Colegiata mudéjar de Santa María del Pilar para niños
La colegiata mudéjar de Santa María del Pilar fue un importante edificio en la ciudad de Zaragoza, en España. Fue el templo que existió antes de la actual Basílica del Pilar que conocemos hoy. Este templo fue muy duradero, ya que estuvo en pie desde el año 1293 hasta 1681. En 1681 comenzaron las obras de la basílica barroca actual.
Tenemos dibujos y documentos que nos muestran cómo era esta colegiata. Por ejemplo, hay una vista de Zaragoza de 1563 hecha por Antonio van den Wyngaerde y otra de 1647 de Juan Bautista Martínez del Mazo. También existe un documento notarial de 1668 que describe el templo con mucho detalle.
Todos estos datos nos dicen que la colegiata de Santa María estaba construida con ladrillo y seguía el estilo mudéjar aragonés. Este estilo es una mezcla de arte cristiano y elementos de la arquitectura islámica, muy común en Aragón. El edificio era bastante grande y tenía una iglesia y un claustro (un patio rodeado de galerías). En el claustro se encontraba la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar, un lugar muy especial. La iglesia tenía una sola nave amplia y tres pequeñas torres mudéjares. Era parecida a la iglesia de San Pablo en Zaragoza. Aunque su nombre oficial era Santa María de la Asunción, la gente la llamaba "de Santa María la Mayor".
De esta antigua iglesia se conservan algunas partes importantes. Por ejemplo, el retablo del altar mayor, algunas puertas mudéjares en la sacristía, y la sillería (los asientos) y la reja del coro. El coro fue tallado entre 1544 y 1548 por Esteban de Obray y es de estilo renacentista. También se conserva el órgano.
Contenido
Historia de la Colegiata Mudéjar
Orígenes y Primeros Acontecimientos
En el año 1318, un documento del Papa Juan XXII menciona a Santa María la Mayor de Zaragoza. Dice que fue construida por Santiago en el año 40 y que es el templo más antiguo de España. Sin embargo, esto es un error, ya que la colegiata se construyó muchos siglos después. Aun así, este dato nos muestra que, para la gente de la época, la Santa Capilla y el templo gótico eran una misma cosa.
Según relatos de la época, la reina Blanca de Navarra, esposa de Juan II el Grande, se curó de una enfermedad de forma milagrosa. Ella creyó que fue gracias a la Virgen del Pilar y, en agradecimiento, visitó el santuario en julio de 1434.
Entre 1434 y 1435, hubo un incendio en la sacristía del claustro. El fuego destruyó algunas joyas y el retablo de alabastro del templo. Se cree que la imagen de la Virgen y el Santo Pilar no sufrieron daños. Tampoco hay señales de que el fuego llegara a la colegiata gótica. La imagen de la Virgen del Pilar que se venera hoy, hecha en estilo gótico tardío, probablemente fue un regalo de la reina Blanca y del arzobispo Dalmau de Mur. Durante este siglo, el santuario del Pilar siguió recibiendo apoyo de reyes como Juan II y su hijo Fernando II.
Restauraciones y Nuevas Obras
Después del incendio, los fieles y la nobleza de Aragón ayudaron a reparar los daños. Las paredes se cubrieron con relieves que mostraban la aparición de la Virgen a Santiago. También se construyó un nuevo retablo de alabastro, que era muy hermoso y detallado.
El arzobispo Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico, fue quien transformó la iglesia al estilo gótico. A él se debe el magnífico retablo tallado por Damián Forment entre 1512 y 1518. En el siglo XVI, la Casa de Austria (la familia real) siguió protegiendo y dando privilegios al santuario del Pilar. En 1530, una decisión del Papa Clemente VII causó un conflicto entre las iglesias de Zaragoza. La Seo (otra catedral de Zaragoza) y el Pilar tuvieron una disputa sobre cuál era la principal. Este problema se resolvió en 1676, cuando el Papa Clemente X unió los cabildos (grupos de sacerdotes) de La Seo y del Pilar, creando así el Cabildo Metropolitano de Zaragoza.

