Historia de la Unión Soviética (1927-1953) para niños
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Entre 1927 y 1953, la Unión Soviética, considerada un Estado totalitario, fue transformada radicalmente por Iósif Stalin. Bajo su liderazgo, se implementaron políticas de colectivización agrícola e industrialización acelerada a través de planes quinquenales, provocando enormes sacrificios laborales y privaciones. Mientras algunos se beneficiaban, la mayoría sufría desigualdades y hambrunas. La represión política era generalizada, con persecuciones masivas de opositores y campesinos, clasificándolos como "enemigos del pueblo". Durante la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética sufrió enormes pérdidas, pero finalmente emergió victoriosa y se consolidó como una superpotencia. La era estalinista dejó una herencia pesada para sus sucesores.
Contenido
Historia general del período
La sucesión de Lenin
Cuando Lenin estaba muy enfermo en 1922, Stalin empezó a alejar a su rival León Trotski del poder, acusándolo de traidor. Tras la muerte de Lenin en 1924, el Partido Comunista decidió no revelar que Lenin quería que Stalin fuera apartado del poder. Trotski y su grupo querían una industrialización rápida, pero otros, como Nikolái Bujarin, temían que esto dañara a los campesinos y preferían un desarrollo más lento.
Stalin usó a sus seguidores para eliminar a los viejos bolcheviques. Trotski fue excluido del partido y exiliado en 1929. Ironicamente, después Stalin adoptó la idea de industrialización rápida. En 1929, decretó la "colectivización" de tierras, obligando a los campesinos a trabajar en grandes granjas estatales. Muchos campesinos resistieron, quemando cosechas y ganado, y fueron deportados a Siberia.
La colectivización causó una gran hambruna en 1932-1933, especialmente en Ucrania, donde millones murieron. La producción agrícola cayó y la Unión Soviética pasó de ser un gran exportador de cereales a un país importador.
Stalin quería que la Unión Soviética fuera muy poderosa, así que decidió que todas las fábricas y empresas fueran del Estado y no de personas. También hizo planes para mejorar la economía y construir muchas fábricas y grandes proyectos, como canales y ciudades nuevas, con la ayuda de los prisioneros del Gulag. Aunque la industrialización fue rápida y la URSS se convirtió en una gran potencia, la vida de la gente común se hizo más difícil: el desempleo desapareció, pero se trabajaba más horas y la vida diaria era dura.
Durante este tiempo, la Gran Purga (1936-1939) fue un período de mucho miedo y violencia. Stalin y sus aliados arrestaron y mataron a muchas personas, incluyendo antiguos compañeros del Partido Comunista, ingenieros, y ciudadanos comunes. El terror se extendió a todas partes, afectando a familias y comunidades enteras. Esto permitió a Stalin controlar completamente el país, aunque muchas obras quedaron a medias y otras resultaron inútiles. La presión sobre la población y los trabajadores fue enorme, y muchos sufrieron mucho.
Stalin permitió el ascenso de Hitler en Alemania en 1933 al impedir que los comunistas alemanes colaboraran con los socialdemócratas contra los nazis. Al principio, la Unión Soviética mantuvo la cooperación con Alemania Nazi. Cuando Hitler consolidó su poder, Stalin intentó mejorar las relaciones con Francia y el Reino Unido y promovió Frentes populares antifascistas. En 1934, la Unión Soviética se unió a la Sociedad de Naciones y en 1935 pactó con Francia. Sin embargo, estas alianzas fracasaron y, en 1939, Stalin firmó el Pacto Germano-soviético, permitiendo a la Unión Soviética expandirse territorialmente. La invasión soviética de Polonia y la Guerra de Invierno en Finlandia llevaron a la deportación y represión de muchas personas, incluida la Masacre de Katyn.
El 22 de junio de 1941, Hitler rompió su pacto con la Unión Soviética y la Alemania Nazi invadió su territorio, iniciando la Gran Guerra Patria. En unos meses, la Wehrmacht conquistó gran parte de Rusia y mató a millones de soldados y civiles, especialmente judíos. En Ucrania, el cruel administrador nazi Erich Koch hizo pasar hambre a la gente. Los nazis también destruyeron fábricas y forzaron a los soviéticos a trabajar para ellos. Sin embargo, el Ejército Rojo resistió y contraatacó usando tanques T-34 y lanzacohetes Katyusha.
La guerra unió a los soviéticos contra los nazis. La ciudad de Leningrado resistió un asedio mortal de casi mil días. Stalin lideró la defensa de Moscú y los partisanos soviéticos lucharon contra los invasores. En 1944, los soviéticos recuperaron su territorio y liberaron Europa del Este, ganando en batallas importantes como la de Stalingrado y Kursk. Al final de la guerra, la URSS se convirtió en una superpotencia, pero a un costo enorme de vidas y destrucción.
El totalitarismo estalinista
El estalinismo fue un sistema de gobierno en la Unión Soviética liderado por Stalin, quien transformó radicalmente la sociedad con un control totalitario. Utilizó el miedo y la violencia para someter a la población, ejecutando a muchas personas y enviando a millones a campos de trabajo forzado llamados Gulag. Stalin también promovió un culto a su personalidad, glorificándose como un líder infalible y omnipotente. La propaganda inundó todos los aspectos de la vida soviética, desde los medios hasta las escuelas, exaltando los logros del régimen y demonizando a sus críticos. La vigilancia era omnipresente y la delación estaba incentivada, haciendo que la gente desconfiara incluso de sus propios familiares. El NKVD, la policía secreta, fue el instrumento principal de represión, arrestando, interrogando y ejecutando a los "enemigos del Estado" sin juicios justos. Así, Stalin impuso un control absoluto, transformando la vida de millones en una pesadilla de miedo y opresión constante.
