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Hacienda henequenera para niños

Enciclopedia para niños

La palabra hacienda viene del latín facienda y tiene varios significados. En el campo, se refiere a una finca muy grande que se usa para cultivar uno o varios productos. Si estos productos se pueden transformar en algo industrial, como el henequén, esa transformación se hacía en la misma hacienda.

El henequén (agave fourcroydes lemaire) es una planta que crece en la parte oriental de la península de Yucatán. Es una planta de zonas secas que produce una fibra natural muy fuerte y resistente. Para cultivarla, se necesitan grandes extensiones de tierra arenosa y caliza, que sea porosa y tenga una capa delgada de tierra vegetal para que el agua se escurra rápido.

La península de Yucatán es conocida como "el lugar de las haciendas por excelencia" porque muchas plantaciones crecieron allí a finales del siglo XIX. La mayoría de ellas se dedicaron solo al cultivo de henequén. La hacienda henequenera fue la más famosa y se desarrolló mucho entre 1860 y 1910. Gracias a varios eventos históricos y económicos, la producción de fibra y productos hechos con henequén aumentó de mil toneladas en 1860 a más de 200 mil en 1910. Esto hizo que el henequén fuera muy importante en la economía mundial y le dio a Yucatán una época de mucha prosperidad.

Historia de las Haciendas Henequeneras

Orígenes y Primeros Cultivos

Desde el siglo XVI, los españoles se establecieron en el noroeste de la península de Yucatán, a menudo cerca de antiguos pueblos prehispánicos. La razón principal era el agua, que en esa zona se encuentra en cenotes, aguadas y chultunes. Al principio, las encomiendas y luego las haciendas combinaban la producción de maíz y ganado. Esta mezcla fue muy exitosa, especialmente entre 1800 y 1860. También crecieron otras haciendas que cultivaban productos para exportar, como la caña de azúcar, el algodón y el palo de tinte.

La forma de las haciendas yucatecas empezó a cambiar en la segunda mitad del siglo XIX. Esto se debió al impulso de antiguas familias que descendían de los primeros encomenderos y que tenían grandes propiedades desde la época colonial. Los herederos de estas familias y nuevos grupos con dinero que habían crecido en el comercio también participaron en este cambio.

Factores Clave para el Auge del Henequén

El declive de la ganadería y el cultivo de caña de azúcar, y el gran crecimiento del henequén, se debieron a cuatro eventos importantes:

  • La Guerra de Castas, que comenzó en 1847, afectó a la industria azucarera y liberó a sus trabajadores.
  • La invención de la máquina desfibradora por Manuel Cecilio Villamor hizo que la industria henequenera fuera mucho más productiva y eficiente.
  • La invención de la cosechadora de trigo McCormick en Estados Unidos en 1878. Esta máquina necesitaba cordel de henequén para atar las pacas de paja.
  • La gran demanda de la industria del transporte. Se necesitaba mover personas y mercancías por todo el mundo en barcos y coches, en cantidades nunca antes vistas. En los barcos, las velas se ataban con cuerdas, al igual que los caballos de las carrozas y otros vehículos que usaban animales.

La producción de las haciendas henequeneras fue comprada principalmente por empresas de cuerdas de Estados Unidos, como la de McCormick, la de Deering, la Glessner y la Jones.

Archivo:Sotuta de Peón, Yucatán (08)
Sotuta de Peón, Yucatán (08)

El Henequén como "Oro Verde"

Durante el periodo conocido como el porfiriato (1876-1911), el henequén era llamado "el oro verde" por sus increíbles ventas anuales. Fue una época de mucha riqueza: el cultivo, la industrialización y el comercio del henequén generaron tantas ganancias que otras actividades productivas en Yucatán, como la ganadería, casi se detuvieron. Yucatán vivió un gran progreso y esplendor. Había cerca de 1000 haciendas henequeneras. De ellas, 850 tenían sus propias máquinas para separar la fibra y empacarla. Estas haciendas estaban en manos de unas 400 familias. Las 20 o 30 familias más poderosas eran conocidas como la "casta divina", un apodo que ellas mismas adoptaron.

El auge del henequén trajo cambios importantes en la Península:

  • Se mantuvo la paz interna usando los métodos del gobierno de la época.
  • A partir de 1875, se creó un sistema de ferrocarriles local.
  • Las haciendas henequeneras crecieron y se llenaron de lujos y comodidades para sus dueños.
  • Se hicieron obras importantes en la ciudad de Mérida y otros pueblos, que cambiaron mucho.
  • Surgió una nueva clase social que, aunque pequeña, controlaba la riqueza y el poder.
  • Las diferencias sociales y económicas entre las personas de Yucatán se hicieron más grandes.

Los Hacendados y sus Propiedades

Los dueños de las casi mil haciendas henequeneras poseían miles de hectáreas, lo que trajo millones de dólares a México. Sus propiedades eran como pequeñas ciudades donde sus trabajadores casi nunca salían y donde incluso circulaba su propia moneda. Sus principales compradores y exportadores de la fibra eran Estados Unidos, Canadá, Francia e Inglaterra.

Hasta principios del siglo XX, Yucatán fue casi el único productor de henequén en el mundo. En los años veinte del siglo pasado, Brasil, Cuba, Haití y, sobre todo, Kenia y Tanganica también comenzaron a producirlo.

Las haciendas henequeneras de Yucatán solían tener edificios grandes y fuertes. Sus casas eran como pequeños palacios, con chimeneas altas de piedra, pasillos, grandes ventanas, salones, capillas pequeñas y coloridas, grandes terrenos y majestuosos portones. En sus salas de máquinas, las desfibradoras trabajaban sin parar.

