Historia del Teatro Colón para niños
El Teatro Colón es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo. Se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Es famoso por su excelente acústica y por haber recibido a los artistas más grandes de la música clásica, la ópera y el ballet.
El primer Teatro Colón abrió sus puertas en 1857 en un edificio diferente, cerca de la Plaza de Mayo. Funcionó allí hasta 1888. Luego, el teatro se mudó a su ubicación actual, frente a la Plaza Vaticano. Este nuevo edificio tardó 20 años en construirse y fue inaugurado en 1908.
A lo largo de su historia, el Teatro Colón creó sus propios grupos artísticos, como la Orquesta, el Coro y el Ballet en la década de 1920. Esto fue muy importante porque así no dependían siempre de artistas extranjeros. En 1931, el teatro pasó a ser administrado por la ciudad, lo que le dio mucha estabilidad.
En 1968, se decidió ampliar el Colón construyendo espacios subterráneos al lado del edificio original. Así se evitaba cambiar su hermosa arquitectura. Esta obra incluyó la mejora de la sala, el escenario, los camarines y los talleres. También se construyeron nuevos talleres, depósitos y salas de ensayo bajo tierra. En 1989, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Entre 2001 y 2010, el teatro fue restaurado por completo. Fue reinaugurado el 24 de mayo de 2010, justo para celebrar el Bicentenario de Argentina.
Grandes artistas de todo el mundo han actuado en el Teatro Colón, como Arturo Toscanini, Enrico Caruso, Anna Pavlova, María Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y muchos otros. También ha sido escenario para talentosos artistas argentinos como Alberto Ginastera, Julio Bocca y Marta Argerich.
Contenido
El Primer Teatro Colón (1857-1888)
El primer Teatro Colón fue diseñado por el arquitecto Charles Henri Pellegrini. Se inauguró el 25 de abril de 1857 con la ópera «La Traviata» de Giuseppe Verdi. Estaba ubicado donde hoy se encuentra el Banco Nación, frente a la Plaza de Mayo.
Este teatro se construyó para ayudar a unir las culturas de los inmigrantes y para ser un importante centro social. La ópera estaba de moda, y la idea era tener el mejor teatro del país. Desde su inicio, el Teatro Colón fue un lugar muy elegido por las familias adineradas de Buenos Aires.
Fue el primer edificio en Buenos Aires que usó una gran estructura de hierro, fabricada en Dublín. El teatro podía recibir a 2500 personas. Su entrada principal estaba en la calle Reconquista, lo que significaba que el teatro estaba al lado de la plaza, no de frente.
El arquitecto Charles Henri Pellegrini consideraba que el teatro estaba en un lugar privilegiado, frente a la Plaza de Indias (hoy Plaza de Mayo). Allí estaban los edificios más importantes de la ciudad, como el Cabildo y la Catedral. Esto muestra la gran importancia que tenía este tipo de edificios en la ciudad.
A finales del siglo XIX, un grupo de personas importantes y empresarios argentinos tuvieron la idea de construir un nuevo Teatro Colón. Desde 1883, formaron una "Comisión Pro Teatro" para conseguir el dinero necesario y supervisar la construcción. La comisión organizó eventos y recibió donaciones para financiar este gran proyecto.
El viejo Colón cerró sus puertas el 13 de septiembre de 1888 con el estreno de la ópera «Otello» de Verdi. Pasaron veinte años hasta que se inauguró el edificio actual. Durante ese tiempo, una crisis económica en 1890 impidió que el nuevo teatro abriera en 1892, como se había planeado.
Mientras el Colón estaba cerrado, el Teatro de la Ópera se convirtió en el más importante de Buenos Aires. También había otros teatros como el Politeama y el Odeón, que competían por el público.
El Segundo Teatro Colón (1908-presente)
La Construcción del Teatro Actual (1889-1908)
La construcción del actual Teatro Colón fue una idea del empresario italiano Angelo Ferrari. Él ya había administrado el antiguo Teatro Colón.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donó terrenos para el teatro. En 1888, el Congreso de la Nación aprobó una ley para llamar a una licitación pública (un concurso para elegir quién haría la obra) para construir el nuevo Colón. El lugar original era en el cruce de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos, pero como ese terreno se usó para el Palacio del Congreso Nacional, se compró la manzana donde estaba la Estación del Parque, frente a la actual Plaza Lavalle. La obra tardó veinte años y fue dirigida por tres ingenieros diferentes: Tamburini, Meano y Dormal. La construcción estuvo a cargo de la empresa Pellizzari y Armellini.
