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Yacimiento paleontológico de Quibas para niños

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El yacimiento paleontológico de Quibas se encuentra al pie de una cantera que ya no se usa, en la parte este de la Sierra de Quibas. Está muy cerca del pueblo de Cañada de la Leña, en el municipio de Abanilla (Región de Murcia, España).

Es una antigua cueva que se llenó de tierra y rocas con muchos fósiles de animales de hace un millón de años. Estos fósiles son de la época llamada Pleistoceno Inferior. Quibas es un lugar único en Europa por su antigüedad. Es el único sitio que tiene una secuencia continua de fósiles de animales terrestres de entre 1.100.000 y 900.000 años. Es un poco más reciente que otros yacimientos importantes como Barranco León en Orce y Sima del Elefante en Atapuerca.

Los fósiles de Quibas están muy bien conservados y hay una gran variedad de especies. Esto nos ayuda a entender mejor los cambios del clima y cómo eran los animales en esa época tan lejana.

Desde que se descubrió en 1994, en Quibas se han encontrado fósiles de más de 80 especies. Hay mamíferos grandes como macacos, rinocerontes, tigres dientes de sable, linces ibéricos, lobos, zorros, tejones, y ancestros de los licaones. También se han hallado jabalíes, cabras, bueyes almizcleros, bisontes, caballos, gamos y puercoespines. Además, hay muchos mamíferos pequeños, aves, reptiles, anfibios, peces e invertebrados.

Algunos fósiles de Quibas han servido para describir especies nuevas para la ciencia. Por ejemplo, el topillo Manchenomys orcensis y el lagarto sin patas Ophisaurus manchenioi. La presencia de este último en Abanilla demuestra que el sureste de la península ibérica fue el último refugio en Europa para especies que vivían en climas cálidos. En las diferentes capas del yacimiento, se han encontrado pruebas de siete cambios de clima, con épocas frías (glaciares) y épocas cálidas (interglaciares).

Historia de los Descubrimientos en Quibas

¿Cómo se descubrió Quibas?

A finales de 1994, el Grupo Cultural Paleontológico de Elche “Cidaris” recibió unos huesos fósiles. Unos excursionistas los habían encontrado por casualidad en una pequeña cantera abandonada en la Sierra de Quibas. Por eso, se decidió explorar la zona. En esta exploración participaron miembros de la asociación, investigadores de la Universidad de Valencia y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC, Madrid). Así fue como encontraron el yacimiento. Los materiales que se recogieron de la superficie se estudiaron y se publicaron a finales de los años noventa.

Protección y Continuación de la Investigación

El yacimiento de Quibas es muy importante para entender el Pleistoceno Inferior. Además, es fácil de estudiar porque está cerca de varias canteras. Por estas razones, la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia decidió protegerlo en 2005. Lo declararon Bien de Interés Cultural (B.I.C.) como zona arqueológica. Esto hizo que aumentara el interés por investigar este yacimiento desde diferentes puntos de vista.

En 1999, se informó del hallazgo a la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia. Un año después, el Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología de la Universidad de Murcia pidió permiso para trabajar en el yacimiento. El Dr. Miguel Ángel Mancheño dirigió las primeras excavaciones organizadas. En estas excavaciones participaron la mayoría de los investigadores del principio y otros nuevos. En 2009, los trabajos en el yacimiento se detuvieron.

Archivo:Yacimiento de Quibas
Vista del yacimiento de Quibas durante la campaña de excavación de 2023.

Después de cinco años sin actividad, en 2014 se evaluó el estado del yacimiento para ver si se podía seguir estudiando. Así comenzó una nueva etapa de trabajo que continúa hoy. Un equipo del Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social de Tarragona (IPHES-CERCA) es quien lo dirige. En 2023, el Ayuntamiento de Abanilla y el IPHES-CERCA firmaron un acuerdo para impulsar la investigación y dar a conocer el yacimiento.

El Tiempo en Quibas: Cronología y Capas de la Tierra

¿Cuándo se formó Quibas?

El yacimiento de Quibas tiene una edad de entre 1,1 y 0,9 millones de años. Esto es al final del Pleistoceno Inferior. Es el único lugar en Europa con una secuencia continua de fósiles de animales terrestres de esa época. Quibas cubre el tiempo entre yacimientos como Fuente Nueva 3 en Orce y Sima del Elefante 9 en Atapuerca (hace unos 1,2 millones de años). También cubre el tiempo hasta yacimientos como Cueva Victoria en Cartagena y Gran Dolina TD4 en Atapuerca (hace unos 0,9 millones de años). Esto ofrece una oportunidad única para entender mejor los cambios que ocurrieron en el sur de la península ibérica al pasar del Pleistoceno Inferior al Medio. Fue en este momento cuando llegaron los primeros humanos a la parte más occidental de Europa.

