Eloísa para niños
Datos para niños Eloísa |
||
---|---|---|
![]() Primera representación de Eloísa,
junto a Abelardo, ilustración de una edición del siglo XIV del Roman de la Rose : comprender bien, le instruía bien sobre el buen amante y la buena amante, y por qué razones ella le ordena evitar casarse con ella »· |
||
Información personal | ||
Nombre en francés | Héloïse | |
Nacimiento | ¿1 de diciembre de 1092? ¿Montlhery? |
|
Fallecimiento | 16 de mayo de 1164 (~72 años) Quincey |
|
Sepultura | Cementerio del Père-Lachaise | |
Religión | Iglesia católica | |
Familia | ||
Madre | Hersende de Champagné | |
Cónyuge | Pedro Abelardo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora, filósofa y monja cristiana | |
Cargos ocupados | Abadesa | |
Orden religiosa | Monjas de la orden de San Benito | |
Eloísa (en francés, Héloïse), nacida alrededor de 1092 y fallecida en 1164, fue una importante pensadora y escritora de la Edad Media en Francia. Fue la esposa de Pedro Abelardo y la primera abadesa del Paraclet.
Eloísa es considerada una de las primeras mujeres intelectuales de Occidente cuyo nombre y escritos han llegado hasta nuestros días. Aunque no escribió novelas, sus cartas con Abelardo son muy importantes para la literatura francesa. Estas cartas muestran su gran inteligencia y sus ideas profundas.
La vida de Eloísa fue muy interesante y se convirtió en una leyenda sobre el afecto y el conocimiento. Su historia fue muy popular en su época.
Contenido
Biografía de Eloísa
La información sobre la vida de Eloísa y Abelardo se basa en manuscritos antiguos. Algunos de estos documentos ya no existen, y hay algunas diferencias con lo que el propio Abelardo contó. Por eso, no todos los detalles son completamente seguros.
¿Cómo fue la infancia de Eloísa? (1092-1112)


Eloísa fue hija de una unión poco común entre una noble y un importante oficial. Es probable que su padre fuera Gilbert de Garlande. Eloísa creció en un ambiente de estudio junto a monjas benedictinas en Argenteuil. Allí aprendió a leer y a escribir a los siete años.
Su madre, Hersenda, pudo haber sido una de las fundadoras de la Abadía de Fontevrault. Ella confió la educación de Eloísa a su hermano, Fulberto, quien trabajaba en un hospital en París.
El inicio de una historia (1113-1117)
El encuentro con el Maestro (1113)

