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América rusa para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
América rusa
Русская Америка
Rússkaya Amérika
Colonia del Imperio ruso
1733-1867
Flag of the Russian-American Company.svg
Coat of arms of the Russian Empire in Russian America.svg

Himno: Боже, Царя храни!
(«Dios salve al zar»)
1860-russian-america.jpg
América rusa en 1860
Coordenadas 57°03′00″N 135°19′00″O / 57.05, -135.31666667
Capital Novoarjánguelsk
Entidad Colonia del Imperio ruso
 • País Imperio ruso
Idioma oficial Ruso
Superficie  
 • Total 1 518 800 km²
Población (1867)  
 • Total 30 000 hab.
 • Densidad 0,02 hab/km²
Religión Iglesia ortodoxa rusa
Moneda Rublo
Período histórico Colonización rusa de América
 • 1733 Establecimiento
 • 1799 Ukaz
 • 18 de octubre
de 1867
Venta a Estados Unidos
Forma de gobierno Posesión rusa
Gobernador
• 1799-1818
• 1863-1867

Aleksandr Baránov
Dmitry Petrovich Maksutov
Precedido por
Sucedido por
Nativos americanos
Departamento de Alaska
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La América rusa fue el nombre de los territorios que el Imperio ruso tuvo en América entre los años 1733 y 1867. Estos territorios corresponden hoy al estado de Alaska en Estados Unidos, y también incluyeron algunos asentamientos más al sur, en California (Estados Unidos). La posesión oficial de estas tierras se estableció en 1799, cuando se creó la Compañía ruso-americana con un monopolio para el comercio y se otorgaron derechos a la Iglesia ortodoxa rusa en la zona.

Historia de la América Rusa

¿Cómo se descubrió Alaska por los rusos?

Se cree que Semión Dezhniov y Fedot Alekséiev, un comerciante ruso, fueron los primeros en navegar por el océano Glacial Ártico desde el océano Pacífico. Ellos cruzaron lo que hoy conocemos como el estrecho de Bering. Sin embargo, su descubrimiento no fue informado al gobierno central ruso, por lo que no se supo si Siberia estaba conectada con Norteamérica en ese tiempo. En 1725, Pedro I de Rusia envió otra expedición para explorar la zona.

Como parte de una segunda expedición (1733-1743) desde Kamchatka, dos barcos, el Sveti Piotr (San Pedro) y el Sveti Pável (San Pablo), zarparon de Petropávlovsk en junio de 1741. El Sveti Piotr era capitaneado por el danés Vitus Bering, y el Sveti Pável por el ruso Alekséi Chírikov. Los barcos se separaron pronto, pero ambos continuaron navegando hacia el este, en dirección a América.

El 15 de julio, Chírikov avistó tierra, probablemente la parte occidental de la isla Príncipe de Gales, en el sudeste de Alaska. Envió un grupo de hombres a tierra en una pequeña embarcación, convirtiéndose así en los primeros europeos en llegar a la costa noroeste de Norteamérica.

Alrededor del 16 de julio, Bering y la tripulación del Sveti Piotr vieron el monte San Elías en la parte continental de Alaska. Luego, regresaron hacia el oeste, volviendo a Rusia poco después. Mientras tanto, Chírikov y el Sveti Pável también regresaron a Rusia en octubre, llevando noticias de la tierra que habían encontrado.

En noviembre, el barco de Bering sufrió daños cerca de la isla de Bering. Allí, Bering enfermó y falleció, y el barco fue destruido por fuertes vientos. La tripulación que quedó en la isla pasó el invierno allí. Los sobrevivientes construyeron un nuevo barco con los restos y zarparon de regreso a Rusia en agosto de 1742. El equipo de Bering llegó a la costa de Kamchatka en 1742, trayendo consigo pieles de nutria de mar. Estas pieles fueron muy valoradas, lo que impulsó el interés ruso en establecerse en Alaska.

Establecimiento de los rusos en América

Primeros asentamientos (1740-1800)

Archivo:Heinrich Johan Holmberg, Karte des Russischen Amerika (1854)
Asentamientos en la América rusa hacia 1854.