Ya en el siglo XVI, la iglesia gótica se transformó al estilo mudéjar. En esta época se hicieron obras importantes, como la construcción de una bóveda estrellada (un tipo de techo con forma de estrella) llena de adornos dorados entre 1504 y 1515. Era similar a las bóvedas del Palacio de la Aljafería.
Damián Forment fue contratado en 1509 para construir un nuevo retablo gótico. Las obras comenzaron en 1510, después de desmontar el retablo anterior. Este retablo, construido entre 1512 y 1518, es considerado una de las mejores obras de la escultura del Renacimiento en Aragón.
También se hicieron reparaciones en la Santa Capilla. La reja del presbiterio (la zona cercana al altar) fue cambiada por el maestro cerrajero Pedro de Escalantes. Él creó una reja muy bonita que parecía de plata y tenía adornos dorados. En 1644, el príncipe Baltasar Carlos de Austria sustituyó la reja de hierro que cerraba la entrada a la zona de la Virgen.
Esteban de Obray, Juan de Moreto y Nicolás Lobato construyeron el coro de la iglesia entre 1542 y 1548. La sillería (los asientos del coro) tiene tres filas y está hecha con incrustaciones de madera de boj amarillo. De los 138 asientos originales, quedan 124. La sillería del Pilar es más grande que la de la mayoría de las catedrales de España. Se conserva en la actual basílica barroca, donde fue trasladada en 1716.
El Milagro de Calanda y el Nuevo Templo
El 29 de marzo de 1640, ocurrió el famoso milagro de Calanda. Un hombre llamado Miguel Pellicer, que había perdido una pierna en un accidente, afirmó que la Virgen del Pilar le había devuelto su pierna derecha. Este hecho fue muy importante en todo el reino, y el 27 de abril de 1641 se declaró oficialmente como un milagro.
La devoción a la Virgen del Pilar se extendió por toda España. En 1678, el virrey Pedro Antonio de Aragón convocó a las Cortes (una especie de parlamento) en nombre del rey Carlos II, para declarar a la Virgen como patrona de Aragón.
En el siglo XVII, se construyeron muchos templos barrocos en Zaragoza. En 1670, Juan José de Austria impulsó la idea de renovar el Pilar al estilo barroco. Felipe Sánchez ganó el concurso para diseñar la nueva basílica. Francisco de Herrera el Mozo fue el encargado principal del proyecto, y la primera piedra se colocó el 25 de julio de 1681 por el arzobispo Diego de Castrillo.
Descripción de la Colegiata
La nave principal de la colegiata medía 54 metros de largo y 22 de ancho. En la parte delantera estaba el presbiterio, donde se encontraba el altar mayor con la tumba de San Braulio y el retablo de Forment.
En el lado izquierdo (llamado lado del Evangelio) estaban las capillas de San Lorenzo, del Espíritu Santo y de Santa Zita. Había una puerta ancha de alabastro, similar a la principal del templo. En la parte de abajo se encontraba el coro, que medía 9,60 por 17,50 metros y tenía el suelo cubierto de jaspes (un tipo de piedra).
Por una puerta cercana a la capilla de Santa Zita, se accedía a unos escalones que llevaban al claustro, donde estaba la Santa Capilla. El claustro medía 25 por 22,60 metros y en su interior había varias capillas:
- Capilla de San Agustín y San Onofre: Tenía un retablo pintado, rejas de hierro y lámparas encendidas.
- Capilla de los Santos Reyes: También con un retablo pintado y una sacristía.
- Capilla del Santo Crucifijo: Aquí se veneraba una imagen que hoy está en la capilla barroca de San Juan Bautista.
- Capilla de la Anunciación: Contaba con un bonito retablo de alabastro y rejas de hierro. Frente a ella estaba la Santa Capilla.
