Expedición de Almagro a Chile para niños
En 1535, el explorador español Diego de Almagro comenzó una gran aventura. Salió de la ciudad de Cusco con un grupo de soldados para explorar las tierras del sur del Imperio incaico. Esta región, llamada Collasuyo, hoy forma parte de Bolivia, Argentina y Chile. A esta expedición se le conoce como el "descubrimiento de Chile", aunque las costas del sur de Chile ya habían sido vistas por la expedición de Hernando de Magallanes en 1520.
Durante dos años, Almagro y sus hombres recorrieron un territorio que el rey Carlos I de España le había dado para gobernar en 1534. Buscaban riquezas, pero solo encontraron desiertos sin vida y la oposición de los pueblos que allí vivían. Por eso, Almagro y sus hombres regresaron a Cusco en 1537. Al llegar, tomaron la ciudad, lo que causó un conflicto entre los exploradores españoles.
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La Gobernación de Nueva Toledo
La Gobernación de Nueva Toledo fue una región creada por el rey Carlos I el 21 de mayo de 1534 para Diego de Almagro. Esta gobernación medía unas 200 leguas (una legua es una medida de distancia antigua) de norte a sur. Comenzaba cerca de Pisco, en lo que hoy es Perú, y se extendía hacia el sur.
Sus límites eran: al este, la línea del Tratado de Tordesillas, que era un acuerdo entre España y Portugal para dividir las tierras descubiertas. Al sur, limitaba con otra gobernación llamada Nueva Andalucía, cerca de la actual Taltal en Chile. Al oeste, estaba el océano Pacífico.
Cuando Almagro se enteró de que el rey le había dado esta gobernación, estaba de camino a Cusco. El rey lo nombró gobernador, adelantado y capitán general de Nueva Toledo. Almagro y Francisco Pizarro, otro famoso explorador, tuvieron algunas diferencias sobre los límites de sus tierras. Sin embargo, el 12 de junio de 1535, firmaron un acuerdo para reconocer sus gobernaciones y compartir las riquezas que encontraran. Acordaron que el rey decidiría los límites exactos más tarde, y mientras tanto, Cusco quedaría bajo el control de Pizarro.
Pizarro animó a Almagro a explorar un territorio al sur llamado Chile, del que los incas decían que estaba lleno de oro.
Preparativos para la gran expedición
Almagro invirtió mucho dinero en preparar su viaje a Chile. Envió personas a la Ciudad de los Reyes (hoy Lima) para reclutar soldados. Rápidamente reunió a 500 españoles, muchos de los cuales ya lo habían acompañado en Perú. También llevó unos 100 esclavos africanos y unos 1500 yanaconas (indígenas que servían a los españoles) para transportar armas, ropa y comida.
De las dos rutas posibles hacia Chile, Almagro eligió la que bordeaba el lago Titicaca y se adentraba en la actual Bolivia, pasando por las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, para luego cruzar la cordillera de los Andes hacia Chile. No eligió la ruta de la costa que cruzaba el Desierto de Atacama, probablemente para evitar que sus caballos sufrieran por la falta de agua y alimento.
Las noticias que les llegaban sobre el valle de Chile no eran ciertas. Los incas planeaban una rebelión contra los españoles y querían que este gran grupo de exploradores se alejara de Perú, sabiendo que al sur solo encontrarían pueblos hostiles. Almagro pidió al inca Manco Cápac II (el rey inca nombrado por Pizarro) que preparara el camino. El inca envió a dos importantes líderes, incluyendo al Villac-Umu (el jefe religioso del imperio), y a su propio hermano menor, Paullu Inca, para guiar a los españoles.
Almagro también envió a Juan de Saavedra con un grupo de 100 a 150 soldados para que fundara un pueblo a unas 130 leguas de distancia y lo esperara con llamas, alpacas, maíz y más indígenas para ayudar. Saavedra fundó el pueblo de Paria. Los preparativos fueron muy rápidos; 20 días después de su acuerdo con Pizarro, Almagro ya estaba en camino.
El viaje hacia Chile
Almagro salió de Cusco el 3 de julio de 1535 con 50 hombres. Se detuvo en Moina hasta el 20 de julio, debido a la captura inesperada del inca Manco Cápac II. En Cusco, dejó a Rodrigo Orgóñez reclutando más soldados.
Después de Moina, Almagro siguió el camino del Inca, pasando por el oeste del lago Titicaca. Cruzó el río Desaguadero y se encontró con Saavedra en Paria a principios de agosto. Saavedra había reunido a 50 españoles más. Almagro ordenó que la expedición esperara cerca del lago Aullagas (hoy lago Poopó) durante todo agosto, esperando que la nieve de la cordillera de los Andes se derritiera. Mientras tanto, él fue a Tupiza con 12 hombres a caballo, donde lo esperaba Paullu Inca.
