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Jálid ibn al-Walid para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Jálid ibn al-Walid ibn al-Mughira al-Majzumi
Khalid Bin Al-Walid.gif
Caligrafía de Jálid ibn al-Walid
Información personal
Nombre en árabe خالد بن الوليد
Apodo “La espada de Dios”
Nacimiento 584 d. C.
cerca de La Meca, Arabia Saudí
Fallecimiento 642 d. C.
Emesa Siria
Sepultura Khalid ibn al-Walid Mosque
Lengua materna Árabe
Familia
Padres Walid ibn al-Mughira
Lubaba al-Sughra
Cónyuge Asma bint Anas ibn Mudrik
Hijos Abdulreman ibn Khalid
Información profesional
Ocupación Guerrero y poeta
Lealtad Califato Ortodoxo
Rama militar Ejército de Mahoma y ejército Rashidun
Rango militar Comandante en jefe (632-638)
Conflictos

Guerras Ridda

  • Batalla de Buzaja
  • Batalla de Yamama

Conquista musulmana de Persia

  • Batalla de las Cadenas
  • Batalla del Río
  • Batalla de Walaya
  • Batalla de Ullais
  • Batalla de Muzayyah

Conquista musulmana de Siria

  • Batalla de Adjnadayn
  • Batalla de Fahl
  • Batalla de Yarmuk
  • Batalla de Hazir
  • Batalla del Puente de Hierro

Jálid ibn al-Walid ibn al-Mughira al-Majzumi (nacido en 584 d. C. y fallecido en 642 d. C.), también conocido como Sayf Allah al-Maslūl, que significa "la espada de Dios", fue un importante líder militar. Fue un compañero del Profeta Mahoma y se destacó por sus habilidades en la estrategia militar.

Jálid dirigió las fuerzas de Medina durante el tiempo de Mahoma y también bajo los primeros líderes que lo sucedieron, Abu Bakr y Úmar ibn al-Jattab. Gracias a su liderazgo, Arabia se unió por primera vez en la historia bajo un solo gobierno, el Califato.

Es uno de los pocos generales que nunca perdió una batalla. Ganó cientos de combates, a menudo contra ejércitos mucho más grandes, como los del Imperio bizantino y el Imperio sasánida. Sus logros incluyen la unificación de Arabia y la conquista de Mesopotamia y Siria entre los años 632 y 636. Es especialmente recordado por sus victorias en la batalla de Yamama, Ullais y Firaz, así como por sus tácticas exitosas en las batallas de Walaŷa y Yarmuk.

Jálid era un jinete experto del clan Majzum, parte de la tribu Quraysh, que al principio se oponía a Mahoma. Jálid fue clave en la victoria de los Quraysh en la batalla de Uhud en el año 625. Después de convertirse al islam entre los años 627 y 629, Mahoma lo nombró comandante y le dio el título de Sayf Allah ("la Espada de Dios").

Jálid organizó la retirada segura de las tropas musulmanas en la expedición a Mu'ta en el año 629. También dirigió a los grupos beduinos del ejército musulmán durante la toma de La Meca y la batalla de Hunayn alrededor del año 630.

Después de la muerte de Mahoma, Jálid fue encargado de unificar a las tribus árabes que se oponían al nuevo estado musulmán. Derrotó a líderes como Tulayha en la batalla de Buzakha en el 632 y a Musaylima en la batalla de Aqraba en el 633.

Más tarde, Jálid se enfrentó a tribus árabes y a las fuerzas persas sasánidas en el valle del Éufrates, en Irak. Abu Bakr lo puso al mando de los ejércitos musulmanes en Siria. Jálid realizó una marcha sorprendente a través de una zona desértica sin agua, lo que fortaleció su fama como estratega. Gracias a sus victorias decisivas contra los bizantinos en Achnadayn (634), Fahl (634), Damasco (634-635) y Yarmuk (636), los musulmanes bajo Jálid conquistaron gran parte de Siria.

Más tarde, Úmar lo relevó de su alto mando por diversas razones. Jálid siguió sirviendo como lugarteniente principal de su sucesor, Abu Ubáidah ibn al-Yarrah, en los asedios de Homs y Alepo y en la batalla de Qinnasrin (637-638). Estas acciones llevaron a la retirada de las tropas bizantinas del emperador Heraclio de Siria. Úmar luego lo destituyó de su cargo de gobernador de Qinnasrin. Jálid falleció en Medina o Homs en el año 642.

Los historiadores consideran a Jálid como uno de los generales más valientes y exitosos de los primeros tiempos del islam. Se le recuerda en todo el mundo árabe. La tradición islámica valora sus tácticas y liderazgo en las primeras conquistas musulmanas.

Biografía

Primeros años de Jálid ibn al-Walid

Jálid ibn al-Walid nació en el año 584 d. C. cerca de La Meca. Pertenecía al clan Banu Quraysh, la misma tribu de Mahoma.

Según las costumbres árabes, Jálid fue enviado a vivir con una tribu beduina hasta los cinco años. Luego regresó con sus padres a La Meca. Su padre, Walid ibn al-Mughira, era el líder de los Banu Majzum, una de las familias más importantes de los Quraysh. Era conocido en La Meca como Al-Wáhid (el único).

De niño, Jálid tuvo viruela, lo que le dejó algunas marcas en la mejilla izquierda. Su padre se encargó personalmente de su educación, enseñándole valores como el coraje, la habilidad para el combate, la tenacidad y la generosidad. Desde pequeño, aprendió a montar a caballo y a camello. Los Banu Majzum eran famosos por ser los mejores jinetes de Arabia, y Jálid se convirtió en uno de los más destacados. También aprendió a usar todas las armas, como la espada, el arco y la lanza, tanto a caballo como a pie, mostrando una habilidad especial con la lanza.

