Segunda campaña al sur de Chile para niños
La Segunda Campaña del Sur de Chile fue una parte importante de las Guerras de independencia hispanoamericana. Ocurrió en el sur de Chile entre finales de 1818 y principios de 1819.
Aunque los patriotas lograron vencer a la mayor parte del ejército realista, no consiguieron su objetivo final. Querían terminar por completo la Campaña de Chile. Las fuerzas realistas, con ayuda de los mapuches, continuaron resistiendo hasta el final de la guerra.
Contenido
- ¿Cómo se reorganizaron los realistas en el sur?
- ¿Cómo se preparó la nueva defensa realista?
- ¿Cómo fue la ofensiva patriota de Zapiola?
- ¿Cómo fue la ofensiva de Freire y Escalada?
- ¿Cómo se desarrolló la ofensiva de Balcarce?
- ¿Qué pasó en la ofensiva sobre el Biobío?
- ¿Cómo terminó la campaña?
- Véase también
¿Cómo se reorganizaron los realistas en el sur?
Después de que el Ejército de los Andes, liderado por el general José de San Martín, ganara la Batalla de Chacabuco en 1817, los realistas que quedaban en Chile se reorganizaron. Lo hicieron bajo el mando del general José Ordóñez en Talcahuano.
Una primera campaña al sur, dirigida por el general argentino Juan Gregorio de Las Heras, había ganado la batalla del Cerro Gavilán. Sin embargo, el intento de tomar Talcahuano, liderado por el general francés Miguel Brayer, fracasó.
Los realistas recibieron refuerzos de 2500 soldados desde el Virreinato del Perú, al mando de Mariano Osorio. Con estas nuevas fuerzas, lograron vencer a los patriotas en la Batalla de Cancha Rayada (1818). Pero pocos días después, San Martín derrotó por completo a los realistas en la Batalla de Maipú, asegurando la independencia de Chile.
Después de su victoria en Maipú, el general José de San Martín regresó a Buenos Aires. Quería preparar la expedición libertadora del Perú y conseguir dinero para la campaña.
Osorio, con unos 600 hombres, logró retirarse y llegó a Talcahuano el 13 de abril. Allí reunió más soldados y milicias, sumando 1200 hombres. Se hizo fuerte en Talcahuano y Concepción.
El coronel Juan Francisco Sánchez avanzó hacia Chillán y luego a Los Ángeles. Este último lugar era muy importante para controlar la frontera con los araucanos.
En Florida, Sánchez se reunió con varios líderes mapuches, como Calbulevu y Dumacan. Ellos se comprometieron a apoyar la causa realista.
Chillán quedó a cargo de Clemente Lantaño, quien conocía muy bien los caminos de la región.
El 21 de mayo de 1818, Lantaño envió un grupo de soldados al mando del capitán Manuel Bulnes Quevedo contra Parral. Eliminaron a la pequeña guarnición patriota. Otro grupo realista hizo lo mismo en Cauquenes.
Para julio, Sánchez había reunido 2161 hombres. Sin embargo, se decidió que esta fuerza no era suficiente para resistir al enemigo. Por eso, se le ordenó evacuar la plaza y viajar a Lima.
El 25 de agosto, se confirmó esta decisión. Después de desmantelar las defensas de Talcahuano, Osorio se trasladó al Callao el 8 de septiembre. Llevó consigo a unos 800 hombres, que eran los restos de las unidades que habían sido derrotadas en Maipú.
En Chile, quedaron al mando del coronel Sánchez unos 1100 hombres. Eran soldados chilenos de los batallones de Valdivia y Concepción, caballería y milicias locales. Estaban dirigidos por oficiales españoles que conocían bien el territorio, pero no estaban bien armados.
Los realistas aún controlaban Chiloé y Valdivia, además de gran parte de la provincia de Concepción. Su cuartel general estaba en Concepción, pero tenían fuerzas en Chillán, Florida y Los Ángeles.
¿Cómo se preparó la nueva defensa realista?
