COVID-19 para niños
Datos para niños COVID-19 |
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![]() Síntomas
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Especialidad | Infectología | |
Complicaciones | Neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, insuficiencia renal aguda, COVID-19 persistente | |
Causas | SARS-CoV-2 | |
Diagnóstico | RT-PCR cuantitativa, inmunoensayo, tomografía axial computarizada | |
Prevención |
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Frecuencia | 701,413,950 a nivel mundial | |
Tasa de letalidad | 1.02% de media, IFR de 0.04% a 28.3% e incluso 37.6% dependiendo de la edad (6,966,045 a nivel mundial) | |
Sinónimos | ||
Enfermedad del coronavirus Neumonía por coronavirus |
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La enfermedad por coronavirus de 2019, conocida como COVID-19 o covid, es una enfermedad infecciosa causada por un virus llamado SARS-CoV-2. Hasta 2024, se registraron más de 6.8 millones de fallecidos en todo el mundo. También, hasta 2023, se habían puesto más de 13.3 mil millones de vacunas.
Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos, disnea (dificultad para respirar), mialgia (dolor muscular) y fatiga. En casos más graves, puede causar neumonía y problemas respiratorios serios. La OMS estimó que en 2020, la enfermedad era mortal en el 0.5% al 1% de los casos. Existen tratamientos antivirales aprobados para casos leves a moderados con factores de riesgo.
El virus SARS-CoV-2 se transmite a través de pequeñas gotas que salen al hablar, estornudar o toser. Estas gotas pueden ser inhaladas por otra persona o quedarse en superficies. Si alguien toca una superficie contaminada y luego se toca la boca, nariz u ojos, puede contagiarse. También se puede transmitir por aerosoles (partículas muy pequeñas en el aire).
Los síntomas suelen aparecer entre 2 y 14 días después de la exposición al virus, con un promedio de 5 días. El contagio se puede prevenir lavándose las manos a menudo, cubriéndose la boca al toser o estornudar, y evitando el contacto cercano con otras personas. El uso de mascarillas también ayuda a prevenir la propagación.
Contenido
- ¿Qué significa el nombre COVID-19?
- ¿Cómo se descubrió y se extendió la COVID-19?
- ¿Cómo se transmite el virus?
- ¿Qué causa la COVID-19?
- ¿Cómo afecta el virus al cuerpo?
- ¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
- ¿Qué complicaciones puede causar la COVID-19?
- ¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
- ¿Cómo funciona la inmunidad?
- ¿Cómo se diagnostica la COVID-19?
- ¿Cómo se previene la COVID-19?
- ¿Cómo se trata la COVID-19?
- Galería de imágenes
- Véase también
¿Qué significa el nombre COVID-19?

El 12 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió la información genética del nuevo virus. Lo llamó temporalmente 2019-nCoV. El 11 de febrero de 2020, la OMS le dio el nombre oficial de COVID-19.
Este nombre es un acrónimo de "coronavirus disease 2019", que significa "enfermedad por coronavirus 2019" en español. Se eligió un nombre que no incluyera lugares, animales o personas para evitar que se culpara o estigmatizara a algún grupo.
En español, se puede decir "la COVID-19" (femenino) porque la "D" viene de "disease" (enfermedad). Sin embargo, también se usa "el COVID-19" (masculino) por la influencia de otras enfermedades virales como "el dengue" o "el SARS".
¿Cómo se descubrió y se extendió la COVID-19?
El inicio en Wuhan

En diciembre de 2019, se detectaron casos de una neumonía desconocida en Wuhan, China. El 29 de diciembre, un hospital de Wuhan atendió a cuatro personas con neumonía que trabajaban en un mercado de la ciudad.
El 31 de diciembre, las autoridades de Wuhan informaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre 27 casos de neumonía. La mayoría de ellos eran trabajadores del mercado. El 1 de enero de 2020, el mercado fue cerrado.
El 7 de enero de 2020, científicos chinos lograron aislar el virus y conocer su información genética. Esta información se compartió con la OMS el 12 de enero, lo que permitió a otros países desarrollar pruebas para detectarlo.
La expansión global
Después del brote inicial en Wuhan, el virus se extendió rápidamente. El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la situación como una emergencia sanitaria de preocupación internacional. Esto se hizo para ayudar a los países con menos recursos a prepararse.
El 11 de marzo, la enfermedad ya estaba en más de 100 países y la OMS la declaró una pandemia. Esto significa que la enfermedad se había extendido por todo el mundo. Para evitar que el virus se propagara, los gobiernos impusieron medidas como restricciones de viaje, cuarentenas y cierres de lugares públicos.