A pesar de su origen noble y rico, Jálid ibn al-Walid trabajó ocasionalmente como herrero y comerciante. Acompañó caravanas comerciales a Siria y visitó grandes ciudades comerciales de la provincia de Bizancio. Esto le permitió conocer a diferentes pueblos, como los árabes gasánidas, los persas sasánidas, los coptos egipcios y los bizantinos.

Jálid y los inicios del islam

El padre de Jálid no estaba de acuerdo con el movimiento del islam que Mahoma había iniciado y sentía una gran oposición hacia el Profeta.

Mahoma tuvo que dejar La Meca y viajar a Yatrib (más tarde conocida como Medina) en un evento llamado la Hégira. Esto marcó el inicio de un periodo de conflicto entre la comunidad musulmana de Medina y la tribu de los Quraysh.

Jálid no participó en la batalla de Badr, pero su hermano Walid ibn Walid fue capturado. Jálid y su hermano Hisham ibn Walid fueron a Medina para rescatar a Walid. Sin embargo, en el viaje de regreso, Walid escapó para volver a Medina y unirse a Mahoma, convirtiéndose al islam.

Archivo:Mohammed before the battle of Badr
Representación de la batalla de Badr.

Jálid luchó contra los medinenses, y su talento militar fue clave para que los Quraysh ganaran la batalla de Uhud en el año 625.

También participó en la campaña del año 627 d. C., conocida como la «batalla del Foso». Mahoma ordenó construir un foso alrededor de Medina, siguiendo el consejo del persa Salmán. Esta táctica fue muy inteligente, ya que los sitiadores se quedaron sin provisiones y tuvieron problemas para alimentar a sus animales.

La conversión de Jálid al islam

A partir del año 628, el islam comenzó a expandirse. Mahoma decidió hacer una peregrinación a La Meca con un grupo de seguidores, pero los qurayshíes les impidieron el paso. Se evitó un enfrentamiento gracias al Tratado de Hudaybiyyah, que estableció una tregua de diez años y permitió a los musulmanes peregrinar a La Meca.

Al año siguiente, los musulmanes entraron en La Meca. El creciente respeto y poder de la nueva fe atrajeron a nuevos seguidores, entre ellos Jálid ibn al-Walid.

En el año 6 AH (aproximadamente 627 d. C.) u 8 AH (aproximadamente 629 d. C.), Jálid aceptó el islam en presencia de Mahoma, junto con Amr ibn al-As. Los historiadores sugieren que la conversión en el año 8 AH es más probable. Después de su conversión, Jálid "comenzó a usar todas sus grandes habilidades militares para apoyar al nuevo estado musulmán", según el historiador Hugh N. Kennedy.

Campañas militares bajo el mando de Mahoma

En los últimos años de vida del Profeta, los ataques musulmanes hacia Siria y el reino árabe de los gasánidas habían comenzado. Jálid ibn al-Walid participó en una incursión en el año 629. Los musulmanes se encontraron con soldados bizantinos en la batalla de Mu'tah, donde los árabes fueron superados. El comandante del grupo falleció, y Jálid fue elegido por sus compañeros para tomar el mando. Logró una retirada estratégica que evitó la destrucción de las fuerzas musulmanas.

Al año siguiente, los medinenses avanzaron para tomar La Meca después de que Mahoma anulara el Tratado de Hudaybiyyah. Jálid dirigió uno de los cuatro ejércitos que se unieron en La Meca. Ese mismo año, participó en la batalla de Hunayn y en el asedio de Taif contra las tribus que no aceptaban la autoridad del Profeta.

Mahoma lo envió a destruir el ídolo de la diosa Al-Uzza en el oasis de Najla y a negociar con la tribu Banu Jadhima. Jálid también recibió la misión de ir a Yemen para invitar a la tribu Banu ul-Hárith a aceptar el islam.

En abril del año 631 d. C., Mahoma lo envió nuevamente a Dumat al-Ŷandal para destruir el ídolo pagano Wadd. Jálid destruyó la estatua y el templo.

Servicio durante el Califato de Abu Bakr

Cuando Mahoma falleció en el año 632 d. C., el futuro del proyecto islámico se volvió incierto. Mahoma no había dejado un sucesor claro. Abu Bakr fue nombrado “jalífat Al-lah”, que significa representante de Dios en la tierra. La mayoría de los Quraysh y los ansar aceptaron el liderazgo de Abu Bakr.

Sin embargo, algunas tribus pensaron que su juramento de lealtad era personal a Mahoma y que había terminado con su muerte. Otras tribus vieron la oportunidad de desafiar el poder de Medina. Entre ellas estaba la tribu Banu Hamifa de Yamama, que tenía un profeta llamado Musaylima. En el noreste de Arabia, otras tribus siguieron a una profetisa llamada Sayah. La tribu de los Banu Asad, que se había convertido al islam, se unió a la revuelta apoyando a un profeta conocido como Tulaiha ibn Juwailid.

Abu Bakr decidió que cualquier grupo que no aceptara el gobierno de Medina debía ser sometido.

Las guerras Ridda y la unificación de Arabia

Jálid ibn al-Walid recibió el mando de un gran ejército y fue enviado al centro de Arabia, donde estaban las tribus más poderosas que podían amenazar Medina.