En la Unión Soviética de Stalin, muchas personas fueron arrestadas y encarceladas injustamente, incluso después de cumplir sus condenas. Por ejemplo, en 1948-1949, arrestaron a muchas personas que habían sido liberadas después de cumplir diez años de prisión por estar involucradas en purgas políticas en 1937. A menudo, estas personas no podían regresar a sus hogares y tenían que vivir lejos de las grandes ciudades debido a estrictas reglas.
Stalin también ordenó juicios falsos para culpar a personas inocentes y distraer a la población de los problemas diarios. Las víctimas eran torturadas y forzadas a confesar crímenes que no habían cometido, como espionaje o sabotaje. Estos juicios eran espectáculos públicos diseñados para asustar a la gente y mostrar que el gobierno estaba protegiendo al país de enemigos imaginarios.
El Gulag, dirigido por la policía secreta NKVD, era una red de campos de trabajo forzado por todo el país. Estos campos, como la infame región de Kolymá en Siberia, mantenían a millones de prisioneros en condiciones extremadamente duras. Los detenidos eran usados para construir infraestructura y extraer recursos naturales, contribuyendo a la economía soviética mientras sufrían maltratos y malnutrición severa.
El sistema del Gulag afectó a personas de todas las clases sociales, desde intelectuales hasta campesinos, condenándolos a trabajos agotadores y a menudo letales. Aunque algunos proyectos fueron ambiciosos, como la construcción de canales y ferrocarriles, la vida en el Gulag era una lucha constante por la supervivencia en condiciones extremadamente duras y injustas.
Después de la muerte de Stalin, el sistema de Gulag gradualmente se redujo, pero dejó una cicatriz profunda en la historia de la Unión Soviética, recordándonos los peligros del poder desmedido y la represión despiadada.
En la Unión Soviética bajo Stalin, las condenas al Gulag tenían plazos definidos, sin cadena perpetua. Hubo liberaciones y amnistías parciales, resultando en una alta rotación de prisioneros. En 1940, el 57% de los detenidos en Gulag tenía condenas menores a cinco años. Mientras la URSS se industrializaba rápidamente en los años 1930, la sociedad experimentaba desigualdades y privaciones, a pesar de algunos avances significativos. El estajanovismo introdujo métodos modernos de producción, pero la burocracia y las purgas políticas obstaculizaron el progreso. Aunque el sistema estalinista atrajo interés internacional, especialmente en economías planificadas, sus éxitos fueron relativos comparados con modelos capitalistas.
En el campo, el esfuerzo de mecanización y electrificación no era solo en la propaganda. A pesar de los fracasos nacidos de la inexperiencia, el descuido o el apresuramiento, la modernización del mundo rural progresó tras la conmoción de la deskulakización.
Continuando con los esfuerzos de los años 1920, el régimen redujo masivamente el analfabetismo de 43% a 19%, entre 1926 y 1939. Se realizó un esfuerzo inmenso a favor de la educación primaria, la educación superior y la formación profesional. En los años 1930, los niños matriculados en primaria pasaron de 11 a 30 millones, mientras que los estudiantes de secundaria pasaron de 3 a 18 millones. Por todas partes, se multiplicaron las escuelas de formación para adultos. El número de ingenieros creció de manera exponencial. Todos los observadores notaron el frenesí de los estudios de los soviéticos, así como su amor por la lectura. La URSS aprendió a prescindir de los especialistas extranjeros (spetz), los cuales fueron progresivamente eliminados: el último de ellos desapareció en 1934; sin embargo, la educación revivió el conservadurismo y el academicismo: las innovaciones pedagógicas de la era leninista fueron desautorizadas desde 1932 y todos los manuales escolares fueron revisados (decreto del 16 de mayo de 1934).
La clase obrera soviética creció de 11 a 38 millones entre 1928 y 1933, impulsando una rápida urbanización. El éxodo de 25 millones de campesinos hacia las ciudades saturó Moscú y otras urbes. Ciudades industriales como Sverdlovsk y Magnitogorsk vieron un crecimiento explosivo. Sin embargo, la urbanización trajo penurias: viviendas colectivas atestadas (Kommunalka), falta de higiene y servicios. La colectivización agraria y las hambrunas provocaron escasez crónica de alimentos; colas interminables eran normales. El blat, una red de influencias, se volvió esencial para la supervivencia, reflejando las desigualdades entre la clase obrera y los privilegios de la burocracia.
Véase también
- Gobierno de la Unión Soviética
- Política de la Unión Soviética
- Partido Comunista de la Unión Soviética
- Represión política en la Unión Soviética
- Economía de la URSS
- Colectivización en la Unión Soviética
- Nueva Política Económica (NEP)
- Filosofía en la Unión Soviética
- Historia de la Unión Soviética
- Historia de la Unión Soviética (1917-1927)
- Historia de la Unión Soviética (1953-1985)
- Historia de la Unión Soviética (1985-1991)
- Historiografía soviética
- Investigación reprimida en la Unión Soviética
- Holodomor
- Hambruna soviética de 1932-1933
- Estalinismo