Inmunología para niños
La inmunología es una rama muy importante de las ciencias biomédicas. Se encarga de estudiar el sistema inmunitario. Este sistema es como un ejército dentro de nuestro cuerpo. Está formado por órganos, tejidos y células. Su trabajo principal es reconocer elementos extraños, como bacterias o virus, y defender el cuerpo de ellos.
Esta ciencia investiga cómo funciona el sistema inmunitario cuando estamos sanos y también cuando estamos enfermos. También estudia los problemas que pueden surgir en este sistema, como cuando ataca a nuestro propio cuerpo (enfermedades autoinmunitarias) o cuando no funciona lo suficiente (inmunodeficiencias). La inmunología tiene muchas aplicaciones en diferentes áreas de la ciencia y la medicina.
Contenido
- ¿Qué es la inmunidad?
- Un viaje por la historia de la inmunología
- La inmunología hoy: Clásica y moderna
- Inmunología clínica: Cuando el sistema inmunitario falla
- Inmunoterapia: Ayudando a nuestro sistema de defensa
- Inmunología diagnóstica: Detectando problemas
- Inmunología evolutiva
- Inmunología de sistemas
- Véase también
¿Qué es la inmunidad?
La palabra inmunidad viene del latín immunitas. Al principio, significaba estar libre de impuestos o servicios. Pero en 1879, un científico francés llamado Louis Pasteur le dio un nuevo significado. Él usó la idea de "defenderse desde el interior". Así, la inmunidad se refiere a la capacidad de nuestro cuerpo para protegerse de las infecciones.
Un viaje por la historia de la inmunología
La inmunología empezó a desarrollarse cuando la gente notó algo interesante. Las personas que se recuperaban de ciertas enfermedades infecciosas no volvían a enfermarse de lo mismo. Se cree que la primera vez que se escribió sobre esto fue hace mucho tiempo, en el año 430 a. C. El historiador Tucídides contó que durante una plaga en Atenas, solo los que ya se habían curado podían cuidar a los enfermos. Esto era porque no se contagiaban por segunda vez.
Los primeros pasos: Viruela y vacunas
Los primeros intentos de proteger a las personas de forma artificial se hicieron en China y Turquía en el siglo XV. Querían prevenir la viruela, una enfermedad muy peligrosa. Se usaba un método llamado variolización. Consistía en inhalar costras secas de las pústulas de viruela o insertarlas en pequeños cortes en la piel.
En 1718, una mujer británica, Lady Mary Wortley Montague, vio esta práctica en Turquía y la usó con sus propios hijos. Pero fue en 1796 cuando el médico inglés Edward Jenner hizo un descubrimiento clave. Él notó que las personas que habían contraído la viruela bovina (una enfermedad leve de las vacas) no se contagiaban de viruela humana. Jenner pensó que si introducía líquido de una pústula de viruela bovina en una persona, podría protegerla. Probó su idea con un niño de ocho años. Le puso el líquido de la pústula bovina y luego lo expuso a la viruela humana. El niño no se enfermó.
Pasteur y el nacimiento de las vacunas modernas
Louis Pasteur, con sus ayudantes Charles Chamberland y Émile Roux, logró cultivar la bacteria que causaba el cólera de las gallinas. Descubrió que esta bacteria mataba a los pollos. Un día, Pasteur se fue de vacaciones y dejó sus cultivos. Cuando regresó, notó que los cultivos viejos habían perdido su fuerza. Inyectó a algunos pollos con estos cultivos viejos y vio que enfermaban, pero no morían.
Como no tenía más pollos, usó los mismos para un nuevo experimento. Los inyectó con un cultivo nuevo y fuerte. Para su sorpresa, los pollos estaban protegidos y no murieron. Así descubrió que al debilitar la bacteria, se podía usar para proteger contra la enfermedad. Llamó a esta sustancia debilitada vacuna (de la palabra latina vacca, que significa vaca), en honor al trabajo de Jenner. Este descubrimiento marcó el inicio de la inmunología moderna.
