robot de la enciclopedia para niños

Neocatólico para niños

Enciclopedia para niños

Los Neocatólicos, a veces llamados neos de forma abreviada, fueron un grupo político e ideológico importante en España a mediados y finales del siglo XIX. Eran partidarios de que el Estado español mantuviera una fuerte conexión con la Iglesia Católica y defendían la unidad católica, lo que significaba que el catolicismo fuera la única religión oficial.

A diferencia de los carlistas, que también apoyaban a la Iglesia, los neocatólicos querían participar activamente en la política del régimen liberal de la época. Tenían ideas cercanas a algunos pensadores franceses y al conservadurismo británico. Sus oponentes los veían como muy conservadores y los llamaban despectivamente "carcas" o "neos".

Historia de los Neocatólicos

Orígenes y primeros pasos

En 1844, inspirados por Jaime Balmes, los neocatólicos fundaron el Partido Monárquico Nacional. Lograron tener cierta influencia en la corte de la reina Isabel II. Durante los periodos en que los liberales moderados gobernaban, algunos neocatólicos llegaron a ser ministros, como el marqués de Viluma, Cándido Nocedal o González Bravo. Sin embargo, nunca llegaron a controlar completamente el gobierno, que alternaba entre liberales moderados y progresistas.

En 1861, escritores como Manuel del Palacio y Luis Rivera comenzaron a usar el término "neos" de forma despectiva para referirse a figuras como José María de Canga-Argüelles y Villalba, Francisco Navarro Villoslada y Gabino Tejado, quienes escribían en periódicos como La Regeneración y El Pensamiento Español.

Ideas y objetivos principales

El grupo neocatólico, liderado por Cándido Nocedal, se formó en 1860. Sus oponentes los llamaban "neos" porque los veían como una mezcla de ideas carlistas y ultramontanas (que defendían la autoridad del Papa). De hecho, algunos neocatólicos se unieron más tarde a los carlistas.

Su principal objetivo era proteger los intereses de la Iglesia Católica y la unidad católica de España. Cuando surgió la "cuestión romana" (un conflicto sobre los territorios del Papa) y el gobierno español reconoció al reino de Italia en 1861, los "neos" apoyaron firmemente al Papado. También respaldaron con entusiasmo la condena del Papa Pío IX a las ideas liberales, conocida como el Syllabus.

Después de la Revolución de 1868

Tras la Revolución Gloriosa de 1868, que puso fin al reinado de Isabel II, los neocatólicos se acercaron a los carlistas. Ambos grupos compartían una fuerte oposición a la secularización de la sociedad (la separación de la Iglesia y el Estado). La prensa neocatólica defendió los derechos al trono español del pretendiente carlista Carlos de Borbón y Austria-Este (conocido como Carlos VII).

Algunas obras literarias de la época que reflejaban las ideas neocatólicas incluían La familia de Alvareda (1849) de Cecilia Bohl de Faber "Fernán Caballero", Fabiola (1858) del cardenal Nicholas Wiseman y La mujer fuerte (1859) de Gabino Tejado.

La Restauración y el Integrismo

Después de la restauración de la Monarquía borbónica en 1875, surgió un nuevo grupo tradicionalista, la Unión Católica de Alejandro Pidal. Los neocatólicos, que se habían unido a los carlistas durante el Sexenio Revolucionario, los abandonaron cuando el pretendiente Carlos VII empezó a acercarse a ideas liberales moderadas.

Así, el neocatolicismo evolucionó hacia el integrismo, y en 1888 nació el Partido Integrista. Este partido defendía la obediencia total a las enseñanzas de la Iglesia en todos los aspectos de la vida, tanto políticos como sociales. Se oponían radicalmente a la libertad de culto y a la libertad de pensamiento, considerándolas dañinas para las naciones. Solo estaban dispuestos a obedecer leyes basadas en la doctrina católica, que veían como una verdad absoluta e inmutable.

En su Manifiesto Integrista Tradicionalista de 1889, adoptaron una postura firme contra quienes no aceptaran su "verdad". Se inspiraron en el Syllabus papal y en libros como El liberalismo es pecado de Félix Sardá y Salvany. También fueron muy influenciados por los escritos de Marcelino Menéndez Pelayo y Juan Vázquez de Mella.

Por su parte, la Unión Católica tuvo una influencia importante en los gobiernos de Cánovas del Castillo.

Figuras destacadas

Entre los personajes que formaron parte del movimiento neocatólico, en diferentes momentos y con distintas ideas, se encuentran: Alejandro Pidal y Mon, José María Quadrado, Manuel Cañete, Vicente de la Fuente y Bueno, Manuel Pérez Villamil, Aureliano Fernández Guerra, José Selgas Carrasco, Damián Isern y Marcó, Manuel de la Pezuela y Ceballos (Marqués de Villuma), Jaime Balmes, Donoso Cortés, Vázquez de Mella, Antonio Aparisi, Cándido Nocedal, Gumersindo Laverde, Juan Manuel Orti y Lara y Marcelino Menéndez y Pelayo.

Movimientos católicos en el siglo XX

En el siglo XX, nuevas ideas del catolicismo político en Europa, como las del Partito Popolare Italiano, influyeron en España. Surgieron nuevos movimientos políticos católicos, como el Grupo de la Democracia Cristiana y el Partido Social Popular. Más tarde, Acción Popular y otros grupos de inspiración católica se unieron en la CEDA durante la Segunda República Española.

La política de los gobiernos republicanos, que incluía la Constitución, y la violencia contra la Iglesia (como la quema de conventos de 1931) llevaron a muchos católicos a apoyar la sublevación militar de 1936 y el posterior régimen de Franco. Este régimen fue visto por algunos como un "salvador" y la guerra civil española como una "Cruzada de Liberación Nacional".

Desde 1937, durante el franquismo, los movimientos católicos debían integrarse en el Movimiento Nacional, pero mantuvieron su identidad. Su influencia se centró en la educación y en mantener la moral pública, dentro de lo que se llamó el nacionalcatolicismo.

El sindicalismo católico (organizaciones de trabajadores católicos) no tuvo mucho éxito en España, salvo en algunas zonas rurales. Sin embargo, tuvieron mucha más influencia la Acción Católica, los medios de comunicación católicos (como El Debate y el Diario Ya), y la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (Ángel Herrera Oria). Más tarde, el Opus Dei ganó gran importancia, y sus miembros ocuparon puestos clave en el gobierno y en instituciones financieras.

Posteriormente, hubo intentos de formar una democracia cristiana similar a las de Alemania o Italia.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Neocatólicos Facts for Kids

kids search engine
Neocatólico para Niños. Enciclopedia Kiddle.