La pandemia tuvo un gran impacto en la sociedad y la economía. Hubo desinformación y algunas personas sufrieron xenofobia o racismo.
Efectos en la sociedad
Las cuarentenas y el aislamiento social tuvieron efectos en la salud mental de las personas. Se observó que afectó más a las mujeres, debido a factores como el aumento de las tareas del hogar y el cuidado de la familia. También se vio que muchas mujeres trabajan en sectores muy afectados por la pandemia.
El aislamiento también impidió que algunas personas continuaran con sus tratamientos médicos, lo que agravó sus problemas de salud.
¿Cómo se transmite el virus?
De persona a persona
El virus SARS-CoV-2 se transmite principalmente cuando una persona infectada tose, estornuda, respira o habla, liberando pequeñas gotas o aerosoles al aire. Estas pueden ser inhaladas por otras personas. También puede transmitirse si las manos tocan superficies contaminadas y luego se tocan la boca, nariz u ojos.
Los niños pueden ser un factor importante en la rápida propagación de la enfermedad. Las personas vacunadas aún pueden transmitir el virus, aunque es menos probable. Por eso, es importante seguir las medidas de prevención.
¿Cuánto tiempo vive el virus en las superficies?
El virus puede vivir en diferentes superficies por un tiempo:
- Papel y pañuelos: 3 horas
- Cobre: 4 horas
- Cartón: 24 horas
- Madera y tela: 2 días
- Acero inoxidable: 2-3 días
- Plástico: 3 días
- Cristal y billetes: 4 días
- Parte exterior de una mascarilla: 7 días
Por esta razón, es importante desinfectar las superficies, especialmente en lugares como hospitales.
Transmisión de madre a bebé
Se han realizado estudios para ver si el virus puede pasar de una madre embarazada a su bebé. Hasta ahora, no hay pruebas de que el virus esté en el líquido amniótico, la sangre del cordón umbilical o la leche materna. Sin embargo, se han encontrado anticuerpos en bebés nacidos de madres con el virus, lo que sugiere que podría haber alguna forma de transmisión.
La lactancia materna no se desaconseja si la madre está infectada, siempre que se tomen medidas de higiene como lavarse las manos y usar mascarilla.
Ritmo de contagio (R0)
El número reproductivo R0 indica cuántas personas puede contagiar una persona infectada. Cuanto mayor es este número, más rápido se propaga la enfermedad. Para la COVID-19, se estimó un R0 entre 1.5 y 4.
Paciente cero y paciente uno
El "paciente cero" o "caso índice" es la primera persona que se identifica con la enfermedad en un brote. El "paciente uno" o "caso primario" es la primera persona que realmente inició el brote, aunque no siempre sea la primera en ser identificada.
¿Qué causa la COVID-19?
El virus que causa la COVID-19 se llama SARS-CoV-2. Es un tipo de coronavirus. Se cree que se originó en animales (probablemente murciélagos) y luego pasó a los humanos. Su información genética está en una sola cadena de ARN.
¿Cómo afecta el virus al cuerpo?
El virus SARS-CoV-2 tiene cuatro proteínas principales. Una de ellas, la proteína S, es clave para que el virus entre en nuestras células. El virus usa una "puerta" en nuestras células llamada ACE-2 para entrar.
Una vez dentro, el virus usa la maquinaria de la célula para hacer muchas copias de sí mismo. Luego, estas nuevas partículas virales salen de la célula para infectar otras. El virus ataca principalmente los pulmones, pero también puede afectar el corazón, los riñones y el tracto gastrointestinal.
En algunos casos graves, el cuerpo puede tener una respuesta exagerada del sistema inmune llamada "tormenta de citoquinas". Esto es cuando el cuerpo libera demasiadas proteínas inflamatorias, lo que puede causar daño a los órganos.
El tiempo desde que una persona se infecta hasta que muestra síntomas (período de incubación) suele ser de 4 a 7 días, pero puede variar de 2 a 14 días.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Las personas infectadas pueden no tener ningún síntoma (ser asintomáticas) o presentar síntomas leves a muy graves. Los más comunes son fiebre, tos seca y dificultad para respirar. Otros síntomas menos frecuentes incluyen diarrea, estornudos o dolor de garganta.
