Corporativismo para niños
El corporativismo es una idea sobre cómo organizar la sociedad, la economía y la política. Surgió en Europa a mediados del siglo XIX. Buscaba ser una alternativa a otras ideas como el liberalismo (que valora mucho la libertad individual) y el socialismo (que busca la igualdad entre las personas).
El corporativismo proponía crear "corporaciones". Estas corporaciones se inspiraban en los gremios antiguos, donde se agrupaban personas de un mismo oficio. La idea era que tanto los dueños de empresas como los trabajadores se unieran en estas corporaciones. Así, podrían trabajar juntos para lograr la "armonía social", evitando los desacuerdos que a veces surgen entre diferentes grupos.
Al principio, esta idea fue impulsada por pensadores que no estaban de acuerdo con el liberalismo. La Iglesia católica también jugó un papel importante, dando origen al catolicismo social. El corporativismo tuvo su mayor influencia entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo, algunos gobiernos fuertes adoptaron el "corporativismo autoritario". Un ejemplo fue la Italia de Benito Mussolini. Otros países europeos también lo aplicaron, como Portugal, Austria, Alemania y España.
Cuando un país adoptaba un Estado corporativo, a menudo se limitaba la libertad de los sindicatos. El gobierno intervenía mucho en la economía y en los asuntos sociales. Después de la Segunda Guerra Mundial, el corporativismo perdió prestigio. Se le asoció con los gobiernos que habían sido derrotados. Por eso, la palabra empezó a usarse de forma negativa. Hoy en día, en las ciencias sociales, a veces se usa el término "corporatismo" para hablar de ello de forma más neutral.
El corporativismo a menudo se relaciona con ideas políticas que buscan un "bien común" establecido. Estas ideas suelen rechazar el libre mercado. Algunos ejemplos son el conservadurismo, el nacionalismo o el integrismo.
Contenido
Historia del corporativismo
Los gremios y las corporaciones existieron en Europa antes de la Revolución Francesa. Eran grupos de artesanos o comerciantes que regulaban su oficio. Sin embargo, la Revolución Francesa los eliminó a finales del siglo XVIII. Se hizo para promover la libertad de empresa y la libertad de trabajo. La idea era que estas instituciones antiguas impedían la libre competencia en el mercado. Otros países de Europa siguieron el ejemplo de Francia en las décadas siguientes.
A mediados del siglo XIX, algunos pensadores católicos empezaron a proponer que se volvieran a crear las corporaciones. Querían que estas nuevas corporaciones ayudaran a resolver los problemas sociales que surgían con la Revolución Industrial. Algunos pensadores de izquierda también sentían nostalgia por los antiguos gremios. La idea era que estas corporaciones podían crear un sistema sin conflictos. Se pensaba que así se garantizaría la armonía social.
A finales del siglo XIX y principios del XX, la idea corporativista evolucionó. Se propuso un sistema con dos niveles. Primero, habría sindicatos de trabajadores y asociaciones de empresarios. Segundo, estaría la "corporación", donde se reunirían los representantes de ambos grupos. Su objetivo sería acordar las condiciones de trabajo. Esto se haría pensando en el interés social y nacional, no solo en la oferta y la demanda. Este nuevo corporativismo fue bien recibido por el catolicismo social y el nacionalismo. Ambos buscaban frenar la influencia de las ideas socialistas.
El corporativismo católico
En 1878, el papa León XIII publicó una carta llamada Quod apostolici muneris. En ella, apoyaba la creación de sociedades de artesanos y obreros. Quería que estas sociedades, guiadas por la religión, ayudaran a las personas a vivir en paz. Años después, en 1891, León XIII publicó otra carta importante, la Rerum novarum. Esta carta respondía al liberalismo económico y al socialismo. En lugar de la idea de que las clases sociales son enemigas, proponía que trabajaran juntas.
La Rerum novarum sugería recuperar las "corporaciones de artes y oficios". Estas se adaptarían a los nuevos tiempos. Su propósito sería lograr relaciones de "cooperación" entre dueños y trabajadores. La carta decía que "capitalistas y obreros mismos" podían ayudar a resolver los problemas laborales. Esto se haría con instituciones que ofrecieran ayuda y unieran a las dos clases. Así nació el corporativismo católico, que buscaba armonizar la sociedad industrial.