En Tupiza, Paullu Inca y el Villac-Umu habían recolectado oro de los tributos de la región. Una caravana con 90.000 pesos de oro fino, supuestamente de Chile, fue entregada a Almagro. Esto animó mucho a los exploradores. Almagro hizo una nueva pausa de dos meses en Tupiza, esperando que llegaran más tropas y acumulando provisiones. Allí se informó de los dos caminos posibles para llegar a Chile y descartó el del desierto de Atacama.
Antes de que Almagro llegara a Tupiza, el Villac-Umu se escapó de la expedición con todos los porteadores (personas que cargaban cosas). Almagro y sus hombres tuvieron que tomar porteadores a la fuerza, lo que causó problemas con los indígenas. Incluso el propio Almagro estuvo a punto de morir cuando un indígena le lanzó una flecha que hirió a su caballo, haciendo que este cayera sobre él.
Con más dificultades, los españoles llegaron al norte de Salta, en la antigua Chicoana. Allí se detuvieron dos meses para conseguir provisiones. Los guías le indicaron a Almagro que había dos caminos para llegar a Chile: uno por el desierto y otro por un paso alto en la cordillera cubierto de nieve. Almagro eligió este último y partió de Chicoana en marzo.
El difícil cruce de los Andes
En el otoño de 1536, llegaron al pie de la cordillera de los Andes, una época difícil para cruzarla.
Almagro comenzó a cruzar los Andes con unos 2.500 hombres, incluyendo españoles, yanaconas y personas de origen africano. Entre ellos iba Malgarida, una mujer leal a Almagro. El grupo subió por el Paso de Come-Caballos y luego por el Paso del Portezuelo Pulido, donde encontraron vientos helados. Continuaron por el sendero incaico hasta el Peñasco de Diego y el Paso de Pircas Negras, descansando en los tambos incaicos (lugares de descanso) a lo largo del camino.
Durante el avance por la cordillera, los exploradores sufrieron mucho. Caminaban agotados por el frío, sus manos y pies se congelaban, y el suelo lleno de piedras afiladas les destrozaba los zapatos y las herraduras de los caballos. El clima helado (entre -16 y -20 °C) causó la muerte de muchos yanaconas, que no tenían ropa adecuada y caminaban descalzos. Varios españoles perdieron los dedos de los pies por congelación. El camino quedó lleno de cuerpos de personas y animales.
Los historiadores han debatido mucho sobre qué paso de la cordillera usó Almagro. Algunos creen que fue el paso de Come-Caballos, mientras que otros mencionan el paso Pircas Negras, el de La Ollita o el de Peñas Negras. Investigaciones recientes sugieren que los pasos al sur del de San Francisco eran más probables, ya que tenían agua y eran más adecuados para una expedición tan grande. Se han encontrado tambos incaicos en estos pasos, lo que apoya la idea de que eran parte del camino principal del Inca.
Las dificultades aumentaron en ese paisaje helado y silencioso. Almagro, preocupado por sus hombres, se adelantó con veinte jinetes. Después de cabalgar tres días, llegaron al valle de Copiapó (en ese entonces Copayapu). Allí recogieron alimentos que los indígenas les dieron y los enviaron de inmediato para ayudar a sus hombres que venían detrás. Paullu Inca ya se había adelantado y había preparado las provisiones.
Exploración del territorio
Finalmente, el resto de la expedición llegó a Copayapu en abril de 1536. Habían sobrevivido 240 españoles, 1500 yanaconas, 150 esclavos africanos y 112 caballos. En la travesía murieron 10 españoles, 170 caballos y cientos de indígenas.
En el valle de Copiapó, Almagro reunió una gran cantidad de oro. En un gesto de agradecimiento por el sacrificio de sus hombres, destruyó los documentos de las deudas que sus soldados habían contraído con él, diciéndoles que no podía ser acreedor de sus valientes compañeros. Almagro también se ganó el favor de los indígenas locales al ayudar a un cacique (líder) llamado Montriri a recuperar su puesto. Después de una semana de descanso, la expedición continuó en julio de 1536, aunque muchos yanaconas desertaron.
Al pasar por los valles de Huasco y Coquimbo, los indígenas mostraron hostilidad y abandonaron sus pueblos para evitar ser esclavizados. Al llegar a Coquimbo, Almagro castigó duramente a quienes habían matado a algunos españoles.
Estos indígenas habían asesinado a tres soldados que Almagro había enviado por delante. Para darles una lección, Almagro decidió castigarlos severamente. Reunió a los caciques importantes de la región y los condenó a morir quemados.
Durante este castigo, Almagro recibió noticias de los caciques del Aconcagua, quienes querían hacer amistad con los españoles. Esto fue gracias a dos españoles que ya estaban en la región: Gonzalo Calvo de Barrientos y Antón Cerrada. Ellos fueron los primeros españoles en pisar territorio chileno.
Mientras Almagro avanzaba, se encontró con un barco llamado el San Pedro, que había llegado a la costa (Los Vilos) con ropa, armas y comida para la expedición. Al llegar al río Conchalí, en Los Vilos, se encontró con Antón Cerrada, quien ya había convencido a los indígenas de recibir pacíficamente a la expedición de Almagro.
