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Fortificación para niños

Enciclopedia para niños

Las fortificaciones son construcciones militares diseñadas para proteger un lugar durante un conflicto. La palabra viene del latín fortis (fuerte) y facere (hacer), lo que significa "hacer fuerte". También se les llama bastiónes, baluartes o fuertes.

Una fortificación es una obra defensiva que aumenta la protección de un lugar. Puede ser un recinto cerrado con murallas, como un castillo, una ciudadela o una plaza fuerte. También puede incluir varias líneas de murallas con torreones, adarves (pasillos en lo alto de la muralla), matacánes (salientes para lanzar cosas hacia abajo), aspilleras (aberturas para disparar), almenas (puntas en la parte superior de la muralla) y parapetos (muros bajos de protección). Además, pueden tener fosos, barbacanas (defensas exteriores), torres de vigilancia (también llamadas atalayas), torres separadas (albarranas), castilletes (castillos pequeños) y poternas (puertas secretas).

Estas construcciones estaban pensadas para resistir un largo asedio (cuando un ejército rodea un lugar para tomarlo). Por eso, solían tener aljibes para guardar agua de lluvia y muchos depósitos de comida y otros suministros. También debían ser lo suficientemente fuertes para soportar ataques de máquinas como catapultas, arietes (troncos grandes para derribar muros) y torre de asedios. Más tarde, con la invención de la pólvora y los cañónes, las fortificaciones tuvieron que cambiar. Se hicieron más curvas o en forma de estrella, con revellínes (obras defensivas triangulares) y lunetas (obras en forma de media luna) para reducir el impacto de los proyectiles. Sin embargo, el poder creciente de la artillería finalmente hizo que muchas de estas defensas fueran menos efectivas.

Los seres humanos han construido obras defensivas durante miles de años, con diseños muy variados. Un ejemplo de ciudad muy bien fortificada fue Pskov en Rusia, que tenía cinco murallas de piedra y pudo resistir 26 asedios en el siglo XV.

Muchas instalaciones militares se conocen como fuertes, aunque no siempre estén muy fortificadas. Los fuertes muy grandes se llaman fortalezas, los medianos fuertes y los más pequeños fortínes.

Dentro de la ingeniería militar, la disciplina que se encarga de construir y conquistar fortificaciones se llama poliorcética.

Historia de las Fortificaciones

Fortificaciones en la Edad Antigua

Archivo:Jerusalem Golden gate 1886
Fortificación de Jerusalén.

Las primeras fortificaciones surgieron cuando las sociedades empezaron a organizarse y a enfrentarse en conflictos. Para protegerse de grupos grandes de enemigos, los pueblos rodearon sus asentamientos con estacas, muros de adobe (barro secado al sol) y fosos. Con el tiempo, estas defensas se convirtieron en grandes murallas de piedra con lienzos (tramos de muro), cortinas (muros entre torres) y torres. Los lugares más importantes se construían en sitios altos, que luego se llamaron ciudadelas o alcázares. A menudo, estaban protegidos por ríos, precipicios o desfiladeros, usando la naturaleza como defensa. Las fortificaciones en llanuras solían tener dos o tres líneas de fosos y el mismo número de líneas de defensa. Sus murallas podían medir más de 10 metros de altura, con matacánes y almenas en la parte superior.

El historiador Polibio cuenta que Siracusa (Sicilia) estaba rodeada por fosos de unos 13 metros de ancho y 6 metros de profundidad. A Jerusalén, según el historiador judío Flavio Josefo, la rodeaban tres muros, excepto en el lado de los valles, que al ser inaccesible, solo tenía uno. En la antigüedad, estas fortificaciones eran comunes incluso en ciudades pequeñas. Sin embargo, el crecimiento de las ciudades y la aparición de la artillería las hicieron menos útiles, por lo que muchas fueron derribadas a lo largo de los siglos. Hoy en día, solo quedan algunas como curiosidades históricas.

