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José de Ribera para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
José de Ribera
Ribera - Self-portrait.jpg
Autorretrato
Información personal
Nacimiento 17 de febrero de 1591 (bautizado)
Játiva (Valencia, España)
Fallecimiento 3 de septiembre de 1652
Nápoles (Reino de Nápoles)
Sepultura Iglesia de Santa María del Parto
Familia
Cónyuge Caterina Azzolino
Información profesional
Ocupación Pintor, grabador, artista gráfico, dibujante, dibujante arquitectónico y artista visual
Área Pintura
Cargos ocupados Pintor de cámara
Alumnos Luca Giordano
Movimiento Barroco
Género Arte religioso y pintura mitológica
Obras notables
  • Comunión de los Apóstoles
  • Profetas y patriarcas

José de Ribera (bautizado el 17 de febrero de 1591 en Játiva, España - 3 de septiembre de 1652 en Nápoles, Italia) fue un importante pintor, dibujante y grabador español del siglo XVII. Desarrolló toda su carrera artística en Italia, primero en Roma y luego en Nápoles.

También se le conocía por su nombre italianizado, Jusepe Ribera, y por el apodo Lo Spagnoletto (que significa «El Españolito»). Este apodo se debía a su estatura y a que siempre recordaba sus orígenes. A menudo firmaba sus obras como español, valenciano o de Játiva. A veces usaba la frase en latín «Josephus Ribera. Hispanus. Valentinus. Setaben. (o Civitatis Setabis)», y a veces añadía «accademicus Romanus» o «Partenope», en referencia a su lugar de residencia.

Ribera cultivó un estilo naturalista. Al principio, usó el claroscuro tenebrista de Caravaggio, que juega con luces y sombras fuertes. Con el tiempo, su estilo se volvió más colorido y con una iluminación más general, influenciado por artistas como Van Dyck. Ayudó a formar la gran escuela de pintura de Nápoles, y sus obras influyeron en pintores españoles como Velázquez y Murillo. Sus grabados se conocieron en toda Europa, e incluso Rembrandt los estudió.

Fue un artista muy productivo y exitoso. Su fama creció de nuevo en el siglo XIX con el realismo. Pintores como Léon Bonnat, Fragonard, Manet, Fortuny y Henri Matisse copiaron algunas de sus obras.

Aunque Ribera es un pintor clave de la escuela española, toda su obra conocida la realizó en Italia. Durante mucho tiempo se le consideró un artista oscuro y que pintaba temas difíciles. Sin embargo, gracias a nuevas exposiciones e investigaciones, se ha demostrado que era un creador muy versátil y un gran colorista. Descubrimientos recientes han ayudado a entender mejor sus primeras obras en Italia.

La vida de José de Ribera: Un viaje artístico

José de Ribera nació en Játiva, en la provincia de Valencia. Fue bautizado el 17 de febrero de 1591. Su padre, Simón Ribera, era zapatero, y su madre, Margarita Cucó. Recibió el nombre de Joan Josep. Tuvo un hermano llamado Juan que también se dedicó a la pintura, pero se sabe poco de él. Se cree que la familia Ribera tenía una buena situación económica, ya que la profesión de zapatero era respetada en esa época.

Archivo:Juicio de Salomón
Juicio de Salomón, 1609-1610. Galería Borghese, Roma. Esta obra es una de las primeras conocidas de Ribera en Roma.

Cuando era adolescente, Ribera decidió viajar a Italia para seguir los pasos de Caravaggio. Primero fue al norte, a Cremona, Milán y Parma, y luego a Roma. Allí conoció la pintura clásica de Guido Reni y Ludovico Carracci, así como el estilo tenebrista de los artistas holandeses que vivían en la ciudad. Se ha descubierto que Ribera fue uno de los primeros seguidores de Caravaggio. Incluso se piensa que pudo haberlo conocido en persona, ya que se trasladó a Italia antes de lo que se creía, quizás antes de 1606.

Finalmente, Ribera se estableció en Nápoles. Esta región era un virreinato español y tenía mucha riqueza, lo que favorecía el apoyo a los artistas. Sus principales clientes fueron la Iglesia católica y coleccionistas privados, muchos de ellos españoles.