Después de los descubrimientos, pequeños grupos de comerciantes de pieles comenzaron a viajar en barco desde Siberia hacia las Aleutianas. Como estas expediciones duraban mucho tiempo (dos a cuatro años o más), los exploradores establecieron puestos para la caza y el comercio.

Antes de finales de la década de 1790, estos puestos se convirtieron en asentamientos permanentes. Aproximadamente la mitad de los comerciantes de pieles eran rusos de diferentes partes del Imperio ruso o de Siberia. Los demás eran pueblos originarios de Siberia o siberianos con diversas raíces indígenas, europeas y asiáticas.

Los rusos hicieron que los aleutianos cazaran para ellos. A medida que se extendían las noticias sobre la abundancia de pieles en Alaska, la competencia entre las compañías rusas aumentó. Los aleutianos fueron sometidos a condiciones difíciles. Catalina la Grande, emperatriz desde 1763, pidió a sus súbditos rusos que trataran a los aleutas con justicia. En algunas islas y partes de la península de Alaska, algunos grupos de comerciantes lograron convivir de forma pacífica con los habitantes locales. Sin embargo, otros grupos tuvieron relaciones tensas y exigieron mucho a los nativos. Se tomaron personas como garantía, se separaron familias y se obligó a individuos a dejar sus pueblos y trasladarse a otros lugares. La creciente competencia entre las compañías de comercio hizo que su número disminuyera, concentrándose en empresas más grandes y poderosas, lo que empeoró la situación con los pueblos indígenas. Con el tiempo, la situación se volvió muy difícil.

Cuando la cantidad de animales disminuyó, los aleutianos, que ya dependían del nuevo sistema de intercambio de pieles con los rusos, se vieron obligados a tomar mayores riesgos en las peligrosas aguas del océano Pacífico Norte para cazar más nutrias.

Cuando la poderosa compañía Shélijov-Gólikov se convirtió en un monopolio, los conflictos y tensiones aumentaron, usándose la fuerza para controlar a los pueblos indígenas. Cuando los aleutas se rebelaron y lograron algunas victorias, los rusos respondieron con acciones que causaron una gran disminución de la población aleuta y la destrucción de sus barcos y herramientas de caza, dejándolos sin medios para sobrevivir. Además, las enfermedades europeas, para las que no tenían defensas, afectaron gravemente a la población aleuta durante las dos primeras generaciones de contacto con los rusos.

Aunque la colonia nunca fue muy rentable debido a los altos costos de transporte, la mayoría de los comerciantes rusos querían mantener el control de la tierra. En 1784, Grigori Shélijov, quien más tarde fundaría la Compañía Rusa-Americana que colonizó Alaska, llegó a la bahía Tres Santos, en la isla Kodiak, con dos barcos. Los indígenas koniag se enfrentaron a los rusos, y Shélijov respondió con acciones que aseguraron la obediencia de los demás. Una vez establecida su autoridad en la isla Kodiak, Shélijov fundó el primer asentamiento ruso permanente en Alaska, en la bahía de la isla Tres Santos.

Archivo:Baranov Alexandr
Aleksandr Baránov, primer gobernador de la América rusa.

En 1790, Shélijov, de regreso en Rusia, contrató a Aleksandr Baránov para dirigir su empresa de pieles en Alaska. Baránov trasladó la colonia al extremo noreste de la isla Kodiak, donde había madera disponible. Este lugar se convirtió más tarde en la actual ciudad de Kodiak. Los rusos de la colonia formaron familias con mujeres koniag, y sus apellidos aún existen hoy, como Panamaroff, Petrikoff y Kvasnikoff. En 1795, Baránov, preocupado por la presencia de europeos no rusos que comerciaban con los nativos en el sudeste de Alaska, estableció Mikhailovsk a unos 10 kilómetros al norte de la actual Sitka. Compró la tierra a los tlingits, pero en 1802, mientras Baránov estaba ausente, tlingits de un asentamiento cercano atacaron y destruyeron Mijáilovsk. Baránov regresó con un buque de guerra ruso y destruyó el pueblo tlingit. Luego construyó el asentamiento del Nuevo Arcángel. Este se convirtió en la capital de la América Rusa y hoy es la ciudad de Sitka, que ocupa lo que antes era el área de Mijáilovsk.