Aunque los pueblos más antiguos usaban estacas y muros de adobe, pronto aprendieron a mejorar sus defensas con mampostería (construcción con piedras unidas con mortero) en las murallas principales. También sabían cómo usar tepes (trozos de tierra con césped) y cómo sostener la tierra con fajinas (ramas atadas) aseguradas con piquetes. A menudo, colocaban estacadas delante o detrás del foso, al pie de la contraescarpa (la pared exterior del foso) o de la escarpa (la pared interior del foso). Las murallas no tenían terraplenes (montículos de tierra) ni banquetas (plataformas para los soldados), y el paso detrás de ellas era tan estrecho que apenas cabía una fila de soldados. El paso se interrumpía con cortes donde se ponían puentes temporales que se quitaban si era necesario. Si había una segunda línea de murallas, su entrada no estaba frente a la primera puerta, sino a un lado, para que el enemigo quedara expuesto a los disparos de los defensores.

Los romanos siempre acampaban en recintos protegidos con fuertes de postes y fosos. Los ejércitos que sitiaban una ciudad también usaban fortificaciones. Dependiendo de la situación, construían una o dos líneas de trincheras. Rodeaban las ciudades con fosos, blocaos (pequeños fuertes) y parapetos. También usaban casamatas, que eran refugios de hormigón reforzado para cañones o ametralladoras. Al principio, las columnas de ataque marchaban al descubierto, sufriendo muchas bajas. Luego, los romanos inventaron los manteletes (escudos grandes con ruedas), pluteos (escudos móviles) y las formaciones en testudo ("tortuga"), que los protegían un poco. Finalmente, aprendieron a usar zigzags o ramales de trinchera para acercarse a la ciudad de forma más segura.

Archivo:Siège d'Orléans (1428)
Asedio de Orleans.

Fortificaciones en la Edad Media

Con la aparición de la pólvora en el ámbito militar, las fortificaciones cambiaron mucho. Las almenas y matacánes fueron reemplazados por parapetos de tierra que podían resistir balas. Delante de las puertas de las ciudades se levantaron baluartes, redientes (salientes en forma de V), barbacanas y otras obras de tierra reforzadas con cal, ladrillos, madera o piedra. Estas fortificaciones hacían que los asaltos y la apertura de brechas (agujeros en la muralla) fueran más lentos. Se crearon "afueras", que eran fortificaciones consideradas parte del frente o del recinto principal. El cuerpo de la plaza y las obras exteriores estaban rodeados por una misma contraescarpa. Alrededor de la fortaleza se desarrolló un parapeto en forma de glacis (pendiente suave) y entre este y la contraescarpa quedaba un espacio oculto llamado camino cubierto. Luego vinieron las obras destacadas, los pozos de lobo (agujeros con estacas), la tala de árboles y las líneas de contraguardia, que eran una especie de túneles por los que los sitiados se acercaban al enemigo para atacar los flancos de sus trincheras.

Fortificaciones en la Edad Moderna

Archivo:MoldovitaConstantinople
Fortificación de Constantinopla (siglo XVI)
Archivo:BA-R.A. Baluarte de San Vicente 02
Flanco izquierdo del Baluarte de San Vicente (parte del recinto abaluartado de Badajoz, construido, fundamentalmente, entre los siglos XVII-XVIII).

En 1527, Juan Michelli fortificó Verona con baluartes. En 1543, se construyeron plazas regulares y abaluartadas en Hesdios y Landrecies. Villay usó la línea de contraataque en la defensa de Rouen (1592). El camino cubierto, que ya se conocía, recibió mejoras importantes. Las obras exteriores y destacadas alargaron los asedios durante las guerras en los Países Bajos. En 1618, Stevin escribió sobre cómo fortificar usando esclusas. Para entrar en una plaza, el sitiador tenía que llegar a la cima del glacis, abrir la escarpa, cruzar el foso y luego asaltar o establecerse en la brecha, todo bajo el fuego enemigo y las contraminas. Después de conocerse todas estas obras, la fortificación, que en la antigüedad tenía un aspecto más uniforme, pudo adoptar muchas formas diferentes.