Las instrucciones de Osorio eran retirarse hacia el sur. Sánchez debía reunir más soldados y, si era atacado por fuerzas muy superiores, replegarse hacia la frontera de Arauco.
En octubre, llegaron a Talcahuano tres barcos con refuerzos desde España. Las compañías del regimiento Cantabria, con 529 hombres, desembarcaron en Talcahuano. Sánchez los retuvo, impidiendo que continuaran su viaje a Perú.
Sin embargo, otros barcos de la expedición y la fragata María Isabel fueron capturados por la Primera Escuadra Nacional de Chile entre el 28 de octubre y el 22 de noviembre de 1818.
Aunque Sánchez tenía más de 1600 hombres, consideraba que sus fuerzas eran muy débiles para resistir a San Martín.
Los realistas tuvieron un respiro el resto del año en Concepción. Los patriotas estaban ocupados en planes más grandes, como la invasión del virreinato de Lima.
Pero Sánchez consideraba que la situación era insostenible. Temía un desembarco patriota en Talcahuano, cuyas defensas estaban desmanteladas. Decidió evacuar Concepción y replegarse hacia Los Ángeles para reorganizar la defensa con la ayuda de los araucanos.
El virrey Pezuela quería que Sánchez se mantuviera en la frontera de Arauco para mantener ocupadas a las fuerzas patriotas. Le envió ayuda y órdenes estrictas para que defendiera el lugar a toda costa.
Las tropas en condiciones de combatir marcharían por la orilla norte del río Biobío. Los enfermos irían a defender el fuerte de San Pedro y otras posiciones al sur del río.
La población de Concepción fue evacuada por completo. Se les dijo que si no lo hacían, serían considerados enemigos. La gente siguió al ejército español en su retirada.
El 14 de noviembre de 1818, Sánchez salió de Concepción con 1600 soldados y unos 700 civiles. Iniciaron una lenta marcha hacia Los Ángeles.
¿Cómo fue la ofensiva patriota de Zapiola?
Dos semanas después de la victoria en Maipú, San Martín envió al comandante argentino José Matías Zapiola con 250 hombres a Talca. Su misión era proteger la línea del río Maule.
Zapiola envió a Miguel Cajaraville a reconquistar Parral, lo cual logró el 27 de mayo. Otro grupo patriota también venció a los realistas en Quirihue.
Sin embargo, el frente se mantuvo estable. Zapiola pidió refuerzos y detuvo sus operaciones debido al invierno y a que tenía pocas fuerzas. Dos meses después, Cajaraville intentó atacar Chillán el 3 de julio, pero fue rechazado.
En Santiago de Chile, la noticia de la llegada de refuerzos realistas a Talcahuano hizo que los líderes patriotas decidieran actuar.
A fines de septiembre, Zapiola recibió refuerzos, incluyendo el Batallón de Infantería N° 3 de Chile. A principios de octubre, cruzó el Maule y se ubicó en Parral.
Zapiola esperó en Parral para obtener información sobre el enemigo. Al saber que las fuerzas realistas eran similares a las suyas, continuó su avance.
La ocupación de Chillán
El 7 de noviembre, Zapiola salió de Parral con 800 hombres. Después de tomar San Carlos el día 8, el 10 llegó al río Ñuble. Tardó en cruzar el río hasta el 12 de noviembre.
Esto dio tiempo a la guarnición realista de Chillán, 700 hombres al mando de Clemente Lantaño, para evacuar la ciudad. Se dirigieron hacia el sudoeste.
Zapiola avanzó sobre Chillán y la tomó en la madrugada del 13 de noviembre. Lantaño ya había llegado al Río Diguillín.
Se decía que las bebidas dejadas por los realistas estaban envenenadas. También se informaba que todas las fuerzas realistas se preparaban para atacar Chillán. El 15 de noviembre, Zapiola decidió retirarse.
Al cruzar el Ñuble, un grupo de soldados patriotas fue atacado, sufriendo bajas. El 22 de noviembre, Zapiola regresó a Parral, habiendo perdido cerca de cien hombres.