Pasteur demostró que se podían debilitar los agentes que causan enfermedades para que dieran protección. En 1881, vacunó ovejas contra el bacilo del carbunco, una enfermedad grave. Solo las ovejas vacunadas sobrevivieron. En 1885, Pasteur vacunó por primera vez a un humano, Joseph Meister, un niño mordido por un perro con rabia. Pasteur le dio el virus debilitado y el niño no desarrolló la enfermedad. Joseph creció y trabajó en el Instituto Pasteur. Pasteur demostró que la vacunación funcionaba, aunque aún no se sabía exactamente cómo.
Descubriendo la inmunidad humoral y celular
En las décadas siguientes, hubo muchos avances. En 1901, Emil von Behring y Shibasaburo Kitasato ganaron el Premio Nobel. En 1890, descubrieron que el suero de animales protegidos contra la difteria y el tétanos contenía sustancias que podían neutralizar estas infecciones. Demostraron que el suero de animales inmunes podía transferir esa protección a otros animales.

En 1898, Jules Bordet descubrió el sistema del complemento. Demostró que este sistema, junto con los anticuerpos, ayudaba a destruir bacterias. Al principio, se pensaba que la protección venía de moléculas solubles en los líquidos del cuerpo, a esto se le llamó inmunidad humoral.
Más tarde, se descubrió que un componente activo del suero podía neutralizar toxinas y aglutinar bacterias. A este componente se le llamó anticuerpo. En 1930, Elvin Kabat demostró que una parte del suero, las inmunoglobulinas, era la responsable de estas actividades.
Otros científicos como Koch y Elie Metchnikoff también hicieron grandes aportaciones. Metchnikoff fue el primero en sugerir que algunas células podían defender el cuerpo de infecciones. Esto era gracias a su capacidad de "comer" y destruir invasores, un proceso llamado fagocitosis. Estas células se llamaron macrófagos. Estos hallazgos dieron origen a la teoría celular, que decía que las células también eran muy importantes en la defensa del cuerpo.
La inmunología hoy: Clásica y moderna
La inmunología clásica estudia la relación entre los sistemas del cuerpo, los agentes que causan enfermedades y la inmunidad. El sistema inmunitario se divide en dos partes principales: el sistema inmunitario innato (más antiguo y general) y el sistema inmunitario adaptativo o adquirido (más específico y desarrollado en vertebrados). Este último se divide en humoral y celular.
¿Cómo funciona la inmunidad?
La respuesta humoral se refiere a los anticuerpos y otras moléculas solubles que son clave en la respuesta inmunitaria. Los anticuerpos son proteínas especiales que liberan unas células inmunitarias llamadas linfocitos B. Los antígenos son las sustancias que inician una respuesta inmunitaria y a las que se dirigen los anticuerpos. La inmunología busca entender cómo funcionan estas dos partes.
Pero la respuesta celular también es muy importante. Las células inmunitarias no solo pueden destruir células infectadas, sino que también controlan la respuesta de los anticuerpos. Ambos sistemas, el humoral y el celular, trabajan juntos y dependen mucho el uno del otro.
En el siglo XXI, la inmunología sigue creciendo. Ahora se investiga cómo el sistema inmunitario funciona en partes del cuerpo que antes no se asociaban con él. También se estudia su papel más allá de las ideas clásicas de inmunidad.
Inmunología clínica: Cuando el sistema inmunitario falla
La inmunología clínica estudia las enfermedades que son causadas por problemas en el sistema inmunitario. Esto incluye cuando el sistema no funciona bien, actúa de forma anormal o cuando sus células crecen sin control. También se ocupa de enfermedades de otros sistemas donde las reacciones inmunitarias son importantes.
Tipos de problemas inmunitarios
Las enfermedades causadas por problemas en el sistema inmunitario se dividen en tres grandes grupos:
- Inmunodeficiencias: Ocurren cuando alguna parte del sistema inmunitario no puede dar una respuesta adecuada. Por ejemplo, en el sida. Pueden ser de nacimiento (genéticas) o adquiridas.