Aunque las personas mayores son más vulnerables, los jóvenes también pueden tener complicaciones. Algunos pacientes han reportado pérdida del olfato y del gusto. También se han observado cambios en la piel, como rojeces en los dedos de los pies, especialmente en niños y adolescentes.
Síntoma presente: | Porcentaje |
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Fiebre | 87,9 |
Tos seca | 67,7 |
Fatiga | 38,1 |
Producción de esputo | 33,4 |
Disnea (dificultad respiratoria) | 18,6 |
Dolor muscular o dolor en las articulaciones | 14,8 |
Dolor de garganta | 13,9 |
Dolor de cabeza | 13,6 |
Escalofríos | 11,4 |
Náuseas o vómitos | 5,0 |
Congestión nasal | 4,8 |
Diarrea | 3,7 |
Hemoptisis | 0,9 |
Congestión conjuntival | 0,8 |
Hipoxia silenciosa | ? |
(Datos de China hasta el 20 de febrero de 2020, basados en 55,924 casos confirmados).
¿Qué complicaciones puede causar la COVID-19?
Las complicaciones incluyen problemas respiratorios graves (como el síndrome de dificultad respiratoria aguda), daño al corazón e infecciones adicionales. En un estudio inicial, el 32% de los pacientes graves necesitaron cuidados intensivos y el 15% falleció.
Se ha observado que los hombres pueden tener consecuencias más graves que las mujeres, debido a diferencias biológicas. Las complicaciones más comunes son neumonía y fallo multiorgánico.
La "tormenta de citoquinas" (una respuesta inmune exagerada) se asocia con la gravedad de la enfermedad. Además, la COVID-19 puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre. Muchos pacientes que estuvieron en cuidados intensivos pueden tener secuelas físicas y psicológicas.
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
De los primeros casos graves en Wuhan, el 32% necesitó cuidados intensivos y el 15% falleció. Muchas de las personas que fallecieron tenían otras enfermedades como hipertensión arterial o diabetes, que debilitaban su sistema inmune.
La mayoría de los casos (80.9%) fueron leves. La tasa de mortalidad varía, pero en general, es más alta en personas mayores y en aquellas con enfermedades previas.
Diferencias por edad y otras enfermedades
En Italia, la edad promedio de los fallecidos por COVID-19 fue de 79 años. Solo el 2% de ellos estaban sanos antes de la infección. En China, la mortalidad también aumentaba con la edad y era más alta en hombres.
Un estudio en niños menores de 18 años en China mostró que la mayoría tuvo síntomas leves (alrededor del 50%) o moderados (39%). Cerca del 4% no tuvo síntomas. Sin embargo, casi el 6% desarrolló una enfermedad muy grave, y un niño de 14 años falleció. Más del 60% de los niños graves tenían 5 años o menos.
Aunque el riesgo de enfermedad grave es mayor en personas mayores, la genética puede influir en la gravedad en personas menores de 60 años.
Efecto en la sociedad y la economía
La pandemia afectó más a las mujeres en el ámbito laboral y social. Las tareas del hogar aumentaron y recayeron principalmente en ellas. Además, muchas mujeres trabajan en sectores muy afectados por la crisis, lo que llevó a más pérdidas de empleo y un aumento de la brecha salarial.
La comunidad LGTBI también sufrió un aumento de la vulnerabilidad. Muchos perdieron sus trabajos y los espacios seguros para socializar se cerraron. El aislamiento causó que algunas personas LGTBI tuvieran que vivir en ambientes hostiles, lo que afectó su salud mental.
¿Cómo funciona la inmunidad?

Cuando nos infectamos con el virus SARS-CoV-2, nuestro sistema inmune produce anticuerpos y células especiales para combatirlo. La presencia de anticuerpos en la sangre indica que hay inmunidad, pero su nivel puede disminuir con el tiempo.
Estudios han mostrado que la mayoría de las personas infectadas quedan protegidas por al menos cinco meses, con una probabilidad mucho menor de reinfectarse. La protección natural contra los síntomas de COVID-19 se estima en un 94%, similar a la de las vacunas. Sin embargo, es posible volver a contagiarse y transmitir el virus, por lo que se recomienda seguir las medidas de prevención.
Un estudio en Israel sugirió que la inmunidad natural podría ser más fuerte y duradera que la obtenida por vacunación.
¿Cómo se diagnostica la COVID-19?
Las pruebas para diagnosticar la COVID-19 buscan el virus o los anticuerpos que el cuerpo produce contra él. Los tipos principales son:
- Pruebas moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR). Esta es la prueba más precisa para detectar el virus. Busca el material genético del virus y puede tardar varias horas.
