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Historia de Martos para niños

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Martos es una ciudad con mucha historia en la provincia de Jaén, en la comunidad de Andalucía, España. A lo largo de los siglos, muchas culturas han vivido en este lugar de la península ibérica.

Archivo:PeñaMartos
Casco Antiguo con La Peña al fondo, el lugar donde empezó a crecer la ciudad.

¿Cómo empezó la historia de Martos?

Los primeros habitantes: Prehistoria

La historia de Martos comienza hace mucho tiempo, en la prehistoria. Los primeros grupos humanos se asentaron al pie de "la Peña", una gran roca que ofrecía protección natural. Con el tiempo, las diferentes civilizaciones que llegaron fueron construyendo más defensas para hacer el lugar aún más seguro.

Se han encontrado herramientas de piedra del Paleolítico. Sin embargo, los restos más antiguos que nos dan más información son del Neolítico. En zonas como "El Molinillo" o "Huertas Viejas", se descubrieron estructuras subterráneas. Estas se usaban como viviendas, para guardar alimentos, para transformar materiales y también como lugares de enterramiento o defensa.

En esta época, la gente empezó a vivir en un solo lugar y a cultivar cereales. Esto ocurrió en asentamientos como "La Nava" y "Santo Nicasio".

Más tarde, alrededor del año 2000 antes de Cristo, la forma de vida cambió. La gente empezó a asentarse en las laderas de las montañas, aprovechando las terrazas naturales. También cambiaron la forma de enterrar a sus muertos, pasando de grandes cementerios a enterramientos individuales. Hay pruebas de esto en lugares como "Torrevíboras".

Martos en la Antigüedad

La época íbera: Tucci

A partir del siglo V a. C., la población se concentró en ciudades fortificadas llamadas "oppida". Fue en la época íbera cuando Martos se convirtió en una ciudad importante, conocida como Tucci. La actual provincia de Jaén estaba dividida en tres zonas por los íberos: Oretania, Turdetania y Bastetania. Tucci era uno de los lugares más importantes de Turdetania.

Sabemos que Tucci era una ciudad compleja gracias a los muchos restos arqueológicos encontrados y a los escritos de historiadores antiguos como Appiano Alejandrino y Estrabón.

Se cree que la ciudad íbera se ubicó entre la actual Plaza de Santa Marta y la calle Ogazonas Altas, por su buena posición defensiva. Se han hallado importantes cementerios cerca de la Peña, como los del "Sapillo" y "Santa Isabel". Muchos de los objetos encontrados se pueden ver en el Museo Arqueológico del Colegio San Antonio de Padua.

Durante los siglos V, IV y III a.C., la cultura íbera se hizo fuerte en la zona de Martos, con la propia ciudad y otros asentamientos importantes como "La Nava".

Archivo:Statue-Augustus
Estatua de César Augusto. Museos Vaticanos

La llegada de los Romanos

Cuando los romanos dominaron la península ibérica, la antigua ciudad íbera de Tucci se convirtió en una colonia. Estas colonias se creaban para asentar a la población que no tenía tierras en Roma. Su organización era similar a la de la propia Roma.

La colonización de Tucci ocurrió en la Época Imperial, bajo el gobierno del emperador César Augusto. Recibió el nombre de "Colonia Augusta Gemella Tuccitana".

La colonia se fundó en un lugar elevado, cerca de la Peña, y se extendió entre dos arroyos. Se conservan muchísimos restos de esta época, encontrados tanto en la ciudad como en sus alrededores. Estos restos incluyen villas romanas, mosaicos, monedas, cerámica y esculturas. Las más destacadas son las lápidas con inscripciones romanas que se exhiben en la fachada del actual Ayuntamiento de Martos.

Martos en la Edad Media

Época del Bajo Imperio y Visigoda

Durante el Bajo Imperio romano, Martos fue un centro importante para la iglesia, y siguió siéndolo durante la época visigoda, hasta la llegada de los musulmanes. En este periodo, el cristianismo ganó mucho poder y se integró en la administración de la ciudad.

La ciudad siguió creciendo dentro de sus murallas. Sin embargo, los restos encontrados en la zona del polideportivo muestran que también había vida en el campo, fuera de las murallas. De esta época, el hallazgo más importante es un sarcófago paleocristiano de los años 330 a 340, que se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Jaén.