Mientras Baránov aseguraba la presencia rusa en Alaska, la familia Shélijov continuó trabajando en Rusia para obtener el monopolio del comercio de pieles de Alaska. En 1799, el yerno de Shélijov, Nikolái Rezánov, consiguió el monopolio del comercio de pieles en América del zar Pablo I. Rezánov formó entonces la Compañía Rusa-Americana. Como parte del acuerdo, el zar esperaba que la compañía estableciera nuevos asentamientos en Alaska y llevara a cabo un amplio programa de colonización.

La América Rusa: De 1800 a 1867

Archivo:Battle of Sitka by Louis S Glanzman
Archivo:Old Sitka
Fuerte de Novoarjánguelsk (hoy conocido como Viejo Sitka).

Hacia 1804, Aleksandr Baránov, ahora gerente de la Compañía Rusa-Americana, había fortalecido sus actividades de comercio de pieles en América, después de su victoria sobre el clan tlingit en la batalla de Sitka. A pesar de estos esfuerzos, los rusos nunca colonizaron Alaska por completo. En su mayoría, se asentaron en la costa y no exploraron mucho el interior. Antes de la década de 1830, el monopolio ruso en el comercio se estaba debilitando. La Compañía de la Bahía de Hudson estableció un puesto en el límite sur de la América Rusa en 1833. Esta empresa británica comenzó a comerciar con éxito.

Los estadounidenses también estaban ganando influencia en la zona. Baránov empezó a depender mucho de los barcos de suministro estadounidenses, que llegaban con más frecuencia que los rusos a mediados del siglo XIX. Además, los estadounidenses podían vender pieles en el mercado de Cantón, que estaba cerrado para los rusos. La desventaja era que los cazadores y tramperos estadounidenses ocupaban territorios que los rusos consideraban suyos. En 1812 se construyó un asentamiento hacia los 55° Norte, dando a los rusos derechos exclusivos para el comercio de pieles al norte de ese paralelo, y a los estadounidenses al sur. Pronto se llegó a un acuerdo ruso-estadounidense. Sin embargo, con la partida de Baránov en 1818, la presencia rusa en Alaska se debilitó.

Cuando la licencia de la Compañía Rusa-Americana fue renovada en 1821, se estableció que los gerentes principales serían oficiales navales. La mayoría de estos oficiales no tenían experiencia en el comercio de pieles, lo que afectó a la compañía. La segunda licencia también intentó cortar todo contacto con extranjeros, especialmente con los competitivos estadounidenses, pero esta estrategia fue contraproducente, ya que la colonia rusa se había acostumbrado a depender de los barcos de suministro estadounidenses, y Estados Unidos se había convertido en un cliente importante para sus pieles. Finalmente, la Compañía Rusa-Americana firmó un acuerdo con la Compañía de la Bahía de Hudson, que les dio a los británicos derechos para navegar por territorio ruso.

Aunque el período de mediados de siglo no fue bueno para los rusos en Alaska, las condiciones mejoraron para los nativos costeros de Alaska que habían sobrevivido al contacto, principalmente los aleutas, koniagas y tlingits. Los tlingits nunca fueron completamente sometidos y continuaron sus conflictos con los rusos en la década de 1850. Los aleutas, a muchos de los cuales se les había obligado a dejar sus islas, fueron enviados a lugares lejanos como California para cazar nutrias marinas para los rusos, lo que siguió disminuyendo su población durante la década de 1840. Los oficiales navales de la Compañía Rusa-Americana establecieron escuelas y hospitales para los aleutianos y les dieron empleos. El clero ortodoxo ruso se trasladó a las Aleutianas. La población aleutiana comenzó a recuperarse.

