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Castillo de Huelma para niños

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Datos para niños
Castillo de Huelma
Huelma PM 091233 E.jpg
Vista general
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad AndalucíaBandera de Andalucía.svg Andalucía
Provincia JaénBandera de la provincia de Jaén.svg Jaén
Localidad Huelma
Datos generales
Categoría Monumento
Código RI-51-0007914
Declaración 29 de junio de 1985
Archivo:Huelma PM 091235 E
El castillo, sobre el promontorio

El Castillo de Huelma es una fortaleza histórica ubicada en las afueras de la localidad de Huelma, en la Provincia de Jaén (España). Este castillo, tal como lo vemos hoy, tiene un estilo renacentista. Se cree que fue construido en la primera mitad del siglo XVI por el señor de la villa, el duque de Alburquerque.

Tiene una forma cuadrada, midiendo aproximadamente 13,95 metros de largo por 11,40 metros de ancho. Cuenta con cuatro torres redondas, una en cada esquina, conectadas por muros. La entrada principal es un arco a nivel del suelo. Las dos torres más grandes del lado sur tienen aberturas especiales para cañones, distribuidas en al menos dos niveles. Una de las esquinas del castillo se apoya directamente en una gran roca, que sirve como una defensa natural muy fuerte.

Descubre el Castillo de Huelma

El Castillo de Huelma fue construido sobre los restos de una antigua fortaleza musulmana, que fue demolida para dar paso a la nueva edificación. En el cerro donde se asienta el castillo actual, se han encontrado muchos vestigios de una antigua población musulmana. Los documentos del siglo XVI la llamaban "la villa", y quedó deshabitada a mediados de ese siglo.

Restos de la Antigua Villa

Todavía se pueden ver algunos tramos de murallas y dos torres de la antigua villa. Estas estructuras están a media ladera y fueron construidas con piedras bien colocadas en filas. También hay un pequeño trozo de muro que aprovecha una roca natural y otros restos de muros que fueron dañados al construir la carretera que conecta Huelma con Montejícar. Aunque los restos no son suficientes, nos dan una idea del tamaño original de la villa.

Más arriba, cerca del castillo actual, hay otros muros que probablemente pertenecieron a la fortaleza musulmana principal. Estos muros tienen una forma poligonal y son diferentes del castillo del siglo XVI en su orientación y construcción. Aunque también están hechos de piedra, el tipo de piedra y el mortero (la mezcla que une las piedras) son distintos.

El Gran Aljibe del Castillo

Dentro del castillo, se conserva un gran aljibe (un depósito de agua subterráneo). Está construido sobre la roca y ocupa casi todo el espacio interior del castillo. Sus paredes son muy gruesas, entre 1,20 y 1,50 metros, y están hechas de un hormigón muy resistente. Las medidas interiores son de 8,30 metros de largo por 3,25 metros de ancho, y su profundidad es de unos 1,65 metros.

El aljibe original muestra señales de haber sido reparado varias veces. Una grieta en sus paredes fue arreglada con ladrillos, posiblemente debido a un terremoto. Más tarde, fue renovado por completo por dentro con ladrillo, reduciendo un poco sus dimensiones. También fue impermeabilizado con una capa especial. Cuando se construyó el castillo cristiano, la parte superior del aljibe fue quitada y su superficie nivelada. A lo largo de una de sus paredes, se hicieron huecos para vigas, que probablemente sostenían el suelo de un piso superior del castillo, justo encima de la entrada principal.

Aparte de este aljibe y algunas escaleras y plataformas para salvar los desniveles, no hay otras construcciones importantes dentro del castillo.

Historia del Castillo de Huelma

Archivo:Huelma PM 091234 E
Vista general del castillo de Huelma.

Según el diseño de sus aberturas para artillería, el experto Edward Cooper cree que el castillo fue construido en la primera mitad del siglo XVI. Sin embargo, su fuerte carácter militar y la falta de elementos de vivienda sugieren que pudo ser construido antes. Quizás durante las últimas batallas del reinado de Enrique IV de Castilla o antes de la conquista del reino nazarí. Es posible que las aberturas para cañones se añadieran más tarde. Este castillo es una de las pocas fortalezas construidas en esa época en la región del Alto Guadalquivir. Esto se debe a que ya existían muchas fortalezas, pues esta zona fue una frontera durante dos siglos.

En el área entre el castillo y los muros más bajos, hay muchos restos de construcciones, especialmente tejas. También se pueden ver algunos suelos en los cortes del terreno.

Hallazgos Arqueológicos

Se ha encontrado cerámica nazarí y cristiana, principalmente del siglo XVI, aunque en menor cantidad.