Allí encontró instrucciones de Santiago de detener el avance y mantener la posición hasta la llegada de un nuevo comandante.
La ofensiva de Zapiola había sido difícil para los realistas. Sánchez se enteró de la toma de Chillán el 15 y aceleró su retirada.
Apenas llegó a Los Ángeles, Sánchez se reunió de nuevo con los líderes mapuches. Ellos ofrecieron contingentes de sus tribus. Algunos líderes realistas querían medidas muy duras, pero otros se negaron a dañar a civiles.
¿Cómo fue la ofensiva de Freire y Escalada?
Mientras en Santiago se preparaban refuerzos para el sur, se nombró al coronel Ramón Freire como comandante en jefe de las fuerzas al sur del Maule. También se nombró al teniente coronel Manuel Escalada como nuevo comandante de los Granaderos.
Freire tenía instrucciones de invitar al comandante realista a rendirse. También debía enviar mensajes al sur del Biobío para ganarse a los pueblos originarios. Para esto, se contaba con el capitán realista Vicente Benavides, quien había cambiado de bando.
Freire llegó a Parral el 24 de noviembre con 1603 hombres. Se estimaba que las fuerzas enemigas eran más de 2000.
El 3 de diciembre, Sánchez respondió a la invitación de San Martín, rechazando cualquier negociación.
El 19 de diciembre, Freire y Escalada iniciaron su avance. El 20 ocuparon San Carlos. Allí se les unió el batallón de Cazadores de los Andes. La noche del 23 de diciembre, Manuel Escalada se adelantó con los Granaderos y cruzó el Ñuble.
Lantaño, con 400 hombres de caballería, inició su retirada. Pero el grupo de Granaderos de Cajaraville los alcanzó. En el ataque, murieron 30 realistas y 20 fueron hechos prisioneros. Las pérdidas patriotas fueron menores. Escalada continuó la persecución, pero sus caballos se cansaron y regresó a Chillán.
Esa tarde llegó el resto de la división patriota. Con los refuerzos, el Ejército de Operaciones del Sur alcanzó los 3385 soldados.
¿Cómo se desarrolló la ofensiva de Balcarce?
El 26 de diciembre, el brigadier Antonio González Balcarce se hizo cargo del ejército del Sur.
Aunque Balcarce era un buen comandante, no conocía bien el sur de Chile ni a sus habitantes. Además, estaba muy enfermo.
El 29 de diciembre, llegó otro batallón de infantería. El ejército de Balcarce tenía 3385 soldados, incluyendo caballería, artillería e infantería.
Balcarce se mantuvo inactivo dos semanas, esperando el resultado de la misión de Benavides. Mientras tanto, envió a los Granaderos a realizar patrullas.
Benavides había ayudado a los patriotas antes, pero en realidad estaba negociando con sus antiguos compañeros realistas.
Mientras tanto, Sánchez aprovechaba el tiempo para concentrar sus fuerzas en el río Laja.
El 14 de enero de 1819, se reanudaron las operaciones. El 15 se inició el avance, y el 16 se cruzaron los ríos Diquillín e Itata.
Lantaño tuvo tiempo de desplegar sus fuerzas al norte del río Laja. La vanguardia patriota fue engañada por informes falsos y perdió la sorpresa. Los realistas cruzaron el río y se replegaron hacia Los Ángeles.
En la tarde del 17, el ejército patriota cruzó el río Laja sin resistencia. Acamparon en las lomas cercanas, sin avanzar de inmediato sobre Los Ángeles.
¿Qué pasó en la ofensiva sobre el Biobío?
En la noche del 17, Sánchez evacuó Los Ángeles y comenzó la retirada de sus tropas hacia el Biobío. Querían cruzarlo por el vado de Santa Fe. Una multitud de 2000 civiles, incluyendo mujeres, ancianos y niños, marchaban a pie.
