Víctor Mirecki Larramat para niños
Datos para niños Víctor Mirecki Larramat |
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Información personal | ||
Nacimiento | 21 de julio de 1847 Tarbes (Francia) |
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Fallecimiento | 7 de abril de 1921 Madrid (España) |
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Nacionalidad | Francesa | |
Educación | ||
Educado en | Conservatorio Jacques Thibaud de Burdeos | |
Alumno de |
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Información profesional | ||
Ocupación | Violonchelista y profesor de música | |
Empleador | Real Conservatorio Superior de Música de Madrid | |
Estudiantes | Juan Ruiz Casaux | |
Instrumento | Violonchelo | |
Distinciones |
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Víctor Alexander Marie Mirecki Larramat (nacido en Tarbes, Francia, el 21 de julio de 1847 y fallecido en Madrid, España, el 7 de abril de 1921) fue un talentoso violonchelista y un importante profesor de música. Tenía raíces francesas y polacas, pero se convirtió en una figura clave de la música en España.
Contenido
¿Quién fue Víctor Mirecki y por qué es importante?
La vida de Víctor Mirecki nos muestra cómo era un músico completo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Era una persona muy sociable y con muchas conexiones en el mundo de la cultura. Se le consideraba un genio del violonchelo, tanto por cómo tocaba el instrumento como por su trabajo para dar a conocer la música de cámara y enseñar a otros.
Su colaboración con Jesús de Monasterio en la Sociedad de Cuartetos de Madrid fue muy importante. Impulsaron la música de cámara europea de su tiempo y ayudaron a que se conocieran las obras de nuevos talentos españoles, como Manuel de Falla.
Además, su dedicación a la enseñanza del violonchelo en la Escuela Nacional de Música (hoy Real Conservatorio Superior de Música de Madrid) fue fundamental. Trajo a España técnicas innovadoras de violonchelo de maestros como el belga Adrien François Servais y el francés Auguste Franchomme. Así, ayudó a formar una excelente escuela española de violonchelistas, con alumnos destacados como Pablo Casals.
Sus primeros años y formación en Francia
Víctor Mirecki nació en una familia con un gran amor por la música. Su padre, Aleksander Mirecki, era un conde polaco y un héroe que se había refugiado en Francia. Enseñaba violín en Tarbes, donde nacieron Víctor y sus dos hermanos, Maurice y Françoise. Todos ellos se dedicaron a la música.
En 1857, cuando Víctor tenía diez años, su familia se mudó a Burdeos. Allí, su padre se convirtió en profesor de violín en el Conservatorio. Víctor comenzó a estudiar para una carrera militar, pero su destino cambiaría pronto.
En 1862, dos grandes músicos, el violonchelista Adrien François Servais y el violinista Henri Vieuxtemps, visitaron Burdeos y se quedaron en casa de los Mirecki. Víctor quedó tan impresionado por su música que decidió dedicarse al violonchelo. Practicó intensamente durante dos años.
Con solo diecisiete años, en marzo de 1864, Víctor tocó como solista en un concierto público en el Conservatorio de Burdeos, con el propio Servais presente. Tuvo tanto éxito que Servais convenció al padre de Víctor para que dejara a su hijo dedicarse por completo a la música y abandonara sus estudios militares.
Víctor terminó sus estudios en Burdeos con el primer premio y una beca para ir a París. En 1865, empezó a estudiar en el Conservatorio Imperial, donde fue un alumno brillante de Auguste Franchomme. En 1868, ganó el premio de honor del Conservatorio, superando a otros talentosos estudiantes. Durante sus años de formación, tocó en orquestas de teatros parisinos para ayudarse económicamente. Allí conoció a grandes compositores e intérpretes, como Pablo Sarasate, Édouard Lalo, Camille Saint-Saëns y Jules Massenet, con quienes forjó una gran amistad.
Con solo dieciocho años, fue contratado como primer violonchelo en la orquesta del Teatro Lírico de París. Debutó como solista en el estreno de la ópera Fausto de Charles Gounod. También actuó como solista en varias ciudades de Francia.
