Tira de prensa para niños
Una tira de prensa, también conocida como tira cómica, es una historieta que se publica regularmente en periódicos, revistas y, más recientemente, en Internet. Estas tiras suelen tener personajes que aparecen siempre, y pueden ser creadas por un solo dibujante, o por un equipo que incluye un dibujante y un guionista.
Existen dos tipos principales de tiras de prensa según su frecuencia de publicación:
- Las tiras diarias se publican cada día. Suelen tener pocas viñetas (entre tres y cuatro), colocadas en línea horizontal. Antes se dibujaban en blanco y negro, pero hoy en día muchas son a todo color.
- Las tiras dominicales se publican los domingos. Generalmente ocupan una página entera y siempre están a color.
Aunque la mayoría de las tiras de prensa actuales son de humor, no siempre fue así. En el pasado, hubo tiras de aventuras como Tarzán de los monos, de ciencia ficción como Flash Gordon, históricas como Príncipe Valiente, o policíacas como Dick Tracy.
Contenido
Historia de las tiras de prensa
¿Cómo empezaron las tiras cómicas? (1871-1895)
La idea de la revista británica Punch (1841) se extendió por todo el mundo. En Estados Unidos, surgieron revistas similares como Puck (1871), Judge (1882) y Life (1883). En ellas trabajaron artistas como Arthur Burdett Frost y Frank M. Howarth, y comenzaron otros como Richard Felton Outcault y George Herriman.
En esa época, los grandes editores de periódicos en Estados Unidos, William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer, vieron que las historietas eran una buena forma de vender sus periódicos. Esto era especialmente útil para la gente que llegaba de otros países y no entendía bien el inglés, pero sí podía "leer" los dibujos. Así, pronto aparecieron series con personajes fijos, como Little Bear de James Swinnerton en 1892. Al año siguiente, se añadió color al suplemento dominical del New York World de Pulitzer.
La era moderna de las tiras (1896-1923)

Al principio, los cómics de prensa en Estados Unidos, conocidos como funnies, eran pequeños chistes de una sola viñeta. Aunque luego se dividieron en tiras, seguían contando una historia completa en cada entrega. Los personajes principales solían dar nombre a la serie y le daban continuidad. La importancia de estos personajes era tal que los editores intentaban "robarlos" de otros periódicos. Finalmente, los tribunales decidieron que si una serie y sus personajes cambiaban de periódico, debían cambiar de título.
Desde 1897, las tiras empezaron a recopilarse en libros. Solo entre 1900 y 1909, se publicaron al menos 70 colecciones. En 1914, se fundó la primera agencia de distribución de tiras, el King Features Syndicate. Pronto, otras agencias como el United Features Syndicate surgieron. Estas agencias se encargaban de distribuir las tiras a diferentes periódicos, incluso en otros países.
Además de The Yellow Kid (1894) de Outcault, otras series importantes de esta época fueron Happy Hooligan (1904) de Frederick Burr Opper, sobre un mendigo optimista, y The Katzenjammer Kids (1912) de Rudolph Dirks, que trataba sobre dos niños muy traviesos. También destacaron Boob McNutt (1915) de Rube Goldberg.
Los periódicos mejoraron sus técnicas de impresión para que las páginas de historietas fueran más llamativas. Se añadió color a los grandes suplementos dominicales. Esto permitió que surgieran series más atrevidas que exploraban nuevas formas de usar el color y el ritmo en la página. Entre ellas, se encuentran clásicos como Little Nemo in Slumberland (1905) de Winsor McCay y Krazy Kat (1907) de George Herriman.
Winsor McCay fue muy importante. Antes que el cine, él ya usaba un lenguaje visual moderno con diferentes tipos de tomas. También fue un pionero de los dibujos animados. Su famosa serie Little Nemo mostraba el mundo de los sueños de un niño y usaba el estilo artístico del art déco.
Por otro lado, Krazy Kat de George Herriman tenía una trama que se repetía: Krazy Kat, que estaba enamorado/a del ratón Ignatz, siempre era rechazado/a con un ladrillazo. Krazy Kat interpretaba esto como una señal de amor, y un perro policía, que estaba enamorado de Krazy Kat, aprovechaba para encerrar a Ignatz. Esta serie era muy original por su humor absurdo y su forma de jugar con el lenguaje.