Fulberto, el tío y tutor de Eloísa, acogió en su casa a Pedro Abelardo, un famoso profesor. Abelardo había decidido tomarse un año libre y luego empezó a enseñar en la abadía de Santa Genoveva de París.
Eloísa no solo era alta y de buena posición, sino que también era muy dedicada a sus estudios. Esto era algo poco común para una mujer de su tiempo. Su inteligencia y sus conocimientos de latín, griego y hebreo, así como de autores antiguos, la hicieron destacar en París.
Abelardo, conocido por su atractivo y por ser un brillante profesor de lógica, quiso ser el maestro particular de Eloísa. A sus treinta y cuatro años, Abelardo estaba en la cima de su fama. Ganaba mucho dinero de las familias ricas de sus estudiantes.
La relación de Eloísa (1113-1115)
Abelardo empezó a escribir canciones en latín sobre Eloísa. Estas canciones se hicieron muy populares y ayudaron a crear la leyenda de su relación. La gente cantaba el nombre de Eloísa por todas partes.
(...)Frequenti carmine tuam in ore omnium Heloisam ponebas. Me plateae omnes, me domus singulae resonabant
(...)Con tu estribillo exitoso, ponías el nombre de Eloísa en todas las bocas. De mí todas las plazas, de mí cada casa resonaban
.
Ideas sobre el afecto femenino (1114-1115)
Mientras París hablaba de Eloísa, Abelardo comenzó a enviarle cartas. Estas cartas eran una forma de enseñarle y de expresar sus sentimientos. Eloísa copiaba las respuestas de Abelardo, quizás pensando en que algún día se publicarían como las Cartas de los dos amantes.
En estas cartas, Eloísa exploraba sus sentimientos. Ella creía que el afecto sincero no era un error. Esta idea era muy avanzada para su tiempo. Ella pensaba que el matrimonio era una forma de interés material para la mujer. Por eso, prefería ser la "amiga" de Abelardo, buscando una conexión intelectual y libre.
Eloísa fue una de las primeras mujeres en expresar sus ideas sobre el afecto. Lo hizo basándose en su propia experiencia. Su forma de ver el afecto era muy innovadora.
El nacimiento de Astralabe (1116)
La relación entre Eloísa y Abelardo fue descubierta por Fulberto, el tío de Eloísa, a principios de 1116. Esto llevó a que los dos se separaran por un tiempo. Sin embargo, se reencontraron y Eloísa quedó embarazada.
Para proteger a Eloísa de las autoridades, Abelardo la ayudó a escapar. La llevó a Pallet, una zona fuera del control del Reino de Francia.
En otoño de 1116, Eloísa dio a luz a un hijo en casa de la hermana de Abelardo, Denyse. Le pusieron el nombre de Astralabe. El niño se quedó al cuidado de Denyse.
El matrimonio secreto (1117)
Abelardo regresó a París para pedir perdón a Fulberto. Prometió casarse con Eloísa, aunque ella no fue consultada. Eloísa, siendo aún muy joven, finalmente aceptó.
El matrimonio se realizó en secreto para no afectar la carrera de Abelardo, ya que los clérigos debían permanecer solteros. La ceremonia pudo haber tenido lugar en la capilla de San Cristóbal o en la Capilla de San Aignan.
Eloísa se oponía al matrimonio porque sentía que no era lo adecuado para ella y Abelardo. Ella creía que el matrimonio era una forma de interés material. Prefería mantener una conexión basada en el afecto y la igualdad, sin las ataduras sociales del matrimonio. Ella dijo que habría preferido ser su "amiga" para mostrar su devoción.
La vida religiosa en Sainte-Marie d'Argenteuil (1118-1128)

óleo sobre tela expuesto en el Museo del Hermitage,
pintado en 1780 por Angelica Kauffmann.
Al año siguiente, Eloísa decidió tomar los hábitos religiosos. Lo hizo para obedecer a Abelardo, quien también entró en otra orden. Ella le reprochó esta decisión, sintiendo que se sacrificaba por él.
|
Lamento de Cornélie recitado por Eloísa al subir al altar para recitar sus votos. |
Uno o dos años después, Abelardo se alejó de su orden y de Eloísa. Volvió a dedicarse a la enseñanza. Sus ideas sobre la fe, que combinaban la filosofía antigua con la teología cristiana, no eran bien vistas por todos. Esto llevó a conflictos con otros religiosos.
Abelardo fue acusado de causar problemas a la Iglesia por mezclar su vida religiosa con su matrimonio. Sus enemigos lo criticaban por usar sus ganancias para su esposa mientras era monje. Eloísa fue descrita de forma contradictoria, a veces como víctima y otras con términos despectivos.
Después de todos estos problemas, Eloísa se sintió traicionada por haber sido obligada a tomar los hábitos. A pesar de no tener una vocación inicial, después de diez años de vida monástica, fue elegida priora de su abadía.
La priora de la Sainte Trinité (1129-1144)
La fundación del Paraclet (1129-1131)

