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Isidoro de Kiev para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Isidoro de Kiev
Isidore of Kiev.jpg

Patriarca latino de Constantinopla
20 de abril de 1458-27 de abril de 1463
Predecesor Juan Contarini
Sucesor Basilio Besarión

Metropolitano de Kiev y toda la Rus
1437-8 de enero de 1440
Predecesor Focio de Moscú
Sucesor Gregorio II el Búlgaro (en Kiev)
Jonás de Moscú (en Rusia)

Otros títulos
  • Decano del Colegio Cardenalicio
  • Legado papal
Información religiosa
Proclamación cardenalicia 18 de diciembre de 1439
por Eugenio IV
Título cardenalicio Cardenal presbítero de Santos Marcelino y Pedro
Cardenal obispo de Sabina
Información personal
Nombre Isidoro de Kiev
Nacimiento 1385
Monemvasía (Grecia)
Fallecimiento 27 de abril de 1463jul.
Roma (Italia)
Coat of Arms of Isidore of Kiev as Cardinal.png
Escudo de Isidoro de Kiev
Archivo:Isidore of Kiev Liturgical Book
Sluzhébnik (libro litúrgico) de Isidoro.

Isidoro de Kiev (nacido en Salónica, Grecia, en 1385 y fallecido en Roma, Italia, el 27 de abril de 1463) fue una figura importante en la historia de la Iglesia. Fue obispo metropolitano de Kiev y de toda la Rus, patriarca de Constantinopla (en el rito latino), cardenal de la Iglesia católica, y un gran pensador.

Isidoro fue uno de los principales defensores de la unión entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en el Concilio de Florencia. Su vida estuvo dedicada a intentar acercar a estas dos grandes ramas del cristianismo.

Primeros años y su visión de unidad

Cuando Isidoro llegó a Constantinopla, se hizo monje y luego fue nombrado líder del monasterio de San Demetrio. Hablaba muy bien latín y era conocido por su sabiduría en temas religiosos y por su habilidad para hablar en público. Desde el principio de su carrera, Isidoro creyó firmemente en la importancia de unir a la Iglesia de Oriente con la de Occidente.

En ese tiempo, el Imperio bizantino (con capital en Constantinopla) estaba en peligro por el avance del Imperio otomano. Los líderes bizantinos pensaron en pedir ayuda a los príncipes de Occidente, y para ello, consideraron unirse con la Iglesia católica. En 1434, Isidoro fue enviado al Concilio de Basilea como embajador para iniciar estas conversaciones. Allí, dio un discurso sobre la grandeza del Imperio bizantino. Al regresar, siguió trabajando para que la unión entre las iglesias fuera posible.

Isidoro como Metropolitano de Kiev y toda Rus

En 1437, Isidoro fue nombrado metropolitano de Kiev y de toda la Rus. Este nombramiento fue hecho por el patriarca José II de Constantinopla y apoyado por el emperador Juan VIII Paleólogo. El objetivo era unir la Iglesia ortodoxa rusa con la Iglesia católica y así conseguir protección para Constantinopla contra los otomanos.

El gran príncipe Basilio II de Moscú no recibió a Isidoro con agrado. Sin embargo, Isidoro logró convencer al príncipe de que la unión con la Iglesia católica podría ayudar a salvar al Imperio bizantino y a la Iglesia ortodoxa de Constantinopla. Basilio II le hizo prometer que no haría nada que fuera en contra de las leyes divinas o de la Iglesia.

El Concilio de Ferrara y Florencia

Con el apoyo económico de Basilio II, Isidoro viajó a Ferrara y luego a Florencia. El concilio, que había comenzado en Basilea, se trasladó a estas ciudades debido a una enfermedad. Isidoro salió de Moscú el 8 de septiembre de 1437 y llegó a Ferrara el 15 de agosto de 1438. Durante el viaje, sus acompañantes se sorprendieron por su trato amistoso con los líderes religiosos latinos.

Tanto en Ferrara como en Florencia, Isidoro fue uno de los seis oradores principales por parte de los bizantinos. Junto con Basilio Besarión, trabajó con mucha dedicación para lograr la unión de las iglesias. A pesar de la oposición de algunos, como el embajador ruso Fomá de Tver, finalmente se firmó un acuerdo de unión entre las iglesias de Oriente y Occidente.

En ese momento, el Imperio bizantino estaba muy debilitado y rodeado por los otomanos. La ciudad natal de Isidoro, Salónica, ya había sido conquistada. El Imperio se había reducido a Constantinopla y algunas otras pequeñas zonas. Aunque algunos líderes ortodoxos preferían a los otomanos antes que a Roma, el emperador, el Patriarca y muchos otros, como Isidoro, querían la unión para conseguir ayuda de Europa.

Isidoro, que era griego y no ruso, era un gran pensador y estaba muy entusiasmado con la idea de unir las iglesias, que habían estado separadas desde el siglo XI. El emperador bizantino Juan VIII ya lo había enviado como embajador antes.

Después del concilio, Isidoro fue nombrado cardenal y legado papal para varias regiones, incluyendo Lituania, Livonia, toda Rusia y Galitzia (en Polonia). Fue uno de los pocos cardenales de esa época que no era del rito latino.

