túmulos, las costumbres funerarias cambiaron de colectivas a individuales. Sin embargo, algunas zonas conservaron centros de culto megalíticos, como los henges o círculos de piedras en las islas británicas (Stonehenge, reformado desde el 2700 a.C. hasta el 1500 a.C.). En Escandinavia y el norte de Alemania, destacan las tumbas en forma de barco del Bronce final. Por último, los centros ceremoniales de grandes piedras del Mediterráneo, de la segunda mitad del segundo milenio, en el Bronce final: las edificaciones de la Cultura Talayótica en Baleares y la cultura Nurágica de Córcega.

El desarrollo del arte metalúrgico

El cobre y el oro fueron los primeros metales usados. Al principio, se obtenían de pepitas y se martilleaban en frío. Con el tiempo, se aprendió a fundirlos y forjarlos. El cobre era difícil de trabajar y poco resistente, por lo que los primeros adornos eran sencillos. El oro era más fácil de trabajar, y desde el principio se hicieron ornamentos repujados o fundidos.

Archivo:Cône d'Avanton, musée des Antiquités Nationales
Cono de Avanton (Francia).

La aparición del bronce (cobre con un 10% de estaño) fue un gran avance, ya que es más versátil y permite hacer objetos más complejos. A medida que avanzaba la Edad del Bronce, las técnicas se hicieron más refinadas, pero requerían artesanos especializados y un suministro constante de materias primas, lo que impulsó el comercio y los intercambios culturales. El Mediterráneo oriental era el centro más activo, pero también había culturas importantes en el Atlántico, el Báltico y otras regiones europeas. Las armas (espadas, hachas, corazas) dejaron de ser solo para la guerra y se convirtieron en objetos de prestigio o ceremoniales, a menudo decoradas como joyas. También se crearon adornos corporales (broches, brazaletes, torques, lúnulas) y objetos ceremoniales.

El fin de la Prehistoria en Europa

El final de la Prehistoria europea está marcado por la llegada de los pueblos de los campos de urnas, cuyo impacto llevó a la destrucción de tradiciones milenarias, incluso afectando a Micenas. Solo la costa atlántica pudo resistir. Estos pueblos dieron origen a la primera cultura de la Edad del Hierro: Hallstatt. Gracias a su tecnología superior y al uso de la caballería ligera, ocuparon casi toda Europa, creando un nuevo orden. Después de un periodo de conflictos, esto llevó al nacimiento de grandes civilizaciones clásicas (etruscos, griegos, romanos) y celtas, además de Tartessos en el sur de España. Todos estos pueblos entraron en lo que se conoce como la Historia antigua europea.

Archivo:Guertelblech1
Cinturón de plata procedente de una tumba hallstáttica de Hirschlanden (Alemania).

Oceanía

Considerar Oceanía como una sola entidad geográfica es una simplificación, dada su enorme diversidad cultural y su vasta extensión con cientos de archipiélagos. Excepto Papúa Nueva Guinea, esta zona no fue habitada por humanos hasta la aparición del Homo sapiens. Papúa Nueva Guinea parece ser el punto de partida desde donde, por mar, se ocuparon Australia, Melanesia, Micronesia y Polinesia. Aunque se cree que estas zonas fueron ocupadas más o menos al mismo tiempo, Australia tiene restos muy antiguos (del Paleolítico, de más de 40.000 años), mientras que los archipiélagos del resto de Oceanía solo conservan restos arqueológicos de pueblos que practicaban la agricultura (ñame, taro, árbol del pan, banana) y la ganadería (cerdos y gallinas). Esto significa que estamos hablando del Neolítico, con hachas pulimentadas y cerámica con fechas muy recientes: 1500 a.C. para Micronesia, 500 a.C. para Melanesia y 125 a.C. para Polinesia.

Archivo:Aboriginal Art Australia(2)
Pintura rupestre de los aborígenes australianos mostrando la característica «visión de rayos X».

