Día Internacional de los Trabajadores para niños
Datos para niños Día Internacional de los Trabajadores |
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Manifestación del Día de los Trabajadores en Barcelona en 2009
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Datos generales | ||
Tipo | festividad pública, día internacional, actividad y evento anual | |
Primera vez | 1889 | |
Fecha | 1 de mayo | |
Motivo | empleado, obrero, trabajo y Revuelta de Haymarket | |
El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es una fecha importante para recordar los esfuerzos de los trabajadores en todo el mundo. Es un día en el que se celebran los logros y se piden mejoras en las condiciones de trabajo. En muchos países, el 1 de mayo es un día festivo nacional.
Esta conmemoración se estableció por un acuerdo de un congreso de trabajadores en París en 1889. Se eligió esta fecha para recordar a los activistas de Chicago que lucharon por una jornada laboral de ocho horas. Su lucha comenzó con una huelga el 1 de mayo de 1886 y tuvo un momento clave el 4 de mayo en un evento conocido como la revuelta de Haymarket. Desde entonces, el 1 de mayo se ha convertido en un día para defender los derechos de los trabajadores en todo el planeta.
En Estados Unidos, Canadá y algunos otros países, esta fecha no se celebra. En su lugar, conmemoran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre. Esta celebración recuerda un desfile que se realizó el 5 de septiembre de 1882 en Nueva York. El presidente estadounidense Grover Cleveland apoyó la celebración en septiembre para evitar que la fecha de mayo fortaleciera ciertos movimientos en Estados Unidos. Canadá se unió a esta conmemoración en septiembre a partir de 1894.
Historia del Día de los Trabajadores
¿Cómo surgió esta conmemoración?
Los eventos que llevaron a esta conmemoración ocurrieron al principio de la Revolución Industrial en Estados Unidos. A finales del siglo XIX, Chicago era una de las ciudades más grandes de Estados Unidos. Miles de personas llegaban buscando trabajo, creando barrios humildes. Además, estas ciudades recibieron a muchos inmigrantes de todo el mundo durante el siglo XIX.
La lucha por la jornada laboral de ocho horas

Una de las principales demandas de los trabajadores era tener una jornada laboral de ocho horas. Querían que el día se dividiera en: «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso». Ya en 1829, se había formado un grupo en Nueva York para pedir esta jornada de ocho horas. Antes, existía una ley que prohibía trabajar más de dieciocho horas, "salvo caso de necesidad".
Muchos trabajadores pertenecían a organizaciones como la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo o la American Federation of Labor. En su congreso del 17 de octubre de 1884, la Federación Estadounidense del Trabajo decidió que a partir del 1 de mayo de 1886, la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. Si no se lograba, irían a la huelga. Esta decisión hizo que muchas organizaciones de trabajadores se interesaran, ya que veían la oportunidad de crear más empleos con jornadas más cortas.
En 1868, el presidente Andrew Johnson firmó la ley Ingersoll, que establecía la jornada de ocho horas. Poco después, diecinueve estados aprobaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas. Sin embargo, estas leyes a menudo tenían excepciones que permitían trabajar más horas. Como la ley Ingersoll no se cumplía del todo, las organizaciones de trabajadores en Estados Unidos se movilizaron. La prensa de la época, que apoyaba a las empresas, criticaba este movimiento, llamándolo "indignante" y "delirio".
El 1 de mayo: el inicio de la huelga
El sábado 1 de mayo de 1886, doscientos mil trabajadores comenzaron una huelga, mientras que otros doscientos mil lograron la jornada de ocho horas solo con la amenaza de parar.
En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran muy difíciles, las protestas continuaron el 2 y 3 de mayo. Una fábrica de maquinaria agrícola, Helmans, estaba en huelga desde febrero. El 2 de mayo, la policía dispersó violentamente una manifestación de más de cincuenta mil personas. El 3 de mayo, se realizó una reunión frente a la fábrica. Cuando un activista, August Spies, estaba hablando, sonó la sirena de salida de los trabajadores que no estaban en huelga. Los manifestantes se lanzaron sobre ellos, y comenzó una pelea. La policía, sin previo aviso, disparó contra la gente, causando seis muertes y muchos heridos.
Un periodista, Adolph Fischer, escribió un mensaje urgente en su periódico, imprimiendo veinticinco mil copias. El mensaje decía:
Trabajadores: la lucha ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se disparó a los obreros. ¡Su sangre pide justicia!¿Quién puede dudar que quienes nos gobiernan buscan dañar a los trabajadores? Pero los trabajadores no son un rebaño. ¡A la violencia respondamos con fuerza! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se dispara a los trabajadores, respondamos de tal manera que los jefes lo recuerden por mucho tiempo.
¡Es la necesidad lo que nos hace gritar: A las armas!.
Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus esposos y padres, mientras en los palacios de los ricos se llenaban copas de vino y se brindaba por los que causaron el daño...
¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!
¡Tened coraje, trabajadores! ¡Levantaos!
El mensaje terminaba convocando a una protesta para el día siguiente, el 4 de mayo, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se obtuvo un permiso para el evento. Los hechos que siguieron se conocen como la revuelta de Haymarket.
La revuelta de Haymarket