A mediados de septiembre del año 632 d. C., se enfrentó a los Banu Asad y los derrotó en la batalla de Buzaja. Tulaiha ibn Juwáilid logró escapar, pero sus seguidores fueron vencidos en la batalla de Ghamra.

Jálid se dirigió luego a Naqra y derrotó a la tribu rebelde de los Banu Salim en la batalla de Naqra. La región fue finalmente controlada después de la batalla de Zafar, en octubre del 632.

Archivo:Mohammad adil rais-conquest of Arabia-es
Campañas de Jálid ibn al-Walid durante las guerras Ridda.

Después de esta batalla, se dirigió a someter a los Banu Tamim, quienes rápidamente aceptaron la autoridad de Abu Bakr. Sin embargo, hubo un incidente con el jeque y poeta Malik ibn Nuwaira, que generó controversia y la desaprobación de Úmar ibn al-Jattab.

Abu Bakr, tras escuchar la versión de Jálid ibn al-Walid, lo envió contra Musaylima y los Banu Hamifa, quienes ya habían vencido a dos ejércitos musulmanes. En diciembre del año 632 d. C., Jálid se enfrentó a Musaylima en la batalla de Yamama. Los Banu Hamifa atacaron con gran fuerza, pero Zayd ibn al-Jattab, hermano de Úmar ibn al-Jattab, dirigió un contraataque que hizo retroceder a los Banu Hamifa a un oasis cercano.

Musaylima falleció en la batalla, y con su muerte terminó la resistencia de las tribus que se oponían al Califato ortodoxo.

La expansión hacia el Imperio sasánida

Al finalizar las guerras Ridda, el estado islámico había demostrado su fuerza y había formado un ejército muy experimentado.

El estado islámico necesitaba expandirse más allá de Arabia. Los beduinos tradicionalmente obtenían recursos de otras tribus. Sin embargo, el islam temprano prohibía a los musulmanes atacarse entre sí. Esto significaba que los nómadas debían cambiar sus formas de vida. La solución era guiar a los beduinos fuera de Arabia.

Jálid fue enviado al Imperio sasánida en la primavera del año 633 d. C. con un ejército reforzado. En marzo, venció a un pequeño ejército sasánida en la batalla de las Cadenas al sur del Éufrates, y luego capturó la ciudad de Ubulla.

Al cruzar el río con sus tropas, Jálid ibn al-Walid encontró las fértiles tierras de la cuenca del Tigris y Éufrates. Sin embargo, prefirió mantenerse en el desierto, una decisión estratégica inteligente.

A finales de abril del 633, un ejército de sasánidas y árabes aliados se preparó para enfrentar a los musulmanes. Jálid ibn al-Walid avanzó hacia el oeste del Éufrates y presentó batalla. La dura batalla del Río terminó con una victoria total para los musulmanes.

Archivo:Mohammad adil-Khalid's conquest of Iraq-es
Campañas de Jálid ibn al Walid durante la Conquista musulmana de Persia.

Yazdgerd III envió un gran ejército liderado por Andarzghar, un militar experimentado. Andarzghar se posicionó entre el Éufrates y el Tigris. Jálid marchó para enfrentarse al enemigo. La batalla de Walaŷa, larga y difícil, fue ganada gracias a la táctica de Jálid ibn al-Walid, quien logró que sus tropas rodearan a los árabes en un movimiento de pinza.

Los árabes cristianos que eran atacados por los musulmanes pidieron ayuda a la corte sasánida. Un nuevo ejército, formado en gran parte por árabes cristianos, se reunió en Ullais. Jálid ibn al-Walid avanzó rápidamente contra ellos. La batalla de Ullais fue muy disputada, pero los sasánidas no pudieron resistir el avance musulmán.

Archivo:The battle between kusrau parvis and Bhram Chubineh
Lucha entre dos ejércitos sasánidas. Miniatura turca del siglo XVI.

El ejército musulmán logró la victoria. Jálid ibn al-Walid, durante lo más intenso del combate, había prometido a Dios que si le concedía la victoria, no quedaría ningún enemigo vivo hasta que un río cercano se tiñera de rojo con la sangre de sus enemigos.

Después de la victoria en Ullais y con el refuerzo de nuevas tropas, Jálid sitió la ciudad de Hira, que se rindió y aceptó pagar un tributo a Medina.

Las tropas musulmanas se dirigieron al norte y al oeste, sitiando y tomando Anbar, una fortaleza en el Éufrates. Luego se dirigieron a Ayn Tamar, una fortaleza en el borde del desierto, que se rindió sin mucha resistencia.

Mientras Jálid partía de Yamama para la invasión de Irak, Abu Bakr había enviado a Ayadh ibn Ghanam para capturar Damat ul-Jandal. Sin embargo, estas tropas se vieron en dificultades por tribus árabes cristianas y pidieron ayuda a Jálid ibn al-Walid. Jálid logró que los árabes cristianos presentaran batalla y los venció en la batalla de Dumat ul-Yandal. Después tomó la ciudad.

Los sasánidas habían preparado un gran ejército bajo el mando de Bahman para detener a los musulmanes. Bahman dividió sus fuerzas en dos ejércitos.

Archivo:Armed-horseman
Caballería sasánida.

Jálid ibn al-Walid decidió tomar la iniciativa y destruir cada fuerza por separado. Concentró al ejército en Ain ut-Tamr y luego dividió su ejército en tres grupos.