Se calcula que hacia 1900 había 1,170 haciendas. De estas, unas 400 todavía existen, la mayoría en ruinas. En X-Kanchakán, una vieja desfibradora, adaptada para funcionar con un motor diésel, sigue procesando el henequén que se produce en su tierra. Otras haciendas se han convertido en residencias, casas de campo, salones de fiesta y hoteles. Por ejemplo, Katanchel es un hotel; Yaxcopoil es un museo; y Kankabchén volvió a dedicarse a la ganadería.

Archivo:Hacienda Yaxcopoil (3)
Hacienda Yaxcopoil (3)

Los Trabajadores de las Haciendas

¿Quiénes eran los Peones Acasillados?

Las haciendas henequeneras tenían muchos peones acasillados. En 1880, había 20,670, y para 1900, más de 80,000. Esta población representaba casi el 90% de los trabajadores en diferentes actividades y oficios en Yucatán.

En las haciendas, los trabajadores se dividían en dos grupos: jornaleros y asalariados o peones. Los dueños de las haciendas ganaban la lealtad de sus asalariados dándoles bienes materiales, que compraban en la tienda de raya. Los asalariados de mayor rango eran los mayordomos y capataces, que tenían mejores viviendas que los peones y sus familias, y los supervisaban en nombre del hacendado. Se les llamaba peones acasillados porque vivían en las "casillas" ubicadas en los terrenos de la hacienda, que eran casas pequeñas, separadas de otras o del edificio principal. El sistema de acasillado terminó durante la Revolución, con la caída del precio del henequén y las exigencias de la International Harvester Corporation. El 19 de marzo de 1915, el general constitucionalista Salvador Alvarado ordenó su liberación.

El Declive de la Industria Henequenera

Desafíos Económicos y Nuevas Tecnologías

A finales del siglo XIX, la mayoría de los hacendados estaban endeudados. La gran demanda de fibra los obligaba a invertir de inmediato y a comprar maquinaria nueva, usando sus propiedades como garantía. En 1890, estos hacendados formaron un sindicato para vender la fibra de henequén directamente y no depender de los bancos de Yucatán y Nueva York, pero no tuvieron éxito.

En 1900, la creación del motor de combustión interna Daimler-Mercedes marcó el principio del fin del henequén como la fibra dura más usada en el mundo. Las grandes cuerdas resistentes que se usaban en el transporte tenían los días contados. Pronto, ni barcos ni coches las necesitarían: el motor reemplazó al viento como fuente de energía, y las velas con sus grandes cuerdas cayeron en desuso. La industria automotriz seguiría usando "caballos de fuerza", pero para medir la potencia de sus motores. Para protegerse de la caída, los banqueros de Nueva York, liderados por J. P. Morgan, crearon la International Harvester Company. Esta empresa era un gran grupo que unió a las empresas de cuerdas de Estados Unidos, y en ella participaron algunos hacendados yucatecos, como Olegario Molina.

Archivo:Billete de 20 pesos de la Comisión Reguladora del Henequén en Yucatán (anverso)
Billete de 20 pesos de la Comisión Reguladora del Henequén en Yucatán (anverso)

La Bolsa de Valores de Wall Street sufrió una fuerte caída el 21 de octubre de 1907. Esta crisis afectó mucho a México, que exportaba materias primas, y el henequén representaba el 10% de esas exportaciones. Un grupo de hacendados henequeneros obtuvo 9 millones de pesos hipotecando sus haciendas a los bancos Yucateco y Mercantil de Yucatán para defenderse de la crisis. La situación se volvió grave porque el préstamo era la mitad del capital de ambos bancos. Ante la intervención del secretario de Hacienda, José Yves Limantour, los bancos se unieron para formar el "Banco Peninsular Mexicano". Yucatán sufrió más que el resto del país: a la crisis financiera mundial, se sumó una crisis local.

En un último intento por defenderse, los hacendados fundaron en 1912 la "Comisión Reguladora del Mercado del Henequén"; sin embargo, no funcionó. El precio de la libra de henequén había bajado de 9.48 dólares en 1900 a 8 centavos en 1902 y a 3 centavos en 1911, aunque luego se recuperó un poco.

El mundo después de la Primera Guerra Mundial, en 1918, ya no necesitaba tanto el henequén. Por eso, una profunda crisis económica se sumó a la revolución. En los años treinta, se fundó Henequeneros de Yucatán y después Cordemex, que existió hasta abril de 1992.

Arquitectura de las Haciendas Henequeneras

Archivo:Chochoh, Yucatán (06)
Chochoh, Yucatán (06)

Así como cambiaron de ser estancias ganaderas a henequeneras, las haciendas también evolucionaron en su apariencia y estilo. Pasaron de una arquitectura colonial sencilla a un estilo más elaborado, el "francés" o neoclásico. Este estilo tuvo un gran impacto en México durante el periodo del porfiriato y también se vio en Yucatán, tanto en Mérida como en el interior y en la arquitectura de las haciendas.

En las haciendas henequeneras yucatecas se pueden encontrar estilos arquitectónicos coloniales y otros más universales, como el renacentista, barroco, neoclásico e incluso medieval. Sin embargo, en todos los casos, se adaptaron con características regionales y propias. Así, el eclecticismo fue el estilo arquitectónico del auge henequenero. Este estilo combinaba ideas de diferentes épocas, usaba nuevos materiales (algunos prefabricados) y, sobre todo, mostraba la admiración de los dueños de las tierras por la cultura europea. Esto significa que mezclaban estilos del pasado, algunos de la historia medieval, el gótico, el mudéjar y otros.

Véase también

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Hacienda henequenera para Niños. Enciclopedia Kiddle.