A partir de 1869, se dedicó por completo a su carrera de solista, haciendo giras por Francia, Inglaterra, Bélgica y España. Su gran talento lo llevó a tocar en las reuniones musicales de la emperatriz Eugenia de Montijo y en los palacios de las reinas españolas exiliadas, María Cristina de Borbón e Isabel II de España. En 1870, por sugerencia de la reina Isabel II, realizó su primera gira por España. La guerra Franco-Prusiana lo sorprendió en San Sebastián, y desde allí se trasladó a Madrid, donde decidió quedarse a vivir.
Su vida y carrera en España
Víctor Mirecki se estableció en Madrid en 1871. Se unió a la Sociedad de Conciertos de Madrid como primer violonchelo. Junto a su amigo Mariano Vázquez Gómez, ayudó a introducir nueva música sinfónica de Francia y Alemania en el repertorio de la orquesta. Su gran éxito como solista llegó en 1872, cuando interpretó una Fantasía obligada de chello basada en la ópera La fille du régiment de Gaetano Donizetti. También tuvo mucho éxito con la fantasía Recuerdos de Suiza de su antiguo maestro Servais.
En 1874, animado por Pablo Sarasate, Mirecki planeó una gira por Europa. Sin embargo, la pospuso para presentarse a un concurso para la nueva cátedra de violonchelo en la Escuela Nacional de Música de Madrid. El concurso se retrasó, lo que le permitió realizar su gira, donde obtuvo un gran éxito en Lisboa, Londres y París. Las autoridades portuguesas le otorgaron la distinción de comendador de la Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa.
Al regresar a España, ganó la cátedra de violonchelo por unanimidad. Presentó un método de enseñanza que se convertiría en la base de la moderna escuela de violonchelo de Madrid. Su nombramiento en noviembre de 1874 le dio estabilidad económica y le permitió combinar sus conciertos con la enseñanza.
El guardián de los Stradivarius reales
Con la restauración de la monarquía en 1874, Víctor Mirecki entró en el Palacio Real de Madrid. El rey Alfonso XII de España lo conocía y lo invitó a unirse a la Capilla Real como violonchelista. También ingresó en la orquesta del Teatro Real de Madrid.
Pero una de sus tareas más importantes fue el cuidado de la colección de instrumentos Stradivarius del Palacio Real. Esta colección es la más grande que se conserva unida hasta hoy. En ese momento, incluía dos violines y dos violonchelos. Una viola de la colección había sido robada años antes y no se recuperaría hasta 1951.
Cuando Mirecki se hizo cargo de los instrumentos, estaban en mal estado, mal guardados y con reparaciones que afectaban su sonido. Gracias a su experiencia con el violonchelo Stradivarius de su maestro Servais, se dio cuenta de lo mal que estaban los instrumentos del Palacio. Después de varias solicitudes, la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena finalmente permitió que Mirecki llevara uno de los violonchelos a París en 1889 para que fuera restaurado por el famoso luthier Jean Baptiste Collin-Mezin.
Por consejo de Mirecki, se estableció un protocolo para conservar los instrumentos: debían ser afinados y tocados todas las semanas para mantenerlos en óptimas condiciones. En este puesto tan importante para el patrimonio musical, fue sucedido por su alumno Juan Ruiz Casaux, quien recuperaría la viola y organizaría un sistema de conservación definitivo para la colección.
Promoción musical y madurez artística
Una vez establecido en Madrid como profesor y músico de la Corte, Víctor Mirecki se casó con María Luisa Bach. Sus casas en Madrid se convirtieron en un punto de encuentro para músicos extranjeros y para la escena musical madrileña. Era amigo cercano de Tomás Bretón, Pablo Sarasate y Jesús de Monasterio.
Se unió a la Sociedad de Cuartetos de Madrid, donde compartió sus conocimientos y contactos con el mundo musical francés. Su debut con el grupo fue el 5 de diciembre de 1875. Su relación con Jesús de Monasterio fue muy cercana, y Monasterio le dedicó una obra. A partir de 1881, la Sociedad de Cuartetos comenzó a incluir obras para violonchelo y piano en sus programas, con Mirecki como solista.