En 1931, el papa Pío XI publicó la carta Quadragesimo anno. Repitió las ideas de León XIII. Propuso de nuevo la colaboración entre las clases sociales. Esto se lograría formando corporaciones donde obreros y dueños de cada sector productivo participaran en armonía. La carta decía que la política social debía "reconstituir las corporaciones". El corporativismo católico no le daba un papel muy grande al Estado. Confiaba en que la sociedad podía organizarse por sí misma.
El corporativismo en el siglo XX

Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, las ideas corporativistas empezaron a aplicarse. Se vio que esto necesitaba la intervención del Estado. Los sistemas corporativos se apoyaron en gobiernos fuertes. Estos gobiernos buscaban reemplazar al Estado democrático. La primera idea de "corporativismo autoritario" surgió antes de la Primera Guerra Mundial. El jurista Alfredo Rocco propuso que el corporativismo debía fortalecer al Estado. Quería acabar con los conflictos sociales y la división política. El Parlamento sería reemplazado por una asamblea corporativa.
Las ideas de Rocco fueron importantes porque el Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini las adoptó. Mussolini llegó al poder en Italia en 1922. El éxito del fascismo italiano influyó mucho en la derecha europea. Se decía que había logrado acabar con los conflictos entre clases en Italia. El corporativismo católico también fue influenciado. Sus propuestas empezaron a darle un papel al Estado como árbitro. Sin embargo, la carta Quadragesimo anno de 1931 criticó el corporativismo fascista por el gran poder que le daba al Estado.
En este período, el corporativismo se asoció con el fascismo en Occidente. Por ejemplo, la Carta del Lavoro de la Italia fascista sirvió de modelo para el Fuero del Trabajo de la España franquista en 1938. En los países democráticos, el modelo corporativo no se adoptó. Se mantuvo el sistema liberal de relaciones laborales. Pero en los países con gobiernos fuertes, las relaciones laborales se basaron en la imposición del Estado.
El corporativismo en Italia: Un ejemplo histórico
La construcción del sistema corporativo en la Italia fascista comenzó en 1926. Se eliminó la libertad de los sindicatos. Se crearon "sindicatos nacionales" donde se agrupaban empresarios y trabajadores. Un miembro del gobierno fascista dirigía cada sindicato. El Ministerio de las Corporaciones estaba en la cima. Los principios de esta organización se establecieron en la Carta del Lavoro en 1927. En 1928, el Parlamento fue reemplazado por una Cámara corporativa. En ella, no se representaba a las personas, sino a los "intereses" económicos y profesionales.
La Ley Sindical de 1926 dio la representación de los trabajadores a un sindicato fascista. La representación de los empresarios la tenían sus propias organizaciones. Las corporaciones, una por cada sector económico, se reunían en el Consiglio Nazionale delle Corporazioni. Este consejo debía marcar las líneas generales de la política económica. Los sindicatos fascistas tenían poca libertad. Las organizaciones empresariales tenían más autonomía. La negociación de salarios y condiciones de trabajo era controlada por el Ministerio de las Corporaciones.
El corporativismo fascista fue un acuerdo entre el gobierno y las grandes industrias. Buscaba eliminar los conflictos sociales y lograr relaciones laborales estables. Para conseguir el apoyo de los industriales, el gobierno fascista redujo el poder de los sindicatos.
El caso de Alemania: Un camino diferente
La Alemania nazi no adoptó el modelo corporativo de Italia. Los líderes nazis lo veían incompatible con su idea de un Estado totalitario. Poco después de que Adolf Hitler llegara al poder, se lanzó una campaña contra los que apoyaban el corporativismo. Se les acusó de defender intereses "capitalistas".
Los nazis implementaron un proceso de "coordinación" (Gleichschaltung). Su objetivo era ajustar las instituciones alemanas a los principios del partido nazi. Esto eliminaba la negociación entre trabajadores y empresarios. Primero, se eliminaron los sindicatos obreros. En su lugar, se creó el Frente Alemán del Trabajo (DAF). Todos los trabajadores debían unirse a él. Los empresarios también se unieron al DAF, pero mantuvieron sus propias organizaciones económicas. Las funciones del DAF eran limitadas, se centraban en la propaganda. El Ministerio de Trabajo fijaba los salarios y las condiciones laborales. Los dueños de las empresas controlaban los aspectos no regulados por el Estado. Así, el sistema laboral nazi fue muy autoritario.