Las fuerzas de Jálid lograron vencer en la batalla de Husaid. Jálid ibn al-Walid decidió atacar en noviembre del año 633 al ejército sasánida más grande en Muzayyah. Para atacarlo, hizo que sus fuerzas se unieran desde tres puntos, avanzando por la noche. Las fuerzas sasánidas no lo esperaban, y el ejército persa fue derrotado en la batalla de Muzayyah.

Una semana después, Jálid ibn al-Walid atacó a los árabes cristianos en Saniyy. La batalla de Saniyy fue una gran victoria para los musulmanes.

Tres noches después, repitió la misma estrategia de ataques nocturnos contra un ejército árabe cristiano en Zumail. La batalla de Zumail terminó con una victoria total para las fuerzas de Jálid ibn al-Walid.

En menos de un mes, Jálid había derrotado a las fuerzas sasánidas en cuatro batallas diferentes, dejando Mesopotamia sin fuerzas persas que pudieran ser una amenaza.

Jálid ibn al-Walid decidió tomar la fortaleza de Firaz, que tenía una fuerte guarnición persa a la que se unió una guarnición bizantina. El 21 de enero del año 634 d. C., Jálid logró atraer a los aliados a través del Éufrates y atacarlos, obteniendo una victoria total en la batalla de Firaz. Esta fue la última batalla de Jálid ibn al-Walid en la conquista de Mesopotamia. Jálid aprovechó la calma en la región para peregrinar en secreto a La Meca. Luego realizó una incursión cerca de Ctesifonte.

Cuando Jálid regresó de la incursión en Ctesifonte, recibió una carta de Abu Bakr, advirtiéndole que no lo hiciera de nuevo. La advertencia venía con otra gran misión: Jálid ibn al-Walid debía dirigirse a Siria. La campaña en Irak había terminado.

La expansión hacia el Imperio bizantino

Abu Bakr había enviado cuatro pequeños ejércitos para operar de forma independiente en las zonas fronterizas al este del mar Muerto y el valle del río Jordán. Entre los comandantes estaban Yazid ibn Abi Sufyán, Abu Ubáidah ibn al-Yarrah y Amr ibn al-As. Estas fuerzas lograron infligir a los bizantinos su primera derrota en la batalla de Dathin.

Sin embargo, la verdadera conquista comenzó con la llegada de Jálid ibn al-Walid después de una marcha desde Irak. Según las fuentes árabes, el ejército avanzó durante seis días por zonas sin agua. Jálid había hecho que algunos de sus camellos bebieran más agua de lo normal y luego los sacrificaba para beber el agua almacenada en sus estómagos.

Existen diferentes versiones sobre la ruta que tomó Jálid. Algunas dicen que fue una ruta al sur que pasaba por Dumat al-Ŷandal, mientras que otras afirman que viajó por Palmira, más al norte.

Archivo:Mohammad adil-Muslim invasion of Syria-2-es
Campañas de Jálid ibn al-Walid durante la conquista musulmana de Siria entre mayo y junio de 634 d. C.

Después de la difícil marcha, Jálid dirigió su ejército hacia Arak, que fue sitiada y se rindió mediante un acuerdo. A la mañana siguiente, Jálid envió dos columnas para someter a Sujna y Qadma, que fueron bien recibidas por los habitantes, quienes habían oído hablar de las condiciones favorables dadas a Arak. En Tadmur, la guarnición se encerró en el fuerte, pero apenas llegaron los musulmanes y rodearon la fortaleza, comenzaron las conversaciones para una rendición pacífica. Poco después, se acordó que los habitantes de Tadmur pagarían un impuesto y darían alimento y refugio a cualquier guerrero musulmán que pasara por su pueblo.

Desde Tadmur, el ejército marchó a Qaryatain. Los habitantes se resistieron a los musulmanes, y la ciudad fue tomada.

Luego se dirigieron a Huwarren, donde los musulmanes fueron atacados por árabes cristianos, pero las fuerzas islámicas ganaron. A la mañana siguiente, avanzaron hacia Damasco, deteniéndose a 20 km de la ciudad. El 24 de abril del año 634 d. C., Jálid y sus fuerzas aparecieron de repente en March Rahit y atacaron a los cristianos gasánidas, aliados de los bizantinos, que estaban celebrando una fiesta.

Luego, Jálid se dirigió al sur para unirse a los demás comandantes musulmanes en Siria. Se unieron bajo su mando y avanzaron contra Bostra. La ciudad ofreció poca resistencia y a finales de mayo del 634 d. C. llegó a un acuerdo con los musulmanes para pagar un impuesto anual.

Después de la rendición de Bostra, las tropas musulmanas avanzaron hacia el oeste para encontrarse con Amr ibn al-As y se dirigieron contra un gran ejército bizantino en Ajnadayn. El 30 de julio del año 634 d. C. tuvo lugar la batalla de Adjnadayn, que resultó en una clara victoria para las fuerzas musulmanas.

Después de la derrota, las fuerzas bizantinas se mantuvieron a la defensiva. Jálid se dirigió contra Damasco. El yerno del emperador Heraclio, Tomás, fue el encargado de defender la ciudad. Para retrasar el avance de Jálid, envió fuerzas contra él, que fueron derrotadas en la batalla de Yaqusa (agosto del 634 d. C.) y en la batalla de Marj us-Suffar (19 de agosto del 634 d. C.).

El 20 de agosto del año 634 d. C., Jálid ibn al-Walid sitió la ciudad de Damasco. Jálid ibn al-Walid se posicionó en la puerta este de la ciudad, Amr ibn al-As en la puerta de Santo Tomás (lado norte), Abu Ubayda en la Puerta de Yabiya (al oeste) y Yazid ibn Abi Sufyán en la Puerta Kisán y en la Puerta Pequeña (lado sur). Los musulmanes también colocaron un grupo en la carretera al norte de Damasco para interceptar posibles refuerzos de Heraclio desde Emesa.