- La prueba de antígenos (conocida como prueba rápida) detecta proteínas del virus. Es más rápida y económica que la PCR.
- Las pruebas de serología buscan los anticuerpos que el cuerpo produce después de la infección. Son útiles para saber si alguien estuvo infectado en el pasado, pero no para saber si tiene el virus en ese momento.
Diagnóstico por imágenes
Las imágenes del tórax, como las radiografías o las tomografías, pueden ayudar a diagnosticar la COVID-19 y a identificar problemas en los pulmones.
¿Cómo se previene la COVID-19?
Controlar el brote
Una parte importante para controlar un brote es reducir el número de casos al mismo tiempo. Esto se conoce como "achatar la curva". Ayuda a que los hospitales no se saturen y da más tiempo para desarrollar vacunas y tratamientos. El distanciamiento social y el aislamiento de las personas infectadas pueden ayudar a contener la epidemia.
Medidas de prevención
La OMS y otras organizaciones han recomendado medidas para reducir la transmisión del virus:
- Lavarse las manos a menudo con agua y jabón.
- Cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o un pañuelo al toser o estornudar.
- Mantener al menos un metro de distancia de otras personas, especialmente si tosen o tienen fiebre.
- Usar mascarillas faciales.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- Ir al médico si se tiene fiebre, tos o dificultad para respirar, llamando antes si se ha estado en zonas con el virus.
- Quedarse en casa si se empieza a sentir mal, incluso con síntomas leves.
Para reducir las posibilidades de infectarse, se recomienda evitar el contacto cercano con personas enfermas y practicar una buena higiene respiratoria.
Si alguien está infectado, debe quedarse en casa, usar mascarilla, cubrirse al toser y lavarse las manos regularmente. También debe evitar compartir objetos personales.
Lavado de manos
Los CDC recomiendan:
- Lavarse las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer y después de toser o estornudar.
- Si no hay agua y jabón, usar un desinfectante de manos con al menos 60% de alcohol.
El virus puede vivir en superficies como metal, vidrio o plástico por varios días. Desinfectantes como el cloro o el alcohol al 75% pueden eliminarlo.
Higiene respiratoria y mascarillas

Se recomienda cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o un pañuelo al toser o estornudar. Luego, lavarse las manos.
Los gobiernos han recomendado el uso de mascarillas para reducir los contagios. Las mascarillas limitan la distancia a la que viajan las gotas respiratorias. Sin embargo, algunos estudios sugieren que las mascarillas pueden no ajustarse bien a la cara de las mujeres, dejándolas más expuestas.
La OMS aconseja usar las mascarillas correctamente: cubriendo boca y nariz, sin tocar la parte delantera, y cambiándolas si se humedecen. Las mascarillas con válvula de exhalación no se recomiendan para controlar la pandemia, ya que expulsan el aire sin filtrar.
Autoaislamiento
Las personas que sospechan tener COVID-19 deben quedarse en casa, excepto para ir al médico. Deben evitar el transporte público y separarse de otras personas en casa. También deben limpiar las superficies que se tocan a menudo.
La OMS también recomienda evitar el contacto con animales en zonas de virus y comer carne o huevos bien cocinados.
Distanciamiento social
El distanciamiento social busca reducir la propagación de la enfermedad minimizando el contacto cercano entre personas. Esto incluye cuarentenas, restricciones de viaje y cierre de lugares públicos. La OMS recomienda mantener al menos 1 metro de distancia entre personas.
Las personas mayores y con enfermedades crónicas tienen mayor riesgo, por lo que se les aconseja evitar las multitudes y quedarse en casa.
Dieta y estilo de vida saludables
Una dieta saludable, actividad física, manejo del estrés y dormir lo suficiente son importantes para la salud general. Algunos estudios sugieren que la obesidad es un factor de riesgo para desarrollar COVID-19 grave.
Vacunas
Las vacunas contra la COVID-19 buscan prevenir la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. Aunque las vacunas son muy efectivas para prevenir casos graves y hospitalizaciones, las personas vacunadas aún pueden transmitir el virus. La eficacia de las vacunas puede disminuir con el tiempo debido a las mutaciones del virus, por lo que se han desarrollado dosis de refuerzo.
En 2020, muchas empresas y centros de investigación trabajaron para crear vacunas. Para febrero de 2021, diez vacunas ya estaban autorizadas. Las vacunas se clasifican según cómo introducen el material del virus en el cuerpo: pueden usar una versión inactiva del virus, otro virus modificado o solo ARN mensajero.