Más de veinte mil personas se reunieron en la plaza de Haymarket. Ciento ochenta policías uniformados intentaron dispersarlos. Un explosivo estalló entre los policías, causando una muerte y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud, matando a treinta y ocho personas y dejando más de doscientos heridos.
Chicago fue declarada en estado de sitio, y después del toque de queda, cientos de trabajadores fueron arrestados, golpeados y acusados del asesinato del policía.
Estos actos fueron apoyados por una campaña en la prensa que decía cosas como:
¡Qué mejores sospechosos que los líderes de los activistas! ¡A la horca los asesinos, los monstruos sanguinarios, los fabricantes de bombas, la gente que no es otra cosa que lo que quedó de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar ideas peligrosas!
La prensa pedía un juicio rápido para ocho activistas y otras figuras importantes del movimiento de trabajadores.
El 21 de junio de 1886, comenzó el juicio contra treinta y un acusados, que luego se redujeron a ocho. Hubo muchas irregularidades en el juicio, y se violaron las normas legales. Los acusados fueron declarados culpables. Tres fueron condenados a prisión y cinco a muerte, quienes serían ejecutados. Las condenas fueron:
- Prisión
- Samuel Fielden, de Inglaterra, treinta y nueve años, trabajador textil, condenado a cadena perpetua.
- Oscar Neebe, de Estados Unidos, treinta y seis años, vendedor, condenado a quince años de trabajos forzados.
- Michael Schwab, de Alemania, treinta y tres años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.
- A muerte
- George Engel, de Alemania, cincuenta años, tipógrafo.
- Adolph Fischer, de Alemania, treinta años, periodista.
- Albert Parsons, de Estados Unidos, treinta y nueve años, periodista. Aunque se demostró que no estuvo en el lugar, se entregó para apoyar a sus compañeros y fue juzgado.
- August Vincent Theodore Spies, de Alemania, treinta y un años, periodista.
- Louis Lingg, de Alemania, veintidós años, carpintero. Para evitar la ejecución, se quitó la vida en su celda.
Las condenas se llevaron a cabo el 11 de noviembre de 1887. José Martí, que era corresponsal en Chicago, lo describió así:
... Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca... Abajo está la gente, sentada en sillas delante del lugar como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, oración en el de Spies, orgullo en el de Parsons. Engel hace un chiste sobre su capucha, Spies grita: «la voz que vais a silenciar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una señal, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantosa...
Los eventos de Chicago también causaron la pérdida de muchas vidas de trabajadores y líderes. No hay un número exacto, pero miles fueron despedidos, detenidos, juzgados, heridos o maltratados. La mayoría eran inmigrantes de Italia, España, Alemania, Irlanda, Rusia, Polonia y otros países.
El logro de la jornada laboral de ocho horas

A finales de mayo de 1886, varias empresas aceptaron dar la jornada de ocho horas a cientos de miles de trabajadores. El éxito fue tan grande que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su alegría con estas palabras:
Nunca en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas de trabajadores. El deseo de una jornada de trabajo más corta ha impulsado a millones de trabajadores a unirse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la actividad de los trabajadores.
El logro de la jornada de ocho horas fue un momento clave para el movimiento de trabajadores en todo el mundo. El propio Friedrich Engels en el prefacio de la edición alemana de 1890 de El manifiesto comunista dijo:
Pues hoy, en el momento en que escribo estas líneas, los trabajadores de Europa y América revisan sus fuerzas, movilizadas por primera vez en un solo grupo, bajo una sola bandera y para un solo objetivo: la fijación legal de la jornada normal de ocho horas, proclamada ya en 1866 por el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra y de nuevo en 1889 por el Congreso de trabajadores de París. El espectáculo de hoy demostrará a los dueños de empresas y a los terratenientes de todos los países que, en efecto, los trabajadores de todos los países están unidos. ¡Oh, si Marx estuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!
Consolidación y extensión durante el siglo XX

