Cordemex para niños
Cordemex fue una empresa mexicana que existió desde 1961 hasta 1991. Su misión principal era transformar y vender el henequén, también conocido como sisal, en el Estado de Yucatán, México. Durante sus treinta años de existencia, Cordemex se convirtió en la empresa más importante de la región. De ella dependían directamente más de 4,000 empleos y cerca de 250,000 empleos indirectos. Estos últimos eran los campesinos que cultivaban el agave, una planta que fue clave para la economía de Yucatán durante 150 años.
Contenido
La Industria del Henequén en Yucatán
El henequén, conocido como "oro verde" en Yucatán y como ki en maya, es una planta nativa de la Península de Yucatán. Esta planta, cuyo nombre técnico es Agave fourcroydes, fue el centro de la economía local por más de un siglo. Su cultivo masivo comenzó a mediados del siglo XIX y duró casi hasta finales del siglo XX.
El henequén se usa para crear una agroindustria. Primero, se obtiene una fibra de las hojas de la planta. Luego, esta fibra se transforma en diversos productos. Esto se hace mediante un proceso de hilado y después con técnicas textiles.
De la planta también se pueden obtener otras sustancias. Por ejemplo, se extraen ceras de las hojas que tienen usos industriales.
¿Cómo Nació la Industria del Henequén?
La industria del henequén en Yucatán comenzó alrededor de 1850. Esto fue casi al mismo tiempo que la guerra de castas, un conflicto importante en la región.
Una antigua leyenda maya cuenta que el henequén era una planta sagrada. Se dice que Zamná, un sacerdote maya, enseñó a su pueblo a usarla. Desde antes de la llegada de los europeos, los mayas cultivaban este agave en sus casas. Lo usaban para hacer cuerdas, sacos, hamacas y otras herramientas útiles.
Esta actividad económica fue muy importante para la historia de Yucatán. Se basó en aprovechar la planta para obtener una fibra muy resistente a gran escala. Con esta fibra se fabrican cuerdas y textiles que aún se usan hoy.
Un uso destacado de las cuerdas de henequén era para empacar paja y heno. Esto era vital para alimentar al ganado en invierno en países del norte. Los productos de agave cubrieron una gran necesidad en el mercado mundial. Por eso, la industria fue muy exitosa durante sus primeros 90 años (1850-1940).
A mediados del siglo XIX, varios factores ayudaron al inicio de esta gran industria:
- El cultivo masivo de una planta nativa de la región. Esto fue impulsado por el sistema de grandes haciendas.
- La gran cantidad de campesinos mayas disponibles para trabajar. Aunque estaban en un periodo de conflicto (la guerra de castas), también estaban bajo un control estricto.
- El desarrollo de maquinaria industrial, como el "tren de raspa". Esto facilitó la extracción de la fibra de las hojas del agave.
- La invención de maquinaria agrícola, como la engavilladora McCormick. Esta máquina permitió usar mucho las cuerdas de henequén.
El Henequén a Principios del Siglo XX
A principios del siglo XX, la industria del henequén era el motor de la economía de Yucatán. Generaba mucha riqueza para los dueños de las haciendas y los comerciantes. Sin embargo, también significaba condiciones de trabajo muy difíciles para miles de campesinos mayas. Algunos llegaron a describir esta actividad como una "industria de trabajo forzado".
En esos años, se producían más de 200,000 toneladas de fibra de henequén al año. La mayor parte se exportaba a América del Norte y Europa. Allí, las máquinas empacadoras usaban hilo de henequén, lo que lo convirtió en un producto agrícola esencial.
La industria aportaba tanto dinero a la región que, durante la Revolución Mexicana, el ejército de Venustiano Carranza necesitaba fondos. Por eso, nombró al General Salvador Alvarado para que administrara Yucatán. Alvarado fue Gobernador de 1915 a 1917. Su presencia fue clave para la industria del henequén. Él creó la Comisión Reguladora de Precios del Henequén y ayudó a mejorar las condiciones de los campesinos.
