robot de la enciclopedia para niños

Mariano Brull para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Mariano Brull Caballero
Brull Mariano in 1913 when he was 22 rbz.JPG
Mariano Brull (1891-1956), cuando se graduó de la Universidad de La Habana, en 1913.
Información personal
Nacimiento 24 de febrero de 1891
Camagüey, CubaFlag of Cuba.svg Cuba
Fallecimiento 8 de junio de 1956
La Habana, CubaFlag of Cuba.svg Cuba
Causa de muerte Tumor cerebral
Nacionalidad CubaCuba
Familia
Padres Miguel Brull y Celia Caballero
Educación
Educado en Universidad de La Habana
Información profesional
Ocupación Poeta diplomático abogado
Género Poesía

Mariano Brull Caballero (nacido en Camagüey, Cuba, el 24 de febrero de 1891 y fallecido en La Habana, Cuba, el 8 de junio de 1956) fue un importante poeta, abogado y diplomático cubano. Se le conoce por su conexión con el movimiento simbolista francés, influenciado por poetas como Stéphane Mallarmé y Paul Valéry.

Mariano Brull fue uno de los poetas cubanos más destacados de la primera mitad del siglo XX que escribía poesía por el puro amor al arte. No se enfocaba en temas sociales o en la cultura afrocubana. Le interesaba mucho el sonido de las palabras, lo que lo llevó a crear un tipo de poesía llamado "jitanjáfora". En este estilo, las palabras casi no tienen un significado claro, pero suenan muy bien. Como diplomático, vivió muchos años en diferentes países de Europa y América.

Mariano Brull Caballero: Un Poeta y Diplomático Cubano

Mariano Brull nació en Camagüey, al este de Cuba. Su padre, Miguel Brull, era un oficial del ejército español. Su madre, Celia Caballero, venía de una familia de dueños de tierras que había vivido en Cuba por muchas generaciones. Se sabe que sus antepasados eran de Cataluña, Aragón y Andalucía en España.

Sus Primeros Años y el Amor por la Poesía

De niño, Mariano Brull vivió en el sur de España, en Ceuta y Málaga. Fue durante su adolescencia, mientras estudiaba en Camagüey, cuando descubrió su gran pasión por la poesía. Él y otros estudiantes crearon una revista de corta duración donde publicó poemas y ensayos. El joven Brull leía toda la poesía que podía, y le impresionó mucho el trabajo de los poetas simbolistas franceses.

En 1908, se mudó a La Habana para estudiar en la Universidad. Se graduó como Doctor en Derecho a los 22 años. Trabajó en un bufete de abogados y también escribía poesía para la revista El Fígaro. Entre 1914 y 1915, formó parte de un pequeño grupo alrededor del crítico literario Pedro Henríquez Ureña. Henríquez creyó en el futuro de Brull como poeta y se convirtió en su mentor. Le presentó a varios editores y le sugirió leer a poetas que no conocía.

En 1916, Brull publicó su primer libro de poesía, La casa del silencio. Poco después, se casó con Adela Baralt. Luego, decidió unirse al servicio diplomático cubano. Brull quería salir de Cuba porque, después de años de lucha por la independencia, el arte en el país no estaba muy activo. No había mucho interés en los nuevos movimientos artísticos que surgían en Europa, como el cubismo o el futurismo.

La Vida Diplomática de Brull en el Mundo

Aunque quería ir a Europa, sus primeros destinos como diplomático fueron los Estados Unidos y Perú. A mediados de los años 20, fue enviado a Madrid. Allí, tuvo la oportunidad de participar en reuniones en cafés literarios. Estos lugares eran frecuentados por muchos de los mejores poetas españoles del siglo XX, como Federico García Lorca, Rafael Alberti y Jorge Guillén. Mientras vivía en Madrid, algunos de los primeros poemas de Brull se publicaron en París en francés.

En 1923, Brull se unió a un grupo de unos 60 jóvenes profesionales en La Habana. Este grupo, llamado El Grupo Minorista, quería un cambio en la cultura y la política de Cuba. Pedían el fin del atraso cultural y apoyaban las nuevas tendencias artísticas de Europa. También pedían un gobierno cubano que escuchara más al pueblo.

En París, donde vivió en 1928, publicó su segundo libro de poesía, Poemas en menguante, escrito en español.

Los Brull vivieron en París entre 1927 y 1934, con solo dos interrupciones de un año, una en Berna y otra en La Habana. El regreso de los Brull a La Habana coincidió con muchas protestas y manifestaciones. Los estudiantes se enfrentaban a la policía del gobierno del presidente Gerardo Machado, quien era un líder muy estricto.

Brull pasó la Gran Depresión de vuelta en París. Hacía viajes a diferentes partes del mundo varias veces al año. Visitaba La Habana por trabajo, regresaba al sur de España, donde pasó su infancia, y pasaba por Ciudad de México. Allí conversaba con amigos como la poeta chilena Gabriela Mistral y el escritor mexicano Alfonso Reyes.