- Capilla de Santa Ana: Un espacio con un retablo dorado y rejas de hierro y bronce.
- Capilla de Santa Cristina: Tenía un retablo pintado y rejas de hierro con adornos de bronce.
- Capilla de Nuestra Señora de la Rosa: Contenía un retablo pintado, sacristía y rejas de hierro.
- Capilla de San Pedro Apóstol: Con sacristía y retablo pintado.
- Capilla de San Cosme y San Damián: Incluía una lámpara, un retablo y rejas de hierro.
- Capilla de San Gregorio: Construida en la pared norte por Fernando Pérez de Samper en 1457.
- Capilla de San Juan Evangelista: Tenía un retablo de alabastro y rejas de hierro.
- Capilla de Nuestra Señora del Rosario: También llamada de la Anunciación, incluía un hermoso retablo de oro y rejas de hierro. Aquí se colocó el sepulcro de Martín Bautista de Lanuza en 1610.
La Santa Capilla era rectangular y no tenía ventanas. Se iluminaba solo con las velas de plata cerca del altar. Estaba en el norte del claustro y medía 12,8 por 6,6 metros. El lado sur se comunicaba con la iglesia mudéjar y el lado oeste se abría al exterior. El lado norte conectaba con la sacristía de la Virgen (un espacio de 3,60 por 3,60 metros donde estaban las cosas de dos capellanes que cuidaban la imagen de la Virgen) y con el retablo original dedicado a la Inmaculada Concepción. También estaba el sepulcro renacentista de Lanuza, que hoy no se encuentra. En la esquina noroeste estaba el Sancta Sanctorum (2,50 por 1,90 metros), donde en la pared oeste (que se decía construida por Santiago) estaba la Santa Columna. Al otro lado de la pared había una capilla donde los fieles veneraban el Santo Pilar, que sostenía la imagen de la Virgen y que solía cubrirse con coronas y mantos. Había un pequeño agujero para besarlo. La columna estaba cubierta de plomo, según un testimonio de 1542, y desde el siglo XVI se alojaba en un dosel de plata. Los fieles no podían entrar a la capilla de la Virgen, así que colgaban ofrendas en la reja. La Santa Capilla estaba cubierta por un magnífico cimborrio (una torre sobre el crucero) y en su interior había varias pinturas góticas que hoy se conservan en el Museo del Pilar. También tenía un coro y el órgano que vemos en el Pilar barroco.
La parroquia del Pilar se creó en la primera mitad del siglo XVI para evitar que se celebraran demasiadas ceremonias a la vez y para atender mejor a los fieles, aunque los bautizos seguían haciéndose en la iglesia principal. La parroquia medía 39 por 9 metros e incluía un retablo sobre la resurrección de Cristo y lámparas que iluminaban el Santísimo Sacramento. En la parte de arriba estaban las habitaciones del capellán. En el lado del evangelio estaban las capillas más grandes y lujosas del conjunto:
- Capilla de San José: Muy lujosa, con un retablo de alabastro y decorada con la misma pintura que la Santa Capilla.
- Capilla del Rosario: Adornada con un retablo pintado y cerrada por una reja de hierro y bronce.
- Capilla de Santa Úrsula y las once mil vírgenes: Es la capilla más grande alrededor de la Santa Capilla y tiene un retablo pintado.
- Capilla de Santa María Magdalena: Situada en la otra esquina del claustro, mide 34 por 3,50 metros. En esta capilla había un altar de oro, una lámpara y rejas de hierro.
- Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza: El claustro terminaba en un espacio cuadrado de 13,50 metros por lado, donde estaba esta capilla. También tenía un retablo pintado y rejas de hierro. En la pared de enfrente de esta capilla había un nicho con un Ecce Homo, y una lámpara ardía frente a él. En los otros lados de este espacio final del claustro estaban las puertas que daban al Ebro y a la plaza. Para ir a la plaza, había que pasar por el claustro, donde vivían los sacerdotes de la iglesia.