El Concilio de Florencia fue muy importante. El patriarca de Constantinopla estuvo presente, y los patriarcas de Antioquía, Alejandría y Jerusalén enviaron a sus representantes. Se llegó a la conclusión de que las diferencias entre latinos y ortodoxos eran pequeñas, principalmente de lenguaje y detalles de los rituales.

La bula Laetentur caeli (que significa "Alégrense los cielos"), firmada el 6 de julio de 1439, proclamó la unión de las iglesias griega y latina. Isidoro firmó con gran entusiasmo, añadiendo "firmo con amor y aprobación".

El regreso a Moscovia y la oposición

Desde Budapest, en marzo de 1440, Isidoro envió una carta a los obispos rusos pidiéndoles que aceptaran la unión. Pero cuando llegó a Moscú en la Pascua de 1441, y anunció la unión en la Catedral de la Dormición del Kremlin de Moscú, la mayoría de los obispos, el príncipe Basilio II y el pueblo no la aceptaron.

Durante su primera ceremonia religiosa en la Catedral de la Dormición, Isidoro llevó un crucifijo de rito latino y mencionó al papa Eugenio IV en sus oraciones. También leyó en voz alta el decreto de unificación. Entregó a Basilio II un mensaje del Vaticano pidiendo ayuda para extender la unión.

Tres días después, seis obispos, siguiendo órdenes de Basilio, se reunieron en un sínodo y lo destituyeron. Isidoro fue encarcelado en el Monasterio Chúdov por negarse a renunciar a la unión con la Iglesia de Roma.

Isidoro había sido nombrado cardenal y legado papal para un territorio muy grande. Hoy en día, algunos historiadores rusos intentan restar importancia a Isidoro y al Concilio de Ferrara-Florencia, a pesar de que Isidoro era el metropolitano legítimo y fue al concilio con el permiso del príncipe.

Isidoro envió un mensaje a cada ciudad de su extensa región metropolitana. En él, se presentaba como "Arzobispo de Kiev" y proclamaba la unión de las iglesias, pidiendo a sus fieles que no tuvieran divisiones con los latinos. Les pedía que aceptaran el bautismo mutuo y que pudieran recibir los sacramentos en los templos de ambas confesiones.

Algunos argumentan que el pueblo de Rus (las regiones eslavas orientales que hoy son Rusia, Bielorrusia y Ucrania) no quería la unión. Sin embargo, las fuentes históricas más antiguas muestran que la unión fue bien recibida en lugares como el Principado de Tver y la Rus de Lituania. Isidoro viajó por Hungría, Polonia y Lituania, celebrando ceremonias y mencionando al Papa Eugenio IV, sin que ningún líder religioso o príncipe local se opusiera.

Cuando llegó a Kiev en 1441, el príncipe Aleksandr Vladímirovich confirmó los derechos de Isidoro como metropolitano. Esto demuestra que en muchas regiones, las comunidades ortodoxas aceptaban a Isidoro y la unión con los cristianos latinos.

Pero en Moscú, la situación fue diferente. El príncipe Basilio II de Moscú hizo que seis obispos se reunieran rápidamente y destituyeran a Isidoro. Fue una clara intervención del poder político en asuntos de la Iglesia. Isidoro fue encarcelado en el Monasterio Chúdov y se le exigió que renunciara a la unión con Roma, a lo que él se negó. Estuvo preso hasta septiembre de 1443.

Las crónicas de la época, como la Primera Crónica de Nóvgorod, muestran que a Isidoro se le acusó de cosas menores, como orar por el Papa o usar una cruz latina, no de violar las normas ortodoxas universales. Esto sugiere que las razones de su encarcelamiento fueron más políticas que religiosas.

En Moscovia, se daba mucha importancia a detalles rituales que para los ortodoxos de Grecia no eran un problema. Incluso siglos después, hubo divisiones en la Iglesia rusa por temas rituales menores.

Exilio y últimos años

En septiembre de 1443, después de dos años de prisión, Isidoro logró escapar a Tver y luego a Lituania y Roma. Fue recibido con alegría por el Papa en 1443. El papa Nicolás V (1447-1455) lo envió de nuevo a Constantinopla en 1452 para preparar la unión de las iglesias allí, dándole soldados para la defensa de la ciudad. El 12 de diciembre de ese año, Isidoro logró reunir a muchos miembros de la Iglesia bizantina para una celebración de la unión.

Isidoro vivió la caída de Constantinopla a manos de los otomanos el 29 de mayo de 1453. Logró escapar de la violencia y fue llevado como prisionero a Asia Menor. Escribió una carta al papa Nicolás V describiendo los horrores del asedio.

Después de escapar o comprar su libertad, regresó a Roma. Allí fue nombrado Obispo de Sabina y, más tarde, el papa Pío II (1458-64) le dio dos títulos más: Patriarca Latino de Constantinopla y Arzobispo de Chipre, aunque no pudo ejercer su autoridad en estas regiones. Fue el líder del Colegio Cardenalicio desde el 8 de octubre de 1461.

Isidoro de Kiev falleció en Roma el 27 de abril de 1463. Sus restos descansan en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Isidore of Kiev Facts for Kids

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