En 1129, Eloísa y sus hermanas fueron expulsadas de su monasterio. Encontraron refugio en la abadía de Notre-Dame de Yerres. Abelardo les ofreció fundar una abadía en el lugar donde él había construido una ermita en 1122. Este lugar estaba destinado a jóvenes que querían vivir cerca de la naturaleza y seguir las enseñanzas de Abelardo.
Sin embargo, Abelardo abandonó a Eloísa y a sus hermanas en 1127, huyendo a Rhuys por amenazas. Eloísa y la mitad de sus hermanas se instalaron en Argenteuil. Después de un año de mucha pobreza, recibieron los bienes que Abelardo había solicitado. A pesar de sentirse abandonada, la abadía del Paraclet se convirtió en un éxito que duró siglos.
Afecto y fe (1132-1135)
Abelardo, a los cincuenta y cuatro años, dejó la Abadía de Saint-Gildas de Rhuys en 1133. Las cartas que Abelardo y Eloísa intercambiaron desde 1132 son muy importantes para la literatura francesa. Las tres largas cartas de Eloísa muestran una gran sensibilidad.
|
Estado del espíritu de una Eloísa que no ha superado su afecto, descrito en algunos versos años más tarde por un Abelardo que se queja a su hijo Astralabe. |
Eloísa no negaba su afecto por Abelardo. A sus casi cuarenta años, seguía recordando los momentos vividos. Se sentía culpable por seguir sintiendo afecto.
Más allá de lo personal, estas cartas muestran una crítica a las tradiciones que se repetían sin entenderlas. Eloísa se esforzó por organizar la liturgia de su monasterio. Le pidió a Abelardo que compusiera un himno religioso de treinta piezas con letra y música. La abadía del Paraclet se convirtió en un centro importante de música sacra.
En 1135, Eloísa se convirtió en la segunda mujer en recibir el título de abadesa. Esto significaba que dirigía el convento femenino sin la protección de un abad. El priorato de Eloísa no se llamaría abadía hasta 1147.
Una regla monástica para mujeres (1136-1139)
En 1136, Eloísa tomó el control de la abadía del Paraclet. Abelardo volvió a enseñar. Abelardo se alegró al saber que su hijo Astralabe había terminado sus estudios.
Eloísa, mucho antes que Santa Clara, se preocupó por crear una regla monástica solo para mujeres. Esto era importante porque el papel de las mujeres religiosas estaba siendo cuestionado.
Su regla monástica se inspiró en otras órdenes, pero también usó ideas de textos hebreos, griegos y latinos. Era una regla moderada, que prohibía lo innecesario pero permitía lo esencial. También proponía un sistema social donde los monjes ayudaban a las hermanas, y ellas, a cambio, se encargaban de la ropa o la comida de los monjes.
La respuesta de Eloísa se conoce gracias a Institutiones nostrae, la regla monástica del Paraclet. El "silencio de Eloísa" después de su última carta a Abelardo sugiere que se dedicó por completo a la vida religiosa.
Las cartas de Abelardo y Eloísa se convirtieron en una obra muy difundida. Contaban la historia de personas que se arrepentían de sus errores y encontraban la fe.
La condena de Abelardo (1140-1142)

Crónica de Nurenberg - 1493.
Durante el Concilio de Sens, Abelardo evitó ser condenado a quemar su libro.
El 26 de mayo de 1140, las ideas de Abelardo sobre la gracia divina, el Espíritu Santo y el pecado fueron condenadas en el Concilio de Sens. Este conflicto no solo era religioso, sino que también involucraba a la alta sociedad. Bernard de Clairvaux, un acusador, se esforzó por condenar a Abelardo. Abelardo había escrito un texto, Sic et non, donde citaba contradicciones de la Biblia e invitaba a la gente a pensar por sí misma.
Bernard de Clairvaux, quien creía que la fe estaba en el corazón y la razón en el Diablo, logró que Abelardo fuera condenado antes de que terminaran las discusiones. La sentencia se basó en el respeto a la tradición.
Abelardo pidió a Eloísa que testificara públicamente sobre su buena fe. Él escribió una defensa y se la envió, pero fue en vano. El papa Inocencio III confirmó la segunda condena de Abelardo el 18 de julio de 1141.
Eloísa no fue directamente implicada, pero las ideas condenadas la afectaban. Ella era un ejemplo de una mujer que había cometido errores por afecto y había tenido un hijo.
Abelardo, enfermo, no pudo defenderse en persona. Se retiró a la Abadía de Cluny y murió en la primavera de 1142. Los monjes no avisaron a Eloísa de su muerte.
La tumba de Abelardo (1143-1144)
|
Oración fúnebre de Pedro Abelardo , cantata, probablemente polifónica, atribuida a una Eloísa· que únicamente aspira a la muerte. |
Eloísa contactó con el conde Thibaut IV de Blois, quien había ayudado a Abelardo. El conde habló con la casa de Cluny para nombrar un nuevo superior. Fue elegido Pedro el Venerable, quien admiraba a Eloísa.