La licitación se hizo en 1889, y la ganó el empresario Ferrari, quien presentó un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini. La primera piedra se colocó el 25 de mayo de 1890, pero ese mismo año Tamburini falleció.
La dirección de la obra pasó entonces al arquitecto italiano Vittorio Meano. Él hizo cambios importantes al diseño original de Tamburini, pero mantuvo la forma de "curva italiana" para la sala, que organizaba a los espectadores según su posición social. En 1892, Meano obtuvo la aprobación de los planos. Ferrari contrató a la empresa de los italianos Ítalo Armellini y Francisco Pellizzari para construir el teatro.
En 1894, la empresa de Ferrari quebró, y las obras se detuvieron por ocho años. En 1897, el Congreso Nacional decidió que la Municipalidad de Buenos Aires se encargaría de la obra. En 1899, la Municipalidad aprobó el diseño de Meano. En 1902, la empresa Pellizzari y Armellini ganó la nueva licitación para construir, siempre bajo la dirección de Meano. Contrataron al escultor Luis Trinchero para hacer las esculturas del edificio, como las cariátides y los bustos de famosos compositores.
El 1 de junio de 1904, el ingeniero Meano fue asesinado. Tenía solo 44 años. Las circunstancias de su muerte fueron poco claras.
Después de la muerte de Meano, la Municipalidad le encargó la dirección de la obra al ingeniero belga Julio Dormal. Dormal no estaba de acuerdo con algunas cosas que había hecho Meano, especialmente en seguridad. Quiso demoler algunas partes y empezar de nuevo, pero el teatro ya estaba casi terminado. Aun así, Dormal hizo grandes cambios, como agregar la marquesina de vidrio sobre la calle Libertad. También ordenó que se demoliera y reconstruyera la platea móvil, y la empresa Pellizzari y Armellini tuvo que pagar los costos.
En 1905, la empresa Pellizzari y Armellini también ganó la licitación para construir el escenario y las dependencias. En 1906, comenzó la nueva construcción de la platea móvil. Las decisiones de Dormal causaron problemas con los constructores, y Armellini se retiró de la obra en 1907. Francisco Pellizzari terminó la construcción del escenario, las dependencias y la platea móvil el 28 de febrero de 1908, poco antes de la inauguración.
Después de veinte años de trabajo, el Municipio pagó a la empresa constructora en 1908. Pellizzari demandó al Estado por gastos adicionales, pero su demanda fue rechazada porque el plazo para reclamar había terminado.
Parte del proyecto se financió vendiendo abonos de los palcos más caros a las familias más importantes del país. Sin embargo, esto no fue suficiente para cubrir ni la séptima parte de los costos. Por eso, la Municipalidad empezó a tomar decisiones sobre el presupuesto y los artistas.
En 1906, un decreto municipal importante le dio al gobierno de la ciudad el poder de distribuir y asignar las entradas, quitándoselas a los empresarios y a la élite. Las entradas debían pasar por una oficina municipal para ser selladas y numeradas antes de venderse.
Los arquitectos combinaron diferentes estilos en el diseño del teatro, como el ático-griego en el exterior y elementos del Renacimiento italiano, la arquitectura alemana y la francesa en el interior. El resultado es un admirable ejemplo del estilo ecléctico del siglo XIX. Aunque el proyecto original de Tamburini era de estilo Segundo Imperio, Meano lo cambió a un estilo italianizante, y Dormal le añadió detalles art nouveau. El Colón se convirtió en uno de los edificios históricos más representativos de Buenos Aires, junto con el Palacio del Congreso y la Casa Rosada.
El edificio fue finalmente inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera «Aída», de Giuseppe Verdi.
Historia Artística del Teatro Colón

Hasta 1925, el Teatro Colón fue administrado por empresas privadas. En ese tiempo, se destacó la actuación de Arturo Toscanini, un famoso director de orquesta que dirigió en 1912 y nuevamente en 1941.
En 1925, el Estado comenzó a financiar el teatro y creó los grupos artísticos estables: la Orquesta, el Coro y el Ballet.
En 1931, el teatro pasó a ser administrado por la Municipalidad. En ese mismo año, Libertad Lamarque ganó un importante concurso de tango en el Colón, obteniendo el título de "La Reina del Tango". Desde 1933 hasta 1943, el músico Juan José Castro fue el director del teatro. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue difícil contratar artistas internacionales, lo que llevó a un aumento de artistas nacionales. Esto ayudó a que el teatro incorporara diferentes estilos y no solo la tradición italiana.