Archivo:José de Ribera San Andrés
San Andrés, hacia 1616.

En el verano de 1616, Ribera llegó a Nápoles. Se instaló en la casa del pintor Giovanni Bernardino Azzolini. Tres meses después, Ribera se casó con la hija de Azzolini, Caterina, que tenía dieciséis años.

A partir de entonces, su arte alcanzó su mejor momento. En pocos años, José de Ribera, conocido como lo Spagnoletto, se hizo famoso en toda Europa, en gran parte gracias a sus grabados.

Su estilo inicial se basó en el tenebrismo de Caravaggio, pero con el tiempo evolucionó hacia un estilo más variado y luminoso. Produjo muchas obras y nunca regresó a España. Sin embargo, se mantuvo conectado con su país porque Nápoles era un virreinato español, un lugar donde se mezclaban las culturas artísticas de España e Italia.

El apoyo de los virreyes y otros altos cargos españoles hizo que muchas de sus obras llegaran a Madrid. Actualmente, el Museo del Prado tiene cincuenta y seis de sus cuadros, además de otros atribuidos y dibujos. Esto lo convierte en una de las colecciones más grandes y mejores de su obra. Ya en vida, Ribera era famoso en España, y Velázquez lo visitó en Nápoles en 1630.

Sileno ebrio, 1626. Museo de Capodimonte, Nápoles.

La mezcla de influencias italianas y españolas dio lugar a obras como el Sileno ebrio (1626) y El martirio de san Andrés (1628). En esta época, comenzó una rivalidad entre Ribera y otro gran pintor napolitano del siglo XVII, Massimo Stanzione.

En siglos posteriores, la forma de ver el arte de Ribera estuvo influenciada por una idea equivocada que lo presentaba como un pintor sombrío y que pintaba temas difíciles con mucho realismo. Esta idea se extendió en los siglos XVIII y XIX, en parte por escritores extranjeros que no conocían todas sus obras. En realidad, Ribera pasó del tenebrismo inicial a un estilo más luminoso y colorido, con influencias del Renacimiento veneciano y la escultura antigua. Supo representar tanto la belleza como los momentos difíciles.

Su paleta de colores se hizo más clara en la década de 1630, influenciado por Van Dyck y Guido Reni. A pesar de tener problemas de salud en la década siguiente, siguió creando obras importantes hasta su fallecimiento el 3 de septiembre de 1652.

José de Ribera está enterrado en la iglesia de Santa María del Parto en el barrio Mergellina de Nápoles.

Entre los alumnos de Ribera se encuentran Francesco Fracanzano, Luca Giordano y Bartolomeo Bassante. También influyó en muchos otros artistas, como el pintor flamenco Hendrick van Somer.

Evolución del arte de Ribera: Sus etapas creativas

Los primeros años de Ribera son un misterio, ya que hay poca información sobre él y muchas de sus obras de esa época se perdieron. Sin embargo, en la última década, varios expertos han identificado más de treinta pinturas sin firmar como suyas. Esto ha ayudado a entender su juventud, marcada por el tenebrismo de Caravaggio, del que fue uno de los primeros en difundir su estilo.

La obra firmada más antigua que se le conoce es un San Jerónimo (hacia 1614), que se encuentra en Toronto, Canadá. En la firma, Ribera se declara «académico romano».

Las primeras obras juveniles de Ribera que se aceptan como suyas son cuatro óleos de una serie llamada Los cinco sentidos (hacia 1615). Estas obras están ahora en diferentes colecciones. Una gran pintura, La resurrección de Lázaro (hacia 1616), fue comprada por el Museo del Prado en 2001. También se ha autentificado recientemente un Martirio de san Lorenzo en la Basílica del Pilar de Zaragoza. La Galería Borghese de Roma tiene El juicio de Salomón, que antes se atribuía a un artista anónimo y ahora se sabe que es de Ribera.

La década de 1620: Grabados y tenebrismo

Archivo:José de Ribera 018
El Tacto, parte de la serie de Los sentidos (Museo Norton Simon, Pasadena, Estados Unidos).
Martirio de San Andrés, Museo de Bellas Artes de Budapest, 1628.

Entre 1620 y 1626, Ribera pintó pocas obras, pero se dedicó mucho al grabado al aguafuerte, creando piezas de gran calidad.