El 18, la columna alcanzó el Biobío. Ese mismo día, la vanguardia patriota, unos 50 Granaderos, ocupó Los Ángeles. Al ver la retirada realista, los persiguieron.
Llegaron al río y vieron que el cruce ya había comenzado. Para dificultar la operación, enviaron un mensajero pidiendo refuerzos de infantería. Luego, atacaron a un grupo de lanceros que protegía la retaguardia enemiga.
La Batalla del Biobío
Cuando llegó Manuel de Escalada con el resto de la vanguardia, dispersó a los grupos realistas que quedaban en la orilla. Desplegó sus tropas en una loma, esperando los refuerzos.
Al llegar, muchos soldados patriotas bajaron la colina y atacaron a las familias que esperaban cruzar el río. Les robaron sus pertenencias y aterrorizaron a los civiles, que se lanzaron al río para llegar a la otra orilla.
Una vez restablecido el orden, a las 14:30, bajo el fuego enemigo, Alvarado hizo avanzar a sus tropas. La caballería fue por un lado y la infantería por el otro.
Mientras la infantería atacaba, el Regimiento de Granaderos, al mando de Escalada, cargó. Esto decidió la batalla, empujando a los realistas que quedaban al río.
Después de una lucha intensa, los patriotas controlaron la orilla. Abrieron fuego con sus fusiles y su único cañón contra las balsas que transportaban a los últimos fugitivos.
Muchos civiles de todas las edades murieron intentando cruzar el río. Los intentos de los granaderos de ayudarlos bajo el fuego no fueron suficientes.
Los patriotas tuvieron 20 bajas. Los realistas sufrieron pérdidas importantes. Quedaron 400 muertos en el campo de batalla, 106 prisioneros y un número considerable de heridos. También perdieron 4 cañones y mucho material. Sánchez continuó su marcha hacia el sur, rumbo a Nacimiento.
Asegurada la posición, el Regimiento de Granaderos a Caballo cruzó el Biobío. Un grupo de ellos se encontró con 400 araucanos. Después de una lucha, los araucanos se retiraron.
La ocupación de Nacimiento
Balcarce seguía en Los Ángeles. Dio órdenes para construir balsas, pero la obra se demoró.
El 20 de enero, la infantería y la artillería patriota regresaron a Los Ángeles. Solo quedó la caballería para terminar con los realistas de Sánchez. Hubo algunas escaramuzas.
Finalmente, el 28 de enero, el grueso del ejército se puso en marcha. El 29 cruzaron el río y el 30 avanzaron hacia Nacimiento.
Esa mañana, Sánchez había abandonado Nacimiento. La población fue ocupada por los Granaderos a las 14:00 horas del 30 de enero. Capturaron 6 cañones enemigos y gran parte del equipaje realista.
El 31, Balcarce entró con la mayoría de las tropas. Sánchez continuó su camino hacia el sur. Sus aliados mapuches le robaron todo el ganado que le quedaba. Llegó a Tucapel el 2 de febrero. Allí se decidió retirarse a Valdivia, dejando a Vicente Benavides con 500 hombres para defender la frontera.
¿Cómo terminó la campaña?
Balcarce decidió no perseguirlos. Pensó que el ejército realista estaba muy debilitado y que se disolvería solo.
El 6 de febrero, Sánchez dividió sus tropas. Una columna, al mando de Benavides, se quedaría en el territorio para hostigar al enemigo. La otra, compuesta principalmente por españoles, marchó con Sánchez a Valdivia, llegando a fines de marzo.
Cuando los realistas llegaron a Valdivia, a principios de marzo, apenas contaban con 550 hombres. Estaban en un estado de gran necesidad.
Balcarce estaba convencido de que la retirada realista era general y que la campaña había terminado.
Así, el 6 de febrero, San Martín escribió a Bernardo O'Higgins diciendo que la campaña del sur había concluido con éxito.
La reorganización de las fuerzas patriotas
El 7 de febrero, Balcarce comenzó a retirar sus fuerzas de Nacimiento. El 12 de febrero, comunicó a San Martín su marcha a Santiago. El 15, concentró sus tropas en Los Ángeles.