En septiembre, los musulmanes tuvieron que repeler el ataque de un grupo bizantino que marchaba para levantar el sitio de Damasco.

Damasco fue tomada cuando el gobernador bizantino de la ciudad permitió que sus hombres descansaran para celebrar el nacimiento de su hijo. Jálid ibn al-Walid, gracias a un desertor, se enteró y decidió aprovechar la situación. Hizo que algunos hombres lanzaran cuerdas a las almenas y escalaran las murallas. Luego, siguiendo una señal, corrieron hasta la puerta este y controlaron la entrada.

Al otro lado de la ciudad, los damascenos habían comenzado a negociar una rendición, y las tropas musulmanas habían empezado a entrar por el oeste. Los dos grupos se encontraron en el centro de la ciudad y se dispusieron a negociar con los damascenos.

Archivo:Mohammad adil-Muslim invasion of Syria-3-es
Campañas de Jálid ibn al-Walid durante la Conquista musulmana de Siria entre los años 634 y 636 d. C.

Según los términos de la rendición, la ciudad debía pagar un tributo, y las propiedades del tesoro imperial fueron tomadas para beneficio de todos los musulmanes.

Servicio durante el Califato de Úmar

Durante el asedio de Damasco, Abu Bakr falleció en Medina. El nuevo califa fue Úmar ibn al-Jattab, quien tenía una fuerte aversión hacia Jálid ibn al-Walid y lo relevó del mando.

Cambios en el ejército

Las noticias del relevo de Jálid ibn al-Walid llegaron durante el asedio de Damasco. Sin embargo, Abu Ubáidah, su sustituto, no quiso anunciar la orden hasta después de la rendición de la ciudad. Abu Ubayda era un comandante más prudente que no tenía la misma visión estratégica que Jálid, lo que ralentizó las operaciones militares en Siria. Abu Ubáidah le dio a Jálid ibn al-Walid el mando de la caballería y lo utilizó como asesor militar.

La conquista de Siria

Poco después de ser nombrado comandante en jefe, Abu Ubáidah envió un pequeño grupo a la feria anual que se celebraba en Abu-al-Quds (actual Abla), cerca de Zahlé, al este de Beirut. Se sabía que había una guarnición bizantina protegiendo la feria, pero su tamaño era mayor de lo esperado. La guarnición rodeó rápidamente a la pequeña fuerza musulmana de quinientos hombres. Antes de que fueran completamente derrotados, Abu Ubaida, al recibir nueva información, envió a Jálid para rescatar al ejército musulmán. Jálid salvó a los musulmanes atrapados el 15 de octubre del año 634 d. C., ganando la batalla de Abu ul-Quds, aunque hubo muchas bajas árabes. También obtuvo un gran botín del mercado de Abu ul-Quds.

Los bizantinos no aceptaron perder Siria y reunieron un gran ejército en Baisan, al oeste del río Jordán. Desde allí, el ejército atacaría hacia el este y cortaría las comunicaciones con Arabia.

Archivo:Byzantine army under the leadership of Nikephoros Uranos putting the Bulgarians to flight from the Chronicle of John Skylitzes
Caballería bizantina.

Cuando los generales islámicos se enteraron de la concentración de este ejército, decidieron moverse y eliminar la amenaza. El ejército árabe marchó hacia Fahl y se encontró con el ejército bizantino. Jálid ibn al-Walid iba a la vanguardia de las fuerzas árabes que avistaron al enemigo.

Los ingenieros bizantinos inundaron la zona de colinas a lo largo de ambas orillas del río Jordán. El área inundada se extendía hasta un kilómetro y medio más allá del río. Había algunas rutas a través de esta zona inundada, pero solo los bizantinos las conocían. Los musulmanes decidieron intentar cruzar las tierras anegadas. Jálid ibn al-Walid estaba en la vanguardia, pero el ataque se atascó en el barro y tuvo que detenerse. El ejército árabe dejó de atacar y esperó para observar los movimientos bizantinos.

Poco después del anochecer del 23 de enero del 635, el ejército bizantino se formó al oeste del río y comenzó su avance hacia Fahl, con la intención de sorprender a los musulmanes en sus campamentos por la noche. Sin embargo, sus movimientos fueron detectados por exploradores, y el ejército árabe los esperaba listo para la batalla.

Archivo:Byzantine-era Saracen Army
Ejército musulmán en marcha, obra de Gustave Léon Chlumberger.

En la batalla de Fahl, los árabes lograron detener los ataques bizantinos y obtuvieron la victoria con un contraataque que desorganizó al ejército bizantino.

Después de la victoria, el ejército árabe se dividió. Amr ibn al-Aas y Shurhabil ibn Hasana se dirigieron al sur para capturar Palestina, mientras que Abu Ubaidah y Jálid se movieron al norte para conquistar el norte de Siria.

