Digestión para niños
La digestión es un proceso increíble que ocurre en nuestro cuerpo. Es como una fábrica que transforma los alimentos que comemos en partes muy pequeñas, llamadas nutrientes. Estos nutrientes son tan diminutos que pueden pasar a nuestras células y darnos la energía y los materiales que necesitamos para crecer, jugar y mantenernos sanos.
Nuestro aparato digestivo es el encargado de esta importante tarea. Los seres vivos que, como nosotros, obtenemos energía de fuentes externas (no la fabricamos como las plantas), dependemos de este sistema para conseguir todo lo que necesitamos. Los alimentos nos ayudan a construir y reparar nuestros tejidos y a obtener la energía para todas nuestras actividades.
En cada paso de este proceso, los alimentos se van descomponiendo en partes más pequeñas. Luego, nuestro cuerpo usa esas partes para construir nuevas moléculas y tejidos más complejos.
Contenido
- ¿Cómo funciona la digestión?
- La digestión en diferentes seres vivos
- La digestión en el cuerpo humano
- Partes clave del aparato digestivo
- Digestión de los carbohidratos
- Digestión de las grasas
- Regulación de la digestión
- Hidrólisis digestiva
- Requisitos nutricionales
- El papel del pH en la digestión
- Véase también
¿Cómo funciona la digestión?
La digestión es un proceso que ocurre en diferentes niveles: en todo el cuerpo, en las células y dentro de las células. Todo esto sucede en el aparato digestivo, que es como un largo tubo que va en una sola dirección. También cuenta con órganos que lo ayudan, como el hígado, la vesícula biliar y el páncreas, que producen sustancias químicas para la digestión.
La digestión se divide en dos tipos de acciones:
- Digestión mecánica: Es cuando los alimentos se rompen en pedazos más pequeños, por ejemplo, al masticar o por los movimientos del estómago y los intestinos.
- Digestión química: Es cuando los alimentos se descomponen aún más con la ayuda de sustancias especiales llamadas enzimas.
En los seres humanos, la digestión es un proceso con varias etapas que comienza incluso antes de que comamos, al pensar en la comida o verla.
Las seis etapas de la digestión
La digestión se divide en seis pasos principales:
- Ingestión: Es cuando el alimento y los líquidos entran a nuestro aparato digestivo, es decir, cuando comemos y bebemos.
- Secreción: Es la liberación de jugos digestivos (como la saliva o los jugos del estómago) que ayudan a descomponer los alimentos. ¡Producimos unos 7 litros al día!
- Digestión mecánica: Es el proceso de desmenuzar los alimentos. Esto lo hacen los dientes al masticar y los movimientos de los músculos del estómago y los intestinos. También incluye el mezclado y propulsión, que son las contracciones y relajaciones de los músculos que mueven los alimentos a lo largo del tubo digestivo (llamado peristaltismo).
- Digestión química: Es la descomposición de los alimentos en moléculas más simples gracias a las enzimas que se encuentran en la boca, el estómago y los intestinos. Así, las moléculas grandes se convierten en nutrientes pequeños que pueden ser absorbidos.
- Absorción: Es el paso de los nutrientes (esas moléculas simples) desde el aparato digestivo hacia las células de nuestro cuerpo, a través de pequeños vasos sanguíneos y linfáticos.
- Defecación: Es la eliminación de los restos de alimentos que no se digirieron ni se absorbieron, en forma de heces.
La digestión en diferentes seres vivos
Las personas y los animales mamíferos tenemos un sistema digestivo completo que transforma los alimentos en moléculas pequeñas para que nuestras células puedan usarlas.
Pero no solo los animales digieren. Algunas plantas carnívoras atrapan insectos y los digieren químicamente. Los hongos también descomponen la materia orgánica de forma muy eficiente.
La digestión en los vertebrados
En los animales con columna vertebral, como nosotros, la digestión comienza cuando el alimento entra por la boca y continúa en el aparato digestivo. Aquí ocurren dos tipos de fenómenos:
Acciones mecánicas en la digestión
- Masticación: La realizan los dientes. Es muy importante, sobre todo para las verduras y frutas crudas, ya que ayuda a romper sus paredes celulares.