La diversidad artística también es considerable, pero todas las tradiciones comparten la alta consideración social de los artistas y el papel de sus obras para mantener la unión social. El carácter importante de las obras persiste hoy en día, y con él, muchas reglas que, en general, mantienen la tradición, impiden la evolución y hacen que, a veces, las manifestaciones sean muy repetitivas y convencionales.

Australia

Aquí trataremos solo el arte aborigen australiano anterior a la colonización, que, a pesar de ser (probablemente) la primera tierra colonizada en Oceanía por humanos modernos, mantuvo sus formas más antiguas. El arte aborigen australiano es principalmente rupestre, con santuarios naturales decorados con pinturas y grabados. También existen muchos objetos usados en ceremonias. Las pinturas rupestres son bastante convencionales y esquemáticas (llegando a la simplificación geométrica), pero también muy coloridas. Una característica notable es la "visión de rayos X" con la que se representan algunas figuras. Además de escenas simbólicas y mitológicas, hay otras con un gran sentido narrativo que pueden ser episodios reales o sueños. Los aborígenes australianos también practicaban el arte corporal, la pintura de arena y decoraban sus embarcaciones con grabados, además de hacer adornos con conchas.

Entre sus objetos rituales destacan unas placas oblongas llamadas churingas, que al unirse a una cuerda y girar, emitían un zumbido continuo. Una función similar tenían los diyiridús, grandes trompetas de madera que emitían un sonido rítmico, no melódico, que se combinaba con el zumbido de la churinga para crear un ambiente propicio para las ceremonias de unión con el antepasado.

Los lugares más representativos del arte aborigen australiano son Bradshaws (Australia Occidental), la Garganta de Carnavon (Queensland), la ribera del Kakadanu (Territorio del Norte) y, sobre todo, el monolito natural de Uluru (Ayers Rock), en el centro de la isla-continente.

Melanesia

Melanesia es un conjunto de islas al norte y noroeste de Australia, destacando Papúa Nueva Guinea. Los melanesios, a diferencia de lo que se creía, no son una unidad racial, sino que muestran una gran diversidad de pueblos. En general, los melanesios antiguos eran animistas y creían que el alma de las personas se reencarnaba en varios objetos, lo que impulsaba la creación artística de objetos religiosos (estatuas, máscaras, mástiles, tambores). Eran bastante territoriales y no superaron la estructura tribal en pequeñas comunidades, cada una con sus propias tradiciones. Destacan el valle del río Sepik en Nueva Guinea y las islas Vanuatu.

Además del adorno corporal (tatuajes, cicatrices, pinturas y plumas de colores), uno de los elementos más destacados del arte melanesio son las grandes casas de reunión o "casas de los espíritus", exclusivas para hombres y dedicadas a ceremonias de culto a los antepasados. Estas construcciones varían según la región, pero suelen tener una sola habitación, un techo muy inclinado y una fachada ricamente decorada. La puerta suele ser estrecha y obliga a entrar a gatas. En el interior se acumulan obras de arte religioso, como mástiles esculpidos, máscaras y los malaganes de Vanuatu, grandes tallas de madera policromada que se mostraban a la tribu solo en ocasiones especiales.

Micronesia

Micronesia son seis archipiélagos de origen coralino que en tiempos prehistóricos estuvieron bajo influencia polinesia, y luego bajo control malayo. El arte micronesio es el más sencillo de Oceanía, con pocas tallas, excepto en las canoas. Son grandes artesanos en la confección de esteras con motivos geométricos, a veces abstractos o estilizados, de inspiración polinesia.

Los micronesios tienen aspectos originales, como las "piedras-moneda", grandes discos de piedra perforados que se trasladaban desde lejos hasta la entrada de las viviendas de los más poderosos para mostrar su estatus. Otro ejemplo interesante es Nan Madol, una gran capital ceremonial con impresionante arquitectura de grandes piedras construida entre los siglos VIII y XII d.C.