En 1887, le ofrecieron la cátedra de violonchelo en el Conservatorio de París, sin necesidad de concurso. Sin embargo, Mirecki rechazó la oferta para no abandonar su trabajo en Madrid, valorando mucho su labor de enseñanza y promoción musical en España. En reconocimiento a su trabajo, las autoridades francesas lo nombraron Oficial de la Academia francesa de Bellas Artes y, al año siguiente, caballero de la Legión de Honor.
En España, también recibió grandes honores, siendo nombrado comendador de número de la Orden de Carlos III y caballero de la Orden de Isabel la Católica. Colaboró activamente en las series de música de cámara organizadas por el Ateneo de Madrid.
En 1904, fue uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica de Madrid. Tras su fallecimiento, el Anuario del Real Conservatorio (1920) destacó su gran importancia como concertista y su contribución a popularizar la música de cámara en la Sociedad de Cuartetos de Madrid, junto a Jesús de Monasterio.
Mirecki y Manuel de Falla
En sus últimos años, Víctor Mirecki sufrió una enfermedad pulmonar que lo obligaba a descansar en balnearios. A pesar de las dificultades familiares, su casa siempre estaba llena de músicos, amigos y jóvenes promesas. Entre ellos, destacaba un joven andaluz llamado Manuel de Falla, quien se convertiría en un famoso compositor. Falla era de la misma edad que los hijos de Mirecki y era un visitante habitual en sus reuniones.
Mirecki ayudó a Falla a entrar en el Ateneo de Madrid, donde el joven compositor estrenó varias de sus obras. En 1906, Mirecki intentó sin éxito que se estrenara la ópera La vida breve de Falla en Madrid. Por ello, en 1907, aconsejó a Falla, junto con Joaquín Turina, que se mudara a París, donde tendría más oportunidades artísticas.
Sabiendo de la difícil situación económica de Falla, Mirecki organizó una gira de conciertos con él en 1908 por varias ciudades españolas. Aunque la enfermedad de Mirecki empeoró, siguió apoyando a Falla. Incluso le escribió a su alumno Luis Amato, violonchelista en la Ópera de París, para que ayudara a Falla en su estancia en la capital francesa.
Después del exitoso estreno de La vida breve en París en 1914, Mirecki intentó de nuevo que se estrenara en Madrid, pero no lo consiguió. También le recomendó a Alfred E. Hill, un famoso coleccionista de Stradivarius en Londres, para facilitar la estancia de Falla en Inglaterra. Ya en España, como accionista del Hotel Ritz de Madrid, Mirecki facilitó el estreno de varias obras de Falla, incluyendo la versión orquestal de Amor brujo (1916).
La escuela madrileña de violonchelistas: su legado
La labor más duradera de Víctor Mirecki fue su enseñanza. Durante más de cuarenta años al frente de la cátedra de violonchelo en el Conservatorio de Madrid, formó a los principales violonchelistas españoles de su época. Su método de enseñanza se basaba en técnicas clásicas, poniendo énfasis en el movimiento del arco para lograr un sonido más rico, siguiendo las ideas del belga Adrien François Servais.
La prensa de la época elogiaba su técnica. La Crítica (1890) decía que Mirecki lograba una expresión perfecta gracias a su dominio del instrumento. La Ilustración Musical Hispano-americana destacaba su elegancia al tocar y el admirable sonido que obtenía de su violonchelo.
Finalmente, el Anuario del Real Conservatorio (1921), con motivo de su muerte, comentó: "Eminente profesor y admirable artista, verdadero sacerdote de la enseñanza, ha realizado durante cerca de ¡cincuenta años! una enorme labor. La numerosa lista de notables violonchelistas, entre los cuales destacan algunas celebridades, es obra suya". Entre sus alumnos más destacados se encuentran Agustín Rubio, Luis Sarmiento, Luis Amato, y, sobre todo, Juan Ruiz Casaux. Este último fue su alumno preferido, se casó con su hija María Teresa, y lo sucedió en sus puestos en el Palacio Real y en el Conservatorio.
Véase también
En inglés: Víctor Mirecki Larramat Facts for Kids