Al enterarse de las operaciones de Amr ibn al-Aas y Shurhabil ibn Hasana en Baisan y Tabariya, Heraclio supuso que los musulmanes habían elegido Jordania y Palestina como sus próximos objetivos estratégicos y no estaban interesados en el norte de Siria. También supo que solo una pequeña parte del ejército musulmán se mantenía en Damasco. Por lo tanto, decidió retomar Damasco rápidamente. Para ello, envió un ejército romano bajo el mando de un general llamado Teodoro para combatir a la guarnición musulmana de Damasco y volver a ocupar la ciudad. Esta fuerza partió de Antioquía y, moviéndose a través de Beirut, se acercó a Damasco desde el oeste. Sin embargo, este movimiento apenas había comenzado cuando Heraclio fue informado de que Abu Ubaidah y Jálid habían dejado Fahl y avanzaban de nuevo hacia el norte. Llegaron a Damasco casi al mismo tiempo que Teodoro, y los bizantinos no tuvieron la oportunidad de retomar la ciudad. Para fortalecer el ejército romano, Heraclio ordenó que una parte de la gran guarnición de Emesa reforzara a Teodoro.

Al caer la noche, Teodoro decidió realizar una maniobra estratégica. Dejando una parte del ejército para enfrentar a los musulmanes, bajo la oscuridad, movió el resto alrededor de la ladera de Jálid y al amanecer del día siguiente llegó a Damasco. Su intención era mantener al ejército musulmán principal en March ur-Rom, mientras que su propio grupo derrotaba rápidamente a la guarnición musulmana de Damasco. Era un plan muy inteligente, y el movimiento se realizó con tanta precisión que los musulmanes solo se dieron cuenta de que la mitad del ejército bizantino ya no estaba allí en la última parte de la noche.

Jálid se movió rápidamente hacia Damasco con la caballería. Mientras Abu Ubaidah derrotaba al ejército bizantino en la batalla de Maraj al-Rum, Jálid se trasladó a Damasco y venció a Teodoro en la batalla de Damasco.

Después de estas victorias, Abu Ubáidah envió a Jálid a Emesa, mientras él mismo avanzaba a Baalbek. La guarnición de Baalbek se rindió pacíficamente, y Abu Ubáidah marchó a Emesa para unirse a Jálid, que había sitiado la fortaleza. A los pocos días del asedio, se acordó una tregua. Emesa pagaría diez mil dinares y entregaría cien túnicas de brocado, y a cambio los musulmanes no atacarían la ciudad durante un año.

Calcis, al ver las condiciones favorables que había obtenido Emesa, pidió la paz. Abu Ubáidah aceptó la oferta. A principios de noviembre del 635, el ejército musulmán marchó de Emesa a Hama; la ciudad se rindió voluntariamente. Una a una, las ciudades de Shaizar, Afamiya y Maarat Homs se rindieron a los musulmanes y aceptaron pagar el impuesto.

Después de haber reunido ejércitos considerables en Antioquía, Heraclio envió refuerzos a las áreas estratégicas del norte de Siria, siendo las más importantes las fortalezas de Calcis y Emesa. Con la llegada del ejército bizantino a las ciudades, el tratado de paz fue roto.

Abu Ubáidah decidió tomar Emesa primero, para asegurar su retaguardia antes de emprender operaciones más importantes en el norte de Siria. Por lo tanto, los musulmanes marcharon a Emesa con Jálid ibn al-Walid a la cabeza. Al llegar a la ciudad, Jálid encontró una gran fuerza bizantina desplegada en su camino, pero tras un ataque de los musulmanes, se retiraron a la fortaleza. Abu Ubáidah llegó con el resto del ejército y se desplegó en cuatro grupos frente a las cuatro puertas de Emesa. El asedio duró dos meses, y a mediados de marzo del año 636 d. C., la ciudad se rindió.

La batalla de Yarmuk

Mientras tanto, Heraclio estaba preparando un nuevo y gran esfuerzo para expulsar a los invasores musulmanes de Siria. Los bizantinos reclutaron un gran ejército en Emesa y marcharon hacia el sur a través de Baalbek hacia Damasco. Anticipándose a la llegada de este ejército, los árabes se retiraron de la ciudad, y el ejército bizantino siguió avanzando hacia Yabiya, en los Altos del Golán.

Abu Ubáidah, al ver el tamaño del ejército bizantino, siguió el consejo de Jálid ibn al-Walid y concentró en Yabiya a los ejércitos árabes que operaban en Siria y Palestina. Después de la unión de los ejércitos, Abu Ubáidah, por sugerencia de Jálid, ordenó la retirada hacia la llanura del río Yarmuk, un terreno más adecuado para los musulmanes. Abu Ubáidah, en un consejo de guerra, transfirió el mando supremo de las fuerzas musulmanas a Jálid, quien actuó como comandante en el campo de batalla.

La batalla de Yarmuk fue una serie de conflictos que duraron varios días y culminaron en una gran batalla el 20 de agosto del año 636 d. C. La batalla estuvo igualada hasta que los musulmanes simularon una retirada y engañaron a parte del ejército bizantino para que los persiguiera a un terreno difícil, donde les tendieron una emboscada. Durante el contraataque musulmán, la caballería bizantina se separó de la infantería, lo que permitió a Jálid causar grandes pérdidas con la caballería musulmana entre los soldados de a pie. La principal fuerza bizantina fue empujada hacia el oeste, quedando atrapada entre valles escarpados, con los barrancos del Yarmuk a sus espaldas. Jálid ibn al-Walid tomó el puente romano que cortaba la retirada bizantina hacia el oeste, lo que desmoralizó al enemigo y aceleró la victoria árabe. Los musulmanes hicieron pocos prisioneros. La derrota de Yarmuk fue un desastre para el Imperio bizantino, que perdió definitivamente el control sobre Siria.