En esta época, ya mostraba su interés por representar a personas de la vida diaria, con una apariencia fuerte. Usaba pinceladas firmes y definía las formas con luz, de manera similar a los artistas tenebristas del norte de Europa. A partir de 1626, hay muchas obras fechadas que muestran su gran habilidad. Su pintura se volvió más densa, modelada con el pincel y resaltada por la luz, buscando la verdad de la realidad.

Entre 1620 y 1630, Ribera se dedicó más al grabado, creando obras excepcionales como San Jerónimo y el ángel (1621) y El poeta (1628). Se le atribuyen diecisiete grabados en total, la mayoría anteriores a 1630. Se cree que los hizo para promocionar su arte y conseguir más encargos de pinturas. Una vez que tuvo éxito, dejó de grabar.

Entre 1626 y 1632, realizó obras más impactantes que muestran su fase más tenebrista. Son composiciones serias con grandes líneas de luz que llenan la superficie, destacando la monumentalidad del conjunto con elementos horizontales, como grandes losas de piedra o troncos enormes. Destaca su serie de "San Pedros".

En 1629, el duque de Alcalá, Fernando Afán de Ribera, se convirtió en el nuevo virrey y en el nuevo protector del pintor. Le encargó obras como La mujer barbuda (1631) y una serie de Filósofos, donde mostró su estilo naturalista más intenso, representando a personas con una verdad muy profunda.

La década de 1630: Éxito y nuevos colores

La década de 1630 fue la más importante para Ribera, tanto por el esplendor de su arte como por su éxito comercial. El pintor usó colores más claros, influenciado por Van Dyck y la pintura veneciana del siglo anterior, sin perder la calidad de su dibujo ni su realismo. Una gran Inmaculada, pintada para el Convento de las Agustinas de Salamanca, es considerada una de las versiones más importantes de este tema en la pintura europea. Se cree que Murillo la tuvo en cuenta para sus famosas versiones posteriores.

Sus temas principales eran religiosos. El artista representaba de forma muy clara y emotiva escenas como el Martirio de San Bartolomé (1644) o el Martirio de San Felipe (1639). También pintó figuras individuales de apóstoles.

Sin embargo, también realizó obras de temas no religiosos: figuras de filósofos (Arquímedes, 1630), temas mitológicos como el Sileno ebrio (1626), representaciones de los sentidos (Alegoría del tacto, 1632), algunos paisajes y retratos como La mujer barbuda (1631).

La década de 1640 y sus últimos años

En la década de 1640, a pesar de interrupciones por problemas de salud, Ribera siguió produciendo obras importantes. Su estilo en esta etapa mostró un cierto clasicismo en la composición, manteniendo la fuerza en los rostros individuales. En sus últimas obras, volvió a experimentar un cambio de estilo, regresando en parte a las composiciones tenebristas de sus inicios. Esto pudo deberse a sus difíciles circunstancias personales. Siguió siendo un artista exitoso y de prestigio, y fue maestro de Luca Giordano en su taller de Nápoles.

La crisis económica que siguió a la revuelta de Masaniello en Nápoles (1647) afectó la producción de Ribera.

Para calmar la revuelta, llegaron a Nápoles tropas españolas bajo el mando de don Juan José de Austria, hijo del rey Felipe IV. Ribera pintó un retrato de don Juan José a caballo, que se conserva en Madrid. Este fue el último aguafuerte que produjo, y luego lo modificó para que pareciera el rey Carlos II.

Hacia 1647, el artista enfrentó dificultades personales. Se dice que una de sus hijas, Margarita, tuvo una relación con don Juan José. Aunque hoy se cree que era una sobrina, este evento, junto con la revuelta, hizo que Ribera, ya enfermo, redujera mucho su trabajo.

Su taller tuvo menos ayudantes, ya que muchos huyeron de Nápoles por miedo. Sin embargo, Ribera todavía firmó algunas de sus obras maestras el mismo año de su muerte y terminó proyectos importantes.

Ejemplos de este período son La Inmaculada Concepción (1650), San Jerónimo penitente (1652) y una gran Sagrada Familia (Museo Metropolitano de Nueva York), que muestra ternura y riqueza de color, similar al estilo de Guido Reni.