- Autoinmunidad: El sistema inmunitario ataca las propias células del cuerpo. Ejemplos son el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide.
- Otros problemas: Incluyen diferentes grados de hipersensibilidad. Aquí, el sistema reacciona de forma exagerada a cosas inofensivas (asma y otras alergias) o responde con demasiada fuerza.
La enfermedad más conocida que afecta al sistema inmunitario es el sida, causado por el VIH. El sida es una inmunodeficiencia grave. Se caracteriza por la pérdida de células inmunitarias importantes, como las células T CD4+ y los macrófagos, que son destruidas por el VIH.
Los inmunólogos clínicos también buscan formas de prevenir el rechazo a trasplantes. Esto ocurre cuando el sistema inmunitario del receptor ataca los órganos o tejidos de un donante que no son totalmente compatibles.
Inmunoterapia: Ayudando a nuestro sistema de defensa

La inmunoterapia es el uso de componentes del sistema inmunitario para tratar enfermedades. Nació con la variolización y las primeras vacunas de Edward Jenner.
Existen tratamientos de inmunoterapia humoral y celular. Los tratamientos humorales incluyen el uso de inmunoglobulinas (anticuerpos) para inmunodeficiencias o como antisueros (por ejemplo, contra el tétanos o venenos). Más recientemente, se usan los anticuerpos monoclonales. En 1984, los inmunólogos Jerne, Köhler y Milstein ganaron el Premio Nobel por descubrir cómo fabricar estos anticuerpos en el laboratorio. Estos anticuerpos permiten tratar enfermedades autoinmunitarias, inmunodeficiencias, alergias y cánceres.
La aplicación de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer ha tenido una gran revolución en los últimos años. A menudo, el término inmunoterapia se usa en el contexto del tratamiento del cáncer, junto con la quimioterapia y la radioterapia. La inmunoterapia antitumoral se considera una de las grandes revoluciones médicas del siglo XXI. Se han desarrollado muchos anticuerpos monoclonales para combatir tumores.
Inmunología diagnóstica: Detectando problemas

La capacidad de los anticuerpos para unirse específicamente a los antígenos ha creado una herramienta excelente para detectar sustancias. Los anticuerpos específicos pueden marcarse con sustancias que brillan, cambian de color o son radioactivas. Se usan en pruebas para detectar antígenos. Estas pruebas se llaman inmunoensayos o inmunoanálisis. Una vez que los complejos antígeno-anticuerpo se forman, estas técnicas los hacen visibles:
- Por sus propiedades físicas: nefelometría (precipitación) o aglutinación.
- Por reacciones de enzimas: ELISA, Western Blot, inmunohistoquímica, etc.
- Por fluorescencia: citometría de flujo, inmunofluorescencia directa o indirecta, etc.
- Por radioactividad: radioinmunoensayo.
Inmunología evolutiva
Estudiar el sistema inmunitario en especies que ya no existen y en las que viven hoy nos ayuda a entender cómo han evolucionado las especies y el propio sistema inmunitario.
Podemos ver cómo el sistema inmunitario se ha vuelto más complejo. Desde la simple protección de los organismos de una sola célula, pasando por los péptidos antimicrobianos en insectos, hasta los órganos linfoides en los vertebrados. Es importante recordar que cada organismo vivo tiene un sistema inmunitario capaz de protegerlo de los principales peligros.
Los insectos y otros artrópodos no tienen una inmunidad adaptativa como la nuestra. Sin embargo, tienen sistemas de inmunidad innata muy desarrollados. Además, su caparazón los protege del daño externo y de los agentes que causan enfermedades.
Inmunología de sistemas
Inmunología neuronal
Esta rama de la inmunología estudia los fenómenos inmunitarios en el cerebro. También investiga cómo el sistema nervioso central participa en la respuesta inmunitaria.
Véase también
En inglés: Immunology Facts for Kids
- Alergia
- Picor (prurito)
- Sistema inmunitario
- Vacuna
- Lectina de unión a manosa
- Anexo:Cronología de la Inmunología