Expulsión de los bizantinos de Siria

El siguiente objetivo fue Jerusalén, que fue sitiada. Durante cuatro meses, el sitio continuó sin interrupción. Luego, el patriarca de Jerusalén, Sofronio, se ofreció a entregar la ciudad y pagar el impuesto, pero solo con la condición de que el propio califa fuera, firmara el pacto con él y recibiera la ciudad.

Archivo:Mohammad adil-Muslim invasion of Syria-4-es
Campañas de Jálid ibn al-Walid durante la Conquista musulmana de Siria entre los años 636-637.

Después de la rendición de Jerusalén y siguiendo las instrucciones del califa, Yazid sitió Cesárea. Amr y Sharhabil marcharon para volver a ocupar Palestina y Jordania, tarea que se completó a finales de ese año. Cesárea, sin embargo, no pudo ser tomada hasta el 640. Abu Ubaida y Jálid, con un ejército de diecisiete mil hombres, partieron de Jerusalén para conquistar todo el norte de Siria.

Abu Ubáidah avanzó hacia Damasco y luego a Emesa, mientras que Jálid ibn al-Walid se dirigió a Calcis. En Hazir, a cinco kilómetros al este de Calcis, un ejército bizantino les cortó el paso, pero fue derrotado en la batalla de Hazir.

Archivo:The seizure of Edessa in Syria by the Byzantine army and the Arabic counterattack from the Chronicle of John Skylitzes
Lucha entre bizantinos y árabes. Miniatura del Skylitzes Matritensis.

Calcis se rindió en junio del 637. Después, Jálid ibn al-Walid, junto con Abu Ubáidah, marchó a Alepo, que se rindió en octubre del año 637 d. C. El ejército musulmán se movió a través de Harim y se acercó a Antioquía desde el este. Las fuerzas bizantinas intentaron oponerse al avance islámico cerca del río Orontes en la batalla del Puente de Hierro, pero fueron vencidas y sufrieron muchas bajas.

El ejército árabe sitió Antioquía, que se rindió el 30 de octubre del 637. Después de ocupar esta ciudad, las columnas árabes se movieron hacia el sur, a lo largo de la costa mediterránea, y capturaron Latakia, Jabla y Tartus. Jálid ibn al-Walid realizó una incursión hacia el este hasta el Éufrates, cerca de Manbich, y apenas encontró oposición. A principios de enero del año 638, se reincorporó al ejército de Abu Ubáidah en Alepo.

Heraclio no podía intentar recuperar Siria y estaba más preocupado por salvar el resto del Imperio bizantino, que era muy vulnerable después de la batalla de Yarmuk y la toma de Antioquía por los musulmanes. Para reorganizar sus recursos militares y mantener a los musulmanes en Siria, incitó a los árabes cristianos de Yazira a luchar contra los musulmanes. Al conocer la situación, Jálid ibn al-Walid quería tomar la iniciativa y forzar una batalla, pero el resto de los generales prefería una estrategia defensiva y concentrar el ejército en Emesa. Úmar, informado de la invasión de los árabes cristianos, envió varios grupos a Yazira para atacar Raqqa y Nísibis. Además, envió a Qa'qa ibn Amr con cuatro mil hombres desde Irak hacia Emesa. Los árabes cristianos llegaron a Emesa y encontraron a los musulmanes fortificados, por lo que sitiaron la ciudad. Pero apenas había comenzado el asedio cuando llegaron mensajeros de Yazira informándoles que los musulmanes marchaban de Irak hacia Yazira. Los árabes cristianos abandonaron el asedio y se retiraron hacia Yazira. Úmar decidió conquistar esta región y lo logró a finales del verano del 638.

Después de la conquista de Yazira, Abu Ubaida envió a Jálid ibn al-Walid y a Ayaz ibn Ghanam al norte de Yazira. Capturaron las ciudades de Edesa, Amida, Malatya y Marash. Luego atacaron la Armenia bizantina hasta la región de Ararat. Úmar detuvo a los ejércitos árabes, que regresaron a Siria con un gran botín. Esta expedición fue la última en la carrera militar de Jálid ibn al-Walid.

Archivo:Mohammad adil rais-Invasion of Anatolia and Armenia-es
Campaña de Jálid ibn al-Walid en Anatolia y Armenia.

Retiro y fallecimiento de Jálid ibn al-Walid

Después de la captura de Marash, Jálid obtuvo un gran botín. Muchas personas se acercaron a él para elogiarlo y recibir regalos. Jálid conoció a un poeta, Ashath ibn Qais, quien le recitó un hermoso poema de alabanza. Jálid lo recompensó con diez mil dirhams.

Cuando Úmar se enteró, envió una carta a Abu Ubáidah pidiéndole que investigara si los dirhams entregados a Ashath ibn Qais provenían del propio Jálid o de un uso indebido del botín. Jálid fue juzgado públicamente en Calcis. Declaró haber gastado el dinero de su propio bolsillo y fue absuelto de la acusación de uso indebido. Sin embargo, fue relevado de sus funciones.

Jálid viajó a Medina y fue reprendido por Úmar, quien lo acusó de acumular bienes que pertenecían a los musulmanes. Jálid respondió que no tenía nada que perteneciera a sus compañeros. Finalmente, se llegó a un acuerdo por el cual Jálid tuvo que renunciar a la mayor parte de su fortuna, quedándose solo con su equipo militar y sus sirvientes. Después de esto, regresó a Siria.

De vuelta en Siria (principios del año 639), se extendió una enfermedad que causó la muerte de miles de musulmanes. Entre ellos estaban Abu Ubáidah, Shurhabil ibn Hasana y Yazid ibn Abi Sufyán, algunos de los amigos más cercanos de Jálid, además de varios de sus hijos.