En 1936, Igor Stravinsky dirigió su obra Perséphone en el Teatro Colón, siendo la primera vez que él mismo la dirigía y que se traducía al español. La traducción la hizo Jorge Luis Borges, y Victoria Ocampo fue la narradora.
En 1937, se creó la Escuela de Ópera del Teatro Colón, que luego se llamó Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
Cuando el gobierno de Juan Domingo Perón asumió en 1946, el Colón buscó que más personas pudieran acceder al teatro. Se organizaron funciones para los trabajadores a través de los sindicatos y se abrió el escenario a artistas de música popular, como Mariano Mores y Francisco Canaro. Esta apertura fue criticada por algunos grupos, y se revirtió después de un cambio de gobierno en 1955. Sin embargo, en 1964, el tango volvió al Colón con un espectáculo de Aníbal Troilo.
En 1949, a los 21 años, Olga Ferri se convirtió en la primera bailarina del Colón. Ella y otros grandes bailarines como Norma Fontenla, José Neglia, Julio Bocca y Maximiliano Guerra se formaron en la Escuela de Baile del Colón.
En 1956, durante un gobierno militar, se designó a Jorge D'Urbano como director del Teatro Colón. Él intentó hacer pruebas de eficiencia a los artistas, lo que causó un gran conflicto con los sindicatos y asociaciones de músicos. Esto llevó al cierre del teatro durante 1957. Durante este período, algunos artistas fueron afectados por decisiones políticas.
En 1961, se estableció una nueva forma de organizar el teatro, con un equipo de directores general, artístico, técnico y administrativo.

En 1968, se planeó la ampliación del Colón, que se construiría bajo tierra para no modificar el edificio original. El diseño estuvo a cargo del estudio Mario Roberto Álvarez y Asociados. La obra incluyó la mejora de la sala, el escenario, los camarines y los talleres, y la construcción de un anexo subterráneo con más talleres, depósitos y salas de ensayo.
El Colón fue protagonista de una importante prohibición cultural en la década de 1960. En 1967, un gobierno militar prohibió la ópera Bomarzo, de los argentinos Alberto Ginastera y Manuel Mujica Lainez, que había sido un éxito mundial el año anterior. La ópera finalmente se estrenó en el Colón en 1972.
En 1971, Rudolf Nuréyev actuó en el Teatro Colón, eligiendo a Olga Ferri y Norma Fontenla para el estreno mundial de su coreografía de El cascanueces.
Desde que Argentina recuperó la democracia en 1983, el Teatro Colón se abrió a todas las expresiones musicales. Por ejemplo, el grupo humorístico-musical Les Luthiers realizó un concierto sinfónico con la Orquesta Sinfónica Nacional en 1986.
En 1990, el teatro creó el Centro de Experimentación del Teatro Colón para promover nuevas formas de arte.
En 2002, el rock llegó al Teatro Colón con conciertos de Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati.
En 2006, se realizó el histórico concierto Café de los maestros, con figuras legendarias del tango como Mariano Mores. Este concierto formó parte de la película Café de los maestros (2008).
En 2008, se creó el Ente Autárquico Teatro Colón, que le dio al teatro más autonomía en su funcionamiento y finanzas.
Restauración y Reapertura (2001-2010)
Con el paso de los años, el edificio había sufrido daños por la falta de mantenimiento y el desgaste natural.
En 2001, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició un plan para restaurar completamente el Teatro Colón. Primero, se tardaron dos años en conseguir los planos del edificio. Entre 2003 y 2005, se hicieron obras para evitar que el agua siguiera entrando. Finalmente, en 2005, comenzó la tercera etapa de restauración. Después de siete años de trabajo, con la participación de mil quinientas personas y un costo de unos cien millones de dólares, el teatro fue reinaugurado en 2010.
El 24 de mayo de 2010, como parte de las celebraciones del Bicentenario de Argentina, el teatro reabrió con un espectáculo de animaciones tridimensionales y la ópera La Bohème. El evento contó con la presencia de muchos artistas y políticos. En 2013, el Colón fue elegido para la entrega de los premios televisivos Martín Fierro.
En 2020 y 2021, el teatro estuvo cerrado al público durante quince meses debido a la Pandemia de COVID-19, excepto por algunos conciertos especiales.