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Macrófago para niños

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Datos para niños
Macrófago
Macrophage.jpg
Un macrófago de ratón formando "patas" (pseudópodos) para engullir dos partículas, posiblemente gérmenes.
Nombre y clasificación
Latín Macrophagocytus
TH H2.00.03.0.01007
TH H2.00.03.0.01007

Los macrófagos (del griego "gran comedor") son células muy importantes de nuestro sistema inmunitario. Se encuentran en los tejidos de todo el cuerpo. Su trabajo principal es protegerte de cosas dañinas.

Estas células nacen de otras células en la médula ósea. Primero se convierten en monocitos (un tipo de glóbulo blanco). Luego, los monocitos viajan por la sangre y, al llegar a los tejidos, se transforman en macrófagos. Su función es "comer" y destruir bacterias, células que están dañadas o viejas, y glóbulos rojos que ya no sirven. Este proceso de "comer" se llama fagocitosis.

¿Quién descubrió los macrófagos?

El trabajo de Elie Metchnikoff

Un científico ruso llamado Elie Metchnikoff fue quien descubrió estas células tan especiales. En 1908, recibió el Anexo:Premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus investigaciones sobre cómo funciona nuestro sistema de defensa.

Metchnikoff notó que algunas células podían "digerir" partículas extrañas que él ponía en el cuerpo de larvas de peces. A estas células las llamó fagocitos. Más tarde, se dio cuenta de que eran un tipo de glóbulo blanco y que eran la primera línea de defensa contra las infecciones en los seres vivos.

El nombre "macrófago"

El término macrófago fue usado por primera vez por Ludwig Aschoff en 1924. Él lo usó para describir un grupo de células que incluía a los monocitos y a los macrófagos. Con el tiempo, los científicos entendieron mejor cómo funcionaban estas células y en 1969 se definió el concepto de sistema fagocítico mononuclear. Este sistema agrupa a los macrófagos que vienen de los monocitos de la médula ósea.

¿Cómo se forman los macrófagos?

Los macrófagos se desarrollan a partir de los monocitos. Todo comienza en la médula ósea, donde hay células especiales que pueden convertirse en diferentes tipos de células sanguíneas. Con la ayuda de ciertas "señales" (llamadas factores de crecimiento y citoquinas), estas células se transforman en promonocitos y luego en monocitos.

Los monocitos no pasan mucho tiempo en la médula ósea, menos de un día. Después, viajan por la circulación sanguínea a todas partes del cuerpo. Si los miras con un microscopio, verás que son células grandes, con un diámetro de entre 15 y 30 μm.

En una persona sana, un monocito vive unas 70 horas en la sangre. Representan entre el 1% y el 6% del total de leucocitos (glóbulos blancos) en la sangre.

Cuando los monocitos salen de los capilares sanguíneos y llegan a los tejidos, se convierten en macrófagos. En este cambio, la célula crece mucho (hasta 10 veces su tamaño), sus partes internas se vuelven más complejas, y adquiere la capacidad de "comer" y producir sustancias que ayudan a combatir los problemas.

Los macrófagos suelen estar en un estado de "descanso", pero se activan rápidamente cuando hay una amenaza. Por ejemplo, cuando "comen" antígenos (partes de gérmenes), esto los estimula. También pueden ser activados por otras señales de las linfocitos T (otro tipo de glóbulo blanco), como el interferón gamma, que es un activador muy potente. Además, pueden reconocer patrones de moléculas que son comunes en los gérmenes dañinos.

¿Qué hacen los macrófagos?

Los macrófagos tienen varias funciones vitales para tu salud:

  • Fagocitosis: Esta es su función principal. Los macrófagos "comen" y eliminan todo lo que es extraño o dañino en el cuerpo, como bacterias y restos de células. Son como los "limpiadores" del cuerpo. Tienen la capacidad de moverse hacia donde se necesitan, atraídos por ciertas sustancias.
  • Inflamación: Los macrófagos son parte de la primera línea de defensa de tu cuerpo, el sistema inmunitario innato. Cuando detectan gérmenes, inician una respuesta natural para combatirlos. Tienen receptores especiales en su superficie que reconocen moléculas de las bacterias y otros microorganismos.
  • Presentación de antígenos: Cuando un macrófago "come" un microbio, lo "descompone" y muestra pequeños trozos (llamados antígenos) en su superficie. Así, los linfocitos T colaboradores (otros defensores del cuerpo) pueden reconocer al invasor. Esto ayuda a activar a los linfocitos B, que luego producen anticuerpos para marcar a los microbios y facilitar que los macrófagos los "coman" más fácilmente.
  • Reparación de tejidos: Los macrófagos también "comen" células muertas del propio cuerpo y ayudan a reparar los tejidos que han sido dañados después de una inflamación o lesión.
  • Hemostasia: Los macrófagos producen sustancias que son importantes para la coagulación de la sangre, un proceso vital para detener las hemorragias.