Otras series innovadoras fueron The Upside Downs (1903) de Gustave Veerbeek, que se leía al derecho y luego al revés, y Kinder Kids y Wee Willis Winkies World (1906) de Lyonel Feininger, que usaban colores no realistas y personajes animales con características humanas.
Sin embargo, las tiras más populares de la época solían ser de humor. Trataban sobre las dificultades de adaptarse a la vida moderna o sobre las relaciones entre personajes, como familias o parejas con personalidades opuestas. Destacan Mutt and Jeff de Bud Fischer (1907), Polly and her pals (1912) de Cliff Sterret, Bringing up father (1913) de George McManus, Gasoline Alley (1918) de Frank King, Thimble theater (1919) donde Segar creó a Popeye, y Little Orphan Annie (1924) de Harold Gray.
La aventura entre guerras (1924-1942)
La Gran Depresión de 1929 impulsó un cambio en los cómics de prensa. Se dejaron de lado los comentarios sociales y los estilos artísticos complejos, buscando más el entretenimiento puro. Aunque hubo series cómicas notables como Blondie (1930) de Chic Young o Li’l Abner (1934) de Al Capp, los años siguientes estuvieron marcados por las tiras de aventuras.
Después del éxito de Wash Tubbs (1924) de Roy Crane, que introdujo el plano general (una toma amplia), y otras como Tim Tyler's Luck (1928) o Buck Rogers (1929), el género de aventuras se consolidó en 1934.
Ese año, la agencia King Features Syndicate contrató a Alex Raymond para dibujar Flash Gordon y Jungle Jim, y también Secret Agent X-9 (con guiones de Dashiell Hammett). Raymond, junto con Harold Foster (creador de Tarzán en 1929 y Príncipe Valiente en 1937), definió el nuevo estilo de las tiras de aventuras: detallado, elegante y con mucha atmósfera. Se volvió a un estilo más realista, dejando de lado los dibujos más experimentales de los años veinte.
También en 1934, el periódico Chicago Tribune y la agencia NY Syndicate comenzaron a distribuir una de las tiras de aventuras más importantes: Terry y los piratas de Milton Caniff. Caniff usó técnicas del cine, como el plano americano. Lo más importante es que cambió las historias que terminaban en cada tira por series con continuidad, donde el suspenso al final de cada entrega era clave para mantener el interés. Las tiras diarias se conectaban entre sí y con la dominical, pero también se podían leer solo las dominicales o solo las diarias. Esto ayudó a que los lectores se mantuvieran fieles a la serie.
El guionista Lee Falk continuó este formato con The Phantom (1936) y Mandrake the magician (1939). En 1938, el cómic de prensa recibió un golpe con el nacimiento de los comic books de superhéroes. Los superhéroes tenían historias parecidas a las tiras de aventuras, con protagonistas carismáticos y una trama continua. La principal diferencia era que los superhéroes tenían poderes especiales. Desde el punto de vista de la industria, esto marcó el fin de la época dorada de los cómics de prensa en Estados Unidos.
En el campo de la tira cómica, se lanzaron Nancy (1938) de Ernie Bushmiller, Barnaby (1942) de Crockett Johnson, La pequeña Lulú (1945) de John Stanley y Memín Pinguín (1945) de Yolanda Vargas Dulché.
En los países nórdicos, las tiras sin palabras (pantomímicas) fueron muy populares, como Adamson (1920) de Oscar Jacobsson y Ferd'nand (1937) de Henning Dahl Mikkelsen. En Japón, destacó la tira cómica Fuku-Chan (1936-) de Ryuichi Yokohama.
De Rip Kirby a Peanuts
Después de la guerra, se hizo muy popular la tira diaria, que ocupaba un espacio horizontal en la página del periódico y podía ser una historia completa o una parte de una serie. También había publicaciones de página completa los domingos, a menudo con diferentes autores. Esto limitó el espacio para diálogos y acción, afectando a los cómics más realistas como Johnny Hazard (1944) de Frank Robbins o Rip Kirby (1946) de Alex Raymond.
