Expedición de Solís al Río de la Plata para niños
La expedición de Solís fue un viaje muy importante que ayudó a descubrir el Río de la Plata. Fue liderada por el experto navegante Juan Díaz de Solís entre 1515 y 1516. El rey Fernando el Católico ordenó esta expedición con un objetivo claro: encontrar un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico para llegar a las islas Molucas, que eran famosas por sus especias.
Lamentablemente, la expedición no pudo completar su misión porque Juan Díaz de Solís falleció en el Río de la Plata. A pesar de esto, Solís logró tomar posesión de estas tierras para España, siguiendo lo acordado en el Tratado de Tordesillas sobre la división de territorios con Portugal.
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¿Quién fue Juan Díaz de Solís?
Juan Díaz de Solís era un navegante muy hábil. En 1512, fue nombrado piloto mayor de Castilla, un puesto muy importante que antes ocupaba Américo Vespucio. Esto significaba que era el principal experto en navegación y cartografía del reino.
Antes de esta expedición, Solís había realizado otros viajes a América. Aunque algunos pensaron que ya había descubierto el Río de la Plata en un viaje anterior, los documentos históricos muestran que sus viajes previos lo llevaron a otras zonas, como las costas de Yucatán en el mar Caribe.
¿Por qué se hizo esta expedición?
Después de que Vasco Núñez de Balboa descubriera el mar del Sur (hoy conocido como océano Pacífico) en 1513, los españoles se dieron cuenta de que necesitaban encontrar una ruta marítima para llegar a él. Se creía que debía existir un paso al sur de las tierras ya conocidas de Brasil y Castilla de Oro (actual Colombia).
Por eso, el 14 de noviembre de 1514, el rey Fernando le encargó a Díaz de Solís una nueva misión. Debía explorar las costas al sur de Castilla de Oro para encontrar ese paso secreto que conectara los dos océanos. El rey quería que el viaje se mantuviera en secreto para evitar problemas con Portugal.
El viaje de Solís
Preparativos y salida
La expedición de Solís estaba formada por tres pequeñas carabelas y sesenta marineros. El objetivo principal era encontrar un camino hacia las Molucas, conocidas como las "islas de la Especiería". El comercio de especias era muy valioso, y Portugal tenía el control de esa ruta, por lo que España quería encontrar una propia.
Los barcos se prepararon en secreto en Lepe. Uno de ellos, la Santa María de la Merced, era más grande, y los otros dos eran más pequeños. El rey contribuyó con dinero y armas para el viaje, que se esperaba durara dos años y medio.
Los portugueses intentaron sabotear los barcos antes de que partieran, pero no lo lograron. La expedición finalmente zarpó desde Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre de 1515.
Recorrido por la costa de Brasil
Después de una parada para conseguir provisiones en Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias, los barcos se dirigieron hacia la costa de Brasil. Navegaron hacia el sur, pasando por lugares como el cabo Frío y la bahía de Guanabara (hoy río de Janeiro), donde obtuvieron más suministros de los pueblos indígenas.
Continuaron su viaje lentamente, siempre a la vista de la costa, pasando por varios cabos y bahías hasta llegar a una isla que Solís llamó "de la Plata", que podría ser la isla de Santa Catalina.
Descubrimiento del Río de la Plata
La expedición siguió explorando la costa, pasando por el cabo Polonio y llegando a la isla de Lobos y Punta del Este el 2 de febrero. Allí, Juan Díaz de Solís tomó posesión de la tierra en nombre del rey de España, levantando una cruz y nombrando el lugar "Puerto de Nuestra Señora de la Candelaria".
Fue entonces cuando entraron en una enorme extensión de agua dulce. Solís la confundió con un brazo de mar y la llamó "mar Dulce". Esta gran masa de agua era en realidad el Río de la Plata, formado por la unión de los ríos Paraná y Uruguay. Gracias al poco calado de sus carabelas, pudieron adentrarse en él.
Solís exploró el río con una carabela más pequeña en busca del paso hacia el océano Pacífico. Pasó frente al río Santa Lucía y llegó a la isla Martín García. La llamó así porque allí tuvo que enterrar a un miembro de su tripulación con ese nombre. Se considera que Juan Díaz de Solís fue el primer europeo en pisar lo que hoy es Argentina.
El trágico final de Solís
Mientras exploraban la costa oriental, Solís y siete de sus hombres intentaron desembarcar en un bote. Fueron sorprendidos y atacados por un grupo de indígenas. Solís y sus compañeros fueron asesinados ante la mirada impotente del resto de los marinos, que observaban desde el barco.
El grumete Francisco del Puerto fue el único que no falleció en el ataque. Los demás tripulantes, al ver lo sucedido y sin su líder, decidieron regresar a los barcos. Francisco de Torres, cuñado de Solís, tomó el mando. Antes de partir, se abastecieron de carne de lobos marinos en la isla de Lobos.
Francisco del Puerto permaneció con los indígenas en la isla Martín García hasta que fue rescatado años después por otra expedición.
El regreso a España
En el camino de regreso, una de las carabelas naufragó cerca de la isla Santa Catalina, dejando a 18 marineros en la costa. Algunos de ellos fueron encontrados por los portugueses y enviados a Lisboa. Otros se quedaron en la zona, y uno de ellos, Alejo García, se aventuró tierra adentro con indígenas en busca de riquezas, pero también falleció.
Los dos barcos restantes llegaron al cabo de San Agustín, donde recogieron palo brasil (una madera muy valiosa) y finalmente regresaron a España, llegando a Sevilla el 4 de septiembre de 1516. Desde entonces, el estuario del Río de la Plata fue conocido en España como el río de Solís, en honor a su descubridor.