Las organizaciones empresariales también fueron "coordinadas". Se creó el Consejo de Economía Nacional en 1934. En 1936, se creó la Oficina del Plan Cuatrienal, dirigida por Hermann Göring. Esto aumentó la intervención del Estado. Sin embargo, los empresarios mantuvieron cierto control sobre sus negocios. Tenían representación en los organismos de planificación estatales. Hitler sabía que necesitaba la colaboración de los industriales para expandir el poder militar de Alemania.
Corporativismo en otras culturas y áreas
Algunos expertos definen el corporativismo de forma más amplia. Lo ven como un sistema que considera a la comunidad como un "cuerpo". En este cuerpo, las personas y grupos tienen funciones diferentes pero trabajan juntos. La palabra "corporativismo" viene del latín corpus, que significa "cuerpo".
Esta idea de "cuerpo" en la sociedad se relaciona con el funcionalismo estructural en sociología. La interacción corporativa es común en grupos familiares, como clanes y familias. Algunas especies animales, como los pingüinos, también muestran una fuerte organización social corporativa. En la ciencia, las células en los organismos tienen una organización y una interacción corporativa. Además, las ideas corporativistas sobre la comunidad son comunes en muchas religiones importantes. Por ejemplo, el budismo, el cristianismo (en algunas de sus formas), el confucionismo, el hinduismo y el Islam.
Los modelos corporativistas formales se basan en la unión de grupos. Estos grupos pueden ser agrícolas, empresariales, étnicos, laborales, militares, científicos o religiosos. Los países con sistemas corporativistas suelen tener una fuerte intervención del Estado. El corporativismo ha sido usado por muchas ideas políticas. Entre ellas, el conservadurismo, el nacionalismo, el fascismo, el progresismo y la socialdemocracia.
En la ciencia política, "corporativismo" también puede describir cómo un Estado organiza y controla a las organizaciones sociales, religiosas, económicas o populares. Esto ocurre cuando el Estado integra a los líderes empresariales o limita la capacidad de desafiar su autoridad. Lo hace estableciendo organizaciones como fuente de su legitimidad. Este uso es común en estudios sobre Asia del Este. A veces se le llama "corporativismo estatal".
Corporativismo en las relaciones sociales
El corporativismo basado en el parentesco y la etnia ha sido común en África, Asia y América Latina. Las sociedades confucionistas de Asia del Este y el Sudeste Asiático se consideran precursoras del corporativismo moderno. China tiene fuertes elementos de corporativismo de clan. Las sociedades islámicas a menudo tienen clanes o tribus fuertes que forman la base de una sociedad corporativista.
Corporativismo en las diversas religiones

Las primeras ideas de corporativismo se encuentran en la Antigua Grecia, la Antigua Roma y religiones como el budismo, el cristianismo, el confucionismo, el hinduismo y el Islam.
El corporativismo cristiano se relaciona con el Nuevo Testamento de la Biblia. En la Primera epístola a los corintios, Pablo de Tarso habla de una sociedad donde todas las personas y partes están unidas. Es como el cuerpo humano, donde cada parte tiene una función y trabaja con las demás.
Durante la Edad Media, la Iglesia católica apoyó la creación de cofradías, monasterios y órdenes religiosas. También asociaciones militares. En Italia, se crearon universidades y gremios para artesanos. La creación de los gremios fue importante. Les dio el poder de regular el comercio y los precios. Esto es clave en los modelos económicos corporativistas.
El confucianismo pone énfasis en la comunidad, la familia, la armonía y la solidaridad. En el hinduismo, el corporativismo está presente en conceptos sociales como la "armonía, consenso y comunidad". La organización en castas en la India se basó en la organización corporativa. Los temas corporativistas del hinduismo han influido en la economía y la política de la India.
El contractualismo islámico ha sido promovido por musulmanes. Citan tendencias comunitarias en el Corán. Se diferencia del corporativismo occidental en que enfatiza la moralidad comunal. También promueve el principio de mérito por logros.
