Manrique Pérez de Lara para niños
Datos para niños Manrique Pérez de Lara |
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Conde y regente de Castilla I señor de Molina y señor de la casa de Lara |
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Reinado | ||
Sancho III de Castilla, Alfonso VIII de Castilla | ||
Información personal | ||
Fallecimiento | 9 de julio de 1164 Batalla de Huete |
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Sepultura | Monasterio de Santa María de Huerta | |
Familia | ||
Padre | Pedro González de Lara | |
Madre | Ava | |
Cónyuge | Ermesenda de Narbona | |
Hijos | Véase descendencia | |
Manrique Pérez de Lara (fallecido en Huete, el 9 de julio de 1164) fue un noble muy importante en su época. Fue el primer señor de Molina y también regente del Reino de Castilla.
Manrique era hijo del conde Pedro González de Lara y heredó el liderazgo de la casa de Lara. Participó activamente en los eventos políticos de su reino y en la expansión de los territorios cristianos. Se enfrentó al rey Fernando II de León y a la casa de Castro por la custodia del joven Alfonso, quien quedó huérfano en 1158.
Contenido
¿Quién fue la familia de Manrique Pérez de Lara?
Manrique fue el hijo mayor del conde Pedro González de Lara y de la condesa Ava. Su madre, Ava, había sido antes la segunda esposa del conde García Ordóñez.
Tuvo varios hermanos, incluyendo a los condes Álvaro y Nuño Pérez de Lara. También tuvo un hermano por parte de madre, García García de Aza.
Se cree que su madre, Ava, pudo haber venido de una familia noble del norte de los Pirineos.
¿Cómo fue la vida de Manrique Pérez de Lara?
Su papel como conde y gobernante

Manrique fue parte de la corte real. Fue alférez real (un cargo militar importante) entre 1134 y 1135. Desde 1135, su nombre aparece en documentos importantes del rey Alfonso VII de León.
Gobernó varias tenencias (territorios bajo su control por encargo del rey) en diferentes momentos. Entre ellas estaban Ávila, Toledo, Madrid, Medinaceli, Atienza, Ausín, San Esteban de Gormaz, Segovia y, desde 1147, la importante ciudad de Baeza. También gobernó la tenencia de Alfoz de Lara, que dio nombre a su familia.
Desde el 21 de agosto de 1145, Manrique recibió el título de conde. Esto se menciona en un documento de la catedral de Orense.
Participación en la expansión territorial
Manrique fue uno de los líderes que dirigió a las tropas cristianas en la recuperación de ciudades y tierras que estaban bajo control musulmán.
Entre finales de 1146 y principios de 1147, las tropas del emperador Alfonso VII de León avanzaron por la meseta y tomaron la importante fortaleza de Calatrava. El conde Manrique participó en las campañas para conquistar Úbeda y Baeza, Baños, la ciudad costera de Almería (que se rindió el 17 de octubre de 1147) y Andújar en 1155.
El Señorío de Molina
El 21 de abril de 1154, el conde Manrique concedió un fuero (un conjunto de leyes y privilegios) a Molina de Aragón. Esta plaza había sido conquistada por el rey Alfonso el Batallador en 1128.
En el inicio del documento del fuero, Manrique escribió:
Yo el conde Almerich hallé un lugar muy antiguo y desierto, el cual quiero que sea poblado y allí sea Dios adorado y fielmente rogado.
Los señores de Molina usaban la frase Dei gratia (por la gracia de Dios), una expresión que también usaban los reyes y obispos. Esto mostraba que consideraban que su poder venía directamente de Dios.
Aunque no se sabe la fecha exacta en que se creó este señorío, es posible que Manrique extendiera su poder desde Medinaceli y ocupara Molina sin que el rey Alfonso VII se lo impidiera, ya que Manrique era uno de sus vasallos más leales.
La última persona de la familia Lara que tuvo este señorío fue su bisnieta, Mafalda González de Lara. Después, el señorío pasó a formar parte de la corona de Castilla en 1293.
La regencia del reino y la tutela del rey niño
Cuando el rey Sancho III de Castilla falleció en 1158, su hijo, el infante Alfonso (futuro rey Alfonso VIII), tenía solo tres años. El rey Sancho III había confiado la tutela de su hijo a Gutierre Fernández de Castro, un noble de su confianza. Manrique, por su parte, fue nombrado regente de Castilla.
Manrique y sus hermanos querían también cuidar al joven rey. Convencieron a Gutierre Fernández de Castro para que les entregara al niño. Manrique encargó el cuidado del rey a su hermano por parte de madre, García García de Aza. Sin embargo, en 1160, García devolvió al niño a Manrique debido a los gastos. Así, Manrique reunió todo el poder.
En 1159, Gutierre Fernández de Castro reclamó de nuevo la tutela, pero los hermanos Lara se negaron. Los Castro buscaron entonces el apoyo del tío del infante, el rey Fernando II de León. La lucha por el poder entre las dos familias más importantes del reino llevó a la batalla de Lobregal en marzo de 1160. Las tropas de los Lara fueron derrotadas por las de los Castro.
