Diego de Pantoja para niños
Datos para niños Diego de Pantoja |
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Información personal | ||
Nacimiento | 24 de abril de 1571jul. Valdemoro (España) |
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Fallecimiento | 9 de julio de 1618 Macao (Imperio portugués) |
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Sepultura | Ruinas de la catedral de San Pablo de Macao | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Catolicismo | |
Lengua materna | Español | |
Información profesional | ||
Ocupación | Astrónomo, cartógrafo, religioso cristiano, músico y misionero | |
Orden religiosa | Compañía de Jesús | |
Firma | ||
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Diego de Pantoja (nacido en Valdemoro, España, en abril de 1571 y fallecido en Macao, el 9 de julio de 1618) fue un religioso español de la Compañía de Jesús. Se dedicó a la labor de difundir el cristianismo en China.
Fue un colaborador cercano de Matteo Ricci, quien introdujo el cristianismo en China. Juntos viajaron desde Nankín hasta la corte de Pekín en el año 1600. Pantoja ayudó a que el mundo occidental conociera mejor China. También fue importante en el avance de la tecnología y la cartografía (creación de mapas) chinas. De los 21 años que vivió en China, pasó 17 en Pekín. En 1617, fue expulsado debido a problemas entre la corte china y los misioneros. Falleció en Macao a los 47 años.
Contenido
¿Cómo se llamaba Diego de Pantoja en China?
En China, Diego de Pantoja adoptó un nombre chino: 龐迪峨 (Páng Dí'é). También se escribía como 龐迪我 (Páng Díwǒ). Tomó la primera parte de su apellido y las dos primeras sílabas de su nombre para crear un nombre al estilo chino. También usó un nombre de cortesía: 順陽 (Shùnyáng). A veces, su nombre aparece como Didace de Pantoja, una versión francesa de "Diego".
La vida de Diego de Pantoja
Sus primeros años
Diego de Pantoja nació en Valdemoro, España, en abril de 1571. Su partida de bautismo, del 24 de abril de ese año, menciona a sus padres, Diego Sánchez y Mariana Pantoja. También nombra a sus padrinos y otros familiares presentes.
Cuando Pantoja era joven, la Compañía de Jesús (los jesuitas) estaba creciendo mucho. Fundaron muchas escuelas en España y otros países. En estas escuelas, formaban a los futuros miembros de su orden. A los 14 años, Diego fue a estudiar a la Universidad de Alcalá. Allí conoció a los jesuitas y le gustó su forma de combinar la fe con el estudio. El 6 de abril de 1589, Diego de Pantoja entró al noviciado de Villarejo de Fuentes para empezar su formación como jesuita. Años después, volvió a Alcalá para estudiar teología.
En Alcalá, Diego de Pantoja se hizo muy amigo de Luis de Guzmán, el superior de la comunidad. Guzmán estaba escribiendo un libro sobre las misiones jesuitas en Asia. Pantoja leyó un libro sobre China, probablemente Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reino de la China (1586) de Juan González de Mendoza. Este fue el primer libro en español sobre China. Los jesuitas querían mucho llevar el cristianismo a Oriente. Algunos de los primeros misioneros españoles en China, como Martín de Rada y Juan Cobo, también eran de Toledo, la región de Pantoja.
Su viaje a China
Inspirado por Luis de Guzmán, Diego de Pantoja decidió ir a China. Quería ayudar en la misión que habían iniciado Francisco Javier y Matteo Ricci. El 10 de abril de 1596, Pantoja zarpó de Lisboa en un barco hacia Goa, una colonia portuguesa en la India. En el barco iban 18 jesuitas, incluyendo a Nicolò Longobardo, quien también iría a China.
