Xenofobia para niños
La xenofobia es cuando una persona o un grupo siente rechazo o miedo hacia las personas extranjeras o inmigrantes. Este sentimiento puede manifestarse de muchas maneras, desde simplemente no querer relacionarse con ellos hasta realizar acciones que causan daño. A menudo, la xenofobia está relacionada con un sentimiento muy fuerte de nacionalismo (amar demasiado el propio país) o con el racismo, que es la discriminación basada en el origen o la etnia de una persona.
Es importante saber que la xenofobia no solo es algo que no está bien éticamente, sino que en muchos lugares también es un delito. Muchos países tienen leyes que castigan las acciones racistas y xenófobas. Por ejemplo, en 2008, la Comunidad Europea aprobó una ley para combatir el racismo y la xenofobia, pidiendo a sus países miembros que adaptaran sus propias leyes para incluir estas medidas.
Lo contrario de la xenofobia es la filoxenia, que significa amistad o aprecio por los extranjeros.
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¿De dónde viene la xenofobia?

Se cree que el origen de la xenofobia podría estar en los primeros grupos humanos. Cuando las personas vivían en grupos pequeños, era común que hubiera enfrentamientos entre ellos. El miedo o la desconfianza hacia los que venían de fuera podría haber sido una forma de proteger al propio grupo.
Con el tiempo, las sociedades crecieron y las personas empezaron a viajar más y a compartir conocimientos. Así, el extranjero también podía ser visto como alguien que traía nuevas ideas y aprendizajes. Entonces, en nosotros pueden coexistir estas dos ideas: la de desconfianza y la de curiosidad. Es importante que usemos nuestra razón para controlar el miedo a lo diferente.
En la antigua Grecia, por ejemplo, ya se podían ver señales de xenofobia. Algunos pensadores, como Platón, valoraban mucho su propia ciudad (la "polis") y su cultura, a veces menospreciando las demás. A lo largo de la historia, diferentes civilizaciones y culturas han mostrado xenofobia unas hacia otras. Esto se vio en el rechazo a los judíos, la discriminación contra los pueblos originarios de América, el rechazo a los gitanos y la discriminación en la época colonial en África.
El siglo XX fue un periodo muy difícil, especialmente en su primera mitad, cuando millones de personas fueron perseguidas y dañadas por motivos de xenofobia y racismo. Aunque se pensó que esto había terminado, los movimientos que promueven el rechazo a los extranjeros han seguido existiendo. A menudo, reaparecen con más fuerza en momentos de crisis, cuando es más fácil que la gente sienta miedo o desconfianza hacia los demás. Hoy en día, la comunidad internacional está muy preocupada por estos grupos.
¿Cómo se ve la xenofobia hoy en día?
La xenofobia es un prejuicio que puede estar muy arraigado en las personas y en la sociedad. Se dirige tanto a individuos como a grupos enteros. Puede manifestarse de formas leves, como la indiferencia o la falta de empatía hacia los extranjeros, o de formas más graves, como acciones que causan daño físico.
Algunos prejuicios xenófobos comunes incluyen la idea de que la cultura occidental es superior, el miedo a perder la propia identidad cultural, o la creencia de que los inmigrantes son la causa del desempleo o la delincuencia. En la mente de una persona xenófoba, el extranjero se convierte en una amenaza.
Actualmente, el discurso xenófobo se enfoca mucho en la inmigración. Quienes lo promueven afirman que su cultura es superior y exigen que los inmigrantes abandonen sus propias costumbres y adopten las de la sociedad que los recibe, considerándolas inferiores. Sin embargo, el derecho de los inmigrantes a mantener sus diferencias culturales es importante y debe convivir con las leyes y la cultura del lugar al que llegan.
Para que los inmigrantes puedan mantener sus diferencias culturales, las sociedades que los reciben deben aceptar la idea de que diferentes comunidades pueden vivir juntas. Así, la inmigración no se verá como un peligro para la identidad cultural, sino como una oportunidad para enriquecerla.
Además de ser moralmente incorrecta, la xenofobia es un delito en muchos países. La Comunidad Europea, en 2008, aprobó una ley que permite condenar con hasta tres años de cárcel las conductas xenófobas y racistas. Los países miembros tuvieron que adaptar sus leyes para considerar como delito:
- Incitar públicamente a la violencia o al odio contra un grupo de personas por su origen, color, religión o etnia.
- Realizar estas acciones difundiendo escritos, imágenes u otros materiales.
- Defender públicamente, negar o minimizar de forma grave crímenes como el genocidio o los crímenes contra la humanidad, cuando se dirigen contra un grupo de personas por su origen, color, religión o etnia.
A pesar de estas actitudes negativas, también existen muchas experiencias positivas de apertura, acercamiento y solidaridad que construyen la interculturalidad, donde diferentes culturas se encuentran y aprenden unas de otras.
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Véase también
En inglés: Xenophobia Facts for Kids