En 1162, hubo una revuelta en Salamanca. Las milicias de Ávila, gobernadas por Manrique, apoyaron a los salmantinos contra el rey Fernando II. En respuesta, Fernando II, junto con los Castro, entró en Castilla y tomó varias plazas gobernadas por Manrique, como Segovia y Toledo. La toma de Toledo, una ciudad muy importante, debilitó el poder de Manrique. Fernando II entregó el gobierno de estas localidades a Fernando Rodríguez de Castro el Castellano. Manrique tuvo que ceder la tutela del niño al rey leonés, aunque Manrique siguió cuidando al pequeño heredero.
El rey Fernando quería que el joven infante le rindiera homenaje vasallático (un juramento de lealtad). Esto se iba a hacer en Soria, donde estaba el niño. Los habitantes de Soria, que no estaban de acuerdo con que el heredero de Castilla se sometiera al rey de León, le pidieron a Manrique que mantuviera la custodia del joven rey.
Durante el acto de vasallaje, el pequeño rey empezó a llorar. Mientras el rey Fernando esperaba al niño, un vasallo de los Lara, Pedro Núñez de Fuentearmegil, escondió al niño bajo su capa y cabalgó con él hasta el castillo de San Esteban de Gormaz. Manrique aprovechó la confusión para despedirse del rey de León y juró que recuperarían al niño. Los hermanos Lara fueron a San Esteban de Gormaz. Nuño se adelantó, recogió al niño y se lo llevó a Atienza, negándose a entregarlo. El rey Fernando acusó a los Lara de deslealtad.
Última batalla y fallecimiento

El rey Fernando II regresó a León, pero siguió interesado en los asuntos de Castilla. En septiembre de 1163, se reconcilió con los hermanos Lara. Había encargado el gobierno de las plazas que le había quitado a Manrique (como Toledo y Huete) a Fernando Rodríguez de Castro.
Cuando Fernando II regresó a su reino en diciembre de ese año, Manrique se llevó al rey niño y comenzó de nuevo los enfrentamientos contra los Castro para recuperar sus antiguas tenencias. Fernando Rodríguez de Castro reunió a sus milicias y en julio de 1164 se enfrentó y derrotó a los Lara en la batalla de Huete. En esta batalla, el conde Manrique fue asesinado. Su muerte se menciona en los Anales toledanos:
(...) cuando Fernando Rodríguez con los de Toledo y de Huete luchó con el conde don Manrique y allí murió el conde don Manrique y muchos otros castellanos.
Su cuerpo fue llevado al monasterio de Santa María de Huerta, donde fue enterrado. Su hermano Nuño, quien heredó el liderazgo de la casa de Lara, llevó al heredero del trono castellano a Zorita y luego a Ávila, donde el niño permaneció tres años bajo el cuidado de los habitantes de Ávila.
El primer sello de un noble
Manrique Pérez de Lara fue el primer noble en la península ibérica del que se tiene conocimiento que usó un sello personal, algo que no era común para los nobles en ese tiempo, solo para reyes o líderes de la iglesia. Adoptó esta costumbre de los señores de Languedoc, que eran familiares de su esposa Ermesenda.
Aunque no se conserva el sello original de Manrique, se cree que era similar al de su hijo Pedro, que sí se ha conservado. Es posible que el sello que adoptó el rey Alfonso VIII en 1163 se inspirara en el de su tutor, Manrique.
¿Quiénes fueron los hijos de Manrique Pérez de Lara?
Manrique se casó con Ermesenda antes de 1154. Los padres de Ermesenda fueron Aymerico II, vizconde de Narbona, y su segunda esposa, también llamada Ermesenda.
Ermesenda falleció el 7 de enero de 1177. Pasó sus últimos días en un monasterio. Un mes después de la muerte de su esposo Manrique, Ermesenda hizo una donación a la Catedral de Burgos para establecer un aniversario (una misa anual en su memoria). En el documento de la donación aparecen todos sus hijos: Manrique (Aymarich), Pedro, Guillermo, María, Sancha y Ermengarda.
De su matrimonio con Ermesenda nacieron:
- Pedro Manrique de Lara (fallecido en 1202), quien heredó el liderazgo de la casa de Lara.
- Aymerico o Manrique de Lara (fallecido alrededor de 1177), duque de Narbona. Vivió en Narbona, pero en mayo de 1172 visitó Castilla para ver a su hermano Pedro y otros parientes. Se hizo cargo del vizcondado de Narbona cuando su tía, Ermengarda, se retiró en 1176.
- Guillermo Manrique de Lara (fallecido después de 1195), quien pudo haber sido religioso.
- María Manrique de Lara (fallecida después de 1183), esposa del conde Diego López II de Haro, señor de Vizcaya.
- Sancha Manrique de Lara.
- Ermengarda Manrique de Lara, quien compartió el vizcondado de Narbona con su hermano Pedro después de la muerte de su hermano Aymerico.
Véase también
En inglés: Manrique Pérez de Lara Facts for Kids