La Importancia Estratégica del Castillo

Para entender la importancia del Castillo de Huelma en el valle del Jandulilla, podemos ver los registros de los castellanos cuando llegaron a estas tierras en el siglo XIII. La primera presencia cristiana permanente fue en 1227, cuando D. Sancho Martínez conquistó Jódar. A mediados de siglo, los cristianos ya controlaban varios castillos y pueblos sin fortificar. Documentos de la década de 1240-1250 mencionan la conquista de "castella" (castillos) como Chincóyar y Neblir, y pueblos asociados como Solera, Polera, Gris, Alló y Ogáyar.

Además, en un documento de Fernando III de Castilla de 1243, se mencionan los castillos de Bélmez, Huelma y Cabra. Estos datos nos muestran que en esa época había dos tipos principales de asentamientos: los "castella" (fortificaciones) y los "logares" (pueblos). La arqueología confirma esto: solo se han encontrado fortificaciones y pueblos. El "castellum" se relaciona con el hisn musulmán, que era un "castillo rural" usado como refugio temporal o con una pequeña población permanente.

Archivo:HUELMA
El castillo de Huelma y la población homónima.

Así, en el siglo XIII, la sierra tenía una serie de castillos con pueblos sin fortificar a su alrededor. Estos castillos comenzaron a aparecer después de la creación o reorganización de los asentamientos rurales en la época califal. Esto coincide con la aparición de nombres de lugares más claramente árabes en la zona, entre los siglos siglo XI y siglo XIII. Por ejemplo, Huelma viene de "Walda(t) al-ma", que significa "nacimiento de agua". Es posible que Huelma fuera un asentamiento bereber que replicó el nombre de su lugar de origen. Esto podría indicar la existencia de asentamientos bereberes después de la caída del califato, cuando esta región estuvo bajo dominio bereber.

Aún quedan preguntas por resolver, como la relación entre estos castillos rurales y sus pueblos con los centros de poder de al-Ándalus. Los cristianos encontraron esta aparente autonomía de la montaña cuando llegaron en el siglo XIII. La conquista de las ciudades del valle fue independiente de la de las zonas montañosas. Esto se debe a la falta de fuertes lazos entre ellas. Las ciudades musulmanas se convirtieron en concejos con sus propios territorios, mientras que las tierras alejadas de las ciudades fueron entregadas a diferentes señores, dando origen a futuros señoríos.

Cambios en los Asentamientos en la Baja Edad Media

El modelo de asentamiento andalusí, que existía desde el siglo XI, entró en crisis en el siglo XIII debido a la llegada de los castellanos. La conquista trajo violencia y destrucción, acabando con muchas comunidades rurales. Los ataques a castillos y pueblos, los saqueos, los incendios de cosechas y las migraciones forzadas son parte de los relatos de la conquista castellana.

A finales del siglo XIII, el control efectivo de los castellanos se limitó al valle del Guadalquivir, abandonando muchas posiciones avanzadas. Los herederos de Sancho Martínez de Jódar solo controlaban el castillo de Jódar y el valle de Bedmar. Por su parte, los nazaríes también estaban en crisis, y su reino se redujo a las zonas del sur y las costas. Las montañas subbéticas quedaron en una situación intermedia, sin un control efectivo por parte de castellanos o nazaríes.

A principios del siglo XIV, los cristianos abandonaron las conquistas en la sierra y se centraron en el valle. Esto permitió a los nazaríes recuperar la iniciativa en la sierra. Fue entonces cuando los asentamientos existentes comenzaron a transformarse profundamente.

De la Baja Edad Media (siglos siglo XIV y siglo XV) datan los castillos más importantes de la zona: los de Bélmez, Solera y Huelma. También se construyeron varias torres cilíndricas similares, como la Torre del Sol, la Torre del Lucero y la Torre de la Atalaya. Además, existieron otras torres, hoy desaparecidas pero documentadas, al sur y sureste del Castillo de Huelma, como la de Fajarrey y la de Gallarín.

En estos lugares se ha encontrado cerámica nazarí y cristiana, lo que muestra los conflictos militares y políticos de la frontera entre castellanos y nazaríes. También hay construcciones tanto cristianas como nazaríes. Sin embargo, la mayor parte de las fortificaciones parecen haber sido iniciativa nazarí, ya que hasta el siglo XV esta zona fue la frontera norte del reino de Granada. Es notable el gran aljibe del Castillo de Huelma, construido con un hormigón muy duro y con una capacidad de 44,5 metros cúbicos. Su técnica de construcción es similar a la de otros aljibes de la Alhambra, lo que sugiere que fue construido en la primera mitad del siglo XIV.