Archivo:Campanariovilla
Torre-Campanario de Santa María de la Villa, que era parte de las defensas del Castillo de la Villa.

La época islámica

En el año 711, la monarquía visigoda terminó en la península ibérica con la conquista islámica. Martos, llamada Tús o Tuss por los árabes, se convirtió en un lugar muy disputado desde el siglo IX. Esto se debía a sus tierras fértiles, su ubicación estratégica y su facilidad para la defensa. Así, la ciudad desarrolló un fuerte carácter defensivo. De esta época, se conserva un importante castillo en lo alto de la Peña, conocido como Castillo de la Peña, y las murallas y torres del castillo bajo o Castillo de la Villa que protegían la ciudad.

A finales del siglo X, la actual provincia de Jaén, entonces llamada "Cora", se dividió en 16 distritos. Martos, o Martus como se empezó a llamar, fue uno de los principales. Se cree que la ciudad estaba organizada alrededor de dos mezquitas. El centro principal, o Almedina, estaría cerca de la mezquita principal, que probablemente fue un antiguo templo romano y hoy es la Real Iglesia de Santa Marta. La mezquita secundaria estaría en un cerro, donde hoy se encuentra el Santuario y Torre-Campanario de Santa María de la Villa. Dentro de las murallas estaban las zonas urbanas y los edificios del gobierno, mientras que fuera se extendían huertas y otras actividades.

En el siglo XI, cuando el califato desapareció y Al-Ándalus se dividió en más de 30 reinos, Martos pasó a formar parte del Taifa de Granada. En 1078, el emir Abd Allah la cedió al Taifa de Sevilla.

La Reconquista Cristiana

A finales de agosto de 1225, al-Bayyasi (emir de Baeza) entregó a Fernando III el Santo los castillos de Martos, Jaén y Andújar. El rey Fernando III confió la defensa de Andújar y Martos a Álvaro Pérez de Castro "el Castellano". También se asentaron en la zona tropas de las Órdenes de Santiago y Calatrava, convirtiendo a Martos en un punto clave para la defensa cristiana.

La "Crónica del Sancto Rey don Fernando tercero" de 1540 cuenta que en 1225, el rey Fernando III tomó Baeza, Andújar y la fortaleza de Martos.

Álvaro Pérez de Castro "el Castellano" estuvo a cargo de las fortalezas de Martos y Andújar entre 1225 y 1227. Durante este tiempo, realizó ataques en las tierras cercanas que seguían siendo leales al gobernador de Sevilla. Este gobernador reunió un ejército, pero fue derrotado por Álvaro Pérez de Castro. Esto hizo que muchas villas entre Sevilla y Córdoba reconocieran a Al-Bayyasi como su señor, ya que era aliado del rey de Castilla. La población musulmana de Martos, Baeza y Andújar abandonó estas ciudades a finales de 1226. En 1227, Fernando III el Santo nombró a Lope Díaz de Haro encargado de Baeza, y los primeros pobladores cristianos comenzaron a llegar a Martos, Baeza y Andújar.

A principios de 1227, mientras Álvaro Pérez de Castro y Tello Alfonso de Meneses estaban fuera de Martos, la ciudad fue atacada por tropas musulmanas del reino de Sevilla. Tello Alfonso de Meneses, a pesar de que la ciudad estaba cercada, logró entrar con sus tropas para defenderla, aunque el castillo de la Peña de Martos ya había sido ocupado por los musulmanes.

Existe una tradición, aunque algunos historiadores modernos la discuten, que cuenta que la condesa Aurembiaix de Urgel, esposa de Álvaro Pérez de Castro, estaba en Martos. Para engañar a los musulmanes y hacerles creer que la fortaleza estaba bien defendida, vistió a varias mujeres con ropas militares. Esta acción, según el relato, evitó el ataque y dio tiempo a Tello Alfonso de Meneses para reforzar la guarnición. Poco después, llegaron más caballeros para ayudar, y el rey Fernando III ordenó a sus tropas que socorrieran la ciudad. El cerco musulmán se rompió cuando las tropas de Álvaro Pérez de Castro llegaron, obligando a los musulmanes a huir.