¿Cómo está formado el yacimiento?

El yacimiento está formado por un conjunto de cuevas kársticas que ahora están llenas de materiales. Principalmente son rocas y tierra del Pleistoceno Inferior. Estos materiales se acumularon en varias etapas. El conjunto quedó al descubierto cuando se construyó una cantera para extraer un tipo de piedra. Esta cantera ahora está abandonada. Esto permite ver una parte importante de las cuevas y cómo son los depósitos que hay dentro. El conjunto de cuevas está formado por dos estructuras principales que son parte de la misma galería: Quibas-Sima y Quibas-Cueva.

Quibas-Sima tiene siete niveles diferentes (QS-1 a QS-7). Según estudios de paleomagnetismo, QS-1 tiene entre 1,1 y 1,07 millones de años. Los niveles QS-2 a QS-5 tienen entre 1,07 y 0,99 millones de años. Los niveles QS-6 y QS-7 tienen entre 0,99 y 0,9 millones de años. Los niveles más antiguos (QS-1 a QS-4) son los que han ofrecido fósiles de animales grandes y pequeños. En Quibas-Cueva se han distinguido seis niveles diferentes (QC-1 a QC-6). Los niveles más bajos de Quibas-Cueva tienen la misma edad que QS-1 (1,1–1,07 millones de años).

Especies Antiguas Encontradas en Quibas

Desde su descubrimiento en 1994, el yacimiento paleontológico de Quibas ha proporcionado fósiles de más de 80 especies de animales. Incluyen mamíferos, anfibios, reptiles, aves, gasterópodos y miriápodos.

Archivo:Fémur de lince ibérico de Quibas
Fémur de lince ibérico de hace un millón de años hallado en el yacimiento de Quibas.

Mamíferos de Quibas

En Quibas se han registrado hasta 36 tipos diferentes de mamíferos grandes y pequeños. Entre los grandes animales que comían plantas están la cabra de origen asiático Capra alba, el gamo Dama cf. vallonnetensis, el bisonte Bison cf. voigtstedtensis y el cerdo Sus sp. Es importante destacar la presencia del ancestro del buey almizclero actual, Praeovibos mediterraneus. De Quibas viene la mayor colección de fósiles de este animal encontrados en el Pleistoceno Inferior. También aparece el rinoceronte etrusco (Stephanorhinus etruscus), y los caballos Equus altidens y Equus suessenbornensis.

Es interesante la presencia del macaco de berbería Macaca sylvanus. Esta especie es rara en los fósiles de la península, pero muy abundante en Quibas. De hecho, es el yacimiento que más restos de macaco de berbería ha ofrecido de toda Europa.

La lista de carnívoros en Quibas incluye el tigre dientes de sable Megantereon sp., el zorro Vulpes praeglacialis, el licaón Canis (Xenocyon) lycaonoides, el lobo extinto Canis mosbachensis, el gato montés Felis silvestris y el tejón Meles meles. El lince ibérico es una de las especies más importantes de Quibas. Este yacimiento ha proporcionado el esqueleto más completo y antiguo de Lynx pardinus encontrado hasta ahora. Aunque este carnívoro es común en otros yacimientos antiguos de la península ibérica, los restos de las poblaciones más antiguas son muy escasos.

La variedad de murciélagos en Quibas es grande, con once especies encontradas en los diferentes niveles. Se han hallado restos de murciélagos de herradura Rhinolophus euryale, Rhinolophus ferrumequinum y Rhinolophus hipposideros. También murciélagos ratoneros Myotis myotis y Myotis escalerai, el nóctulo pequeño Nyctalus leisleri (el registro más antiguo de esta especie en la península ibérica), el murciélago rabudo Tadarida teniotis, el murciélago hortelano Eptesicus sp., el murciélago orejudo Plecotus sp., el murciélago común Pipistrellus sp., y el murciélago de cueva extinto del norte de África Miniopterus cf. horaceki.

La comunidad de roedores está formada por el puercoespín Hystrix refossa, el ratón de campo Apodemus sylvaticus, el ratón pequeño Castillomys rivas (extinto hace unos 800.000 años), la ardilla voladora Hylopetes sp., y el topillo Manchenomys orcensis. Este último es un género y especie que se describió por primera vez en Quibas. Es un topillo extinto que también vivió en Orce hace más de un millón de años, junto a los primeros humanos de Europa.

La musaraña Crocidura kornfeldi, el erizo Erinaceus sp. y el musgaño Neomys sp. forman el grupo de insectívoros. La presencia de Neomys en Quibas es uno de los primeros registros de este insectívoro semiacuático conocido hasta ahora. Por último, en Quibas aparecen dos lagomorfos: el ancestro del conejo Oryctolagus cf. giberti, y la pica desaparecida Prolagus calpensis. Las picas o liebres silvadoras están actualmente extintas en Europa Occidental.