Algunas vacunas en uso son:
- Vacunas de ARN mensajero: como las de Pfizer-BioNTech y Moderna.
- Vacunas de coronavirus inactivado: como las de Sinopharm y Sinovac Biotech.
- Vacunas de otros vectores virales: como Sputnik V y Oxford-AstraZeneca.
- Vacunas de subunidades o de antígenos: como EpiVacCorona y Abdala.
No es posible comparar directamente estas vacunas entre sí porque las características de los respectivos estudios son distintas, pero, en general, todas las vacunas incluidas en la lista OMS de uso en emergencias son muy eficaces para prevenir los cuadros clínicos graves y la hospitalización por COVID‑19.
Las vacunas necesitan diferentes temperaturas para conservarse. Las de ARN mensajero requieren temperaturas muy bajas, lo que complica su distribución. Al principio, los países compitieron por conseguir vacunas, dando prioridad a personas de riesgo como los ancianos y trabajadores de la salud.
Para enero de 2022, se habían administrado más de 9 mil millones de dosis de vacunas en todo el mundo. Algunos gobiernos hicieron obligatoria la vacunación o impusieron restricciones a quienes no estaban vacunados, lo que generó protestas.
En marzo de 2023, la Organización Mundial de la Salud aconseja dar dosis de refuerzo a personas de riesgo (ancianos, inmunodeprimidos). Para los menores de 17 años sanos, la OMS sugiere que los países reconsideren la necesidad de vacunarlos, ya que el beneficio sanitario para ellos es menor.
Después de vacunarse
Aunque estés vacunado, aún puedes transmitir la enfermedad, pero las posibilidades son mucho menores. Las vacunas no son 100% efectivas en todas las personas.
Por eso, se recomienda seguir usando medidas preventivas como lavarse las manos, usar mascarilla y mantener la distancia social. Estas precauciones deben seguirse hasta que las autoridades de salud declaren que la pandemia ha terminado.
Si estás embarazada o amamantando, es importante hablar con tu médico sobre la vacunación. La vacuna no afecta la fertilidad.
¿Cómo se trata la COVID-19?
Se están desarrollando y aprobando varios tratamientos para la COVID-19:
- La fluvoxamina, un antidepresivo común.
- Antivirales como el remdesivir, molnupiravir y PF-07321332.
- La transfusión de plasma sanguíneo de personas que ya se recuperaron de la enfermedad.
Otros tratamientos que se pensaron que eran prometedores al principio, como la hidroxicloroquina, resultaron no ser efectivos o incluso perjudiciales.
Tratamientos en desarrollo
La investigación para encontrar tratamientos efectivos comenzó en enero de 2020. Se han probado medicamentos como el Remdesivir y el interferón beta.
También se están estudiando moléculas que podrían ayudar a detener la "tormenta de citoquinas", una respuesta inflamatoria exagerada del cuerpo.
Antivirales
Se han investigado varios medicamentos antivirales. Algunos, como el Remdesivir, mostraron efectos prometedores en el laboratorio. Otros, como la cloroquina, también se probaron.
En Tailandia, se afirmó haber tratado a un paciente con éxito usando una combinación de medicamentos. China también comenzó a probar el Favipiravir, un medicamento para la gripe.
Sin embargo, algunos tratamientos, como la combinación de lopinavir/ritonavir, no mostraron beneficios en estudios clínicos.
Contra la tormenta de citoquinas
El tocilizumab es un medicamento que se ha usado para tratar la "tormenta de citoquinas" en pacientes graves. Este medicamento ayuda a controlar la respuesta inflamatoria del cuerpo. Se ha incluido en las guías de tratamiento en China e Italia.
Trasplante de pulmón
En casos muy graves de daño pulmonar que no mejoran con otros tratamientos, el trasplante pulmonar ha sido una opción para algunos pacientes.
Terapia de anticuerpos
Se ha investigado el uso de plasma sanguíneo de personas que se recuperaron de la COVID-19. Este plasma contiene anticuerpos que pueden ayudar a los pacientes enfermos. Esta terapia fue autorizada en Estados Unidos como tratamiento de emergencia.
También se están desarrollando "anticuerpos monoclonales", que son anticuerpos creados en laboratorio para combatir el virus.
Galería de imágenes
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Respuesta inmune frente al SARS-CoV-2
Véase también
En inglés: COVID-19 Facts for Kids