El 25 de octubre de 1596, llegaron a Goa. Pantoja esperó varios meses para ir a China. El 23 de abril de 1597, embarcó con Longobardi y otros jesuitas hacia Macao. Llegaron a Macao el 20 de julio de ese año. Diego de Pantoja pasó dos años en Macao, estudiando teología en el Colegio de San Pablo. Desde Macao, los jesuitas organizaban sus misiones en Asia. En julio de 1598, Pantoja fue elegido para ir a Japón, pero el plan se canceló por problemas con los cristianos allí. Finalmente, fue elegido para ir a China y unirse a Matteo Ricci.
La misión era difícil porque la dinastía Ming prohibía la entrada de extranjeros. Matteo Ricci había entrado antes de forma secreta. Después de una visita a Pekín donde no le permitieron quedarse, se estableció en Nankín. Desde allí, planeaba volver a Pekín con regalos para el emperador. Para unirse a Ricci, Diego de Pantoja y el italiano Lazzaro Cattaneo entraron a China de forma secreta en 1599. Lo hicieron aprovechando una feria en Cantón, haciéndose pasar por parte de una delegación comercial portuguesa.
El encuentro con Matteo Ricci y el viaje a Pekín
Después de entrar a China, Cattaneo y Pantoja viajaron al norte para encontrarse con Matteo Ricci en Nankín. Llegaron en marzo de 1600. Le llevaron dinero y regalos para el emperador Ming. Ricci creía que para que el cristianismo se extendiera en China, debían convertir primero a los líderes, empezando por el emperador.
Los jesuitas lograron el apoyo de los funcionarios de Nankín. Estos vieron con buenos ojos que los extranjeros quisieran dar regalos al emperador. Un funcionario, Zhu Shilin, ayudó a la expedición europea con cartas de recomendación y una flota de seis barcos. Con Ricci y Pantoja viajaron también dos jesuitas chinos, Zhong Minren y You Wenhui.
El viaje por el Gran Canal llamó la atención de la gente. El 3 de julio de 1600, llegaron a Linqing, en la provincia de Shandong, y luego a Tianjin. Tuvieron que esperar hasta enero de 1601 para que el emperador los invitara a la corte.
En Pekín con Matteo Ricci
Diego de Pantoja y Matteo Ricci llegaron a Pekín el 24 de enero de 1601. Aunque estaba prohibido que los extranjeros entraran, la idea de Ricci de ofrecer regalos al emperador funcionó. Los regalos eran muy curiosos y el Emperador Wanli los recibió en su palacio. Incluían un mapamundi, una biblia, un clavicordio, retratos de Jesucristo y la Virgen María, un grabado de San Lorenzo de El Escorial y dos relojes.
Los relojes fueron lo que más impresionó al emperador. Ordenó a cuatro de sus sirvientes que aprendieran a darles cuerda. A otros cuatro sirvientes músicos les ordenó aprender a tocar el clavicordio, un instrumento desconocido en China. Diego de Pantoja fue quien les enseñó.
Gracias a la buena acogida de los regalos, Ricci y Pantoja pudieron quedarse en Pekín. Aunque el emperador no firmó un permiso formal, les dijeron que podían quedarse y que recibirían dinero cada mes. Incluso pudieron entrar cuatro veces al año a la Ciudad Prohibida, la residencia imperial. Esto ocurrió cuando los relojes se estropearon y los sirvientes no pudieron repararlos. A pesar de estos privilegios, el Emperador Wanli nunca se reunió en persona con los jesuitas. Quería que dos pintores de la corte hicieran retratos de Ricci y Pantoja para ver cómo eran.
Los jesuitas se instalaron en una casa en el sur de la ciudad, conocida como la "Residencia del Sur". Desde allí, Matteo Ricci y Diego de Pantoja trabajaron para promover el cristianismo en Pekín. Al principio, eran los únicos europeos, pero luego se unieron otros jesuitas. La Residencia del Sur llegó a tener seis italianos y seis portugueses, además de Pantoja, el único español. También creció el número de chinos convertidos, lo que ayudó a la labor de los misioneros.