Anfibios y Reptiles de Quibas

En Quibas se han encontrado huesos de anfibios como el sapo verde, que ahora está extinto en Europa Occidental, y el sapillo moteado. Entre los reptiles aparecen las primeras tortugas mediterráneas de la península ibérica, los últimos agámidos de Europa, la culebrilla ciega, la salamanquesa, el lagarto ocelado, la lagartija colilarga, la culebra de escalera, la culebra bastarda, la víbora hocicuda, la culebra lisa meridional, y la culebra de collar. Destaca también la especie de lagarto sin patas única de Quibas, Ophisaurus manchenioi. Su aparición confirma que el sureste de la península fue el último refugio en Europa para especies de climas cálidos.

Aves de Quibas

Entre las aves encontradas en Quibas destacan el quebrantahuesos y el ibis eremita, que ya no se encuentra en Europa. También aparece el mochuelo europeo, el cárabo común, el autillo europeo, la codorniz común, la paloma bravía, el cuco, el avión común, la bisbita común, el colirrojo tizón, la tarabilla africana, la collalba rubia, el carbonero común, el verderón europeo, el jilguero europeo, y córvidos.

Peces de Quibas

Aunque en poca cantidad, el yacimiento de Quibas ha ofrecido vértebras de trucha común. Es el registro más al sur de esta especie en la península ibérica durante el Pleistoceno Inferior que se ha documentado hasta ahora. Estos restos probablemente llegaron al yacimiento por la acción de algún animal que se alimentaba de peces.

Invertebrados de Quibas

En el grupo de los invertebrados aparecen gasterópodos (caracoles y babosas) y miriápodos (como los milpiés). Destaca el molusco Palaeoglandina montenati. También se mencionan otros moluscos como Bythinella sp., Pomatias sulcatus, Pseudotachea splendida, Chondrina farinesii, Jaminia quadridens, Testacella haliotidea, Vitrina sp., Rumina decollata, Oxychilus mercadali, Trochoidea murcica, Iberus gualtieranus y Sphincterochila candidissima. Entre los artrópodos aparece el milpiés (Diplopoda) y la cochinilla de la humedad (Armadillidium sp.).

El Clima Antiguo en Quibas

¿Cómo era el clima hace un millón de años?

Al principio del Pleistoceno, la Tierra entró en un ciclo de épocas frías y cálidas. Se alternaban periodos fríos y secos con periodos cálidos y húmedos. Estos cambios ambientales fueron responsables de continuas transformaciones en los animales y las plantas de gran parte del planeta. Hace un millón de años, cuando se formó el yacimiento de Quibas, estos cambios climáticos ocurrían cada unos 40.000 años. Esto era debido a las variaciones en la inclinación del eje de la Tierra.

En el yacimiento de Quibas se ha identificado una secuencia continua de hasta siete fases climáticas que ocurrieron entre hace 1.100.000 y 900.000 años. Las fases glaciares e interglaciares del Pleistoceno se conocen bien gracias a estudios en el fondo de los océanos. Allí hay un registro continuo de sedimentos que ha permitido reconstruir la historia del clima de la Tierra de los últimos 3 millones de años. Por eso, los episodios climáticos del Pleistoceno se conocen como estadios isotópicos marinos. Sin embargo, en los continentes estos cambios se registran de forma incompleta. Además, aún no se sabe el alcance y la intensidad de cada uno de estos cambios climáticos en las diferentes regiones del planeta, o cómo pudieron afectar a los animales y plantas, incluyendo a los seres humanos. La excepcional secuencia climática del yacimiento de Quibas permite saber cómo afectaron en el medio terrestre europeo los cambios climáticos que ocurrieron desde la fase MIS 33 hasta la fase MIS 27, donde se alternaron 4 episodios húmedos con 3 secos.

Cambios Climáticos y su Impacto en la Fauna

Los niveles donde han aparecido fósiles de animales en el yacimiento corresponden a una fase cálida (interglaciar MIS 31) y a una fase fría (glaciar MIS 30). Se ha podido observar un cambio importante en los animales que aparecen en los distintos niveles de Quibas debido a este cambio ambiental. Esto implicó la desaparición progresiva de los bosques. Esto ocurre porque en el sur de Europa, las épocas glaciares no significaban tanto una bajada de las temperaturas generales como un aumento de la sequedad con la expansión de zonas abiertas. Al contrario ocurría durante las fases interglaciares, en las que aumentaban las lluvias y con ellas el desarrollo de grandes zonas de árboles.

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