El sistema de defensa de los macrófagos

El grupo de células que incluye a las células que dan origen a los macrófagos en la médula ósea, los monocitos en la sangre y los macrófagos en los tejidos, se conoce como sistema fagocítico mononuclear.

Los macrófagos reciben nombres diferentes según el lugar del cuerpo donde se encuentren. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Osteoclastos: Son los macrófagos que se encuentran en los huesos.
  • Microglía: Son los macrófagos del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
  • Células de Kupffer: Son los macrófagos del hígado.
  • Células espumosas: Son macrófagos que han "comido" mucho colesterol y cambian su forma. Se encuentran en problemas de las arterias.
  • Célula gigante de Langhans: Son macrófagos grandes que se forman por la unión de varias células. Se encuentran en la piel y en algunas enfermedades.
  • Histiocito: Son los macrófagos del tejido conjuntivo.
  • Células mesangiales intraglomerulares: Son los macrófagos de los riñónes.
  • Macrófagos alveolares: También llamadas "células de polvo", son los macrófagos de los alveolos pulmonares (en los pulmones).
  • Macrófago de pulpa roja: Se encuentran en el bazo.
  • Macrófago de cavidad peritoneal: Se encuentran en la cavidad del abdomen.
  • Macrófago lámina propia: Se encuentran en el intestino.
  • Macrófago del seno subcapsular: Se encuentran en los ganglios linfáticos.
  • Macrófago de médula ósea: Se encuentran en la médula ósea.
  • Células de Hofbauer: Son los macrófagos de la placenta.

Tipos de macrófagos

Los macrófagos pueden activarse de diferentes maneras y tener distintas funciones. Hay dos grupos principales: M1 y M2.

  • Macrófagos M1: Son los macrófagos "guerreros" o "asesinos". Se activan por ciertas señales (como el LPS y el IFN-gamma) y liberan sustancias que causan inflamación, matan bacterias y "comen" invasores. Son importantes para iniciar la defensa.
  • Macrófagos M2: Son los macrófagos de "reparación". Funcionan en procesos de construcción, como la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos. También producen sustancias que reducen la inflamación. Los macrófagos que normalmente están en los tejidos suelen ser de este tipo M2.

Los macrófagos M1 y M2 trabajan juntos. Primero, los M1 inician la inflamación para combatir la amenaza. Luego, los M2 entran en acción para calmar la inflamación y ayudar a reparar el daño.

¿Cómo ayudan los macrófagos a los músculos?

Los macrófagos son muy importantes para que los músculos se reparen y crezcan. Cuando un músculo se daña, llegan dos "oleadas" de macrófagos:

  • La primera oleada: Son macrófagos que "comen" las partes dañadas de las fibras musculares. Llegan en grandes cantidades unas 24 horas después de la lesión y luego disminuyen.
  • La segunda oleada: Son macrófagos que no "comen" tanto, pero se colocan cerca de las fibras musculares que se están regenerando. Alcanzan su punto máximo entre dos y cuatro días después de la lesión y se quedan por varios días, ayudando a la reconstrucción del músculo.

Se cree que estos macrófagos liberan sustancias que ayudan a que el músculo se recupere, crezca y se repare, aunque los científicos aún están investigando exactamente cuáles son esas sustancias.

¿Cómo ayudan los macrófagos a sanar las heridas?

Los macrófagos son esenciales para que las heridas sanen bien. Aproximadamente al segundo día después de una lesión, se convierten en las células más importantes en la herida.

Son atraídos al lugar de la herida por señales que liberan las plaquetas y otras células. Los monocitos de la sangre entran en la zona dañada y se convierten en macrófagos. El bazo, un órgano de tu cuerpo, guarda la mitad de los monocitos del cuerpo listos para ser enviados a los tejidos lesionados.

La función principal de los macrófagos en una herida es "comer" las bacterias y el tejido dañado. También limpian la herida liberando enzimas especiales. Además, los macrófagos secretan muchas sustancias (factores de crecimiento y citoquinas) que atraen a otras células necesarias para la siguiente fase de la curación.

Cuando hay poco oxígeno en la herida, los macrófagos se estimulan para producir factores que ayudan a formar nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) y a que la piel se regenere. Al liberar estas sustancias, los macrófagos impulsan el proceso de curación de la herida hacia adelante.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Macrophage Facts for Kids

  • Granulocito
  • Pidotimod
  • Polarización de los macrófagos
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Macrófago para Niños. Enciclopedia Kiddle.