No se sabe mucho de la relación personal entre Ricci y Pantoja. Ricci mencionó a Pantoja en sus escritos, generalmente elogiando su trabajo. Sin embargo, en una carta a Claudio Acquaviva, el líder de los jesuitas en Roma, Ricci criticó a Pantoja. Esta crítica podría deberse a tensiones políticas de la época. A pesar de esto, otros jesuitas, como Gaspar Ferreira, elogiaron el trabajo de Pantoja.
Cuando Matteo Ricci falleció en Pekín el 11 de mayo de 1610, Diego de Pantoja pidió al emperador un terreno para enterrarlo. Gracias a su habilidad y conocimiento de la burocracia china, Pantoja logró que el emperador permitiera el entierro de un extranjero en Pekín. El terreno era de un templo local, que fue cerrado y cedido a los jesuitas como residencia. Esto fortaleció la posición de la misión jesuita en Pekín.
La política de adaptación de Diego de Pantoja
La estrategia de los jesuitas para llevar el cristianismo a China se basaba en la "política de adaptación". Esta idea, defendida por Francisco Javier, decía que el cristianismo debía adaptarse a las costumbres y tradiciones de otros pueblos. Pantoja y Ricci siguieron esta idea, difundiendo la fe de forma pacífica.
Se vestían como los estudiosos chinos y presentaban el cristianismo como algo compatible con la ética confuciana. Ricci usó el nombre Tiānzhǔ (天主, "Señor del Cielo") para traducir "Dios", identificándolo con Shàngdì, una antigua deidad china. Esta forma de presentar el cristianismo ayudó a que se extendiera rápidamente. Sin embargo, muchos religiosos europeos no estaban de acuerdo. Creían que el cristianismo debía ser presentado como una creencia única, sin mezclarla con otras ideas locales. Este debate se conoció como la disputa de los ritos.
Después de la muerte de Ricci, Diego de Pantoja y Alfonso Vagnoni defendieron la política de adaptación. Otros, como Sabatino de Ursis y Nicolò Longobardo, se oponían. Longobardi, al ser el nuevo Superior de la Misión China, criticó abiertamente esta política.
A pesar de las críticas, Diego de Pantoja siguió fiel a su modelo. Un ejemplo importante de su política de adaptación es su obra Tratado de los siete pecados y virtudes (七克大全, Qī Kè Dàquán). Publicada en Pekín en 1614, esta obra presenta los siete pecados capitales y las virtudes cristianas. Lo hace de una manera que las virtudes coinciden con las ideas confucianas, como la benevolencia y el respeto. Pantoja también criticó el budismo, lo que gustó a muchos estudiosos chinos. Esto ayudó a que el cristianismo ganara prestigio entre la clase dirigente y a que muchos se convirtieran.
Expulsión de Pekín y viaje a Macao
La oposición de Niccolò Longobardi a la política de adaptación llevó a una actitud más abierta de la misión católica en Nankín. Longobardi imprimió textos que decían que el cristianismo no era compatible con la moral confuciana. También animó a los chinos convertidos a rechazar prácticas tradicionales, como el culto a los antepasados. Esta actitud más visible causó problemas con los líderes de Nankín, y empezaron a surgir críticas contra los extranjeros.
Un funcionario llamado Shen Que escribió un documento acusando a los europeos de arrogancia y de corromper a la gente. Pidió al emperador que los juzgara y los expulsara. La difusión de este documento puso en peligro a la comunidad cristiana. Xu Guangqi, un colaborador de Pantoja, escribió un texto defendiendo el cristianismo, diciendo que reforzaba los principios confucianos.
Sin embargo, el texto de Shen Que se hizo muy conocido. Diego de Pantoja, al verlo, se alarmó. Junto con Sabatino de Ursis y otros, preparó una "Refutación". En ella, Pantoja defendía que su entrada al país había sido legal y que los católicos respetaban al emperador. Insistía en que el cristianismo complementaba la moral confuciana.