La actividad misionera en América Rusa

En la bahía Tres Santos, Shélijov construyó una escuela para enseñar a los nativos a leer y escribir en ruso. También trajo a los primeros misioneros y clérigos que difundieron la religión ortodoxa rusa. Esta religión, con sus ritos y textos sagrados (traducidos al aleutiano muy pronto), había sido introducida de forma informal desde la década de 1740 por los comerciantes de pieles que formaron familias locales o adoptaron simbólicamente a compañeros de comercio aleutianos como ahijados para asegurar su lealtad. Los misioneros pronto se opusieron a las dificultades que enfrentaban los pueblos indígenas, y sus informes son una de nuestras principales fuentes sobre los desafíos de establecer el control colonial en este período.

Inspirados por una teología similar a la de Bartolomé de las Casas o San Francisco Javier, que buscaba adaptar el cristianismo a las culturas locales, los misioneros en la América rusa aplicaron una estrategia que valoraba las culturas locales y fomentaba la participación indígena en la vida de la iglesia y en las actividades misioneras. Esta política cultural buscaba al principio ganar la lealtad de los pueblos indígenas, estableciendo a la Iglesia y al Estado como protectores de los más de 10.000 habitantes de la América rusa (donde el número de pobladores rusos étnicos nunca superó los 812, concentrados casi todos en Sitka y Kodiak).

Un resultado de esta estrategia misionera fue la creación de una nueva forma de identidad indígena, permitiendo que muchas tradiciones nativas sobrevivieran dentro de la tradición ortodoxa "rusa" local y en la vida religiosa de los pueblos. Parte de esta identidad indígena moderna incluye un alfabeto y la base para una literatura escrita en casi todos los grupos étnicos lingüísticos del sur de Alaska. El padre Iván Veniamínov, muy conocido en toda la América rusa, también creó un diccionario y una gramática en idioma aleutiano.

El rastro más visible del período colonial ruso en la Alaska actual es la presencia de casi noventa iglesias ortodoxas rusas con más de 20.000 miembros, casi todos indígenas. Esto incluye varios grupos atabascanos del interior, comunidades yup'ik muy grandes, y casi todas las poblaciones aleutas y koniag. Entre las pocas iglesias ortodoxas tlingit, el grupo más grande en Juneau adoptó el cristianismo ortodoxo solo después del período colonial ruso, en un área donde no había pobladores ni misioneros rusos. Lo que probablemente explica el grado de esta tradición ortodoxa rusa local y su permanencia es la mezcla de culturas locales con creencias y rituales cristianos.

La venta de Alaska a los Estados Unidos

Archivo:AlaskaMap1867
América rusa en 1867.

Antes de 1860, el gobierno ruso consideraba dejar su colonia en la América rusa. La caza excesiva había reducido drásticamente la población de animales de los que se obtenían pieles, y la competencia de los británicos y estadounidenses empeoró la situación. Esto, junto con las dificultades para abastecer y proteger una colonia tan lejana, disminuyó el interés ruso en mantener Alaska. Después de que la América rusa fuera vendida a los Estados Unidos, todas las propiedades de la Compañía Rusa-Americana fueron liquidadas.

Después de la transferencia, muchos líderes de la tribu tlingit sostenían que la "Colina Castillo" era la única tierra que Rusia tenía derecho a vender. Las reclamaciones de tierras de los nativos no se resolvieron hasta la segunda mitad del siglo XX, con la firma del "Acta de Establecimiento de Reclamaciones de los Nativos de Alaska".

En la América Rusa, la población de nacionalidad rusa había llegado a unas 700 personas. A ellos y a los criollos se les dio la oportunidad de convertirse en ciudadanos de Estados Unidos en un plazo de tres años, pero pocos eligieron hacerlo. El general Jefferson C. Davis pidió a los rusos que dejaran sus hogares en Sitka, argumentando que eran necesarios para los estadounidenses. Los rusos se quejaron de los problemas causados por las tropas estadounidenses. Muchos rusos regresaron a Rusia, mientras que otros viajaron a California y al Pacífico noroeste para buscar nuevas oportunidades.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Russian America Facts for Kids

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