Claustro para niños
Un claustro es un tipo de patio especial que se encuentra en edificios grandes como catedrales o iglesias de monasterios. Tiene cuatro lados, y en cada lado hay una galería cubierta con arcos que se apoyan en columnas.
El claustro se construye junto a una de las naves laterales de la iglesia. Cada una de estas galerías se llama panda. En estas pandas se organizan los diferentes espacios que necesitan los monjes o el personal de la catedral para su vida diaria. Es un lugar tranquilo, ideal para la reflexión. El patio central casi siempre tiene un jardín y, en el medio, una fuente o un pozo. La palabra "claustro" viene del latín claudere, que significa "cerrar".
Contenido
¿Cómo es un claustro?
Un claustro tiene forma cuadrada. Cada uno de sus cuatro lados se conoce a veces como benedicto. En el centro, suele haber un pozo al que llegan cuatro caminos, y el resto del espacio es un pequeño jardín.
En cada lado del claustro hay una galería o pasillo cubierto, también llamado panda, con arcos.
Espacios importantes en un claustro
- Panda este: Aquí casi siempre se encontraba una pequeña habitación que servía como sala de estudio o biblioteca. También estaba la sala capitular, un lugar muy importante y a menudo muy decorado. Era el sitio donde la comunidad se reunía para leer las reglas de su orden y donde el abad (el líder de los monjes) organizaba las tareas. También era donde se discutían las faltas de los monjes, y se decía "llamar a capítulo" cuando alguien debía ser reprendido.
- Panda sur: En este lado solía estar el calefactorio, un lugar cálido donde los monjes podían ir a descansar y entrar en calor. Al lado, se encontraba el refectorio, que era el comedor, y junto a él, la cocina.
- Panda oeste: Esta panda a menudo se llamaba "de legos" y tenía un pasillo también "de legos", además de la cilla (un almacén) y la bodega.
Las habitaciones de los monjes o un gran dormitorio común (dependiendo de la época y la orden religiosa) se encontraban en el piso de arriba.
Los capiteles (la parte superior de las columnas) de los claustros románicos están muy decorados y tallados, y a veces son verdaderas obras de arte.
Historia de los claustros

Desde la Edad Media, la palabra "claustro" se usaba para referirse a las habitaciones de los religiosos y las casas de los monjes y monjas que vivían juntos siguiendo ciertas reglas. En ese sentido, significaba un lugar "cerrado" o de "clausura".
No solo los conventos o monasterios tenían claustros, sino también otras habitaciones cercanas a las iglesias donde los clérigos vivían en comunidad con el obispo, compartiendo comedor y dormitorio. De aquí vienen palabras como "enclaustrar" (entrar a vivir en un monasterio) y "exclaustrar" (salir de un monasterio).
Durante mucho tiempo, los monjes solían leer en los claustros y también tenían discusiones académicas. Se les permitía conversar a ciertas horas bajo la supervisión del prior, a quien por esta razón se le llamaba "claustral".
Escritores antiguos describían el claustro como un lugar con cuatro áreas para diferentes actividades: estudio, lectura moral, y reuniones. También se decía que su forma cuadrada representaba la necesidad de estar aislado del ruido del mundo exterior, para vivir una vida dedicada a la fe.
Así, la palabra "claustro" ha significado tanto una "casa monástica" o "casa de orden religiosa" como un lugar de retiro y separación del mundo para quienes elegían la vida religiosa.
Galería de imágenes
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Claustro de la colegiata de Santillana del Mar (España), de estilo románico.
Véase también
- Clausura monástica
- Claustro románico en Cataluña
- Refectorio
- Sala capitular