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Revuelta de Haymarket para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Revuelta de Haymarket
Parte de la Gran Huelga Ferroviaria de 1877
HaymarketRiot-Harpers.jpg
Masacre de Haymarket.
Fecha 4 de mayo de 1886
Lugar Chicago, Illinois, Estados Unidos
Coordenadas 41°53′06″N 87°38′39″O / 41.8849, -87.6441
Objetivos Jornada de ocho horas
Métodos Huelgas, protestas, manifestaciones
Beligerantes
Federation of Organized Trades and Labor Unions Departamento de Policía de Chicago
Comandantes
August Spies
Albert Richard Parsons
Samuel Fielden
Carter Harrison Sr.
Juan Bonfield
Bajas
4 muertos
70+ heridos
100+ arrestados
8 muertos
60+ heridos

El incidente de Haymarket o revuelta de Haymarket fue un evento importante que ocurrió en Haymarket Square, Chicago, Estados Unidos, el 4 de mayo de 1886. Fue el momento más intenso de una serie de protestas que habían comenzado el 1 de mayo. Estas protestas buscaban apoyar a los trabajadores en huelga que pedían una jornada laboral de 8 horas.

Durante una manifestación, una bomba explotó cerca de la policía que intentaba dispersar a la gente. Esto llevó a un juicio contra ocho activistas laborales. Años después, este juicio fue considerado injusto. Cinco de ellos fueron condenados a muerte (uno falleció en su celda antes de la ejecución) y tres fueron encarcelados. El movimiento obrero los llamó los Mártires de Chicago.

Este suceso fue muy importante y dio origen a la conmemoración del 1 de mayo, conocido hoy como el Día internacional de los trabajadores en la mayoría de los países. Sin embargo, en Estados Unidos y Canadá, el Labor Day se celebra el primer lunes de septiembre.

Archivo:Riot Monument
Placa conmemorativa del gobierno de Chicago en el Monumento a los Mártires de Haymarket.

¿Qué llevó a la Revuelta de Haymarket?

Los eventos de Haymarket ocurrieron al principio de la revolución industrial en Estados Unidos. A finales del siglo XIX, Chicago era una ciudad muy grande. Miles de personas llegaban cada año buscando trabajo, formando barrios humildes. Además, muchos inmigrantes de todo el mundo llegaron a estas ciudades durante el siglo XIX.

La lucha por la jornada laboral de ocho horas

Archivo:HayMarket100a
El Monumento a los Mártires de Haymarket en mayo de 1986 en el cementerio Waldheim (Chicago).

Una de las principales demandas de los trabajadores era tener una jornada laboral de ocho horas. Querían "ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa". Hubo varios movimientos para lograr esto. En 1829, se formó un grupo en Nueva York para pedir esta jornada. Antes, una ley permitía trabajar hasta dieciocho horas si era "necesario".

En Canadá, el movimiento sindical también luchó por un día laboral limitado y por los derechos de los sindicatos, logrando avances en esa década.

La mayoría de los trabajadores pertenecían a la Orden de los Caballeros del Trabajo, pero la Federación Americana del Trabajo (AFL) era más influyente. En su congreso de 1884, la AFL decidió que a partir del 1 de mayo de 1886, la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. Si no se lograba, irían a una huelga. Esta idea entusiasmó a muchas organizaciones, ya que una jornada más corta podría crear más empleos y reducir el desempleo.

En 1868, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson firmó la Ley Ingersoll, que establecía ocho horas de trabajo diarias. Sin embargo, muchas empresas no la cumplían. Diecinueve estados aprobaron leyes similares, pero con excepciones que permitían jornadas de catorce o dieciocho horas. Las condiciones de trabajo seguían siendo muy difíciles.

La prensa de la época criticaba el movimiento por las ocho horas, llamándolo "indignante" y "delirio de lunáticos". Decían que era como "pedir un salario sin trabajar".

Los sucesos de Haymarket

La convocatoria a la huelga

En 1886, a pesar de la Ley Ingersoll que establecía la jornada de ocho horas, muchos trabajadores seguían laborando 10, 12 o 14 horas al día. Esto incluía a miles de niños y mujeres, a quienes además se les pagaba menos.

La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, una organización importante de trabajadores, pidió a sus miembros que no hicieran huelga el 1 de mayo. Sin embargo, los trabajadores de Estados Unidos y Canadá no estuvieron de acuerdo y decidieron seguir adelante con la huelga.

Los periódicos de la época publicaron artículos que criticaban duramente el movimiento. Por ejemplo, el New York Times dijo que las huelgas podrían "paralizar nuestra industria". El Philadelphia Telegram escribió que los trabajadores se habían "vuelto locos".

1 de mayo: el inicio de la huelga

El 1 de mayo de 1886, unas 200,000 personas iniciaron la huelga. Otras 200,000 lograron la jornada de ocho horas solo con la amenaza de parar.

En Chicago, las condiciones de los trabajadores eran muy difíciles. Las protestas continuaron los días 2 y 3 de mayo. Una de las fábricas que seguía funcionando era McCormick, que estaba en huelga desde febrero. La fábrica usaba trabajadores que no se unían a la huelga. El día 2, la policía dispersó una manifestación de más de 50,000 personas. El día 3, se realizó una concentración frente a la fábrica.