Otra versión de esta historia, basada en la "Crónica del Sancto Rey don Fernando tercero" de 1540, dice que la heroína no fue Aurembiaix en 1227, sino la condesa Irene Mencia Díaz de Haro en 1239. Ella también usó el truco de vestir a las mujeres con ropas militares para defender el Castillo de la Peña de un poderoso ejército del rey de Granada. Un caballero llamado Diego Pérez de Vargas, conocido como "Machuca", fue clave para que los caballeros cristianos lograran entrar en la fortaleza y defenderla. El rey de Granada, al ver la valentía de los defensores, levantó el cerco y se fue.

La "Crónica del Sancto Rey don Fernando tercero" también muestra la importancia del Castillo de la Peña de Martos en las conquistas de Córdoba (1235) y Jaén (1245). Por ejemplo, para la toma de Córdoba, se envió un mensaje a Martos para pedir ayuda a don Álvaro Pérez de Castro. Y para la toma de Jaén, el rey Fernando III decidió sitiar la ciudad desde el Castillo de la Peña de Martos.

El rey de Granada, Aben Alhamar, fundador de la dinastía nazarí, fue leal al rey Fernando III. Tras la conquista de Jaén (1245-46) y Alcalá la Real (1272), el reino de Granada perdió sus principales defensas.

El 8 de diciembre de 1228, Martos fue entregada a la Orden de Calatrava por el rey Fernando III el Santo. Esto pudo deberse al asedio que sufrió la ciudad el año anterior. Así, Martos se convirtió en la ciudad más importante de la Orden de Calatrava en el Alto Guadalquivir y una de las principales defensas frente al reino nazarí de Granada.

Archivo:Últimos momentos del rey Fernando IV de Castilla y León
Últimos momentos de Fernando IV el Emplazado. Pintura de José Casado del Alisal. 1860. (Palacio del Senado de España).

El 7 de agosto de 1312, los hermanos Carvajal, caballeros de la Orden de Calatrava, fueron ejecutados por orden de Fernando IV, rey de Castilla y León, en Martos. La leyenda dice que fueron arrojados desde la Peña de Martos en una jaula con púas. Antes de morir, según la Crónica de Fernando IV, los hermanos Carvajal desafiaron al rey a comparecer ante Dios en treinta días. El rey Fernando IV murió treinta días después, el 7 de septiembre de 1312, lo que le valió el apodo de "El Emplazado".

La historia de los hermanos Carvajal es muy famosa y ha sido mencionada por poetas como Antonio Machado y llevada al teatro por Lope de Vega y Tirso de Molina. En Martos, hay un monumento llamado "La Cruz del Lloro" en el lugar donde se dice que cayeron los hermanos, en homenaje a ellos.

En 1325, las tropas del rey Ismail I de Granada, usando cañones por primera vez en una guerra, atacaron Martos. Aunque la crónica original dice que fue conquistada, otra versión más detallada cuenta que las tropas calatravas de Martos lograron defender la fortaleza de la Peña. Los soldados nazaríes intentaron destruir los cultivos para que la gente se rindiera por hambre, pero los habitantes de Martos salieron a defenderse. El rey Ismail ordenó a sus hombres retirarse y planear un asalto al día siguiente. Sin embargo, un capitán nazarí murió durante el asedio, lo que llevó al rey a retirarse. Durante la retirada, los soldados causaron daños en la villa y se llevaron mujeres cautivas.

Después de la Reconquista, Martos se reorganizó en barrios y parroquias. A partir del siglo XIII, la ciudad tuvo un gran desarrollo, especialmente con la construcción de sus dos iglesias principales: Santa María de la Villa en la parte alta y la Real Iglesia de Santa Marta en el centro. Alrededor de este centro, donde también estaba el Cabildo de Martos (el ayuntamiento) y el mercado, crecieron nuevas calles, barrios y ermitas.

En 1489, Martos dejó de ser la sede principal de la Orden de Calatrava. Cuando murió el último Maestre de la Orden, la administración pasó al rey Fernando el Católico. Esto trajo un periodo de estabilidad y crecimiento económico, con un aumento de población gracias a los colonos castellanos y a la llegada de población morisca.