Corporativismo por país
Argentina
El corporativismo económico fue una parte importante de la idea nacionalista católica argentina. El gobierno de José Félix Uriburu intentó establecer un estado corporativo. Quería mantener una cámara parlamentaria y otra de representación corporativa. Pero el proyecto no tuvo éxito. La política de Juan Domingo Perón de acercarse a los sindicatos también ha sido vista como corporativista.
Chile
Uno de los principales defensores del corporativismo chileno fue Osvaldo Lira. Él rechazaba los partidos políticos y la democracia liberal. Existe una idea política similar en Chile llamada Gremialismo. Fue desarrollada por Jaime Guzmán. Defiende la organización de la producción por gremios. Pero rechaza que los gremios tengan poder político. El gremialismo es apoyado por el Movimiento Gremial de la Universidad Católica de Chile y la Unión Demócrata Independiente. Influyó en el gobierno de Augusto Pinochet.
La Falange Nacional chilena, en su punto 9, se declara corporativista. Dice que la economía debe ser dirigida. La iniciativa individual debe servir a la comunidad. La economía se integra al Estado a través de las corporaciones. Proponen un Consejo Nacional de Economía. Esto permitiría dirigir la vida económica y evitar el desorden.
Corea del Sur
La política económica del general Park Chung-hee en Corea del Sur ha sido descrita como corporativista. Park promovió un "orden cooperativo del bienestar". Desarrolló una política de colaboración con grandes empresas nacionales. Se ha sugerido que el gobierno pudo haberse inspirado en el confucianismo. El Estado limitó el acceso a ciertos bienes y la organización sindical. Construyó un modelo de negociación con sindicatos regulados.
Esta política llevó a un gran crecimiento económico. Se alcanzaron valores altos, como 14,6% en 1969 y 14,9% en 1973.
España

El gobierno de Miguel Primo de Rivera en España se definió como corporativista. Buscó organizar el mercado laboral con la Organización Corporativa Nacional. En ella, 5 representantes de los trabajadores y 5 de los dueños negociaban con el gobierno las condiciones laborales. La inversión del Estado fue importante. Se construyeron carreteras y se fundaron empresas como Campsa, Iberia y Telefónica. La fabricación de acero y cemento aumentó mucho. Algunos historiadores dicen que España creció económicamente más que nunca antes. Pero la Gran Depresión interrumpió esta prosperidad.
La Falange Española de las JONS defendió la idea nacionalsindicalista. Era similar al corporativismo. Entendía la economía como acuerdos entre grupos. Pero rechazaba la división entre dueños y trabajadores. José Antonio Primo de Rivera no creía en "armonizar el capital con el trabajo". Defendía que los sindicatos fueran dueños de los medios de producción.
Después de la Guerra Civil, el Franquismo implantó un sistema de sindicatos verticales. Se proclamó nacionalsindicalista. Agrupaba a todos los agentes económicos de un sector bajo el nombre de "productores". Se creó la magistratura del trabajo en 1938. Atendió muchas demandas de derechos laborales. Las corporaciones franquistas debían ser lideradas por miembros de FET y de las JONS. Tenían el poder de crear instituciones propias.
El contexto internacional llevó a España a un período de escasez. Esto cambió con la apertura de la economía después del Plan de Estabilización de 1959. Los sindicatos verticales se mantuvieron, pero perdieron influencia.
Grecia
Uno de los objetivos del régimen del 4 de agosto en Grecia fue reemplazar el sistema capitalista. Querían una economía corporativista que promoviera la solidaridad. Esta idea encajaba con las creencias de Ioannis Metaxás, el primer ministro. Él rechazaba el individualismo y los conflictos entre clases.
El gobierno de Metaxas, aunque impopular al principio, ganó apoyo. Esto fue gracias a un amplio programa social. Incluía Seguro de desempleo, licencia maternal, jornada laboral de 40 horas y vacaciones pagadas. También mejoró la seguridad laboral. Muchos elementos de este programa siguen existiendo en Grecia hoy. El gobierno fundó el Centro de Trabajadores. Este centro aseguraba vivienda y recreación para los trabajadores.
El gobierno logró estabilizar la moneda griega. Se embarcó en grandes obras públicas. Construyó aeropuertos, drenó tierras, mejoró ferrocarriles y carreteras. También modernizó las telecomunicaciones. El programa económico de Metaxas tuvo éxito al principio. El PIB per cápita aumentó y el desempleo bajó. El gobierno también ayudó a los campesinos con sus deudas. Estableció precios mínimos para algunos productos agrícolas.