- Deglución: Es el acto de tragar. Comienza de forma voluntaria y luego se vuelve automática, llevando el alimento desde la boca hasta el esófago.
- Motilidad intestinal: Son los movimientos de los músculos del intestino que empujan los alimentos digeridos (llamados quimo) para facilitar su digestión y absorción.
Acciones químicas en la digestión
Estas acciones transforman las moléculas complejas de los alimentos en moléculas más sencillas que el intestino puede absorber fácilmente. Por ejemplo:
- Los carbohidratos se convierten en monosacáridos como la glucosa.
- Las grasas se rompen en ácidos grasos y glicerina.
- Las proteínas se transforman en aminoácidos.
Las reacciones químicas más importantes en la digestión son las de hidrólisis, que usan agua para romper enlaces, y son ayudadas por las enzimas de los jugos digestivos.
La digestión en el cuerpo humano
La digestión en los humanos es un proceso fascinante que se divide en fases y sigue un recorrido específico.
Fases de la digestión humana
La digestión se activa en diferentes momentos:
- Fase cefálica: Ocurre antes de que la comida llegue al estómago. La vista, el olor o incluso el pensamiento de la comida estimulan nuestro cerebro, preparando el cuerpo para comer y digerir. Esto hace que se liberen sustancias que inician la producción de jugos gástricos.
- Fase gástrica: Se activa cuando la comida llega al estómago. La distensión del estómago y su acidez estimulan la liberación de más jugos gástricos, como el ácido clorhídrico y la pepsina, que ayudan a descomponer las proteínas.
- Fase intestinal: Comienza cuando los alimentos parcialmente digeridos (quimo) pasan al duodeno (la primera parte del intestino delgado). Esta fase puede ser excitatoria o inhibitoria, controlando el paso de la comida y la producción de jugos digestivos.
El recorrido de la comida en el cuerpo
El proceso digestivo sigue estos pasos:
- La digestión empieza en la boca. Aquí, los alimentos se mastican y se mezclan con la saliva. La saliva contiene enzimas que inician la digestión química, formando una bola de alimento llamada bolo alimenticio.
- El bolo alimenticio se traga y pasa por el esófago hasta el estómago. En el estómago, se mezcla con ácido clorhídrico y otras sustancias que descomponen las proteínas. El bolo se convierte en una pasta llamada quimo.
- A medida que el quimo avanza por el tubo digestivo, los cambios de acidez (pH) activan o desactivan diferentes enzimas que siguen descomponiendo los alimentos.
- En el intestino delgado, el quimo se mezcla con la bilis (del hígado) que ayuda a digerir las grasas, y con el jugo pancreático (del páncreas) que contiene enzimas para digerir grasas, proteínas y carbohidratos. La mayoría de los nutrientes se absorben aquí. Esta mezcla se llama ahora quilo.
- El final de la digestión ocurre en el intestino grueso, donde se absorbe el agua restante. Los desechos no digeridos se acumulan y luego son expulsados del cuerpo como heces.
Partes clave del aparato digestivo
La boca
En la boca, los alimentos son masticados. Las glándulas salivales producen mucha saliva (entre 1 y 1.5 litros al día), que se mezcla con la comida. La saliva tiene dos tipos: una acuosa que humedece la comida, y otra más espesa que contiene enzimas como la amilasa salival (que empieza a digerir el almidón) y la lisozima (que ayuda a combatir bacterias). La saliva también lubrica y ayuda a formar el bolo alimenticio.
Cuando tragamos, la comida masticada pasa al esófago a través de la faringe. Este proceso es coordinado por nuestro cerebro.
El esófago
El esófago es un tubo muscular delgado, de unos 25 centímetros de largo. Va desde la faringe hasta el estómago. Tiene dos capas de músculos que se contraen lentamente para empujar la comida. Al principio del esófago, hay una pequeña tapa llamada epiglotis que se cierra al tragar para evitar que la comida entre en la tráquea (el tubo por donde respiramos).