Polinesia

Polinesia abarca una veintena de archipiélagos en el sur del Pacífico, con una gran riqueza cultural debido a las sucesivas migraciones. Los polinesios, de piel más clara que los melanesios, destacan por sus habilidades marineras y su deseo de establecer relaciones pacíficas. Eran más receptivos a las novedades, lo que hizo sus tradiciones más homogéneas. Sus tierras eran poco aptas para la agricultura (excepto algunos frutos y especias) y la ganadería (excepto cerdos), pero ricas en pesca. Desarrollaron una gran destreza naval con canoas y catamaranes de diversos tamaños. Estas embarcaciones, algunas de hasta 30 metros de largo, tenían una rica decoración tallada en la proa y velas de estera con motivos geométricos. Nos centraremos en Nueva Zelanda, las Islas de la Sociedad y la Isla de Pascua.

Nueva Zelanda

El poblamiento de estas islas fue muy tardío, entre los siglos X y XIII. Los maoríes formaron una cultura relativamente próspera gracias a los recursos de la isla, lo que les permitió un gran desarrollo artístico. Su arquitectura se basa en el uso de enormes pinos kauri para construir las "mara'a" o grandes "casas de reunión", inspiradas en las melanesias, pero con acceso menos restringido. Estas casas rectangulares, con techos a dos aguas y postes tallados, tenían una fachada monumental con decoración tallada y policromada sobre la mitología maorí: el lagarto como símbolo del mal, el hombre-pez o marahika, la ballena y otras criaturas entre espirales y meandros. Los maoríes también decoraban sus graneros de forma similar. Estas construcciones eran muy refinadas y simbolizaban riqueza y poder, además de su sentido religioso. Lo mismo se puede decir de sus enormes canoas, talladas de una sola pieza, excepto la proa decorada.

Los maoríes son conocidos por el arte del tatuaje, que combinaban con la escarificación para crear efectos en relieve en la piel. Las mujeres solo se tatuaban los labios, pero los hombres se tatuaban todo el rostro, el torso y las extremidades, con diseños únicos. Otro rasgo maorí era la fabricación de amuletos de jade o "tikis", con forma de monstruos humanoides de acabado exquisito.

Islas Hawái

La población hawaiana tuvo una primera colonización micronesia, a la que se sumaron oleadas polinesias hasta el siglo XIII. Los dos aspectos más originales del arte hawaiano son la creación de preciosos tocados de flores y plumas multicolores, y la talla de ídolos con cabezas desproporcionadas y expresiones imponentes. Podrían representar divinidades protectoras o antepasados. Además, los hawaianos levantaron santuarios rupestres al aire libre con altares y decoración grabada (petroglifos) por toda la isla.

La Isla de Pascua

Las manifestaciones artísticas de la Isla de Rapa Nui son de las más originales y debatidas del mundo. Es una isla pequeña, a miles de kilómetros de la tierra más cercana. Cuando los exploradores europeos la encontraron en el siglo XVIII, estaba casi deshabitada, sin mucha vegetación, y con unas quinientas cabezas colosales de piedra. Se cree que la Isla de Pascua fue ocupada por polinesios de las islas Marquesas en el siglo XIII, cuando estaba cubierta de bosques. Esto permitió el florecimiento de una cultura con una casta sacerdotal poderosa. La abundancia de recursos favoreció la construcción de santuarios por toda la costa, cuya manifestación más grandiosa eran los moáis: cabezas de hasta 10 o 12 metros de altura y 50 toneladas de peso, que representarían antepasados míticos o difuntos.

Hoy en día, hay varias teorías, pero ninguna explica completamente cómo se hicieron los moáis, cómo se extrajeron de las canteras, cómo se modelaron, transportaron o cómo se les colocaron los tocados de piedra y los ojos. Los moáis estaban de espaldas al mar sobre plataformas que funcionaban como templos al aire libre. Sus rostros son angulosos, con cuencas de ojos hundidas, frente saliente y nariz grande (rasgos que se suavizaban al colocar los ojos). Los pascuenses también tienen otras manifestaciones artísticas, como los petroglifos de Orongo, relacionados con el mito del huevo de Pascua y la ceremonia del hombre-pájaro; y los rongo rongo, tablillas con signos que podrían ser una forma primitiva de escritura (algo único entre los pueblos oceánicos).

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Arte prehistórico para Niños. Enciclopedia Kiddle.