En 1934, su tercer libro de poesía, Canto Redondo, se publicó en París. Estuvo en Roma entre 1934 y 1937.

Después de mudarse a Bruselas (por segunda vez) a finales de los años 30, Brull ayudó a algunas personas que buscaban visas para emigrar. Durante esos años, fue delegado de Cuba en una reunión de la Sociedad de las Naciones, una organización que buscaba la paz mundial. También fue Comisario para ayudar a los cubanos que huían de la guerra civil española. Brull pensó que una guerra entre los países europeos era inevitable, aunque la mayoría de sus colegas no estaban de acuerdo. Por eso, pidió al Ministerio que lo enviaran de regreso a La Habana. Se fue en junio de 1939. Un año después, el barco que llevaba todas las pertenencias de los Brull a Cuba fue atacado y hundido por un submarino alemán.

En 1939, se publicó en París una edición bilingüe (francés-español) de sus poemas, Poëmes. El famoso escritor francés Paul Valéry escribió el prólogo. Brull trabajó muchos años en traducir al español los poemas más conocidos y complejos de Valéry: "Le Cimetière Marin" y "La Jeune Parque".

En Cuba, Brull fue uno de los principales organizadores de un congreso del Instituto Internacional de Cooperación Intelectual en 1941. Esta organización estaba formada por pensadores importantes que creían que el intercambio de ideas ayudaría a resolver las tensiones de los años 30 y la violencia de la Segunda Guerra Mundial. Brull admiraba a las personas que podían tanto pensar como actuar. Su héroe era el periodista y poeta cubano José Martí, quien organizó la resistencia cubana contra España y murió en una batalla durante la Guerra de Independencia.

Su quinto libro de poesía, Solo de rosa, fue publicado. Sus poemas también aparecieron en importantes publicaciones literarias cubanas como Social y Orígenes. Tuvo largas conversaciones con el poeta español Juan Ramón Jiménez, quien escribía un tipo de poesía similar.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Brull fue asignado a Washington D.C.. En 1945, fue enviado a Ottawa para establecer la primera misión diplomática de Cuba en Canadá.

En Bruselas, de nuevo, en 1950, publicó Temps en Peine. Tiempo en pena, en una edición bilingüe. Allí, su esposa falleció después de luchar contra una enfermedad por muchos años.

Al final de su carrera, fue embajador de Cuba en Uruguay. Sin embargo, se negó a seguir una orden del líder cubano Fulgencio Batista y renunció de repente. Así terminó sus 47 años en el servicio diplomático cubano. Ese mismo año (1954), su último libro de poemas, Rien que... (Nada más ...), salió en París.

Últimos Años y Legado

De vuelta en La Habana, se dedicó a modernizar la finca ganadera que había heredado de su madre. Sin embargo, un tumor cerebral lo fue debilitando poco a poco y finalmente lo dejó en coma. Murió a los 65 años en 1956.

La Poesía de Mariano Brull

¿Cómo Empezó su Estilo Poético?

El primer libro de Brull, La casa del silencio, es un buen ejemplo del modernismo hispano. También muestra influencias del simbolismo y un toque de romanticismo tropical. Desde el principio, se ven temas que se repiten en su obra: la búsqueda de la belleza ideal y la exploración del mundo interior para escapar de la realidad.

Se nota la influencia de los poetas Juan Ramón Jiménez (español) y Enrique González Martínez (mexicano). Pero estos primeros poemas eran de un poeta en formación. Pasaron nueve años entre su primera y segunda colección de poesía, tiempo en el que maduró, especialmente después de llegar a Europa.

En su segundo libro, Poemas en menguante, Brull adoptó el simbolismo (conocido como "poesía pura"). Aunque los poemas muestran que aún estaba aprendiendo a dominar este nuevo estilo. Se involucró en la discusión de los poetas de su generación sobre si el simbolismo, que buscaba el arte como abstracción pura, significaba la "deshumanización" del arte. Brull dejó claro que la poesía era la purificación del pensamiento y la forma, pero nunca una abstracción total. Sin embargo, para muchos, el simbolismo y la deshumanización estaban muy relacionados, y el simbolismo recibió muchas críticas, incluso en Cuba.

El Sonido en la Poesía de Brull: La Jitanjáfora

Una parte fundamental de la poesía de Brull es el uso de las palabras por su sonido. Este interés por el sonido no solo se ve en los esfuerzos de Mallarmé y Valéry por la poesía pura, sino también en los romances populares de la tradición poética española. Otros poetas que escribían en español, como García Lorca, también se sintieron atraídos por esta fuente. Experimentos similares con los sonidos de las palabras se vieron en la literatura italiana, alemana e inglesa en los años 20.