Balcarce envió al regimiento de Granaderos y al batallón de Cazadores a reunirse con el ejército de San Martín.
En el territorio, dejó en Los Ángeles al teniente coronel Isaac Thompson con 300 hombres. Esta guarnición se reforzó con milicias y algunos mapuches aliados.
A Concepción, envió a las fuerzas del comandante de la Frontera, Ramón Freire, con unos 600 hombres y 4 cañones.
En Yumbel, una posición estratégica, Balcarce dejó al brigadier Pedro Andrés del Alcázar con una compañía de cazadores a caballo.
En Chillán, quedó una pequeña división de caballería y un destacamento de infantería.
Balcarce dio por terminada la campaña y regresó a Santiago el 17 de febrero. Aunque la campaña no fue la última lucha en el sur, sí fue decisiva para la independencia de Chile. Permitió que el país se organizara y que se preparara la expedición para liberar Perú.
El comienzo de la Guerra a Muerte
Mientras tanto, en la provincia de San Luis, hubo un levantamiento de prisioneros realistas. También había noticias de una gran expedición española que se preparaba para ir al Río de la Plata. Al sur del Biobío, el movimiento realista se reinició pocos días después de la retirada patriota.
Pronto, las posiciones patriotas comenzaron a quedar aisladas.
Balcarce estuvo convencido de la lealtad de Benavides hasta el final. Recomendó a Thompson y a Freire que siguieran usando sus servicios.
Pero la mayoría de los pueblos originarios no se unieron a la causa patriota. Solo algunos líderes mapuches, como Juan Colipí y Venancio Coñoepán, eran aliados de los patriotas. La mayoría de las tribus apoyaron a Benavides.
Benavides pronto tuvo bajo su mando a más de doscientos milicianos en Arauco. También tenía fusileros y otros grupos de milicianos.
El 20 de febrero, Freire envió 50 infantes y 60 milicianos de caballería. Cruzaron el Biobío y vencieron a una fuerza realista, ocupando Santa Juana.
Aunque sabía que estaba rodeado, Rivero permaneció en la plaza. El 21 de febrero, fue atacado por Benavides. Rivero y 27 de sus hombres fueron hechos prisioneros. Otros murieron o lograron escapar. Ese mismo día, la situación en la frontera empeoró rápidamente.
El 21 de febrero, Thompson recibió noticias de que un gran grupo de mapuches se dirigía al Biobío para destruir las balsas patriotas. Envió un destacamento de 50 fusileros y un pequeño grupo de Granaderos.
Al amanecer del 22, cerca de Negrete, el pequeño grupo patriota fue emboscado por 400 fusileros españoles y cientos de mapuches. La caballería y la infantería patriota formaron un cuadro. Los enemigos lograron romper la formación y eliminar a la infantería patriota. Los pocos granaderos que sobrevivieron intentaron romper la línea enemiga varias veces, pero todos cayeron.
Fue el fin de la participación del regimiento de Granaderos en la Campaña del Sur.
La población de la zona, que apoyaba a los realistas, se unió rápidamente a sus filas. El 23 de febrero, una fuerza de 3000 hombres de caballería sitió el fuerte de Los Ángeles. Los ataques fueron rechazados, pero el sitio continuó.
El 10 de marzo, los patriotas decidieron salir del fuerte, pero en ese momento vieron a los mapuches dispersarse. El coronel Alcázar venía de Yumbel en su auxilio.
Posteriormente, Freire no consideró importante mantener el puesto. Benavides atacó a la división de Alcázar en su retirada. Los soldados patriotas se rindieron después de agotar sus municiones. Los oficiales y soldados sufrieron un trato muy duro. Benavides incorporó a algunos a sus tropas y marchó sobre Chillán.
El 31 de marzo, Benavides ejecutó a los prisioneros que no se habían unido a sus fuerzas. La Guerra a Muerte estaba en su punto más alto.