A pesar de estos esfuerzos, el movimiento contra los cristianos creció. El 31 de agosto de 1616, las autoridades ocuparon la residencia católica en Nankín. Los jesuitas fueron interrogados, y Alfonso Vagnoni y Álvaro Semedo fueron expulsados de China. El emperador Wanli decretó la expulsión de Diego de Pantoja, Sabatino de Ursis, Alphonse Vagnoni y Álvaro de Semedo. Vagnoni y Semedo fueron castigados y encarcelados en Cantón. El emperador fue más amable con Pantoja y Ursis por sus conocimientos técnicos. Se les permitió viajar libremente al sur, a Macao.
En su viaje al sur, Pantoja y Ursis pasaron por Nankín, Hangzhou y Cantón. Allí fueron encarcelados con Vagnoni y Semedo. No se sabe bien cómo salieron de Cantón, pero algunas fuentes dicen que estuvieron siete meses presos antes de ser expulsados a Macao.
En Macao, Diego de Pantoja terminó su obra Segunda parte de la verdadera doctrina de Dios. Allí enfermó y falleció el 9 de julio de 1618.
Aportes de Diego de Pantoja al conocimiento de China en Europa
Diego de Pantoja, al igual que Ricci, creía en la política de adaptación. Estudió el idioma y los textos clásicos chinos, y se vestía como los estudiosos chinos. En 1602, Pantoja escribió una larga carta a Luis de Guzmán, que se guarda en la Biblioteca Nacional de España en Madrid. En esta carta, Pantoja describía la geografía, historia, gobierno y cultura de China.
La carta se difundió en España en 1604 y pronto se tradujo a varios idiomas. Fue una de las descripciones más completas de China escritas por un europeo en ese momento. La carta de Pantoja también corrigió muchos errores que los europeos tenían, como la ubicación de Pekín o la Gran Muralla.
Además, Pantoja y Ricci fueron los primeros en confirmar que "Catay", el país exótico de los relatos de Marco Polo, era en realidad China. Y que la capital "Cambaluc" era Pekín. Los nombres chinos eran diferentes, pero al hablar con comerciantes de Asia Central, descubrieron que ellos usaban nombres parecidos a los de Marco Polo. Este descubrimiento contradecía lo que se publicaba en Europa. La carta de Diego de Pantoja fue la primera en revelar a los europeos que Catay y China eran el mismo país.
Pantoja también contribuyó a crear un sistema para escribir el chino con el alfabeto latino. Este sistema lo había iniciado Matteo Ricci en 1605 y lo completaría Nicolas Trigault en 1623.
Aportes de Diego de Pantoja al desarrollo tecnológico en China
Durante su tiempo en Pekín, Diego de Pantoja dirigió la fabricación de relojes de sol al estilo europeo. Estos relojes tuvieron mucho éxito porque eran más precisos que los chinos tradicionales. La habilidad de los jesuitas para medir el tiempo y predecir eclipses les dio mucho prestigio en la corte. Pantoja colaboró con el estudioso chino Sun Yuanhua en un libro sobre relojes de sol. Esto mejoró el conocimiento técnico en China sobre la fabricación de relojes y la medición del tiempo.
Diego de Pantoja también empezó a escribir un libro sobre geografía mundial, basado en una obra europea. No lo terminó antes de ser expulsado de Pekín en 1617. Dejó sus manuscritos cerca de la Ciudad Prohibida. Estos escritos fueron copiados y difundidos. Más tarde, otro jesuita, Giulio Aleni, completó la obra, que se publicó en 1623 con el título El mundo fuera de China. El libro tenía cinco partes: "Asia", "Europa", "África", "América y Australia" y "Los cuatro mares". La parte dedicada a España era muy extensa.
Obras de Diego de Pantoja
Estas son algunas de las obras en chino atribuidas a Diego de Pantoja:
- Tratado de los siete pecados y virtudes (七克大全 qī kè dàquán)
- 人類原始
- 龐子遺銓
- 天主實義續編
- 天神魔鬼說
- 受難始末
- 辨揭
Véase también
En inglés: Diego de Pantoja Facts for Kids
- Misión jesuita en China
- Sinología