Al llegar al valle del Aconcagua, los españoles fueron bien recibidos por los indígenas. Sin embargo, un indígena llamado Felipillo intentó escapar con varios yanaconas. Felipillo fue capturado y castigado severamente frente al líder de la región.
El territorio que Almagro esperaba encontrar lleno de riquezas no cumplió sus expectativas, lo que le causó una gran desilusión. Por eso, decidió enviar un grupo de 70 jinetes y 20 soldados a pie, liderados por Gómez de Alvarado, para explorar el sur.
Cuando este grupo llegó al río Itata, tuvo lugar el primer enfrentamiento entre los españoles y los mapuches en Reynogüelén. La superioridad de las armas españolas y la sorpresa de los caballos les dieron una victoria fácil. Este fue solo un pequeño enfrentamiento en lo que sería la larga Guerra de Arauco que comenzaría más tarde con Pedro de Valdivia.
Almagro, al recibir estas noticias, decidió no seguir hacia el sur.
Sin oro y con pueblos tan guerreros, Almagro solo pensó en regresar a Perú. Entre volver a cruzar la cordillera o ir por el desierto, eligió la segunda opción. Para reconocer el sacrificio de sus hombres, perdonó todas las deudas que sus soldados habían contraído con él.
El camino por el desierto de Atacama fue tan terrible como el cruce de la cordillera: días muy calurosos y noches heladas, la hostilidad de los indígenas, y la falta de agua y comida. Sin embargo, se consideró mejor que la travesía por los Andes.
Salieron en grupos pequeños de no más de 10 hombres, caminando unos 20 kilómetros cada día. Durante el día se refugiaban bajo la sombra de los tamarugos en la Pampa del Tamarugal y caminaban de noche.
Debido al estado físico en que llegaron Almagro y sus seguidores, desde entonces se les llamó los "rotos de Chile" a quienes venían de esas tierras. Solo cuatro años después, Pedro de Valdivia se atrevería a ir a conquistar Chile.
Relato de Gonzalo Fernández de Oviedo
La obra Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del mar océano, escrita por Gonzalo Fernández de Oviedo (quien perdió un hijo en la expedición), incluye un relato detallado sobre el viaje de Almagro a Chile. Según Fernández de Oviedo, la ruta fue la siguiente:
- Salida de Cusco por Almagro: 3 de julio de 1535.
- Pueblo de Moyna, a 5 leguas de Cusco (se detuvo 8 días).
- Provincia de Paria, a 80 leguas de Cusco (se detuvo un mes, donde lo esperaba el capitán Juan de Saavedra).
- Provincia de Aulaga (se detuvo 10 días).
- Un área deshabitada de 40 leguas.
- Pueblo de Tupissa, a 40 leguas de largo (se detuvo 2 meses esperando a sus tropas).
- Provincia de Xibixuy, que era hostil.
- Pueblo de Chicoana, a 70 o más leguas de largo y hostil (se detuvo 2 meses esperando a los rezagados).
- Cruce de los Andes en 7 días (desde allí, Almagro se adelantó con 20 españoles en busca de comida).
- Primer valle de la provincia de Pocayapo o Copayapo (se detuvo unos días y supo de la muerte de 3 españoles que lo precedieron).
- Valle de Marcandey o el Guasco (Almagro se adelantó y estuvo 6 días).
- Pueblo de Coquembo en el valle de Coquimbo (hizo un castigo a líderes locales, esperó unos días y contactó a Gonzalo Calvo de Barrientos).
- Pueblo de la Ramada (recibió a un español enviado desde un puerto donde estaba el barco Santiago).
- Pueblo de Lua.
- Pueblo de Cuncancagua (allí supo que Ruy Díaz viajaba por la costa y envió dos expediciones al sur).
- Regreso al pueblo de Copayapo después de reunir las fuerzas y enviar un barco.
- Comienzo del regreso a Cusco por el camino de Atacama en pequeños grupos.
- Pueblo principal de la provincia de Atacama (a mediados de octubre de 1536 llegó Almagro y descansó 18 días, enterándose de una rebelión inca en Cusco).
- Pueblo de Pica en la provincia de Tarapacá (se detuvieron unos días y Almagro envió a Juan de Saavedra a ayudar al barco San Pedro).
- Pueblo principal de la provincia de Tacana (Almagro estuvo allí 8 días).
- Pueblos de Moquiguaya, Araguaya, Quinoaestaca, Umati y Saña, de camino al valle de Arequipa (recibió la noticia falsa de la muerte de Pizarro y partió el 12 de marzo de 1537).
- Pueblo de los Canes (tras 14 días de viaje, recibió respuesta del Inca).
- Pueblo de Urcos (Almagro se enteró de que Hernando Pizarro no lo reconocía como gobernador).
- Pueblo de Yucay (intento de reunión de Almagro y el Inca, que no tuvo éxito).
- Entrada en Cusco y captura de Hernando Pizarro el 8 de abril de 1537. Almagro tomó posesión de la ciudad, y así terminó la expedición a Chile.