Evolución del Modelo de Castillo

Una característica común de estos castillos es la presencia de un doble recinto amurallado, algo que no se veía en las fortalezas anteriores. Estos recintos eran muy grandes, haciendo que el área fortificada fuera mayor que la de un simple castillo, especialmente en los de Huelma y Bélmez.

Los restos actuales sugieren que estos lugares eran más que simples castillos. Los cronistas del siglo XV a menudo se referían a ellos como "villas", lo que indica que eran más que una fortaleza. A principios del siglo XIV, esta diferencia no era tan clara. Por ejemplo, cuando el infante don Pedro conquistó Bélmez en 1316, la crónica solo menciona la toma de un "castillo". Sin embargo, un siglo después, en 1438, cuando se conquistó Huelma, la crónica del Halconero dice: "A 21 dias de abril tomó Yñigo Lopez de Mendoça, por fuerça de armas, a Huelma, vna villa de moros... E el castillo de Huelma se detubo ciertos dias despues que la villa fue tomada, e al fin fue entrado".

Esto muestra una diferencia importante: en 1438 se habla claramente de la "villa" (el recinto civil fortificado) y del "castillo" (una pequeña fortaleza dentro de la villa). Primero se conquistaba la villa y luego el castillo. Esto significa que entre estas dos fechas, el castillo rural, que antes era el centro de los asentamientos, había cambiado. Ahora, el castillo no era solo un refugio ocasional, sino el elemento principal de la población, tanto política como físicamente.

El Castillo durante la Conquista Castellana

El cambio en el modelo de asentamiento es claro: de pueblos dispersos alrededor de una fortaleza, se pasó a asentamientos concentrados alrededor de fortificaciones mucho más complejas. El caso de Huelma es un buen ejemplo: una fortaleza en el lugar más alto, a la que las crónicas castellanas llaman "castillo", y otra zona cercana con casas, que era la "villa". Un vecino de Huelma, Día Sánchez de la Trinidad, declaró en 1566 que en la villa había "muros de la villa e castillo e fortaleça e torres en ella e casas y edifiçios de casas caydas muy antiguas".

La importancia estratégica y militar de Huelma y su castillo se debía a su ubicación. Estaba al sur de Sierra Mágina, en una posición central entre Bélmez, Solera, Cambil y Montejícar. Controlaba los caminos hacia Granada desde el Jandulilla y el que bordeaba la Sierra de Lucena hasta Montejícar, desde donde se llegaba a Iznalloz, Píñar y la Vega de Granada. Por lo tanto, su castillo debía ser el centro de defensa de esta zona, con una fuerte guarnición lista para defender otros castillos o atacar territorio cristiano.

Después de tres intentos fallidos (en 1431, 1435 y 1436), los castellanos lograron conquistar Huelma en 1438. Esto ocurrió cuando Íñigo López de Mendoza, señor de la Vega y futuro marqués de Santillana, se hizo cargo de la capitanía general de la frontera de Jaén. El marqués se quedó con el castillo y la villa, aunque no como señorío, sino como alcaide (gobernador) en nombre de la corona.

Años después, la plaza pasó a ser propiedad de la familia Cueva. D. Beltrán de la Cueva se casó con Dª María de Mendoza, hija del Marqués de Santillana. Su suegro le regaló la villa de Huelma. Poco después, en 1464, D. Beltrán obtuvo de Enrique IV que la tenencia de esta villa pasara a su padre, D. Diego Fernández de la Cueva, con el título de vizconde. Así, D. Diego pasó de ser regidor de Úbeda a vizconde de Huelma y señor de Solera. A su muerte en 1472, dejó a su hijo Juan las villas de Solera, Huelma y Torreperogil, que formarían un señorío que heredarían los primogénitos de la familia.

A esta familia se deben las grandes modificaciones en el castillo y la villa que lo rodeaba. La antigua villa desapareció, ya que la población musulmana fue expulsada tras la toma por asalto. Una vez que se repobló con población cristiana, el nuevo pueblo se desarrolló a partir del siglo XVI en una zona más baja, donde hoy se encuentra la actual Huelma. En cuanto al castillo, fue reconstruido casi por completo para una nueva función. Se convirtió en un importante castillo señorial, desde donde, a lo largo del tercer cuarto del siglo XV, los partidarios de Enrique IV, aliados con el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo, lucharon contra la nobleza rebelde. Hoy en día, sus restos son lo que aún podemos ver.

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Castillo de Huelma para Niños. Enciclopedia Kiddle.