En 1146, Pedro el Venerable contactó con Eloísa. Ella obtuvo el permiso para llevar el cuerpo de Abelardo. El cuerpo fue trasladado en secreto desde Saint-Marcel hasta el Paraclet. Fue enterrado el 10 de noviembre en la capilla de un pequeño monasterio, frente al altar, como Abelardo había deseado.
Pedro el Venerable le dio a Eloísa un manuscrito sellado que otorgaba a Abelardo el perdón completo. A cambio, Eloísa aceptó que el Paraclet se uniera a la orden de Cluny. Esta unión fue aceptada por Roma en 1198.
La abadesa del Paraclet (1145-1164)
La abadesa Eloísa adoptó la regla cisterciense. Este cambio ocurrió en un momento en que se intentaba limitar el papel de las mujeres en las instituciones académicas.
Eloísa fue una de las mujeres más sabias de su tiempo. En una época donde muchas mujeres solo aprendían a tocar un instrumento, ella destacó por su conocimiento y su habilidad para dirigir una comunidad religiosa. Era conocida por sus composiciones musicales y sus canciones. Príncipes y religiosos le pedían consejo.
En 1147, Eloísa obtuvo del papa Eugenio III una bula que le daba autoridad sobre cinco prioratos (monasterios más pequeños). Fundó una filial en La Pommeraie con la condesa Matilde de Carintia.
En 1158, recibió noticias de su hijo Astralabe. Veintiún años después de la muerte de Abelardo, el 16 de mayo de 1164, Eloísa falleció. Fue enterrada encima de Abelardo, como un último gesto de su devoción.
Ambos descansan en el cementerio del Père-Lachaise desde 1817.
Obras de Eloísa
|
Cuatro de los catorce versos de una queja anónima pero singular redactada en 1123 en el monasterio de Argenteuil·. |
Cartas de los dos amantes
- Un manuscrito de 1115 (desaparecido).
- Extractos en Ex epistolis duorum amantium, de J. de Vepria, 1472.
- Una copia de 1452 se encuentra en la Biblioteca municipal de Troyes.
- Extractos en Ex epistolis duorum amantium, de J. de Vepria, 1472.
Cuatro cartas a Abelardo

- Lettre II, escrita en Paraclet, 1133.
- Lettre IV, escrita en Paraclet, 1133.
- Lettre VI, escrita en Paraclet, 1133.
- Copia en el Códice 802, Biblioteca municipal, Troyes, alrededor de 1230.
- Traducción de Jean de Meung, La Vie et les epistres Pierres Abaelart et Heloys sa fame, alrededor de 1290 (manuscrito perdido, copia de 1390).
- Epistola Heloissae ad Petrum Abaelardum, una carta que acompaña a las preguntas de Eloísa, respondidas por Abelardo.
Cartas de agradecimiento a Pedro el Venerable
- Duque.
Reglas del Paraclet
- An., Institutiones nostrae, Paraclet, 1137~1220.
- Reescribido por Eloísa y sus compañeras.
- Copia del Códice 802, Biblioteca municipal, Troyes, alrededor de 1230.
Canto fúnebre de Abelardo
- An., Oración fúnebre de Pedro Abelardo, Paraclet, 1145~1155.
- Atribución hipotética, tradición oral.
Legado de Eloísa
Où est la très sage Hélois,
Pour qui fut chastré et puis moyne
Pierre Esbaillart à Sainct-Denys.
Pour son amour eut cest essoyne.
- Dónde está la muy sabia Eloísa
- Por quien fue monje
- Pedro Abelardo en San Denís
- Por su afecto tuvo su vergüenza
F. Villon, Ballade des dames du temps jadis, 1461.
Un mito a través del tiempo
- Jean de Meung fue el primero en traducir a Eloísa y en citar su historia con Abelardo en el Roman de la Rose (alrededor de 1280).
- En 1337, Petrarca adquirió una copia de la Correspondencia y la anotó.
- En 1583, la abadía del Paraclet fue restaurada por la abadesa María de La Rochefoucauld. Ella organizó un culto alrededor de Eloísa y Abelardo.
De la curiosidad a la popularidad