El estómago
La comida llega al estómago después de pasar por el esófago. En el estómago, la comida se mezcla muy bien con el ácido gástrico y las enzimas digestivas, como la pepsina, que descomponen las proteínas. El ácido no descompone directamente los alimentos, pero crea el ambiente perfecto para que la pepsina funcione. El estómago también absorbe algunas moléculas pequeñas.
El intestino delgado
Después de ser procesados en el estómago, los alimentos pasan al intestino delgado a través de una válvula llamada esfínter pilórico. Aquí ocurre la mayor parte de la digestión y absorción. El quimo se mezcla con tres líquidos importantes:
- Bilis: Producida por el hígado, ayuda a que las grasas se mezclen con el agua para poder ser absorbidas. También neutraliza la acidez del quimo.
- Jugo pancreático: Producido por el páncreas, contiene enzimas que digieren carbohidratos, grasas, proteínas y ácidos nucleicos. También tiene bicarbonato de sodio que neutraliza el ácido del quimo, protegiendo el intestino.
- Enzimas intestinales: Producidas por la mucosa del intestino delgado, incluyen enzimas como la maltasa, lactasa y sacarasa, que procesan los azúcares.
La absorción de la mayoría de los nutrientes se realiza en el intestino delgado. Su pared tiene pequeñas estructuras en forma de dedos llamadas vellosidades, que a su vez están cubiertas por estructuras aún más pequeñas llamadas microvellosidades. Estas aumentan mucho la superficie para absorber nutrientes. La sangre que ha absorbido los nutrientes va al hígado para ser filtrada y procesada.
El intestino delgado y el resto del tubo digestivo realizan movimientos llamados peristalsis para transportar los alimentos y mezclarlos con los jugos digestivos.
El intestino grueso
Después de pasar por el intestino delgado, la comida entra en el intestino grueso. Mide aproximadamente 1.5 metros de largo y tiene varias partes: el ciego, el colon y el recto. Su función principal es absorber el agua de los restos de alimentos y almacenar las heces hasta que puedan ser expulsadas. También absorbe sales y algunas vitaminas que producen bacterias que viven en su interior.
Los movimientos del colon son suaves y lentos, pero cumplen dos funciones: mezclar las materias fecales para que el agua se absorba, y propulsarlas hacia el recto para su eliminación. Los materiales que no se absorben, como la fibra, forman las heces.
Digestión de los carbohidratos
Los carbohidratos (como los almidones y azúcares) se encuentran en muchos alimentos como cereales, verduras y frutas. Están formados por moléculas de glucosa y fructosa.
Cuando digerimos los carbohidratos, el resultado final es una estructura de azúcar simple, un monosacárido. Estos monosacáridos pueden ser absorbidos por la sangre y usados por las células para producir energía.
El proceso digestivo de los carbohidratos comienza en la boca con la amilasa de la saliva. En el estómago, la acidez detiene la actividad de esta enzima. Pero al llegar al intestino delgado, el ambiente se vuelve alcalino. El páncreas secreta bicarbonato para neutralizar el ácido del estómago, y la amilasa pancreática, junto con otras enzimas intestinales, completa la descomposición de los carbohidratos en monosacáridos.
Estos monosacáridos se absorben en los capilares alrededor de las vellosidades intestinales y son transportados al hígado. El hígado y el páncreas, con la ayuda de hormonas como la insulina y el glucagón, controlan los niveles de azúcar en la sangre.
Digestión de las grasas
La digestión de las grasas comienza en la boca con una enzima llamada lipasa lingual, y continúa en el intestino delgado. Cuando hay grasa en el intestino delgado, se liberan hormonas que estimulan al páncreas para que libere lipasa y a la vesícula biliar para que libere bilis.
La lipasa descompone la grasa en monoglicéridos y ácidos grasos. La bilis ayuda a que las grasas se mezclen con el agua para que puedan ser absorbidas. Los ácidos grasos pequeños se absorben directamente en la sangre. Los ácidos grasos más grandes se reensamblan y se cubren con colesterol y proteínas, formando unas partículas llamadas quilomicrones. Estos quilomicrones entran en los capilares linfáticos y son transportados por el sistema linfático hasta el torrente sanguíneo, donde pueden llevar las grasas a donde se necesiten en el cuerpo.
