Apostolado del Prado para niños
Datos para niños Apostolado del Prado - San Bartolomé |
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Año | 1630 - 1632 | |
Autor | José de Ribera | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Barroco español | |
Tamaño | 78 × 64 | |
Localización | Museo del Prado, Madrid, ![]() |
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El Apostolado del Prado es un grupo de 11 pinturas creadas por el famoso artista José de Ribera, también conocido como «El Españoleto». Estas obras tienen un tema en común: representan a los Apóstoles y a Cristo Salvador. Todas fueron pintadas con óleo sobre lienzo entre los años 1630 y 1632, y tienen tamaños y características muy similares. Hoy en día, puedes ver esta colección en el Museo del Prado en Madrid.
Contenido
¿Cuál es la historia del Apostolado del Prado?
Originalmente, esta serie de pinturas estaba formada por 13 cuadros: 12 Apóstoles y la figura de Cristo. Sin embargo, las pinturas de San Matías y San Juan Evangelista se perdieron con el tiempo.
¿Dónde se encontraron por primera vez estas obras?
La primera vez que se mencionan estas obras en documentos fue a finales del siglo XVIII. En ese momento, formaban parte de las Colecciones Reales y se encontraban en la Casita del Príncipe de El Escorial. Poco después, pasaron a formar parte de la colección del Museo del Prado.
¿Por qué este tema era popular entre los artistas?
El tema de los Apóstoles era muy común entre los pintores de la época. El "Apostolado del Prado" no fue la única serie que salió del taller de Ribera, pero sí es la única que se ha conservado casi completa hasta nuestros días.
¿Cómo son las pinturas y qué estilo tienen?
Las obras de esta serie tienen un formato muy parecido. Los personajes están representados de medio cuerpo, es decir, solo la parte superior de su cuerpo, sobre un fondo liso y sin muchos detalles. Cada personaje lleva un objeto o símbolo especial que ayuda a identificarlo. Por ejemplo, San Pedro sostiene unas llaves, y Santiago Mayor lleva una concha.
¿Qué detalles artísticos podemos observar?
En esta serie, hay cuadros de diferente calidad. Algunos fueron pintados con mucha ayuda del taller de Ribera, mientras que otros fueron hechos con un estudio muy detallado de los rostros de las personas. Destacan especialmente las pinturas de San Bartolomé, San Pedro y San Pablo. En todas ellas, se puede ver un estilo muy natural, influenciado por el Caravaggismo. Los rostros de los personajes parecen cansados y marcados por la vida, como si fueran personas comunes que podrías haber encontrado en las calles de Europa en el siglo XVII.