Je n'ai jamais vu un plus beau latin, sur tout celui de la Religieuse, ni plus d'amour & d'esprit qu'elle en a.
Nunca vi un latín más bello, sobre todo el de la Religiosa, ni más afecto ni espíritu del que ella tiene.Comentario del Conde de Bussy Rabutin en 1687.
- Después de la primera edición en latín en 1616, la historia de Eloísa se hizo más conocida.
- Alexander Pope se inspiró en una traducción para su poema Eloisa to Abelard en 1717.
- Jean-Jacques Rousseau se inspiró en Eloísa para su novela Julia, o la nueva Eloísa (1761).
- Charles-Pierre Colardeau tradujo libremente el poema de Pope, difundiendo la leyenda sentimental por Europa.

|
Apología de la unión libre Charles-Pierre Colardeau en 1766. |
(...) mon cœur ne vieillit point et je l'ai senti s'émouvoir au récit des malheurs d'Abélard et d'Héloïse (...).
(...) mi corazón no envejece en absoluto y lo he sentido emocionarse con el relato de las desventuras de Abelardo y Eloísa (...)Voltaire, a la edad de 79 años, a Cailleau en 1774.
La corriente romántica
|
Elegía firmada hacia 1812 por Antoine Pécot según el culto romántico que se le atribuía a la gruta de Eloísa. |
- A principios del romanticismo, en 1807, se construyó un monumento neogótico en honor a los amantes. Este monumento se trasladó en 1817 al cementerio del Este en París.
- En 1836, Victor Cousin ayudó a revivir los estudios sobre Eloísa y Abelardo.
- En 1839, François Guizot publicó un ensayo póstumo de su primera esposa, Pauline de Meulan, en la primera edición de las Lettres d'Abailard et d'Héloïse.
- En el mismo año, el colibrí de Eloísa recibió su nombre.
- El jardinero de rosas Jean-Pierre Vibert creó en 1845 La rose Héloïse.
- Durante el romanticismo, Lamartine publicó en 1859 un Héloïse et Abélard.
Novelas modernas
- H. J. Waddell, Peter Abelard: a novel, 1933.
- M. Meade, Stealing Heaven: The Love Story of Heloise and Abelard, 1979.
- Luise Rinser, Abaelards Liebe, 1991.
- Christiane Singer, Une Passion. Entre ciel et chair., 2000.
- Heresy, 2002, una de las novelas policiacas cuya heroína busca a Eloísa, Abelardo y Astralabe.
- Sh. Newman, Death Comes As Epiphany, 1993.
- Jean Teulé, Héloïse, ouille !, 2015.
- Dario Fo, Amour et Dérision, 2010.
En escena
- Cine
- Clive Donner, Stealing Heaven, 1988.
- Spike Jonze, Being John Malkovich, 1999.
- Televisión
- La historia de Eloísa y Abelardo se menciona en dos episodios de la serie de televisión Los Soprano (2004 y 2006).
- Musicales
- Abelard & Heloise, comedia musical, 1971.
- E. Garzilli, Rage of the Heart, poema musical, 1989.
- R. Fiddes, libreto de P. Kavanagh, Abelard and Heloise, drama musical, 1997.
- Ahmed Essyad, libreto de Bernard Noël, Héloïse et Abélard, ópera, 2000.
- Stephen Paulus, libreto de Frank Corsaro, Heloise and Abelard, ópera, 2002.
- T. Polum, libreto G. Cullen, Heloise and Abelard, comedia musical, 2003.
- Teatro
- Charles de Rémusat, Abélard, 1877.
- Ronald Millar, Abelard and Heloise, 1970.
- J.-P. Muller, La Coupe d'amour d'Héloïse et Abélard, 2001.
- Catherine Galinier, Une passion entre ciel et chair, 2004.
- Ch. Willemez, Entre ciel et chair, 2006.
- Howard Brenton, Extremis, 2006.