Regulación de la digestión
El aparato digestivo tiene sus propios sistemas de control.
Reguladores hormonales
Las principales hormonas que controlan la digestión se producen en las células del estómago y el intestino delgado. Estas hormonas viajan por la sangre y estimulan la producción de jugos digestivos y el movimiento de los órganos.
Algunas hormonas importantes son:
- La gastrina: Hace que el estómago produzca ácido clorhídrico y es importante para el crecimiento de la mucosa digestiva.
- La secretina: Hace que el páncreas secrete un jugo digestivo rico en bicarbonato y estimula al hígado a producir bilis.
- La colecistoquinina: Hace que el páncreas produzca enzimas digestivas y que la vesícula biliar se vacíe.
- El Péptido inhibidor gástrico (GIP): Disminuye el movimiento del estómago y ayuda a la secreción de insulina.
Reguladores nerviosos
Dos tipos de nervios ayudan a controlar la digestión:
- Los nervios extrínsecos: Vienen del cerebro o la médula espinal. La acetilcolina hace que los músculos digestivos se contraigan más fuerte y que el estómago y el páncreas produzcan más jugos. La adrenalina relaja los músculos y disminuye el flujo de sangre.
- Los nervios intrínsecos: Forman una red en las paredes del esófago, estómago e intestinos. Se activan cuando los órganos se estiran por la presencia de alimentos. Liberan muchas sustancias que aceleran o retrasan el movimiento de los alimentos y la producción de jugos digestivos.
Hidrólisis digestiva
Para que un animal pueda usar los alimentos, debe digerirlos. La digestión es un proceso químico complejo donde las enzimas rompen las moléculas grandes en otras más simples, lo suficientemente pequeñas para pasar a las células.
Todos los procesos de digestión implican hidrólisis: se usa agua para romper los enlaces de las moléculas. La energía liberada durante este proceso en el tubo digestivo se convierte en calor. La mayor parte de la energía de los alimentos se libera después, dentro de las células.
El material digerido pasa del tubo digestivo a la sangre o la linfa mediante la absorción. Luego, la asimilación ocurre cuando esos nutrientes pasan de la sangre a los tejidos del cuerpo.
Requisitos nutricionales
Los nutrientes son sustancias que nos dan energía y materiales para crecer, reparar tejidos y formar nuevos. Las necesidades nutricionales varían según la especie, la edad, el tamaño, la actividad y otros factores.
Para estar bien nutridos, los animales deben obtener:
- Suficiente energía para todas las funciones del cuerpo.
- Suficiente proteína para mantener los tejidos.
- Suficiente agua y minerales.
- Las vitaminas esenciales que el cuerpo no puede fabricar.
La digestión es la forma en que los alimentos se reducen a moléculas pequeñas que pueden ser usadas por las células. Esto lo hacen las enzimas digestivas. La digestión puede ocurrir fuera o dentro de las células.
El papel del pH en la digestión
El pH (una medida de acidez o alcalinidad) es muy importante en el aparato digestivo.
- En la boca, faringe y esófago, el pH es ligeramente ácido (entre 6 y 8). La saliva lo controla. La amilasa salival, que digiere carbohidratos, funciona bien en este pH.
- En el estómago, el pH es muy ácido (por debajo de 5). Esta acidez detiene la digestión de carbohidratos, pero ayuda a descomponer las proteínas y a eliminar patógenos (microorganismos que pueden causar enfermedades).
- En el intestino delgado, el ambiente se vuelve alcalino. El hígado secreta bilis y el páncreas secreta bicarbonato para neutralizar la acidez del estómago. El tejido del intestino delgado es alcalino (pH de aproximadamente 8.5), lo que permite que las enzimas digestivas funcionen y que los nutrientes se absorban correctamente.
Véase también
En inglés: Digestion Facts for Kids