Con el tiempo, el henequén de Yucatán perdió su ventaja. Otros lugares como Florida, Cuba, Israel, Tanzania y Brasil comenzaron a cultivarlo. También se desarrollaron nuevas técnicas de producción. Esto hizo que la actividad económica en Yucatán empezara a disminuir.
Cambios Después de la Revolución
Otro cambio importante ocurrió en 1937. El General Lázaro Cárdenas del Río, entonces Presidente de México, expropió las haciendas henequeneras. Esto fue parte de su Reforma Agraria. Su objetivo era dar la propiedad de las tierras de cultivo a los campesinos que las trabajaban.
Aunque esta medida buscaba justicia social, también separó la agricultura de la industria. Esto hizo que la producción fuera menos eficiente y que la región perdiera competitividad frente a otros países productores.
Para resolver los problemas entre los campesinos (los nuevos dueños de las tierras) y quienes industrializaban y vendían el henequén, se creó una asociación. Se llamó Henequeneros de Yucatán y funcionó bajo el apoyo del gobierno. Sin embargo, los conflictos de intereses entre los antiguos dueños y los campesinos nunca se resolvieron del todo. En 1955, esta entidad se disolvió. El Banco de Crédito Ejidal, otra institución del gobierno, intentó ayudar a la industria con préstamos.
La Creación de Cordemex
Mientras los problemas internos de la industria en Yucatán seguían sin resolverse, llegaron nuevos avances tecnológicos. Las fibras sintéticas, hechas de derivados del petróleo, comenzaron a reemplazar a las fibras naturales después de la Segunda Guerra Mundial. Esto causó otra gran crisis para la industria del henequén en Yucatán, acelerando su declive.
En 1961, en medio de esta crisis, un grupo de empresarios creó Cordemex. Querían reorganizar la industria de las cuerdas. Poco después, el gobierno federal intervino. Compró la mayoría de las acciones de la empresa, considerándola de gran interés social y político. Así, en diciembre de 1961, Cordemex se convirtió en una empresa del estado.
El gobierno federal invirtió mucho dinero para modernizar la industria. Quería apoyar a los campesinos de Yucatán que dependían del henequén. En ese momento, casi toda la población de 62 municipios de Yucatán dependía de esta planta. Eran más de 150,000 campesinos mayas y sus familias, que tenían pocos recursos.
Durante sus primeras décadas, Cordemex construyó el complejo industrial más grande y moderno del mundo para el henequén. Tenía 24 fábricas: 20 para extraer la fibra y otras en Mérida para fabricar hilos, sacos, telas y tapetes. También había una planta para obtener sustancias químicas usadas en la industria farmacéutica, extraídas del jugo del henequén.
Los productos de Cordemex se vendieron en muchos países. Hubo un tiempo de crecimiento relativo en la región, ya que la empresa compraba casi toda la producción agrícola de henequén. Sin embargo, el objetivo principal de la empresa no se logró: que el valor de la producción se tradujera en una mejor economía para los trabajadores, especialmente los campesinos, quienes siguieron viviendo en condiciones difíciles.
Los trabajadores de la empresa sí vieron una mejora en su economía familiar. Esto fue gracias a la acción de los sindicatos. Este sector, que llegó a tener más de 4,000 obreros, se benefició de la organización industrial y del apoyo del gobierno mexicano.
En los años siguientes, los mercados internacionales del henequén siguieron debilitándose. Las fibras sintéticas, como el polipropileno, eran más baratas y reemplazaron al henequén en muchos usos. Al mismo tiempo, la industria del henequén en Yucatán perdió competitividad frente a otros países, como Brasil, que aumentaron su producción.
Cierre de la Empresa y Reorganización
La economía de Cordemex y el valor de sus productos no fueron suficientes para mantener a todas las personas que dependían de la industria. La situación se volvió más difícil porque el número de campesinos crecía, pero la actividad comercial disminuía. La empresa tuvo pérdidas constantes que se fueron acumulando.
Con el tiempo, la industria dependió cada vez más de los apoyos económicos del gobierno federal. Estos apoyos eran cada vez mayores. A principios de los años ochenta, la situación se volvió insostenible. Esto coincidió con otra crisis económica en México, causada por la caída de los precios del petróleo.