En los años siguientes, las tiras más importantes se enfocaron en personajes infantiles, pero con un contenido inteligente, como Pogo (1948) de Walt Kelly y Peanuts de Charles Schulz, ambas de 1950. Peanuts fue la tira más importante e influyente del siglo XX en Estados Unidos.
En Argentina, destacó Guillermo Divito, creador de personajes como El otro yo del doctor Merengue y Pochita Morfoni. En Japón, Machiko Hasegawa creó la tira cómica Sazae-san (1946-74). En Chile, sobresalieron Pepe Antártico (1947) de Percy y Condorito (1949) de Pepo.
En 1950, Mort Walker comenzó su exitosa serie Beetle Bailey, seguida por Hi and Lois. Otro autor importante fue Johnny Hart, con B.C. (1958) y El mago de Id (1964). También se destacaron series como Daniel el Travieso (1951) de Hank Ketcham y Mumin (1954-74) de Tove Jansson.
Entre las tiras de dibujo realista, se puede mencionar la incorporación de Dan Barry a Flash Gordon en 1951, y series como Garth (1943), The Cisco Kid (1951) y Judge Parker (1952).
De Mafalda a Garfield
Mafalda, creada por Quino en 1964, se hizo muy popular en Latinoamérica, España y otros países europeos.
En 1968, Garry Troudeau comenzó "Doonesbury". En 1970, Mell Lazarus creó Momma y Russell Myers, Broom-Hilda. En 1973, Dick Browne creó Olafo el vikingo y George Gately, Heathcliff.
Antes de dedicarse a los dibujos animados, Matt Groening creó La vida en el Infierno, que mostraba de forma humorística la vida en Los Ángeles. Esta historieta apareció en más de 200 periódicos y satirizaba temas cotidianos.
Garfield (1978), de Jim Davis, se burla de los dueños de mascotas y de su relación con los animales, mostrando al gato como el verdadero jefe de la casa. Garfield también trata de forma divertida problemas muy humanos como las dietas, el odio a los lunes o la pereza.
En 1980, se iniciaron "The Far Side" de Gary Larson y Bloom County de Berkeley Breathed.
Desde Calvin y Hobbes
El 18 de noviembre de 1985, Bill Watterson comenzó Calvin y Hobbes, una de las series más populares de los últimos tiempos. Esta tira recuperó el humor físico de las primeras tiras cómicas. Watterson fue uno de los primeros dibujantes modernos en darle de nuevo importancia a la tira dominical, haciendo que sus cómics se parecieran más a los de los años 1920 y 1930.
Otras tiras importantes de esta época son FoxTrot (1988) y, en España, Goomer de Ricardo & Nacho.
Dilbert (1989) de Scott Adams se desarrolla en el ambiente de una oficina, mostrando de forma divertida las políticas de trabajo, los jefes despistados y las reuniones interminables. Las cosas que la gente odia en su trabajo diario son las que provocan risas en Dilbert.
También surgieron Baby Blues (1990) de Rick Kirkman/Jerry Scott y La laguna de Sherman (1991) de Jim Toomey.
Desde mediados de los años 90, las tiras cómicas han crecido mucho en Internet, ya que este formato es muy adecuado para verse en pantallas.
Zits (1997), escrita por Jerry Scott e ilustrada por Jim Borgman, cuenta la vida de Jeremy Duncan, un adolescente de quince años en su primer año de High School (escuela secundaria). Jeremy intenta equilibrar su tiempo con amigos, su relación con su novia, sus tareas escolares, sus ensayos para ser un músico de rock, y soportar a sus padres. La tira destaca por tener personajes principales bien definidos que complementan la vida de Jeremy.
Otras tiras de finales de los 90 son Liberty Meadows (1997) y The Boondocks (1999).
Herramientas en línea
Existen herramientas en Internet que permiten crear tiras cómicas. Algunas de ellas te dejan guardar tus creaciones en formato PDF, publicarlas en blogs o incluso crear productos con tus tiras.
Galería de imágenes
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Tira diaria de Mutt and Jeff, la primera en lograr el éxito, fechada en 1913. Su autor fue Bud Fisher.
Véase también
En inglés: Comic strip Facts for Kids
- Historieta
- Historietista
- Tiras dominicales