Obras destacadas de José de Ribera

Archivo:"La Purisima" altar in Salamanca
Altar mayor del Convento de las Agustinas de Salamanca. En el centro, la Inmaculada Concepción.
  • Sileno ebrio (1626). Este cuadro se encuentra en el Museo de Capodimonte en Nápoles. Ribera hizo también una versión grabada. La obra muestra al sátiro Sileno recostado, rodeado de figuras como un asno y otros sátiros. En el suelo hay un bastón, una tortuga y una caracola.
  • San Andrés (1630). Se encuentra en el Museo del Prado en Madrid. Muestra al santo con el torso descubierto, abrazando la cruz de su martirio y con un anzuelo en la mano, al que está sujeto un pez. Este detalle recuerda su oficio de pescador. La figura está iluminada desde la izquierda, creando una imagen emotiva.
Archivo:Mujer barbuda ribera
La mujer barbuda (Fundación Casa Ducal de Medinaceli, depositado en el Museo del Prado).
  • La mujer barbuda (Magdalena Ventura con su marido) (1631). Este cuadro se encuentra en el Museo del Prado. Es una obra muy particular, ya que muestra a una mujer con características masculinas debido a una condición llamada hirsutismo. La pintura explora el impacto emocional de esta situación en la mujer y la aceptación de su marido.
  • San Pedro en penitencia (c. 1630 - 1640). La pintura muestra al apóstol san Pedro como un hombre mayor, con las manos juntas en señal de arrepentimiento u oración, y la mirada hacia el cielo.
Archivo:Ribera-inmaculada
La Inmaculada Concepción, c. 1630 (Museo del Prado).
  • La Inmaculada Concepción (c. 1630). Se encuentra en la iglesia del Convento de las Agustinas Recoletas de Salamanca. Representa a la Virgen con manto azul y túnica blanca, rodeada de ángeles. Destaca por su tamaño y sus colores vibrantes. Fue restaurada en 1992 y es considerada una obra maestra del barroco. Fue un encargo del conde de Monterrey y virrey de Nápoles, Manuel de Zúñiga Acevedo y Fonseca.
  • Ticio, h. 1632 (Museo del Prado)
    Ticio (1632). Este cuadro está en el Museo del Prado. Representa el castigo del gigante Ticio, condenado a que un buitre le comiera el hígado sin fin. La escena muestra el momento del sufrimiento con gran fuerza: el cuerpo del gigante se proyecta hacia el espectador mientras el buitre lo ataca. Ribera usa un fuerte claroscuro para resaltar la anatomía y el dolor, siguiendo el estilo tenebrista de Caravaggio.
  • La Trinidad (1635-1636). Este cuadro se encuentra en el Museo del Prado en Madrid. Combina el estilo tenebrista de sus primeros años, visible en la fuerte iluminación del cuerpo de Cristo, con un uso más detallado del color.
  • Asunción de la Magdalena (1636). Este cuadro se encuentra en la Academia de San Fernando (Madrid). Aunque representa un tema religioso importante, Ribera creó una imagen que resalta la belleza de la santa.
  • El martirio de San Felipe, 1639 (Museo del Prado).
    Martirio de san Felipe (1639). Este cuadro está en el Museo del Prado. Muestra los momentos previos al martirio de san Felipe, el apóstol que fue crucificado. Ribera enfatiza el dramatismo, mostrando la fuerza de los verdugos y el sufrimiento del mártir.
  • El sueño de Jacob (1639). Este cuadro se encuentra en el Museo del Prado. Narra el episodio bíblico del sueño de Jacob. La escalera soñada simboliza la vida contemplativa. Ribera prefirió destacar la humanidad del pastor.
  • Archivo:José de Ribera 024
    Magdalena penitente, 1641 (Museo del Prado).
    Magdalena penitente (1641). Cuadro del Museo del Prado. Ribera ya había pintado a este personaje bíblico en la Asunción de la Magdalena.
  • El pie varo, El patizambo, El lisiado o El zambo (1642). Este lienzo se encuentra en el Museo del Louvre en París. Representa a un joven mendigo con un aspecto humilde. Ribera muestra la figura de manera casi monumental, con tonos casi monocromáticos y una composición sencilla. Muchos detalles son realistas, como el pie deforme.
  • Archivo:Juan José de Austria - José de Ribera
    Retrato de don Juan José de Austria a caballo, 1648 (Galería de las Colecciones Reales).
    Retrato de don Juan José de Austria a caballo (1648). Es el único retrato ecuestre pintado por Ribera. Juan José de Austria es representado victorioso, montando un caballo, sosteniendo una bengala y con la banda de capitán general, después de haber calmado la rebelión de Nápoles en 1647. Al fondo se ven el Castel Sant’Elmo y el golfo de la ciudad. El retrato se exhibe actualmente en la Galería de las Colecciones Reales en Madrid.
  • Santa María Egipcíaca (1651). Este cuadro se encuentra en el Museo Cívico Gaetano Filangeri en Nápoles. Forma parte de la serie de santos que eran muy populares en la época. En la etapa final de su vida, Ribera, a pesar de sus dificultades, logró expresar las emociones de sus personajes con gran humanidad. El realismo de sus primeras obras dio paso a un estilo más delicado y con tonos más suaves.
  • Apostolado del Prado, un conjunto de 11 obras sobre los Apóstoles y Cristo Salvador. Fueron pintadas al óleo sobre lienzo entre 1630 y 1632. Actualmente se conservan en el Museo del Prado de Madrid.