Aunque Cordemex logró reducir sus pérdidas al mínimo en 1983 y 1984, dejando de ser una carga para el gobierno, se decidió iniciar un programa de reorganización. Los objetivos principales eran ajustar el tamaño de la industria y diversificar la economía de Yucatán.
Este programa comenzó durante el gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado y del gobernador de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco. Terminó seis años después, bajo el gobierno de Dulce María Sauri Riancho. A finales de 1991, Cordemex se disolvió como empresa pública. Las actividades industriales se volvieron a privatizar y se eliminaron las estructuras que administraban los apoyos federales, las cuales habían sido señaladas por problemas de gestión.
Al mismo tiempo, el gobierno dejó de participar en la industria del henequén. En su lugar, se impulsaron otras actividades económicas con inversiones públicas. Esto buscaba diversificar la economía de la región y resolver sus problemas sociales. Las áreas más destacadas fueron el turismo, la infraestructura de carreteras, la industria manufacturera y otras ramas agrícolas como la ganadería y la producción de cítricos.
Durante su tiempo como empresa del estado, Cordemex tuvo varios directores, incluyendo a Miguel Olea Enríquez, Federico Rioseco Gutiérrez, Carlos Capetillo Campos, Rodolfo Menéndez Menéndez, Juan Duch Gary, Luis Felipe Riancho Seguí y Raúl Torre Rodríguez, quien se encargó de liquidar la empresa.
En 1975, Cordemex también apoyó la edición del Diccionario Maya Cordemex. Esta obra, que traduce del maya al español, es muy valiosa para quienes estudian la cultura maya.
El Henequén Hoy
Actualmente, la industria del henequén en Yucatán es mucho más pequeña y menos importante. El ki ya no domina el paisaje de la antigua zona henequenera. El número de campesinos que aún cultivan la planta es una pequeña parte de lo que fue. Ya no es común encontrar jóvenes dedicados a esta actividad. Incluso las personas mayores que la practican, lo hacen de forma parcial y suelen tener otras fuentes de ingresos.
Por lo tanto, la producción de fibra ha disminuido mucho (unas 23,000 toneladas en 2007). Las empresas privadas de cuerdas y textiles que aún existen en Yucatán deben importar fibra, principalmente de Brasil y América Central. De lo que fue un gran centro industrial, que por mucho tiempo fue el eje de la economía regional, solo queda una pequeña parte y una historia de cien años llena de significado social, político y económico.
Producción en toneladas de henequén y de otras fibras provenientes de agaves. Cifras 2004-2005 |
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199 322,00 | 54 % | 213 082,00 | 55 % | |
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26 636,00 | 7 % | 26 636,00 | 7 % | |
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25 000,00 | 7 % | 25 000,00 | 6 % | |
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23 500,00 | 6 % | 23 500,00 | 6 % | |
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21 498,00 | 6 % | 22 000,00 | 6 % | |
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17 000,00 | 5 % | 17 000,00 | 4 % | |
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16 000,00 | 4 % | 16 000,00 | 4 % | |
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11 700,00 | 3 % | 11 730,00 | 3 % | |
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5 500,00 | 1 % | 5 500,00 | 1 % | |
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4 350,00 | 1 % | 4 350,00 | 1 % | |
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4 000,00 | 1 % | 4 000,00 | 1 % | |
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3 239,00 | 1 % | 3 500,00 | 1 % | |
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4 963,00 | 1 % | 3 465,00 | 1 % | |
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2 500,00 | 1 % | 2 500,00 | 1 % | |
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2 200,00 | 1 % | 2 200,00 | 1 % | |
Otros | 5 000,00 | 1 % | 5 000,00 | 1 % | |
Total | 372 408,00 | 100 % | 385 463,00 | 100 % |
Galería de imágenes
Para Saber Más
- Abajo, en Categorías, los municipios de la zona henequenera de Yucatán.
- El sistema de transporte Decauville en la industria henequenera
- El artículo complementario sobre la Industria henequenera
- Cyrus McCormick
- CICY
- Zona henequenera de Yucatán