Martos en la Edad Moderna

Siglos XVI al XVIII: Crecimiento y cambios

El siglo XVI fue muy importante para el desarrollo de Martos. Personas como el corregidor Pedro Aboz y Enríquez y el arquitecto Francisco del Castillo "El Mozo" contribuyeron a este crecimiento. Fue una época de expansión económica, social y de estabilidad. La economía se basó mucho en la agricultura y la ganadería, con cultivos de vid, cereales y, sobre todo, olivos.

El arquitecto Francisco del Castillo "El Mozo" fue clave en la transformación de la villa. En 1558, se le encargó la remodelación de la Fortaleza Baja o de la Villa. También trabajó en la ampliación de las iglesias de la Villa y de Santa Marta, y construyó sus campanarios. Pero sus obras más importantes fueron edificios civiles como el Pilar de la Fuente Nueva y el edificio de la Cárcel y Cabildo (ayuntamiento y prisión). La Plaza de Santa Marta, con la iglesia, la Fuente de Neptuno (hoy desaparecida) y el Cabildo, se convirtió en el centro de la villa. Alrededor de este centro surgieron nuevas calles y barrios, y se construyeron muchos conventos de órdenes religiosas como los Franciscanos, Clarisas y Trinitarias, junto al Hospital de San Juan de Dios.

En el siglo XVII, Martos siguió creciendo y las órdenes religiosas se consolidaron. El desarrollo urbanístico, con la construcción de casas-palacio, se dio alrededor de las calles La Fuente y Las Huertas, influenciado por el arroyo de la Fuente de la Villa.

Martos en la Edad Contemporánea

Siglo XIX: El olivar y el ferrocarril

Archivo:Avenida San Amador (Martos)
Avenida San Amador, una calle construida durante la expansión de la ciudad.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Martos experimentó un gran crecimiento de población, urbano y arquitectónico. El desarrollo del olivar fue fundamental para esto. Gracias al olivar, el ferrocarril llegó a la ciudad en la década de 1890. El ferrocarril y la carretera N-321 (de Úbeda a Málaga) se convirtieron en las principales vías para exportar el aceite de oliva.

Surgió una nueva clase social, la burguesía, y la ciudad cambió su trazado, con grandes avenidas rectas y regulares, aunque siempre adaptándose al desnivel de la Peña. La Desamortización de Mendizábal también provocó el reparto de huertos y propiedades que antes pertenecían a la Iglesia.

Las principales zonas de expansión fueron las calles Real y Albollón, y el centro de la ciudad se trasladó a la recién creada Plaza de la Fuente Nueva. En estos lugares se construyeron casas señoriales de estilo historicista, y otras viviendas con jardines y rejas, muchas de ellas con su propia fábrica de aceite. Los estilos arquitectónicos usados fueron el Eclecticismo Historicista, el Modernismo y el Regionalismo Andaluz, mostrando la riqueza económica y artística de la ciudad.

Siglos XX y XXI: Industrialización y expansión

El siglo XX fue un siglo de continuación del desarrollo urbano. En 1924, se elaboró un "Plan de Ensanche" para expandir la ciudad. La población siguió aumentando hasta mediados de siglo. Después de la guerra civil española, que también afectó a Martos, se creó la "Dirección General de Regiones Devastadas". Gracias a ella, se reconstruyeron la iglesia de Santa María de la Villa y la iglesia de San Amador, y se construyó el Mercado de Santa Marta.

En los años 50 y 60, la población disminuyó debido a la emigración, lo que frenó la expansión de la ciudad. A partir de los años 60, se construyeron el "Parque Municipal Manuel Carrasco", la piscina municipal y la plaza de toros. La ciudad comenzó a expandirse hacia la carretera de Alcaudete, la Avenida de la Paz y el Paseo de la estación. En los últimos años, Martos sigue creciendo hacia el sur y la zona del polideportivo.

Hoy en día, el desarrollo urbano, social y demográfico de Martos, impulsado por el cultivo del olivar, se ha visto aún más potenciado por una gran industrialización. Martos es considerada uno de los principales centros industriales de Andalucía.

Véase también

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Historia de Martos para Niños. Enciclopedia Kiddle.