El legado de Ribera: Su influencia en el arte

Ribera es una de las figuras más importantes de la pintura europea del siglo XVII. Su estilo y sus modelos se extendieron por toda Italia, Europa Central y Holanda, dejando una gran huella en España.

Al ser un artista extranjero en Italia, a veces se le veía como alguien ajeno a la tradición local. Cuando llegó a Italia, el estilo de Caravaggio estaba en su apogeo, compitiendo con el clasicismo. Por eso, Ribera adoptó el tenebrismo de los artistas flamencos y holandeses en Roma, pero también aprendió de las formas clásicas.

Archivo:Santa Cecilia (Ribera)
Santa Cecilia, 1647 (c.), considerado uno de los dibujos más bellos de toda su producción. Museo del Prado, Gabinete de Dibujos, Estampas y Fotografías.

Algunos escritores, como Lord Byron, lo describieron como un pintor que usaba temas difíciles. Sin embargo, Ribera no era un artista simple. Completó su formación aprendiendo de otras obras de la cultura italiana, especialmente de la gran pintura del Renacimiento. En su educación, también fue importante el estudio de la antigüedad clásica, como hacían los maestros renacentistas y barrocos europeos. Se interesó por los temas mitológicos y estudió las esculturas del antiguo Imperio romano. Su gran habilidad como dibujante y su conocimiento de la anatomía también lo diferenciaron de otros pintores españoles de su época.

A lo largo de sus obras, vemos que Ribera no tenía un solo estilo. Su forma de pintar se adaptaba a cada tema. Aunque superó el tenebrismo inicial, a veces volvía a usar fuertes contrastes de luz y sombra cuando el tema lo requería.

Archivo:Játiva - Monumento a José de Ribera 2
Monumento a Ribera en su Játiva natal

Podemos decir que fue un creador extraordinario. Tenía la capacidad de crear imágenes llenas de emoción al servicio de la fe religiosa. Su maestría en el color, que combinaba la riqueza de Venecia y Flandes, le permitía crear gamas de colores muy delicadas. Su habilidad para "inventar" tipos humanos que daban una realidad seria a santos y filósofos antiguos, lo convierten en una de las cumbres de su siglo.

En los últimos treinta años, se han realizado estudios y exposiciones sobre Ribera en 1992 en Nápoles, Madrid y Nueva York. Esto permitió conocer muchas de sus obras y superar las ideas equivocadas sobre su arte. En 2011, una exposición en Madrid y Nápoles mostró los últimos descubrimientos sobre el artista: su etapa inicial en Italia. Se han identificado más de treinta óleos sin firmar como suyos, lo que demuestra su talento temprano y lo sitúa entre los primeros en difundir el tenebrismo de Caravaggio.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Jusepe de Ribera Facts for Kids

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José de Ribera para Niños. Enciclopedia Kiddle.