Después de los eventos en Estados Unidos, la Segunda Internacional impulsó la idea de que el 1 de mayo fuera un día festivo, siempre pidiendo al mismo tiempo la reducción a ocho horas de la jornada laboral. En 1904, la Segunda Internacional, reunida en Ámsterdam, pidió a todas las organizaciones de trabajadores que lucharan con energía el Primero de Mayo para lograr la jornada de ocho horas y otras demandas para conseguir la paz mundial. También hizo "obligatorio" que las organizaciones de trabajadores de todos los países dejaran de trabajar el 1 de mayo, si era posible y sin perjudicar a los trabajadores. Así, en todo el mundo, las organizaciones intentaron que el Primero de Mayo fuera un día festivo oficial en honor a la clase trabajadora, lo cual se logró poco a poco en la mayoría de los países.

En Europa, durante la segunda década del siglo, hubo avances importantes. El 23 de abril de 1919, el senado de Francia aprobó la jornada laboral de ocho horas e hizo que por primera vez el 1 de mayo de 1919 fuera un día no laborable. Dos meses antes en España, una famosa huelga en Barcelona logró que se aprobara el Decreto de la jornada de ocho horas de trabajo, haciendo de España el primer país de Europa en conseguir esta demanda. Sin embargo, entre 1923 y 1930, el día se celebró sin manifestaciones debido a restricciones durante un gobierno militar. De 1931 a 1936, durante la República, se conmemoró en las principales ciudades.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el Día Internacional de los Trabajadores recibió un nuevo impulso en muchos países. En los países de Europa, la influencia de los grupos de izquierda creció, y con ellos las celebraciones. Por lo tanto, el Primero de Mayo se convirtió durante la segunda mitad del siglo XX en un día de grandes celebraciones oficiales, manifestaciones populares y desfiles en países como la Unión Soviética —donde eran famosos los grandes desfiles frente al Kremlin de Moscú y el mausoleo de Lenin, la República Democrática Alemana o China.

En 1954, el papa Pío XII declaró el 1 de mayo festividad de San José Obrero, en la Plaza de San Pedro de Roma, añadiendo un mensaje católico a este día.
En otros países, especialmente en Estados Unidos, las empresas y el gobierno desanimaron las celebraciones del 1 de mayo. En Portugal, por ejemplo, el Día Internacional de los Trabajadores se empezó a celebrar libremente después de la Revolución de los claveles el 25 de abril de 1974. En España, no se celebró con su sentido original entre 1939 y 1977, durante un gobierno militar, siendo reemplazado por la festividad de San José Obrero.
Debido a las demandas de los trabajadores y a la situación mundial en la segunda mitad del siglo XX, las celebraciones del Día Internacional de los Trabajadores a veces llevaron a enfrentamientos y disturbios. Por ejemplo, en Turquía ocurrió un evento trágico el 1 de mayo de 1977 en la Plaza Taksim en Estambul, con muchas muertes.
El Día de los Trabajadores en el siglo XXI
Al comienzo del siglo XXI, en muchos países, los medios de comunicación empezaron a llamar al Día Internacional de los Trabajadores como «Día del Trabajo». Esto buscaba separar la celebración de su origen de lucha y demanda.
En otros países, especialmente aquellos con influencia británica, se ha celebrado el Labor Day (Día del Trabajo) en fechas diferentes al 1 de mayo. En los Estados Unidos de América y Canadá, el Labor Day es el primer lunes de septiembre. En Nueva Zelanda, es el cuarto lunes de octubre. En Australia, cada estado federal decide la fecha: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte. Como es un día festivo oficial en muchos lugares, parte de la población sigue participando en las celebraciones y sus demandas, mientras que otra parte usa el día para actividades de ocio.
Galería de imágenes
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Manifestación del Primero de Mayo en París, Francia (año 2000)
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Manifestación del Primero de Mayo en Los Ángeles, Estados Unidos (año 2006)
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Manifestación del Primero de Mayo en Moscú, Rusia (año 2012)
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Manifestación del Primero de Mayo en La Habana, Cuba (año 2012)
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Manifestación del Primero de Mayo en México DF, México (año 2017)
Más información
- Sindicalismo revolucionario
- Marxismo
- Lista de festividades y celebraciones
- Anarcosindicalismo
- Revolución rusa
- Jornada de ocho horas
- Autonomía obrera
- Socialismo
- Mártires de Boston
- La Internacional
- Declaración Universal de Derechos Humanos
- Carta Internacional de Derechos Humanos
- Convallaria majalis
- Mercado de trabajo en España
Véase también
En inglés: International Workers' Day Facts for Kids