Finalmente, apareció Vauban, un ingeniero militar francés, cuyo talento desarrolló más formas de atacar y defender las plazas. Adaptó el uso del terreno a las tácticas de asedio. Perfeccionó el uso de ramales de trinchera, inventó la zapa (excavación de trincheras), las plazas de armas (espacios para reunir tropas), los reductos (pequeñas fortificaciones), las paralelas (trincheras paralelas a la fortaleza) y el coronamiento del camino cubierto. Desde entonces, el atacante tuvo una gran ventaja sobre el sitiado. El sitiador siempre podía presentar un frente más amplio que el atacado, usando las mismas máquinas y medios de ataque. Con los zigzags, las trincheras llegaban hasta el borde de la contraescarpa, donde se colocaba la artillería.

Coehorn, un ingeniero neerlandés, fue un rival digno de Vauban. Después, otros ingenieros militares como Louis de Cormontaigne y François de Chasseloup-Laubat continuaron desarrollando estas ideas.

Elementos que pueden componer una fortaleza

Nombre Nombre Nombre Nombre Esquema con identificación de los componentes
1 Flanco 10 Foso 19 Glacis 28 Plaza de Armas Vesting index.jpg
2 Cortina 11 Cuneta 20 Tenaza 29 Camino cubierto
3 Garganta 12 Escarpa 21 Media Luna 30 Contraguardia
4 Frente 13 Berma 22 Hornabeque 31 Cortina
5 Línea de defensa 14 Muro exterior 23 Foso 32 Tenaza
6 15 Plongée 24 Baluarte de orejones 33 Tenaza doble
7 Glacis 16 Banqueta 25 Revellín 34 Coronación
8 Camino cubierto 17 Wallgang 26 Baluarte 35 Ciudadela
9 Contraescarpa 18 Muro interior 27 Tenaza doble 36
Fortificaciones de España en América

El ataque a La Habana (1555) por el corsario francés Jacques de Sores demostró la necesidad de tener fortificaciones y fuertes más grandes y resistentes. Para lograrlo, la Monarquía Hispánica contrató a los ingenieros militares más destacados de la época. Estos ingenieros venían de territorios bajo la influencia de España, como Alemania, Italia, Flandes y España.

Fortificaciones en la Edad Contemporánea

En el siglo XIX, las fortificaciones se enfocaron en multiplicar los flancos (los lados que protegen). Se mantuvo el perfil de Vauban porque era económico y sencillo, y ofrecía la ventaja de exponer solo tierra al fuego enemigo, protegiendo las tropas y la artillería. Todas las obras se hicieron más grandes para facilitar las maniobras, permitir la colocación de defensas durante el asedio y hacer menos peligrosos los efectos de los proyectiles. Se desarrolló el concepto de "desenfilada", que era el arte de situar las obras de modo que estuvieran protegidas de los disparos directos. También se mejoró el método para dibujar planos de terrenos elevados con curvas, lo que permitía diseñar fortificaciones tanto en un estudio como en el propio terreno.

El objetivo de las obras avanzadas y exteriores era proteger las líneas principales del recinto de los disparos de rebote, dar a las obras la mayor salida posible sin dejar de estar conectadas a las que las protegían, dejar espacios seguros entre ellas, hacer los ataques sucesivos y, sobre todo, facilitar las salidas de la guarnición (las tropas que defendían la fortaleza) y la recuperación de las partes ya tomadas. Se empezaron a usar trincheras y fortificaciones móviles hechas con sacos de arena (gaviónes) para protegerse de los obúses (proyectiles explosivos). Finalmente, se mejoraron las contraminas (túneles excavados por los defensores para atacar a los sitiadores), concentrándolas en puntos clave.