- Ballet
- Pascale Houbin y Dominique Boivin, Bonté divine, 2003.
- Canciones modernas
- Yvette Guilbert, Héloïse et Abélard.
- Third Ear Band, Abelard and Heloise, 1970.
- Claire Pelletier, Mon Abélard, mon Pierre, 1996.
- M.-A. Rétif, música de Jo Akepsimas, Héloïse et Abélard, 1983.
- Frank Black, Héloïse, 2002.
- Marc Chabot, música de Pierre Duchesne, Mon Abélard, mon Pierre, 2002.
- Seventh Angel, Abelard and Heloise, 2009.
Música moderna
- Jeffrey Lewis, Epitaph for Abelard and Heloïse, concierto, 2004.
Exposiciones
Asociación cultural Pierre Abélard, Pierre Abélard et Héloïse, Centre des congrès de Nantes, 2001.
Monumentos y esculturas
Héloïse, à ce nom, qui ne doit s'attendrir?
Comme elle sut aimer! Comme elle sut souffrir!
Eloísa, ¿quién no debería enternecerse al oír este nombre?
¡Cömo supo amar! ¡Cómo supo sufrir!
Dístico elegiaco de Antoine Pécot grabado por François-Frédéric Lemot en 1813 en la entrada de la Gruta de Eloísa.
- An., Capitel del pilar central de la Conciergerie, París, ca. 1310.
- Alexandre Lenoir, Tombeau d'Héloïse et Abélard, Cementerio del Père-Lachaise, 1807.
- François-Frédéric Lemot, Grotte d'Héloïse, en parque de la Garenne, Clisson, 1813.
- An., Tombeau d’Héloïse et d’Abélard, en bronce, ca. 1820-1840.
- An., Tímpano de una ventana, Quai aux Fleurs n.º 11, París, 1839.
- An., Motivos en hierro forjado en algunas puertas parisinas.
- Michel Levy, Statues d'Héloïse et Abélard, entrada de la mediateca « Astrolabe », Melun, 2004.
- B. & S. Hassan Courgeau, Bronzes d'Héloïse et Abélard, Le Pallet, 2011.
Pinturas e ilustraciones
- Angelica Kauffmann, Les Adieux d'Héloïse à Abélard, 1780.
- Jean-Antoine Laurent, Héloïse embrassant la vie monastique, 1812.
- Robert Lefèvre, Héloïse, 1819.
- Jean Vignaud, Les Amours d'Héloïse et d'Abélard, 1819.
- Jean-Baptiste Mallet, Héloïse à l’abbaye du Paraclet, ~1820.
- Jean Gigoux, dos grabados, Le Baiser y Héloïse avec son enfant, 1839.
- Raymond Quinsac Monvoisin, Eloisa en el sepulcro de Abelardo, 1842.
- Pedro Américo, O voto de Heloísa, 1880.
- Edmund Blair Leighton, Abelard and his Pupil Heloise, 1882.
- Daniel Vierge, Abelard lisant Ovide à Héloïse, grabado.
- Fernand Cormon, L’université de Paris : Héloïse et Abélard, 1911.
- P. Dauce, Placa conmemorativa del noveno centenario del nacimiento de Pedro Abelardo, 1979.
- An., Héloïse en medallón en un sello postal, 1979.



Reliquias
- Un diente y una falange del relicario de Alexandre Lenoir, Archivos nacionales de Francia, París, 2006.
- Fragmentos de hueso de Eloísa y Abelardo, extraídos de sus tumbas en la Abadía del Paraclet en Reliquaire de Vivant Denon, museo Bertrand, Châteauroux.
- Hueso de Eloísa o de Abelardo de su tumba, en Reliquaire d'Albert Lenoir, musée du vignoble nantais, Le Pallet.
- Restos de Eloísa y de Abelardo recogidos en la tumba en 1816 por monsieur Alexandre Lenoir, en Reliquaire Sand, musée du vignoble nantais, Le Pallet.
- Un diente en un anillo de 1779, desaparecido.
- El espejo metálico de Eloísa, conservado hasta 1792 en la Abadía del Paraclet, después extraviado.
Anécdota
- El matemático y teólogo Wilfrid Hodges hace referencia a Eloísa y Abelardo para explicar un método usado en informática.