Mientras el activista August Spies hablaba, sonó la sirena de salida de un turno de trabajadores que no estaban en huelga. Los manifestantes se lanzaron sobre ellos, y comenzó una pelea. De repente, la policía abrió fuego sin previo aviso, causando seis muertes y muchos heridos.

Adolph Fischer, editor de un periódico, imprimió 25,000 volantes que llamaban a una protesta para el día siguiente, 4 de mayo, en Haymarket Square. Se obtuvo un permiso del alcalde para el evento.

4 de mayo: el día de la revuelta

Archivo:Haymarket explosion
Grabado que muestra la explosión en la Revuelta de Haymarket.

El 4 de mayo, a las 9:30 de la noche, el alcalde, que había estado en el evento para asegurar la seguridad, dio por terminada la reunión. Sin embargo, una gran parte de las más de 20,000 personas se quedaron. El inspector de policía, John Bonfield, decidió que los trabajadores no debían seguir allí. Él y 180 policías avanzaron hacia el parque para dispersarlos.

De repente, un explosivo estalló entre los policías, matando a un oficial llamado Degan e hiriendo a otros. La policía abrió fuego contra la multitud, causando muertes y heridos entre los trabajadores. Se declaró un estado de emergencia, y en los días siguientes, cientos de trabajadores fueron arrestados, golpeados y acusados de la muerte del policía. Se realizaron muchas búsquedas y se encontraron armas.

La campaña de prensa

La prensa apoyó la represión y publicó artículos que animaban a la acción contra los activistas. Pedían un juicio rápido y culpaban a ocho activistas y a otros líderes del movimiento obrero. Cientos de trabajadores fueron detenidos como sospechosos.

El juicio

El 21 de junio de 1886, comenzó el juicio contra 31 personas, número que luego se redujo a ocho. Aunque el juicio fue considerado injusto y no respetó las normas legales, la prensa sensacionalista insistía en la culpabilidad de los acusados. A pesar de que no se pudo probar nada en su contra, los ocho de Chicago fueron declarados culpables. Tres fueron condenados a prisión y cinco a la pena máxima.

Hoy en día, se cree que el juicio fue motivado por razones políticas, es decir, se les juzgó por sus ideas y por ser trabajadores que luchaban por sus derechos, y no por el incidente en sí.

El activista Alexander Berkman dijo que "nunca se ha visto una burla de la justicia más grande que el juicio de esos hombres". Además, John Peter Altgeld, gobernador de Illinois, afirmó que "los hombres ejecutados habían sido víctimas de un plan de los empresarios, los tribunales y la policía".

Las sentencias

Archivo:ChicagoAnarchists
Afiche en simpatía a los activistas de Chicago, por Walter Crane.

Prisión

  • Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor y obrero textil, condenado a cadena perpetua).
  • Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a quince años de trabajos forzados).
  • Michael Schwab (alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua):
Lo que aquí se ha juzgado es una idea, y esa idea es contraria a la fuerza bruta y a la injusta distribución de la riqueza. Ustedes son los que han causado esta situación.
Michael Schwab

Pena capital

El 11 de noviembre de 1887, se llevó a cabo la ejecución de:

Solo tengo que protestar contra la pena que me imponen porque no he cometido ningún crimen... pero si he de ser ejecutado por mis ideas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la hermandad, entonces no tengo problema. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida.
Adolph Fischer
  • Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons. Aunque se probó que no estuvo en el lugar, se entregó para apoyar a sus compañeros y fue juzgado):
La idea principal es la abolición del salario y el reemplazo del sistema actual por uno de libre cooperación. La sociedad actual solo funciona con represión, y nosotros hemos propuesto un cambio social de los trabajadores contra este sistema. Si voy a ser ejecutado por mis ideas, está bien: mátenme.
Albert Parsons
Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis supuestos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el triunfo final de la libertad y la justicia.
August Spies
  • Louis Lingg (alemán, 22 años, carpintero), falleció en su celda antes de la ejecución.

El escritor José Martí, corresponsal en Chicago, describió la ejecución:

... salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca... Abajo está la gente, sentada en sillas delante del lugar de la ejecución como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, oración en el de Spies, orgullo en el de Parsons, Engel bromea sobre su capucha, Spies grita: «La voz que vais a silenciar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una señal, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantosa...
José Martí

Indulto y reconocimiento del error judicial

El 26 de junio de 1893, el gobernador de Illinois, John Peter Altgeld, perdonó a los tres condenados que no habían sido ejecutados: Samuel Fielden, Oscar Neebe y Michel Schwab. El gobernador Altgeld dijo que las condenas y ejecuciones fueron el resultado de la "histeria, jurados manipulados y un juez parcial". Señaló que la acusación "nunca descubrió quién había lanzado la bomba que mató al policía y la evidencia no muestra ninguna conexión entre los acusados y el hombre que la lanzó". Altgeld también criticó al gobierno de Chicago por permitir que una agencia de seguridad privada usara la fuerza para controlar las huelgas.

Monumentos

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Haymarket affair Facts for Kids

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Revuelta de Haymarket para Niños. Enciclopedia Kiddle.