Jálid ibn al-Walid falleció antes de que pasaran cuatro años desde su retiro del ejército, en el año 642, en Emesa. Su tumba se encuentra en la mezquita conocida como Mezquita de Jálid ibn al-Walid.

El apodo "La Espada de Dios"

Jálid ibn al-Walid se ganó el apodo de “Espada de Dios”. Él mismo explicó al general armenio Yuryah, antes de la batalla de Yarmuk, por qué se le conocía con ese nombre:

Dios nos envió a su Profeta, quien nos llamó, pero al principio lo evitamos. Luego, algunos de nosotros creímos en él y lo seguimos, mientras que otros lo rechazamos. Yo estaba entre los que lo rechazaron y lucharon contra él. Entonces Dios tocó nuestros corazones y nos guio hacia él para que lo siguiéramos. El Profeta me dijo: «Eres una espada entre las espadas de Dios que Dios ha desenvainado contra los que no creen» y oró por mi victoria. Así que me llamó Espada de Dios porque ahora soy el musulmán más fuerte contra los que no creen.

En sus últimos días, Jálid ibn al-Walid lamentaba no haber podido fallecer en el campo de batalla. En una ocasión, durante la visita de un amigo, Jálid se preguntaba: «He buscado la muerte en cien batallas. ¿Por qué no he fallecido en la batalla?».

Su amigo le respondió: «No puedes fallecer en la batalla. El nombre de Espada de Dios significa que no caerías en la batalla, ya que si hubieras fallecido a manos de un enemigo, eso significaría que la Espada de Dios se habría roto por un enemigo de Dios, y eso no podría ser».

Las estrategias militares de Jálid ibn al-Walid

Jálid ibn al-Walid luchó en cerca de cien batallas y nunca fue derrotado. Además, fue clave en la creación del primer ejército musulmán.

Jálid aprovechó las habilidades de los beduinos para formar un ejército formidable, perfectamente adaptado al desierto. En sus luchas contra los Sasánidas, aparecía desde el desierto, atacaba a sus rivales y regresaba al desierto, donde sus enemigos no podían seguirlo.

Jálid organizó la caballería musulmana de una manera que los árabes no habían usado antes. Dividió la caballería en pequeños grupos (kardus) de entre treinta y seis y cuarenta jinetes. De esta forma, la caballería era más fácil de manejar y parecía más numerosa para el enemigo.

Jálid ibn al-Walid también creó la Guardia Móvil, una fuerza de élite dentro de la caballería musulmana durante la invasión de Siria. Estaba compuesta por veteranos de las Guerras Ridda y de la campaña de Irak que habían servido bajo el mando de Jálid. Fueron importantes en batallas como la de Damasco o la batalla de Yarmuk.

También creó un grupo de campeones (Mubarizun) entrenados para ser muy hábiles con la espada. Su misión era desafiar a los comandantes y oficiales enemigos para, al derrotarlos, afectar la moral del rival, lo que se aprovechaba con un ataque general. Esta técnica se usó eficazmente en varias batallas (batalla de las Cadenas, batalla del Río o batalla de Achnadáyn) cuando no era posible usar el efecto sorpresa o una ventaja táctica. El genio estratégico y táctico de Jálid se demuestra por la facilidad con la que usó técnicas complejas con un ejército no profesional. Destacan la maniobra de doble envolvimiento que utilizó en la batalla de Walaja, que llevó a la destrucción de un ejército sasánida superior al suyo.

Otra técnica muy compleja que requería gran coordinación era el movimiento nocturno en tres columnas que avanzaban por rutas distintas y se unían en el momento de la batalla. Esta maniobra necesitaba una gran sincronización y un profundo conocimiento del terreno. Jálid la usó con éxito en las batallas de Muzayyah, Saniyy y Zumail. La maniobra que realizó su ejército en la batalla de Yarmuk también fue muy audaz y efectiva. Jálid hizo que las tropas musulmanas avanzaran hacia el oeste para que el enemigo quedara atrapado entre valles escarpados, y luego cortó su única retirada tomando un puente en el río Ruqqad.

Otra maniobra que aún asombra a los expertos modernos es la marcha de las tropas musulmanas, lideradas por Jálid, desde Irak a través del desierto sirio. Esto sorprendió a las tropas bizantinas y árabes cristianas, que consideraban el desierto sirio infranqueable.

El objetivo de Jálid no era ocupar el territorio ni realizar maniobras dilatorias, sino la derrota total del enemigo.

Familia

Jálid ibn al-Walid era hijo de Walid ibn al-Mughira, quien tuvo varias esposas y muchos hijos. Solo se conocen algunos de sus hijos (hermanos de Jálid):

  • Hisham ibn Walid
  • Walid ibn Walid
  • Ammarah ibn Walid
  • Abdul Shams ibn Walid

No se sabe con exactitud cuántos hijos tuvo Jálid ibn al-Walid. Los conocidos son:

  • Sulaimán ibn Jálid, quien participó en la conquista musulmana de Egipto y falleció durante ella.
  • Abdul Rahman ibn Jálid, gobernador de Emesa durante el califato de Uthmán ibn Affán, participó en la batalla de Siffin como uno de los generales de Muawiya ibn Abi Sufyán.
  • Muhayir ibn Jálid, quien falleció durante la batalla de Siffin.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Khalid ibn al-Walid Facts for Kids

  • Amr ibn al-As
  • Batalla de Yarmuk
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Jálid ibn al-Walid para Niños. Enciclopedia Kiddle.