Italia
El fascismo italiano, que al principio era liberal en economía, se hizo corporativista. Buscaba el ideal de un Estado fuerte. Benito Mussolini declaró en 1933 que el sistema capitalista estaba superado. Dijo que el Estado debía intervenir en la economía. En 1927 se aprobó la Carta del Lavoro. En 1930 se creó el Consejo Nacional de Corporaciones.
Italia tenía 22 corporaciones, una por cada sector. Eran dirigidas por una Magistratura del Trabajo. La Organización Sindical tenía 9 Confederaciones Nacionales. Estas, a su vez, se formaban por federaciones de sindicatos locales. La economía se dividía en 5 categorías. El gobierno promovió las cooperativas.
El Estado italiano lanzó "cuatro batallas" para intervenir en la economía:
- La Batalla de la Lira: para fijar el precio de la moneda.
- La Batalla del trigo: para aumentar la producción de granos.
- La Batalla de la tierra: para mejorar terrenos y recuperar tierras.
- La Batalla de los nacimientos: para promover que nacieran más niños.
La transición corporativa ocurrió durante la Gran Depresión. La crisis afectó mucho a Italia a partir de 1931. El Estado italiano creó instituciones para salvar a los bancos y las industrias. El Istituto per la Ricostruzione Industriale (IRI) se creó en 1933. Tomó el control de muchas empresas. Italia se convirtió en el país de Europa con el mayor sector industrial bajo el control del Estado.
Mussolini dijo que "tres cuartos de la economía italiana, industrial y agrícola, está en manos del Estado". El IRI se hizo dueño de los bancos más importantes y de la mayoría de las acciones de la industria italiana. Para 1939, Italia tenía la mayor proporción de propiedad estatal sobre la economía del mundo, solo después de la Unión Soviética. El IRI tuvo éxito en reestructurar y modernizar la economía. Fue clave en el crecimiento económico de la posguerra.
Portugal

Uno de los ejemplos más importantes de corporativismo fue el gobierno de António de Oliveira Salazar en Portugal. Salazar gobernó entre 1932 y 1968. Su política se basó en el corporativismo medieval, la doctrina social de la Iglesia y el tradicionalismo. El sistema era mixto, con una Cámara Corporativa y una Asamblea Nacional.
Uno de los objetivos de Salazar fue estabilizar la moneda y recuperar la confianza internacional. Su gobierno mantuvo un presupuesto equilibrado. Esto le permitió hacer grandes inversiones públicas sin inflación. Se construyeron aeropuertos, represas y se mejoraron carreteras. También se crearon Barrios Sociales para los trabajadores y un sistema de ayuda social.
Las fábricas necesitaban aprobación del Estado para trasladarse o invertir. Salazar mantuvo políticas muy proteccionistas. Por ejemplo, impidió la venta de Coca Cola hasta el final de su gobierno. A partir de los años 60, algunos grupos industriales presionaron para abrir más la economía. Portugal se unió a organizaciones internacionales. Su economía se orientó a las exportaciones. Entre 1960 y 1970, la industria creció un 9% anual. El país creció un 5,7% anual desde 1950 hasta la muerte de Salazar.
Uruguay
El principal ejemplo de corporativismo en Uruguay fue bajo Gabriel Terra. Se le llamó "solidarismo" o "socialismo patriótico". Terra promovió el cooperativismo. Creó la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole). Esta cooperativa funciona de forma corporativa. Negocia precios y condiciones con el Estado. Los productores de leche pueden unirse a la cooperativa con sus trabajadores. Conaprole fue la mayor exportadora de Uruguay en 2020. Uruguay también tiene un sistema de negociación colectiva llamado Consejos de Salarios. En ellos, se acuerdan los salarios de los trabajadores de diferentes sectores.
Véase también
En inglés: Corporatism Facts for Kids
- Corporatización
- Colectivismo
- Capitalismo de estado
- Distributismo
- Gemeinschaft y Gesellschaft
- Tercera vía
- Capitalismo
- Gremio
- Nacionalismo católico
- Socialismo corporativo
- Solidarismo