La creatividad de Brull, al usar sonidos a través de trabalenguas y experimentos con la fonética, podía crear un mundo de "encantamiento mágico". Estos sonidos y combinaciones de palabras a veces llegaban a un punto de no tener sentido. Esto dio origen a la poesía conocida como "jitanjáfora", después de que esta palabra apareciera en el poema de Brull "Filiflama...", un poema hecho completamente de palabras inventadas:

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveola jitanjáfora
liris salumba salífera.
Olivia óleo olorife
alalai cánfora sandra
milingítara girófora
zumbra ulalindre calandra.

Sin embargo, este interés tan radical en el sonido fue solo una parte de la poesía de Brull. La jitanjáfora era una "broma verbal, creada por Brull al margen de su obra poética, pero como una consecuencia extrema de su desarrollo".

La Infancia en sus Versos

Brull mostró interés en la infancia en varios de sus poemas, ya sea por el tema o por el uso del lenguaje y los ritmos de las canciones infantiles. Los versos que aprendió de niño en el sur de España tuvieron un impacto duradero en él. Y, como ya se mencionó, la poesía tradicional y popular era muy valorada por los poetas de su generación que escribían en español.

¿Qué Hace Única la Poesía de Brull?

Aunque usaba mucho la aliteración (repetición de sonidos) y las metáforas, hay características que lo distinguen de otros poetas:

  • Asociación de palabras poco comunes.
  • Uso de una palabra dos veces en la misma línea, pero con significados muy diferentes.
  • Juegos de palabras.
  • Combinación de palabras con significados opuestos o que chocan (como "la melodía del perfume"), a menudo entre guiones.
  • Juegos ilógicos de sonidos y onomatopeyas, donde se ve la influencia del futurismo y el dadaísmo.

Brull prefería el verso libre y el verso blanco, aunque a veces escribía sonetos y otras formas poéticas. Sus poemas suelen ser cortos, y el número total de poemas que escribió fue bastante limitado. Esto es poco común comparado con la mayoría de los poetas hispanos.

La Rosa: Un Símbolo Central

La rosa es el motivo principal en la poesía de Brull. Era su símbolo favorito "como ejemplo de perfección y permanencia a pesar de lo pasajero".

El poeta Mallarmé había dicho que una flor era la ausencia del tallo y las hojas. Con esto quería decir que el objetivo del arte es concentrarse en lo esencial. Ningún poeta cubano se sumergió tanto como Brull en esta idea de la poesía. Pero su origen latinoamericano no le permitía olvidar del todo los tallos y las hojas. La contribución de Brull a la poesía de Cuba es el contraste entre lo concreto y lo ideal.

Un equilibrio entre lo sensual y lo abstracto se logra de forma más completa en su libro Solo de rosas. Es una colección de poemas donde el poeta alaba la rosa en su esencia pura, frágil y maravillosa, sin que el paso del tiempo la corrompa.

Epitafio de la Rosa
Rompo una rosa y no te encuentro.
Al viento, así, columnas deshojadas,
palacio de la rosa en ruinas.
Ahora —rosa imposible— empiezas:
por agujas de aire entretejida
al mar de la delicia intacta,
donde todas las rosas
—antes que rosa—
belleza son sin cárcel de belleza.

La Idea de la Nada en su Obra

En sus últimas obras, Tiempo en pena y Nada más que…, la poesía de Brull se vuelve más melancólica, oscura y reflexiva. Es como un viaje hacia la idea de la "nada" del existencialismo. Esto pudo intensificarse por tragedias personales (la muerte de su esposa) y un mundo que parecía desmoronarse a su alrededor (la guerra civil española seguida de la Segunda Guerra Mundial).

A lo largo de los años, se puede ver en la poesía de Brull una creciente preocupación por lo que él veía como un mundo en constante deterioro. Las raíces de esta tristeza se notan en sus primeros poemas, donde la ausencia y el silencio están presentes. Sin embargo, en los años 50, la ausencia ya no es una idea agradable, sino que se convierte en la nada. Brull se sentía consumido por una visión trágica de la vida, donde todo, incluso la belleza, está destinado a la destrucción o, como él decía a menudo, a la ruina. Una vez que el tiempo ha pasado, solo queda la nada. "Nunca antes la poesía cubana había llegado a un nivel tan profundo de desesperanza con tanta discreción y soledad."

Obras Publicadas

  • La casa del silencio (1916).
  • Poemas en menguante (1928).
  • Canto redondo (1934).
  • Poëmes (1939) (Antología bilingüe: español-francés).
  • Solo de rosa (1941).
  • Temps en peine/Tiempo en pena (1950).
  • Rien que... (Nada más que...) (1954).

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Mariano Brull Facts for Kids

  • Wikiproyecto:Cuba
kids search engine
Mariano Brull para Niños. Enciclopedia Kiddle.