Puerta de Fortificación

En el contexto de las edificaciones militares, una puerta de fortificación es la combinación de una abertura de paso y el elemento que permite cerrarla y abrirla. Su función es similar a la de una puerta normal, pero la diferencia principal está en sus dimensiones, materiales y diseño. Una puerta de fortificación es mucho más resistente y difícil de forzar que una puerta común.

El concepto de puerta fortificada es diferente. Una puerta fortificada es una puerta de fortificación que incluye elementos arquitectónicos de protección adicionales.

Las funciones clásicas de una puerta de fortificación (dificultar la entrada a una muralla, un castillo, una catedral o un monasterio) también se pueden aplicar a puertas reforzadas o acorazadas instaladas en edificios no militares pero con paredes muy sólidas.

Tipos de Fortificación

Archivo:Romeinse wachttoren fort vechten netherlands
Reconstrucción de una torre de vigilancia romana.
Según su origen
  • Artificial: La que se construye en un terreno abierto o sin defensas.
  • Natural: La que aprovecha la forma y características del terreno, usando sus recursos y obstáculos naturales.
  • Mixta: La que usa una posición naturalmente fuerte y se completa con construcciones hechas por el hombre.
  • Subterránea: La que se construye bajo tierra.
Según su época
  • Antigua: Consistía en un simple recinto con ángulos salientes y entrantes, y varios torreones redondos o cuadrados unidos al muro. La distancia entre ellos se basaba en el alcance de las armas que se lanzaban, como el arco y la honda. En la parte superior del muro, había un camino o terraplén para los defensores, que disparaban al enemigo a través de aberturas en el muro. Los torreones también tenían su terraplén, parapeto y matacanes.
  • Moderna: Este tipo de defensa consiste en un recinto común, que es un terraplén cubierto de mampostería o césped; un foso con una escarpa (pared interior) del lado de la fortaleza y una contraescarpa (pared exterior) del lado del campo; y baluartes o torres bastionadas.
Según su forma
  • Angular: Aquella que sigue un sistema de tenazas (formas de pinza) en lugar de bastiones, presentando una serie continua de ángulos entrantes y salientes.
  • Perpendicular: Aquella cuyas partes se protegen mutuamente con ángulos rectos.
  • Irregular: Aquella en la que los ángulos y lados del recinto o del polígono son desiguales.
  • Regular: La que tiene ángulos y lados iguales y correlativos en su polígono o recinto. Se prefiere a la irregular cuando se puede preparar un terreno adecuado para construirla.
Según su uso
  • Defensiva: La que se construye para proteger una plaza de los ataques de un enemigo con muchas tropas y recursos.
  • Ofensiva: La que usa el ejército sitiador para rodear una plaza, acercarse a ella y tomarla.
  • De campaña: Esta se usa para atrincherar campamentos, puestos o pasos de ríos. Se compone de un parapeto con una o dos banquetas, un foso, una berma (espacio entre el muro y el foso) y un glacis. A veces tienen un anteglacis (una explanada delante del glacis). Se usa generalmente cuando un ejército es atacado por fuerzas muy numerosas.
  • Rasante: Obra diseñada de modo que la línea de defensa, saliendo del ángulo del flanco, pasa rozando la cara del baluarte cercano. También se aplica a la fortificación en la que la prolongación del glacis cubre exactamente el muro.
Según su duración
  • Pasajera o de campaña: La que se construye para defender puntos temporales y no es un sistema permanente. Se hace con fajinas, tierra, toneles, sacos, etc.
  • Semipermanente: A diferencia de la pasajera, usa piedra en algunas partes, pero es menos resistente que las permanentes y necesita mantenimiento constante.
  • Permanente o Estable: La que se usa en plazas militares importantes y se construye con mampostería, ladrillo y materiales sólidos para que duren mucho tiempo y sean muy resistentes, siguiendo las reglas de la arquitectura militar.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Fortification Facts for Kids

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Fortificación para Niños. Enciclopedia Kiddle.